jueves, 16 de diciembre de 2010

CHARLA ENTRE FILOSO(FO) Y EL DR. PICA PLEITOS

CHARLA ENTRE FILOSO(FO) Y EL DR. PICA PLEITOS
-Qué tal Filoso(fo) ¿cómo dice que le va?-

-Eh, doctor si yo fuera sordo, ciego y mudo seguramente le diría que bien; pero las cosas que pasan en este mundo me tienen más que preocupado-

-No sea exagerado amigo, la cosa no es tan mala como para que lo tenga tan mortificado ¿No será que usted es un poco resentido?-

-¡Si! es probable que usted tenga razón, un poco lo soy, pero me pregunto ¿usted no?.

- En realidad, yo, ¡no!-

-¿Y cómo hace para conciliar toda esta realidad tan contradictoria e injusta que nos rodea con sus principios elementales de subsistencia?-

- A decir verdad, ahora que me lo pregunta, tengo que confesarle que mis principios se fueron oxidando con el tiempo; hace rato que no me atormentan, sobre todo a la hora de acceder a los beneficios que ofrece esta bella “modernidad”.-

-¿Los beneficios de la modernidad o la plata fácil que hay en juego en ella?. Oscar Wilde describía al cínico como el tipo que sabe el precio de todas las cosas y el valor de ninguna; a propósito, ¿usted se parece en algo a este tío?

-Lo ve Filoso(fo,) ya se me puso principista, ese es el problema de los sujetos como usted que piensan que las cosas de los hombres mundanos tienen un significado en esta vida corta y efímera-.

-Escuche Dr. Pica Pleitos, que la vida sea corta no depende de los años que viva sino de las cosas que realice en ellos, eso hace que la vida tenga sentido, una vida con realizaciones verdaderas que son las que le dan trascendencia a nuestra existencia; ahora si usted ve la vida como si fuera a sembrar rabanitos sin preguntarse el porqué de su existencia y solo ve que el hombre los consume como alimento, así su vida será un poco monótona; como siga en esa línea lo probable es que un buen día cuando usted muera, los vea crecer desde abajo; bueno, al menos podrá entender su evolución, ¡espero!.-

-Que profundo que está hoy, esto se está poniendo lindo, con usted, no me aburro, siempre le hace honor a su apodo. ¿Y qué me dice de las cosas que están pasando en nuestro país?-.

-Un verdadero dislate mi amigo, fíjese que ahora aparecieron en la televisión una cantidad de espantajos que antes solo se los veía en los circos de los pueblos; lo peor de todo esto es que pareciera que estuvieran por cadena nacional ya que están en todos los canales de televisión al mismo tiempo, ¿estos tíos creen que la masa sudorosa es estúpida para consumir tanto chismerío berreta o qué?. ¿No será que a éstos les pagan para que la gente desvíe su atención de los verdaderos problemas que persisten en nuestro país y se queden muz muz chito la boca?-

-Bueno Filoso(fo), la gente también necesita relajarse un poco, no todos pueden ser ilustrados como usted y encontrarle la quinta pata al gato, veamos el lado bueno de la cosa, si todos se dedicaran a pensar como usted o como yo, ¿Quién trabajaría entonces?-

-Me parece que aquí le doy la derecha, esto ha sido igual toda la vida, mientras la gilada se desloma y consume fruta podrida los vivos de siempre se llevan la mejor tajada del reparto-

-Lo ve, creo que va entendiendo como funciona este mundo; con un poco de esfuerzo de mi parte creo que esta vez lo afilio a mi partido-

-Ah si ¿y cómo se llama su partido? ¡Viva la pepa!. Le sugiero una consigna que los va a definir como Dios manda; ¡piense poco, no haga nada y no se meta en nada que es quilombo!; ¿Que le parece mister?, así nos vamos al tacho en un par de décadas-

-Ya va a ver filoso(fo) cuanta gente juntamos, ¿o usted cree que hay mucha diferencia con los políticos que tenemos en el escenario nacional?-

-Estoy de acuerdo con usted, fíjese que tanto oficialistas como opositores hoy enjuagan sus culpas del pasado y se fanatizan por aparecer frente a la opinión pública como los grandes “revolucionarios” de esta época, como queriendo decir, ¡nosotros no hicimos este quilombete que hay en el país! No estuvimos nunca con los militares golpistas y criminales, tampoco apoyamos a Alfonsín con su inflación galopante, menos estuvimos con la yunta Menem Cavalo que entregaron en nombre del primer mundo hasta la virginidad de las adolescentes por nacer y por último ni se le ocurra pensar que podrían haber estado con la alianza de Chupete De La Rúa y el Chacho Alvarez que en nombre de moralizar la política argentina incendiaron el país frotando una tarjeta Banelco coimeando a unos cuantos Senadores. ¿Lo ve claro? la gente se pregunta asombrada, ¿si ninguno estuvo con todos éstos, pues entonces quién hizo este zafarrancho infernal en Argentina?.-

- Lo ve, esta otra vez de acuerdo conmigo. Hay que modernizar las estructuras de la Nación para hacer un país con menos ideólogos y más planes para dejar que ingresen capitales extranjeros al país, así lograremos una verdadera integración al mundo y de paso usted y yo la pasamos un poco mejor -

- No me joda amigo, un cachito más y se parece al dúo dinámico Menem Cavalo. Espere que le explico algo, los recientes hechos muestran a las claras como actúa la dirigencia política que supimos conseguir, tirándose los problemas indeseables por la cabeza unos contra otros para sacar alguna ventaja sin resolver ninguno de los verdaderas dificultades que tiene nuestro pueblo; mientras tengamos tantos candidatos que solo proponen ser presidentes por solo el hecho de estar en alguna encuestita trucha o aparecer en las redes sociales, estamos fregados; lo que hace falta en Argentina es un verdadero estadista que conduzca un proyecto revolucionario de país para los próximos cincuenta años, en donde los jóvenes tengan posibilidades de luchar por sus nuevas utopías y nosotros asistamos orgullosos de haber dejado las bases para crear un país mejor para todos; esto solo se puede hacer con valores y no con cháchara vacía de contenido, recuperando un pensamiento filosófico, cultural y económico productivo, para que como resultado de esto, la gente tenga mas educación, mas trabajo y mejor salud. Escuche Dr. Pica Pleitos le dejo una frasecita para que la medite en estas fiestas, es de Renny Yagosesky y dice así: “Cada día la vida te da una nueva oportunidad para recomenzar, cambiar y crear un destino diferente. No es culpa de la vida que tu decidas llenar este nuevo instante con las penas, rencores y temores del pasado. Es tu absoluta responsabilidad. Por cierto, mañana también será otro nuevo día”.-

- Sabe una cosa, me gusta lo que dice, pensándolo mejor creo que usted Filoso(fo) debería compartir la fórmula conmigo, total…¿quién se va a dar cuenta que solo somos dos pensantes en la tenebrosa tiniebla de la politiquería argentina?-

Con un poco de humor y saludos cordiales para estas fiestas de navidad y año nuevo los saluda:

VICENTE SCORDAMAGLIA

jueves, 18 de noviembre de 2010

ANÁLISIS DEL NUEVO CONTEXTO

ANÁLISIS DEL NUEVO CONTEXTO

Voltaire
“El tiempo, que es el único que fragua la reputación de los hombres,
hace finalmente respetables los defectos”


SINCERIDAD Y AUTOCRÍTICA

Si la cuenta no me falla todavía me falta un poco más de tiempo para que se hagan ciertas esas habladurías populares que dicen que: “el hombre tarda dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar”; entre tanto esto no suceda, trataré de aprovechar ese tiempo que resta para seguir analizando la realidad de nuestro país, siempre que el contexto cambiante así lo determine; y aunque luego tenga que desdecirme o corregir lo dicho, todavía aún me queda la opción de apelar como todos hacen a la benévola acción del olvido (maravillosa práctica argentina para poder seguir haciendo política sin culpas) para que borre para siempre de la memoria colectiva, las palabras, actitudes y posiciones políticas que he respaldado junto a hombres de mi generación, desde que nuestra joven conciencia alumbró a la política de liberación con la muerte del Che Guevara. (Allá por el año 1967 dictadura militar de Jose M Guido)
Trataré de explicar escuetamente esta aparente incongruencia: es que quien procede después de todo con honestidad y se equivoca ante la apreciación de cada hecho histórico, sólo deberá pedir disculpas por la evaluación errónea, corregir el rumbo y seguir luchando; en cambio quien procede deshonestamente y miente para favorecer sus intereses, personales o de sector (ese no es mi caso) necesitará una mentira cada vez más grande para tapar su mentira anterior. (De ahí que se dice con razón que todo mentiroso es un traidor)

Como tantos argentinos, siento una gran necesidad de entender el momento político que vive nuestro país y para ello deberé hacer un esfuerzo importante para desprenderme de toda subjetividad y pre-supuestos que habitan en mí como rescoldos de una formación política y una larga militancia de una causa que sólo obedece a una denominación a secas, ¡Peronismo!.

Para ello necesariamente debo gambetear con las ideas entre dos vocablos antagónicos, objetividad y subjetividad para lograr un estado de pensamiento ideal a la hora de (expresar una idea, escribir una reflexión o simplemente transmitir un pensamiento) analizar los sucesos con libertad, ya que éstos me involucran junto a toda la sociedad de la cual soy parte. (Dudando a priori de que ese estado sea propiedad de los hombres)
Si la consigna que me impongo para este escueto análisis deja alguna utilidad posible a la hora de echar luz a un imperfecto (y éste lo es) razonamiento de la situación política que vive nuestra Nación post-mortem de Néstor Kirchner, sentiré que el esfuerzo bien intencionado cumplió con la motivación de comprender este significativo suceso de la historia política de nuestro tiempo.

PROCESO POLÍTICO

Un proceso histórico político de la Nación, nace de condiciones específicas concretas entre el pueblo y sus fuerzas activas que luchan por el poder en un contexto peculiar que hace único a ese tiempo como sujeto histórico de una nación (diciembre de 2001; que se vayan todos). Por ello se dice que un proceso político al igual que los hombres, nace, se desarrolla y muere; pero a diferencia de éstos, el proceso político no muere en tanto no surja otro que lo remplace. (Ver artículo en este mismo blog “procesos políticos y liderazgos verdaderos”)
Un proceso político necesariamente se compone de dos partes sin las cuales no debería tener la categoría de tal; son dos fuerzas antagónicas que compiten entre sí, una que se orienta hacia el cambio (no siempre el cambio puede juzgarse bueno para el pueblo) y la otra que resiste a ese cambio, (a veces la resistencia al cambio es negativa para el pueblo) ambos tienen actores que representan un rol específico en el desarrollo del mismo proceso, esto es por ejemplo: el líder que encarna la conducción y dirección de dicho proceso, sólo que esta vez dividido en dos fuerzas antagónicas que compiten entre sí.

Si esto es así, esta definición me lleva a reflexionar sobre el siguiente interrogante: si la objetividad es propia del objeto y sus características (nuestro país) ¿se debe relacionar con el sujeto (el líder) y con la forma que éste posee de ver, entender y transformar el objeto?. Desde este punto de vista creo que sí, por ello el 27 de Octubre pasado, no sólo murió el ex presidente Néstor Kirchner; sino que también sufrió el mismo deceso el proceso político que el encarnaba y lideraba. (Kirchnerismo)
Nos podía gustar o no el “modelo” que desarrolló hasta su muerte, podemos disentir con las prácticas políticas que implementó como método de construcción de poder dentro y fuera de nuestra Nación, y aún nos podía disgustar la confrontación ideológica que utilizó como argumento para justificar su acción de gobierno y construir su autoridad política, pero lo que sí es cierto es que su presencia dominó la escena política argentina de los últimos siete años.

Pero este breve análisis estaría incompleto si no observamos la otra parte que le falta a este proceso político llamado Kichnerismo, esto es la oposición, (en todas sus variantes) ésta se había organizado como antagónica al cambio propuesta por Kirchner. Así vemos hoy, como este sector a comenzado a desarticularse con la misma rapidez que desapareció el sujeto productor que dio origen a esa “resistencia”, es decir, perdió su razón de ser en el tiempo y el espacio en los cuales se formó y desarrolló este proceso (por querer generar un sistema político opuesto basado solamente en la figura del ex presidente) que intentamos interpretar.
Georgi Arbato, politólogo ruso, le lanzó a su enemigo los EE.UU. con motivo de la disolución de la Unión Soviética una frase que haría historia:

"Les hemos causado el mayor de los daños porque los hemos dejado sin enemigo".

Un país no puede funcionar por mucho tiempo sin un nuevo proceso político que lo organice y le de curso a las expectativas de su pueblo; es más tampoco lo puede hacer sin una nueva autoridad política que conduzca ese proceso y reinicie el nuevo ciclo por donde debe transitar la democracia argentina.
De ahí se deduce que siguiendo el recorrido de la transición, en la cual estamos, el oficialismo haya quedado en mejores posibilidades de ganar las próximas elecciones que la oposición (porque sólo debe mostrar capacidad de mantener la gobernabilidad en la coyuntura) enfatizando con claridad, que ese episodio absolutamente coyuntural, nada indica que un nuevo proceso político haya comenzado, es tan sólo el correlato final del ciclo anterior que está destinado a expirar ni bien el pueblo argentino construya en sus tiempos, nuevas formas de organización política y con ello fortalezca y ratifique a una nueva autoridad política para su conducción.

GOBIERNO Y OPOSICIÓN
EN TIEMPO DE TRANSICIÓN

Es indudable que la política en argentina se encuentra en un momento de transición luego de la repentina muerte de Néstor Kirchner. La madurez del pueblo y la cordura de sus fuerzas activas están dando cuenta de ello. No sólo porque todos debemos acomodarnos a la nueva realidad política, sino muy especialmente, porque queremos defender el sistema democrático y ser prudentes en la emergencia.
En poco tiempo más los partidos políticos deberán entrar en las primarias partidarias (agosto 2011) para elegir a sus candidatos, y en noviembre del mismo año se deberá elegir a las nuevas autoridades de la Nación (Presidente y Vice). La proximidad entre la muerte de quien fuera en vida el eje central de la política argentina de estos últimos siete años, y las próximas elecciones presidenciales, es demasiado breve como para pretender que en ese lapso el pueblo construya un nuevo liderazgo, ni siquiera hay tiempo para sacar conjeturas a largo plazo; sin embargo la transición abre algunas probabilidades a la hora de sacar alguna precisión posible.
Para Cristina Fernández, legítima presidenta de los argentinos, a quien le cabe (por ahora) la denominación de sustituto del poder real junto a su gobierno, enfrenta una doble responsabilidad en el corto plazo y un desafío en el mediano y largo plazo: mantener la gobernabilidad como imperativo principal del legado democrático otorgado por el pueblo, gestionando eficientemente la acción de gobierno hasta que finalice su mandato y legitimar en el tiempo un incipiente liderazgo (que ostentaba su esposo) de un nuevo orden político en Argentina.

Para la oposición la tarea es un poco más compleja de lo que significaba solamente oponerse a Néstor Kirchner en vida, éste con su avasalladora forma de concebir la política entre buenos y malos, ayudaba a unificar a la oposición obligándolos a aglutinarse en torno a una opinión común que le daba legitimidad a ese accionar; esto es disentir con el “modelo” que se estaba construyendo y resistirse a ello.
Erich Fromm, decía al respecto que: “La convicción de los hombres surge de lo que ellos son, mientras que la opinión solo resulta de lo que ven y oyen. Los hombres ofrecen resistencia sólo en la medida en que tengan una convicción y no sólo una opinión” Hoy gracias a estas sabias reflexiones, podemos descubrir que la opinión es sólo un elemento personal de nuestros intereses, y que ante la falta del catalizador que promovió un frente común convergente entre los opositores, éstos, ya sin una convicción que les sirva de marco referencial y los sitúe en el nuevo contexto como alternativa de poder al modelo imperante, su movimiento se encamina a la dispersión, desarticulándose en el tiempo y dejando al descubierto las verdaderas motivaciones que los unían.


VICENTE SCORDAMAGLIA

jueves, 28 de octubre de 2010

NESTOR KIRCHNER: PASIÓN POR LA ARGENTINA Y VOCACIÓN POR LA POLITICA

NÉSTOR KIRCHNER:
PASIÓN POR LA ARGENTINA Y VOCACIÓN POR LA POLÍTICA


Mientras esperaba a ser censado en mi respectivo domicilio, me sorprendió desprevenido, al igual que a todos los argentinos, el inesperado desenlace de la muerte del Dr. Kirchner (allá en su terruño de El Calafate).
Las primeras noticias alertaban de la gravedad del episodio cardíaco del ex Presidente y en pocos minutos más se conoció el deceso que dejó consternado al país entero. De allí en adelante, todo lo que sobrevino en esa mañana fatídica, fue muy extraño; mezcla de angustia dolor y bronca invadió mi existencia y mi mente ya no se detuvo ni un segundo en tratar de comprender la verdadera dimensión de la pérdida que sufría la Argentina.
Las numerosas expresiones que comenzaron a llegar desde los distintos personajes de la vida política nacional e internacional, no hacían otra cosa que exaltar la figura del ex Presidente y así, su impronta agigantada por su deceso, comenzó a llenar el vacío generado por el desafortunado desenlace.
Más allá de sus aciertos o errores, compartamos o no su forma de hacer política, Argentina pierde en la figura del Dr. Kirchner, a un verdadero líder político que esperanzó con la fortaleza de sus convicciones a un pueblo descreído de su clase dirigencial.
El proceso político que encarnó el Dr. Kirchner para los argentinos fue tan vertiginoso que trascendió fronteras y se proyectó a todo el continente con la fuerza de un huracán, así lo demuestran con sus declaraciones los líderes de países vecinos al referirse a su figura y su gestión; quizás con el tiempo cuando se apaguen las pasiones y los forcejeos políticos de la inmediatez, logremos visualizar con nitidez el servicio que le ofrendó Néstor Kirchner a la patria toda.
Las palabras que utilizamos a diario tienen significados, pero algunas palabras además también producen una “sensación” la muerte de un “luchador” es una de ellas por eso quiero rescatar de este verdadero “gladiador” de nuestro tiempo, dos valores dignos de preservar:
PASIÓN POR LA ARGENTINA Y VOCACIÓN POR LA POLÍTICA.

VICENTE SCORDAMAGLIA

domingo, 17 de octubre de 2010

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA IDEOLOGÍA DE QUIEN GANARÁ LAS PRÓXIMAS ELECCIONES?

Se ha instalado en la opinión pública una “falsa problemática” que mientras se proyecta hacia el próximo período electoral, se generaliza día tras día; y es la supuesta “incertidumbre” que subyace en el pueblo argentino acerca de quién será el candidato que ganará las próximas elecciones presidenciales.
El debate centrado solamente en la continuidad de los Kirchner o quienes puedan reemplazarlos en el ejercicio del poder, es a mi modo de ver, un sofisma preelectoral destinado a mostrar que la oposición, no está en condiciones de gobernar.

Debería saberse ya, que todos los “logros” producidos por un gobierno democrático, pasan a ser un valor adquirido del conjunto de la población, que no agradece, sino que, exige constantemente que se realicen sus demandas, no constituyéndose por ello en un apoyo incondicional que se le “debe” al gobierno de turno para que acceda a un próximo mandato presidencial.

En el supuesto de que la estabilidad económica sea la correcta, que el crecimiento supere los límites esperados, que la desocupación haya bajado a índices razonables, que las reservas garanticen la tranquilidad en el mercado cambiario y la inflación sea una patraña de los empresarios para subir precios injustificadamente; ¡ah! y lo más importante, que los sueldos alcancen para que la gente pueda “arrogarse una vida decorosa” despreocupada de la inflación, debemos decir que todo esto y aún más es lo que el pueblo espera de cualquier gobierno constitucional sea este de derecha o de izquierda ya que ninguna de estas razones evidenciarían que los esposos Kirchner se encaminen a un tercer mandato en el poder.

Como vemos es indudable que si se quiere montar un escenario preelectoral favorable para que el gobierno de turno aparezca como el más dotado para el ejercicio del poder, sólo alcanza con exponer todas las variables trastocadas hasta la fecha para mostrarle a la opinión pública la conveniencia de su continuidad; sin embargo y por mucho que tergiversen los números y mientan al respecto, la ciudadanía ha comenzado a barajar otras variables que el gobierno parece no reconocer.

Siguiendo en el terreno de las hipótesis, si todo está tan bien como se quiere mostrar ¿cuál es la razón por la cual no se resuelve la problemática de la inseguridad y la criminalidad que viene devastando la moral de los argentinos sin distinción de clases sociales?. Existe más de una razón, en este caso me ocuparé de una sola de ellas:
El gobierno de los Kirchner, no desea entrar en colisión con ninguno de los sectores más activos de la sociedad (movimiento de piqueteros de izquierda y organismos de derechos humanos) que mantienen cautivas las calles argentinas ya que éstos cumplen un doble rol en el esquema Kirchnerista, por un lado “controlan” los espacios públicos a discreción para que otros sectores sociales no se expresen y por otro, mantienen “amedrentados” a empresarios, gobernadores e intendentes por igual para que no saquen los pies del plato (excluyo de esta caracterización a organizaciones sociales que luchan legítimamente por los que menos tienen)
A cambio de ello, el gobierno entrega los planes sociales que estos grupos controlan con plenitud de derechos y sin obligación de rendición de inventario, para emplearlos activamente en movilizaciones, aprietes y otras actividades que les son funcionales al gobierno de los Kirchner.
Un discurso seudo revolucionario completa el argumento que hace falta para que aparezca en nombre de un “modelo” político el maquillaje necesario para disfrazar planes y alquimias que sólo sirven para mantenerse ilimitadamente en el poder.

Asimismo, los activistas piqueteros que son funcionales a los Kirchner, descreen que la solución del problema de la inseguridad, radique en el avance de la justicia y la modernización de las fuerzas de seguridad, en la creencia de que finalmente, ambos sectores arremetan contra ellos mismos y las prácticas que emplean.
Digámoslo de una buena vez y sin vueltas, los luchadores sociales no son delincuentes, luchan (mientras lo hagan en el marco de ley) para que el sistema los incluya y para mejorar legítimamente la condición de vida de los que menos tienen, a ellos si les cabe la consagración de los derechos humanos, en cambio, a quienes salen a delinquir por elección propia y no por necesidad, los que le pegan un tiro a mujeres desarmadas, o golpean brutalmente a personas mayores indefensas y matan sin piedad a nuestros jóvenes, (y me pregunto ¿estos son revolucionarios?) a éstos, sólo les cabe todo el peso de la ley y nuestro repudio unánime.

Es claro ver entonces que si los Kirchner reprimieran a los sectores que hicieron de la manifestación callejera su metodología más eficaz de los últimos tiempos, estarían renunciando al apoyo de éstos y a mostrar el retrato desgastado de un gobierno “revolucionario” imagen que desean proyectar a toda la sociedad y en especial a los países que les sirven de techo político y le brindan su apoyo incondicional sin el cual terminaría siendo un gobierno híbrido, como lo que verdaderamente es.

Finalmente quiero manifestar con énfasis, que Brasil, Chile y Uruguay son gobiernos inmensamente más “revolucionarios” que el nuestro, (en su contenido y en sus realizaciones) estos países hacen las cosas sin necesidad de recitar insistentemente sus ideologías ni caracterizar demoníacamente a quienes piensan distinto.
El gobierno de los Kirchner debería saber también que la mayoría de los argentinos decidieron dejar de pelearse con fantasmas de un pasado tenebroso que sólo debe estar en los anales de la historia argentina.

Someter a los argentinos a una confrontación ideológica permanente (entre derechas e izquierdas) es hoy en día tan anacrónico, como discutir si nuestra sociedad debe ser libre o laica; nuestra sociedad superó con éxito ambas disyuntivas y no sin pagar caro esas manifestaciones de intolerancia, hoy, los argentinos, quieren avanzar hacia una sociedad unida y con objetivos comunes, tolerante, diversa, próspera y justa para no regresar, ya nunca más, a un pasado de fragmentaciones idiotas que sigan retrasando la digna tarea de nuestro pueblo por trabajar activamente en la construcción social de nuestra Nación.

Quizás ayude un poco saber lo que pensaba José Ortega y Gasset en 1930 cuando publicó por primera vez La Rebelión De Las Masas:

“Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil”


Vicente Scordamaglia

viernes, 10 de septiembre de 2010

Quien Construye El Relato "Manipula La Opinión Pública"

QUIEN CONSTRUYE EL RELATO,
“MANIPULA LA OPINIÓN PÚBLICA”



Empujado por la necesidad de contar con los votos necesarios para las elecciones presidenciales de 2011 que le permitan ganar en primera vuelta, el gobierno avanza en la creencia que dice: “quien construye el relato, manipula la opinión pública”. Sabedores de la penetración social que ejercen los medios escritos, radiales y televisivos, el gobierno juega una de sus últimas chances en la confrontación que tiene con algunos medios masivos de comunicación para torcer la imagen negativa que exponen a diario los opositores sobre su figura y la gestión presidencial.

Tal afirmación se sustenta en un plan dirigido desde la Casa Rosada que tiene dos pilares fundamentales: por un lado amordazar a los medios “independientes” (que son los que comúnmente utiliza la oposición para criticar la gestión de gobierno) y por otro, saturar el espacio publico con información favorable que destaque solamente los logros realizado por los gobiernos de Cristina y Néstor Kirchner. (Ejemplo: Fútbol para todos)

Es evidente que los Kirchner, necesitan permanentemente recrear un escenario (contexto) adecuado para su discurso (texto) en donde sólo ellos surjan como los “héroes” de una “Ilusoria revolución” personal (en nombre de un supuesto modelo) que sólo sirve a los fines inicuos de mantener el poder por todos los medios a su alcance. Si consiguen que los medios muestren una realidad favorable, el objetivo está logrado para el gobierno legitimado por este axioma: “Lo único que le da validez al texto, es el contexto”.

Para el montaje de este escenario, recurren sistemáticamente a semiverdades que la historia de nuestro pasado doloroso les ofrece. Sabemos que los dueños de los medios de comunicación en nuestro pasado inmediato de sangre y fuego han sido cómplices en algunos casos y en otros por lo menos han guardado silencio de las atrocidades realizadas por el terrorismo de estado; en algunos casos se han favorecido impunemente apoyados por políticas que los déspotas de turno ejecutaron para ganar mucho dinero y hacerse de bienes mal habidos y en otros atemorizados por el terror callaron para siempre, sin embargo, la sociedad descartó el abrir juicio público sobre éstos por considerar que fueron parte de un contexto desquiciado en donde los derechos de todos los ciudadanos fueron avasallados por igual, siendo objeto de presiones y amenazas de muerte para ejecutar o callar acciones que en situaciones normales de plenos derechos no se hubieran realizado. (Viktor Frankel decía: Ante una situación anormal, la reacción anormal constituye una conducta normal.)

Seguramente que ocurrieron muchos más ilícitos de los que hoy conocemos, no sólo los cometidos por la junta de militares que planificó y ejecutó a mansalva un plan de exterminio de todos los grupos políticos militarizados sin miramiento alguno de los métodos empleados por fuera de toda ley y justicia, sino también de otros segmentos de la sociedad (civiles) que apoyaron cobardemente desde las sombras las matanzas, torturas y desapariciones de personas; pero si queremos de una buena vez entrar en un estado de derecho, le cabe a la justicia y sólo a ella emprender contra todo aquello de lo que existan pruebas reales y no inventadas de cualquier expropiación ilegítima de bienes o personas vinculados con los episodios acaecidos entre militares, civiles golpistas y grupos políticos militarizados en nuestro país, caso contrario se correrá el riesgo de que el estado se vea nuevamente involucrado y cometa al igual que los militares golpistas, el atropello de tomar justicia desde el estado nacional por mano propia desconociendo una vez más los poderes institucionales de la Nación.

Históricamente se ha utilizado a los medios masivos de comunicación como herramienta decisoria a la hora de comunicar decisiones e instalar pautas de conducta, en este sentido, la sociedad es una masa indistinta de reaccionadores inertes en espera de ser alterados de manera predeterminada por manipuladores todopoderosos de la publicidad y la persuasión oculta; lo que ignoran estos hábiles manipuladores es la tremenda capacidad del ser humano para seleccionar, ampliar y manipular las señales que acometen a sus sentidos.
Con esto afirmamos una vez más la capacidad que tiene el hombre para bloquear, desviar, reelaborar o invertir lo que recibe, para crear propuestas a partir de sus necesidades políticas, económicas, culturales, humanas y sociales, para leer hechos y no palabras, para defender su identidad aún bajo las condiciones más precarias o adversas, ya que el sujeto depende para su integridad, pura y exclusivamente de la percepción que obtenga de la realidad y la confianza que le brinde al emisor.

Para finalizar este breve comentario, debo decir con dolor y repugnancia (por haber vivido intensamente esa época), que es triste ver como se explota impunemente con fines espurios la memoria de tantos jóvenes idealistas que dieron todo lo que tenían por creer en la “construcción de un mundo mejor”.
Ya hemos aprendido, desgraciadamente tarde, que: ¡El fin no justifica los medios! mucho menos cuando los intereses en juego son el futuro de nuestros hijos y el destino de la Patria.



Vicente Scordamaglia

lunes, 2 de agosto de 2010

CUANDO LA REALIDAD SUPERA LOS LIMITES DE LAS IDEOLOGIAS

CUANDO LA REALIDAD SUPERA
LOS LÍMITES DE LAS IDEOLOGÍAS


“El triunfo de la razón sólo puede ser el triunfo
de los que razonan”
Bertal Brecht


Etimológicamente, la palabra “ideología” significa ciencia de las ideas y de hecho ése fue el significado que se le asignó en el momento que fue acuñada, a fines del siglo XVIII por Destutt de Tracy, uno de los miembros fundadores del Instituto Nacional Francés.
En ese entonces, el término ocupaba el lugar de base del proyecto al que el Instituto dedicaría todos sus esfuerzos; la tarea de cumplir la mayor ambición del Iluminismo sería entonces, asesorar a los Gobernantes en la legislación de un nuevo orden racional para la sociedad.
El método propuesto para lograrlo era hacer uso del conocimiento científico y preciso, de la manera en que se forman las ideas en la mente humana para asegurar que sólo cobraran formas las ideas correctas y aprobadas por la razón.

Pero las buenas intenciones expuestas por Destutt de Tracy hace tres siglos atrás, sufrieron un imprevisto impensado, y es que al igual que el corazón de Pascal, “la realidad tiene sus razones que la razón desconoce”.
Comúnmente hay en la jerga cotidiana y política un uso y abuso de la palabra “Ideología”, se hace habitualmente cuando se quiere fijar posición del pensamiento o diferenciarse de la posición de otros, sin embargo, mas allá de la legitimidad de dicha acción, no deja de ser un límite infranqueable a la hora de confrontar ideas (que sólo son instrumentos de los hombres) con el significado y la dimensión que implica abarcar la realidad de los hombres sujetos al devenir de un mundo hostil, cambiante e incierto.

La realidad humana a priori, no es de derecha ni de izquierda; (para tomar dos de las grandes ideologías que gobernaron a la humanidad en los últimos tres siglos). La realidad es una totalidad en movimiento, es un conjunto formado por todo lo existente en el mundo real que supone, el hombre, percibe a través de los sentidos. A esta percepción, se la puede descifrar desde la derecha o desde la izquierda de acuerdo a la concepción que tengamos del mundo, pero sólo la conoceremos en plenitud en tanto seamos capaces de abarcarla en su totalidad independientemente del lugar que nuestra ideología nos permita acceder a ella.

Jean Piaget enseñaba que: “Uno no sabe lo que ve. Sino que ve lo que sabe”. Esto quiere decir que el sujeto, como operador social de la realidad es capaz de percibir esta realidad (desde la derecha o desde la izquierda) en una medida equivalente a su aprendizaje.
¿Cuánto de ésto pueden entender quienes tienen la responsabilidad de gobernar a la hora de resolver los problemas que aquejan a todos los ciudadanos por igual si se mantienen sujetos a su ideología sin percibir lo que acontece del otro lado de sus ideas?.
Quienes gobiernan, tienen la responsabilidad y la obligación de satisfacer las necesidades de todos los ciudadanos independientemente de cómo piensen éstos y de la afinidad ideológica que sustenten, ya que, la problemática social producida por el devenir de los hombres en la construcción social (quienes construyen esa realidad día a día) proviene de todo el quehacer humano, configurando así la realidad en una totalidad.
En estos términos, el sistema de ideas (la ideología) pasa a ser entonces, un instrumento referencial que debe permitirle al sujeto un abordaje singular de la realidad para poder aprehenderla (agarrarla, tomarla) plenamente. La ideología es el lugar desde donde vemos el mundo para acceder a él, la realidad es la percepción que tenemos de ese mundo; empero, las respuestas a su devenir, no están sujetas a posiciones férreas (resistentes) que se transforman en límite infranqueable para articular respuestas al devenir de la vida de los hombres en sociedad. Así, cada vez más, las sociedades del mundo se ubican en el centro de las ideologías (asimilando lo mejor que pueden aportar ambas) percibiendo que los instrumentos utilizados en el pasado ya no son útiles para interpretar la realidad presente cargada de dificultades nuevas e interrogantes por descifrar.
La historia de la construcción social, reconoce a los grandes movimientos humanos desde las culturas que se desplegaron por todo el planeta poblando y trasladando sus costumbres y sus creencias en búsqueda de bienestar o escapando de guerras y cataclismos naturales; las ideologías acompañaron su crecimiento constituyéndose en el complemento ideal para su desarrollo y no para su sometimiento convirtiendo a ésta en un límite para transformar su realidad.


Vicente Scordamaglia

jueves, 10 de junio de 2010

BICENTENARIO UNIDOS EN UN DESTINO COMÚN

BICENTENARIO
UNIDOS EN UN DESTINO COMÚN


Una Nación es “un proyecto sugestivo de vida en común”
Ortega y Gasset


Mientras de a poco se van acallando los ecos del Bicentenario en donde los argentinos salieron a las calles masivamente en busca de la identidad extraviada en los vaivenes de la historia, algunos políticos todavía buscan en los rincones de la Avenida 9 de Julio y sus adyacencias residuos del rédito que supone tener gigantesca movilización, sin entender todavía que ese episodio masivo de libertad popular, sólo pertenece al pueblo argentino.

Como nos enseña la historia de nuestra Nación, cada vez que el pueblo se manifestó masivamente en las calles de la ciudad, lo hizo por intereses precisos de nacionalidad que excedió en todos los casos los límites expuestos por “los organizadores” circunstanciales.

El regreso de la gente, gobierno y oposición a lo cotidiano, en lo que presupone ser la construcción social del día a día, (camino a los próximos cien años de historia) nos sitúa con dramatismo inexorable, en una realidad nacional que por lejos dista de ser una versión idealizada como la que pretendió mostrar el gobierno y que contrasta por lejos con lo que queremos todos los argentinos como Nación.

Por ello se hace necesario comprender el verdadero significado de lo que se intentó exponer ante la sociedad como un apoyo incondicional a los gobernantes de turno.
Etimológicamente “nación” (derivada de nasci en latín) significa un grupo de gente nacida en el mismo lugar y alude principalmente al origen común. La palabra “nación” tiene un significado no sólo geográfico y cultural, sino también político como lo es un conjunto de individuos unidos por vínculos geográficos, históricos y culturales que además se sienten en capacidad de organizarse políticamente en un “Estado”. Se dice entonces con razón, que una “nación” es una comunidad de sentimiento y que se manifiesta de modo adecuado en un “Estado” propio. Invariablemente así, el concepto de Nación nos refiere al poder político, y lo nacional se vincula a la idea de una organización política propia.

En consecuencia cuando se habla de la historia de una Nación, se refiere fatalmente a la integridad de esa historia y no sólo a la que coincide con los intereses particulares de un sector o facción.
Es así entonces que el Bicentenario de la Nación Argentina, constituye la conmemoración de 200 años de historia completa y no sesgada, con sus aciertos y errores, con todas las creencias ideológicas, religiosas; nativos o adoptivos quienes habiendo nacido en otras tierras eligieron esta Nación como propia y lucharon por los mismos intereses, y aún aquellos que se opusieron a la creación de nuestra nacionalidad por ser ellos los sujetos contrarios que se resistieron a las ansias de libertad e independencia que tuvieron por siempre la mayoría de los argentinos.

Sin tomar partido por posiciones partidarias o creencias ideológicas que sí las tengo, debo decir que siempre la responsabilidad es de quien tiene la totalidad de los resortes del poder y en este caso el gobierno de la Dra. Cristina Fernández, dejo escapar en esta conmemoración del Bicentenario de la patria una maravillosa oportunidad para convocar por la unidad nacional a todos los argentinos por igual, dejando atrás viejos desencuentros que sólo son funcionales a los verdaderos enemigos de la patria.
¿Será acaso este gesto de grandeza lo que esperaba el pueblo argentino como regalo para la patria?


Vicente Scordamaglia

viernes, 7 de mayo de 2010

Sobre el Futuro de la Humanidad

SOBRE EL FUTURO DE LA HUMANIDAD


La pregunta es: ¿Qué clase de hombre
debe ser aquel a quien se le permite meter
la mano en los engranajes de la historia?
MAX WEBER

La existente confusión de ideas que prevalece en los estamentos dirigenciales, la falta de valores y los intereses mezquinos que dominan la escena política nacional e internacional, hacen pensar que definitivamente la clase política en su conjunto, ha abandonado la creencia de que ya no vale la pena sostener una visión trascendente y filosófica de la vida para guiar los destinos de la humanidad; por el contrario están convencidos que sólo alcanza con dominar a discreción, dinero y espacios de poder para lograr el “bienestar de los pueblos”.
Esta afirmación indica a las claras que el hombre de nuestro tiempo carece de verdaderas referencias para construir su historia en tránsito por la vida, resguardado por principios éticos y valores fundamentales que hagan pensar que la especie humana construya un futuro mejor.
La falta de visualización de un destino claro en el cual creer, obstaculizan en el hombre la sustentación permanente de valores indispensables para crear la utopía de la vida por la cual luchar; por el contrario, los falsos valores e ideales que se proyectan como “ejemplo” hoy en día, caerá inexorablemente sobre los sujetos como una tenebrosa oscuridad que impedirá tener una visión clara sobre el futuro del mundo y las consecuencias que la rodean.

Si como decía Michel Onfray “Las ideas son medios para hacer circular proyectos y visiones del mundo que están en potencia” pareciera entonces que a la dirigencia actual, se le ha secado el cerebro a la hora de articular ideas y conceptos que le permitan al hombre “moderno” reubicarse conceptualmente en nuestro tiempo.

La vida agitada que vive el hombre hace que todo sea acción sin reflexión, ignorando las consecuencias que ocasiona esa acción irrefrenable de obtener cosas sin sentido que se le inculca al hombre de nuestro tiempo, promoviendo como consecuencia de ello, un sujeto con necesidades efímeras y superficiales que al cabo de satisfacerlas se evaporan como el agua devolviéndolo a su suerte en la vorágine de una “civilización” sin sentido que hemos creado. Así el hombre, vacío y sin valores, su destino será errar por la pérdida de todo fundamento, hundiéndose en la nada infinita de una vida intrascendente.
Lo social que regulaba y contenía al individuo, se descascara como pintura vieja y la caída de los ideales comunes nos deja fragmentados, desamparados, y a la intemperie produciendo un estado de impotencia a la hora de dar respuestas a los graves problemas que acechan al conjunto de la humanidad. Como consecuencia de ello, nuestra época, se caracteriza por la confusión de valores, por la pérdida de la autoridad y por la ausencia de principios ideológicos capaces de orientar a los sujetos en la compleja tarea de su construcción social.

La mentira cotidiana que satura la existencia del hombre, preanuncia con dramatismo más y peores males; la humanidad entera deberá interrogarse con urgencia si está dispuesta a seguir avalando la causa fundamental de sus males.
Los que menos tienen pagan caro su falta de oportunidad de acceder a una vida más o menos digna, y sus hijos, no se si estarán dispuestos a aceptar mansamente la falta de un destino incierto, lo que hace pensar que potencialmente graves conflictos nos esperan en un futuro no muy lejano.

Es verdad, la sociedad viene cambiando vertiginosamente, las referencias que teníamos, ya no nos sirven para interpretar la realidad presente; quienes tienen en sus manos la responsabilidad de encontrar respuestas a esta disyuntiva miran para otro lado, por que no saben o por que no les conviene decir la verdad tal cual es.
La sociedad mundial se ha vaciado de contenido desde los finales del siglo pasado hasta lo que va del siglo presente, los grandes líderes del pasado que orientaron a la humanidad con su ideología (sea esta de derecha o de izquierda) y sus valores de construir un mundo mejor que contenga a todos por igual, ya nos han abandonado a nuestra suerte y solo nos queda la voracidad del mercado económico y financiero que “todo lo puede” en donde la mentira, el engaño y la traición son los “dioses” supremos que se debe adorar.

Entre tanto, el pensamiento humano, devaluado por persistir en la intrascendencia, deambula en el tiempo tratando de encontrar nuevas opciones al pensamiento que guió a la humanidad en los siglos precedentes.
El planeta tierra se desplaza por el universo hacia un inexorable destino que todavía los científicos no logran descifrar.
Cualquiera sea su arribo en el misterioso firmamento, la espectativa de millones de seres humanos en el mundo, es conocer la verdad tal cual es y construir en base a ella una civilización basada en la solidaridad entre los hombres, que el tiempo en su transcurso, ratifique y fortalezca.

Vicente Scordamaglia

lunes, 1 de marzo de 2010

Una Creencia Nefasta


“Levantar el papel donde escribimos y revisar mejor debajo.
Levantar cada palabra que encontramos y examinar mejor debajo.
Levantar cada hombre y observar mejor debajo...
Y si miramos bien siempre hallaremos otra huella.
No servirá para poner el pie ni para aposentar el pensamiento,
pero ella nos probará que alguien mas ha pasado por aquí”.

ROBERTO JUARROZ
Poesía Vertical


UNA CREENCIA NEFASTA QUE IMPIDE CRECER


Los argentinos poseemos una autoestima que nos distingue en todo el mundo y que en algunos casos extremos se exterioriza rayana en la soberbia.
Somos fundadores de todo lo cotidiano sin miramientos de pasado, presente y futuro.
Herederos del pensamiento de aquel boxeador Ringo Bonavena que pensaba que “la experiencia es un peine que te regalan cuando vos estás pelado”; los argentinos olvidamos la idea de que todo ser humano crea sobre lo ya creado, desconociendo así, el conocimiento que aportan otros hombres y mujeres producto de su experiencia personal.
Estamos convencidos de que nuestra intervención en las cosas de la vida o en el ámbito político, es obra y gracia de nuestra originalidad por el cual hemos sido divinamente elegidos a la hora de aportar respuestas a los problemas presentes, sin aceptar que nuestra “sabiduría” se nutre mediante distintas formas de aprendizaje, conocimientos e instrumentos que son transferidos sistemáticamente a lo largo de la historia por otros que transitaron el mismo camino antes que nosotros.
Esta certeza de creernos únicos en el mundo y en la historia, es hija de la soberbia y a su vez, heredera de las grandes frustraciones (esto es potencia e impotencia) ya que nos pasamos todo el tiempo como los perros dando vueltas sobre sí mismos mordiéndose la cola por no reconocerla como parte de su cuerpo.
Algunos autores reconocen el concepto de experiencia relacionado con el conocimiento procedimental es decir el cómo hacer algo, en lugar del conocimiento factual (qué son las cosas). En cambio la filosofía trata el conocimiento basado en la experiencia como "conocimiento empírico" o "un conocimiento a posteriori".
De aquí se desprende que si un sujeto se pasa la vida rechazando de plano lo que han hecho otros actores, adquiriendo conocimientos mediante su esfuerzo personal, estaremos desechando una de las tantas formas de aprendizaje que poseen los hombres y los pueblos en el trayecto de la construcción social de la nación.
Quizás, si el popular Ringo hubiera asimilado la experiencia del no menos popular Nicolino Loche, habría aprendido a esquivar los golpes de sus contrincantes y se hubiera ahorrado unos cuantos dolores de cabeza en su carrera deportiva.
Estas reflexiones no pasarían de ser una anécdota más en el conglomerado y diverso mundo de los humanos si no fuera que también en ese mundo habita la clase dirigencial de nuestra nación, que ante la dimensión de los problemas y desafíos que enfrentamos los argentinos en estos tiempos tan convulsionados, la certeza de creerse únicos, resulta nefasta a la hora de encontrar las respuestas adecuadas para conducir los destinos de los argentinos.
Las ideas son en definitiva instrumentales de las creencias y si creemos que ellas son las únicas capaces de salvar al mundo, pues entonces habremos caído en la soberbia de pensar que fuera de nuestro sistema de ideas nada existe.
Los residuos ideológicos del mundo bipolar imperante en el siglo pasado, son en la actualidad barreras que nos impiden avanzar sin prejuicios hacia soluciones que mejoren la calidad de vida de nuestro pueblo.
Aprovechar la experiencia exitosa de otras personas con ideas diferentes a las nuestras, no es traicionar nuestros principios ideológicos sino más bien, es reconocer que alguien ha pasado por aquí antes y que su paso ha dejado una huella; “No servirá para poner el pie ni para aposentar el pensamiento, sino para probarnos que alguien mas ha pasado por aquí”.



VICENTE SCORDAMAGLIA