miércoles, 7 de diciembre de 2011

UN RELATO HISTÓRICO COMÚN

UN RELATO HISTÓRICO COMÚN

NIETZCHE
“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”

Las posteriores secuelas que suelen dejar las contiendas políticas en nuestro país luego de cada elección presidencial, me sugiere que sería mejor dejar que las ideas discutieran entre sí para evitar que lo hagan los hombres, ya que éstos no saben hacerlo sin entrar en estado de “beligerancia” (por la lógica amigo  enemigo) transformando a La Nación en un campo de batalla desvastado por el intercambio belicoso de la artillería pesada exhibida por los bandos en conflicto.

Los ganadores de la contienda pelean por los espacios de decisión que ofrece la política,  alimentando así cada vez más la voracidad del poder que necesita tener todo bajo  control en su objetivo principal, la permanencia; para ello, es necesario el manejo discrecional de los fondos públicos; el poder, sólo se conserva con más poder y la “caja”  garantiza ese objetivo.

En cambio los perdedores, se fagocitan en sus debilitadas estructuras partidarias desprovistas de toda razón y justicia en la búsqueda irremediable de culpables y traidores que justifique sus desaciertos que los sumergió en el irremediable fracaso de la derrota electoral.

Mientras todo el sistema democrático tiende a buscar algún equilibrio posible entre oficialismo y oposición, y el pueblo comienza a desplegar sus nuevas demandas, conviene reflexionar (sobre todo cuando se intenta rever la historia) sobre algunos temas en particular que son, en definitiva, los pilares de nuestra nacionalidad; por eso a veces es conveniente recordar que todos los habitantes de este país, venimos de un pasado semejante, sin desconocer que intereses económicos, ideológicos o de facción, fragmentaron el recorrido hacia nuestro destino común que hoy, sin resignar ninguno de ellos, seguimos debatiendo con intenso fervor sobre cual es el mejor camino hacia la definitiva grandeza de nuestra patria.

Suele decirse que cualquier período de la historia política es el resultado fatal e inexorable de todos los periodos que le precedieron, así, la respuesta que se le da a la realidad actual, configura la síntesis de una concepción estratégica de la vida, la política, la economía y la filosofía de una nación que tuvo su origen en las luchas fundacionales.

En ese período de la historia, el mundo existente hasta entonces, había entrado en crisis a causa de La Revolución Francesa, que con La Toma De La Bastilla como emblema principal (el 14 de julio de 1789)  destronaba al antiguo régimen monárquico, fundando así la participación popular como elemento decisorio y transformándolo en símbolo fundante de las repúblicas en el mundo contemporáneo.

Si bien debemos aclarar aquí que la organización política de ese movimiento en Francia no pudo consolidar su propósito ya que La Primera República cayó tras el golpe de estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final del absolutismo y dio a luz a un nuevo actor político, la burguesía y las masas populares que se convirtieron a partir de allí, en la fuerza política dominante.

Ya desde muy temprano inicio, los organizadores de la independencia nacional, debatían la idea de nación conveniente para nuestro incipiente pueblo. Esto fue en medio de las luchas que España libraba a causa de la expansión Napoleónica por controlar gran parte de Europa en particular Portugal y España, (y por consiguiente las colonias que éstas se habían adjudicado en el siglo precedente) en ese vacío que se produce entre el imperio español y sus colonias, es donde nuestros patriotas comienzan a instrumentar la separación definitiva del Reino de España y fundar desde nuestra independencia una nueva nación.

Lo que allí se discutía fundamentalmente era nuestra emancipación del reinado de España y los argumentos se dividían en tres posiciones antagónicas que fragmentaban la precaria unidad nacional, esta situación se presentaba así: los que querían incorporarse a los centros de poder emergentes en el mundo (Inglaterra o Francia) como nuevas colonias, los que querían regresar al reinado restituido (España) y los que buscaban la emancipación total, construyendo una nación libre y soberana.

La inspiración provenía de dos modelos que se difundían por esos tiempos sobre  movimientos similares en las colonias españolas de América. La declaración de La Independencia de los Estados Unidos en 1776, proclamaba que todos los hombres eran iguales ante la ley, defendía los derechos de propiedad y libertad estableciendo un sistema de gobierno republicano; y por otro lado, la propagación de los ideales de La Revolución Francesa de 1789, en la cual se destacaba los derechos del hombre y del ciudadano, cuyos principios de "libertad, igualdad y fraternidad" habían despertado un gran interés entre los jóvenes de la burguesía criolla.

Si bien nuestros fundadores lograron consensuar la conveniencia de instituir la independencia de nuestro territorio nacional, no por ello consiguieron ponerse de acuerdo en el proyecto nacional que debía contemplar y articular todas las expectativas del conjunto de nuestro pueblo.

Así, una y otra vez, período tras período de nuestra historia, las distintas generaciones de argentinos venimos discutiendo recurrentemente como una fatalidad histórica, un profundo principio básico y central que dividió a los fundadores de nuestra nación y se proyectó hasta nuestros días; esto es, de qué forma nos integramos al mundo; si lo hacemos como colonia dominada por la política económica y comercial de los centros de poder mundial o como país libre e independiente haciéndole saber a los poderes hegemónicos  el derecho de nuestras  acciones y decisiones.

Es muy difícil de evaluar que tipo de nación hubiéramos construido si nuestros fundadores  hubiesen conservado la unidad de criterios con relación a los grandes temas estratégicos de nuestra nación y combatir con las armas a quienes no pensaban igual; lo cierto es que todavía sigue siendo una asignatura pendiente de quienes tienen la responsabilidad de mantener unidos a todos los argentinos y avanzar juntos hacia un destino común.

El gobierno nacional tiene hoy la oportunidad de poder (el 54% de los votos así lo establece) convocar a todos los argentinos a construir un relato histórico común de nuestra historia que nos permita apropiarnos de ella y a realizar el sueño de nuestros fundadores con el propósito de construir una patria unida y solidaria dejando atrás doscientos años de fragmentación y desencuentros que significó el retraso inexplicable de la dignificación de nuestros  anhelos más grandes.

Vicente Scordamaglia

martes, 1 de noviembre de 2011

ELECCIONES PRESIDENCIALES 2011

ELECCIONES PRESIDENCIALES 2011


Crónica de una muerte anunciada
Las recientes elecciones presidenciales del 23 de octubre se parecen más a una novela  política que a la realidad de un país que intenta construir una democracia duradera. Así como los gobiernos están sujetos a los ciclos del tiempo que les toca gobernar (nacimiento, desarrollo y muerte) a la oposición le cabe la misma regla inexorable del tiempo (les toca construir una alternativa) y la implacable decisión de la gente.

Hagamos un poco de historia para poner un punto de partida y ver desde dónde arrancan las expectativas de la oposición para proyectarse hacia las recientes elecciones presidenciales.
Para poner en contexto, debemos resaltar que la elección legislativa de 2009, despertó un interés en la política, como hacía tiempo no sucedía en Argentina; la coyuntura internacional comenzaba a mostrar sus primeros barquinazos económicos avisando que podía convertirse en un monstruo de cuatro cabezas (crisis financiera, política, laboral y alimentaria).
Ante el desgaste económico del gobierno y fuertes enfrentamientos con sectores relacionados con el campo, el gobierno decide adelantar las elecciones legislativas planteadas originalmente para octubre.  A partir de allí, todo se precipita; la oposición dividida emprende su calvario de encontrar una fórmula que le permita convertirse en alternativa al gobierno Kirchnerista.
La oposición comienza a dibujar un jeroglífico de alianzas de inexplicable comprensión para la gente, que, a poco de andar, demuestran su verdadero propósito, la lucha por el poder. 
El conflicto entre campo y gobierno, instala en la discusión a nuevos actores que hasta ese momento no tenían peso alguno en el ámbito político operando a partir de allí en los distintos sectores de la oposición. Mientras todo esto sucedía, el gobierno apurado por retomar la iniciativa política, convirtió a esta elección en un referéndum para el modelo y su gestión a escasos dos años del mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
Finalmente, motivada por la crispación generada desde el gobierno nacional, la ciudadanía, decide darle el voto a los distintos sectores de la oposición  produciéndole al gobierno una derrota que se ve reflejada en  el ámbito del Congreso Nacional. Así, se fortalece a algunos sectores de la oposición y se debilita al oficialismo conformando un parlamento con mayoría opositora con el que los Kirchner deberán convivir hasta el 2011.

Como el ave fénix
Esta breve novela no termina aquí; contra lo que todos esperaban sería ya una declinación progresiva del Kirchnerísmo hasta llegar a las próximas elecciones nacionales, éstos se hacen fuerte en su derrota desarticulando cada una de las operaciones de la oposición produciéndole un desgaste prematuro (división) de sus líderes con alguna pretensión presidencial.
Un año después de la derrota del gobierno en las elecciones legislativas, un hecho inesperado sacude a propios y extraños, fallece el ex presidente Néstor Kirchner. Este episodio por si solo se transforma en un punto de inflexión en la conducta de la sociedad argentina y sus instituciones políticas. La razón que motivaba acciones determinadas, ya no gozaban de un argumento que las justificara; aquellos dirigentes que pensaban que con sólo oponerse a Néstor Kirchner sería necesario para llegar al poder se dieron cuenta demasiado tarde que este argumento ya no alcanzaba y que había que superar el “modelo” que el gobierno venía desarrollando desde hacía algunos años.
Así, con estos antecedentes comenzó la simbiosis del gobierno por un lado y la debacle de la oposición por otro.
En el término del año restante (año electoral) hasta las elecciones presidenciales, la oposición se desmembró de tal manera que en su inicio comenzó con cerca de doce candidatos a presidente y terminó escasamente con seis aspirantes (sin capacidad de alianzas) que luego de las primarias de agosto llegaron sin ninguna posibilidad. No supieron, no pudieron, no quisieron; lo cierto es que la oposición develó en este caso no estar a la altura de los acontecimientos, sin propuestas superadoras y peleados entre sí, y como resultado de esa actitud mezquina sufrieron la indiferencia de la gente.

Cristina,  Reinvención y Liderazgo
En cambio el gobierno, desde el fallecimiento de su líder, asumió el desafío de continuar profundizando el “modelo” y tras un breve período de duelo, la presidenta Cristina Fernández, contra todos los pronósticos adversos que vaticinaban las peores perspectivas para su gobierno, comenzó una construcción sistemática de su figura que tiene el valor de su propia reinvención transformándolo así  en un nuevo liderazgo sin atenuante. 
Cristina, por ese tiempo, descubrió que el poder que había acumulado junto a su esposo, era todavía superior al que imaginaba; el apoyo de la gente y sobre todo de los sectores más jóvenes que masivamente se incorporaban a la política sumado al ingreso de una importante masa de dinero proveniente de las retenciones e impuestos, produjeron una caja que, con fervor, determinación y discrecionalidad la usó para construir su propio triunfo.
No necesitó colgarse de nadie para su ascenso sino por el contrario, fue ella quien ayudó a que otros ganaran (intendentes y gobernadores)

Si hacemos un mínimo esfuerzo por comprender la realidad que nos circunda, nos daremos cuenta que Néstor Kirchner contribuyó con su deceso a crear el clima épico y la leyenda de un pasado romántico que los jóvenes y los intelectuales se encargaron de transformar en símbolo y bandera de lucha; si bien esto es cierto aceptemos que embellecen el pasado reciente pero no deciden el voto popular que es más sabio y reflexivo de lo que todos pensamos.

Finalmente el epílogo de esta novela podría desarrollarse así: la legitimidad que acaba de darle el pueblo argentino al segundo mandato de Cristina Fernández, incluye en este contundente acto eleccionario, la legitimación de su gestión actual consolidando su liderazgo indiscutido e instalando la lucha de su esposo definitivamente en el plano de lo simbólico (terminando con el doble comando) constituyendo así un movimiento de envergadura y alcance histórico en tiempos de democracia.
Los votos así lo demuestran, por ello creo que quienes intenten mezclar el razonamiento descriptivo de los hechos con los intereses de sector o facción política, seguirán navegando a la deriva sin entender que el pueblo solo vota realidades y no quimeras.

Si coexiste ¡El! (símbolo y bandera) existe ¡Ella! (liderazgo y gestión)
¿Abra nacido a partir de aquí el Cristinismo puro?


VICENTE SCORDAMAGLIA

miércoles, 19 de octubre de 2011

UNA TORMENTA PERFECTA

UNA TORMENTA PERFECTA

Las próximas elecciones presidenciales, tienen la particularidad de ser evaluadas sesenta días antes del 23 de octubre y el día después por sus consecuencias. Sesenta días antes porque allí el 14 de agosto se determinó categóricamente por una cifra improbable de alterar, quién será elegido para el próximo período presidencial; pero de acuerdo a las proyecciones realizadas de esas cifras algunos arquitectos de la política gubernamental hacen planes para el día después.

En los pasillos del Senado y en todo el Congreso en general se comenta a viva voz que los ganadores de la contienda (a modo de avanzada general sobre los espacios de las dos Cámaras del Congreso) Amado Boudou y Aníbal Fernández habrían comenzado a marcar la cancha para el desembarco de sus tropas, exigiendo (así comentan) cerca de 1700 puestos de trabajo (entre directivos y funcionarios de alto rango).

La estrategia apunta literalmente a un copamiento de los espacios de poder en el ámbito de las dos Cámaras (presidencia de comisiones, direcciones y alcanzaría hasta algunas secretarías); nadie podría negar que semejante movida de tropas (en términos militares) no obedezca a un plan de envergadura que tiene su epicentro en ese lugar de decisión política estratégica de La Nación.

Los dos temas fundamentales que preocupan por estos tiempos al gobierno nacional son: crisis internacional y reforma constitucional, por ello, opera en consecuencia.

La preocupación cierta de que la crisis financiera llegue a nuestro país y arrase con el estado de “bienestar” alcanzado por el modelo Kirchnerísta, implica en cómo “blindar” a nuestra economía del tembladeral que sufren países que otrora fueron económicamente fuertes y estables; para ello, hay que prepararse en el escenario donde se dará la próxima batalla, esto es el mundo empresarial y laboral.

Los dichos de Hugo Moyano secretario general de La CGT (se vienen tiempos difíciles) apunta fundamentalmente a alertar que esta vez no serán los trabajadores (como en otros tiempos) quienes una vez más se conviertan en la variable de ajuste del despilfarro económico y terminen pagando con su esfuerzo, un ajuste impensado; esto explica de alguna manera el recorte de poder de La CGT y sus dirigentes (operado en el último reparto en las listas a diputados) reclamo hecho por los sectores empresariales y deseado por el propio gobierno desde la muerte Néstor Kirchner.

En el otro extremo, el empresarial, la relación es más tranquila, llena de buenas formas e intenciones públicas, esta relación ha sido tomada directamente en manos de la propia Presidenta para garantizar un “equilibrio” que podría romperse si la crisis llega a nuestro país y divide a la sociedad entre trabajadores y empleadores.

En ese escenario no deseado por nadie, una serie de nubarrones comienza a surcar los cielos de nuestra patria, y en un contexto resbaladizo surgen interrogantes para tener en cuenta:

¿Qué pasaría si se reduce significativamente la entrada de dólares por efecto de la baja demanda internacional de sojas y otras yerbas?

¿Qué pasaría si Brasil profundiza el ajuste de su moneda atento a que este país depende de su alto nivel de exportaciones para su crecimiento interno?

¿Qué pasaría si la inflación comienza a comerse el salario de los trabajadores argentinos?

¿Que pasaría si las paritarias se ajustan a los tiempos previsibles de crisis y no a la demanda de los trabajadores en nuestro país?

El gobierno seguramente ya tomó nota de estas probables hipótesis que como consecuencia de ello abriría un nuevo ciclo de conflictos sociales en nuestro país de inimaginables consecuencias.

Si todo esto es así, se articula entonces con el segundo elemento que tiene consecuencias institucionales.
El probable y abultado número de votos que el gobierno espera en los guarismos de las próximas elecciones presidenciales, le daría el aval suficiente para avanzar en la estrategia de terminar con el viejo sistema presidencial y bipartidista por el remplazo de un sistema parlamentario que permita la inclusión de un primer ministro, la gran crisis es la justificación perfecta. Para ello el desembarco masivo sobre las dos cámaras parlamentarias (Senado y Diputados) son fundamentales a la hora de obtener quórum propio y sancionar sin problemas una reforma tan ansiada por el gobierno que en el nuevo esquema, le garantizaría permanencia indefinida en el poder.
El esquema imaginado por el gobierno, estaría conformado por un centro fuerte con participación mayoritaria de sectores peronistas que hoy están en el poder o cerca de él, desprendimientos de los dos viejos partidos ortodoxos que todavía defienden el viejo esquema presidencialista (y de alternancia entre peronismo y radicalismo) gobernadores e intendentes dependientes de los fondos del poder central sumando por los mismos métodos a movimientos sociales y políticos independientes; el esquema se completaría con una izquierda funcional como el socialismo de Binner y una derecha moderada como la del ingeniero Macri, ambos sectores sin arraigo nacional todavía.
Como se ve, la gran crisis (como comienzan a llamarla algunos especialistas) ofrecería una tormenta perfecta y la justificación necesaria para cohesionar a los argentinos en pos de nuevas reformas para enfrentar al nuevo enemigo proveniente del exterior que amenaza con tirar a la basura el estado de “bienestar” alcanzado por el modelo Kirchnerista.

VICENTE SCORDAMAGLIA

lunes, 10 de octubre de 2011

“TODA GRAN AFIRMACIÓN NECESITA UNA NEGACIÓN”

“TODA GRAN AFIRMACIÓN NECESITA UNA NEGACIÓN”.
*Como dijo, o se olvidó de decir, el compañero Nietzche
Tal fue la contundencia de los resultados de las elecciones primarias del 14 de agosto, que la democracia argentina se ha quedado sin opositores. La sensación que ha quedado después de ese experimento inédito, es que no hay a la vista un proyecto alternativo (ni partido, ni político que lo encarne) al que ejerce el gobierno nacional que sea digno de ser considerado por los votantes para los próximos cuatro años de gobierno.

La actual situación, sin una oposición que legitime o cuestione las decisiones de gobierno, no es buena para fortalecer el sistema democrático, ya que la oposición es complementaria al ejercicio del poder encarnado en el oficialismo y su liderazgo.

Los spots publicitarios de la oposición son patéticos comparados con los del oficialismo en términos de coherencia, serenidad y madurez política, estableciendo una diferencia abismal a la hora de comparar el conocimiento que cada uno tiene de las problemáticas de estado y sus posibles soluciones.

En algunos casos vemos a los candidatos de la oposición que pareciera que se hubieran ido de quicio en su afán de conmover a un electorado que fundó su decisión para elegir candidato sobre la base de realidades nacionales concretas y un contexto internacional que amenaza por convertir a la economía mundial en una crisis sin precedentes con consecuencias todavía no muy bien mensurada.

Así, el oficialismo expone con eficiencia su gestión de gobierno con la fuerza de los hechos, en cambio la oposición devela descarnadamente su incapacidad, su inmadurez y falta de propuestas superadoras.

Argentina es un país que construyó su historia política sobre dos pilares fundamentales: la primera fue la lucha contra los poderes hegemónicos que intentaron sojuzgarla y la segunda, la construcción sistemática de una sociedad organizada en la cual los ciudadanos obtengan las mismas oportunidades para su desarrollo sostenido; el Justicialismo, a partir del advenimiento del General Perón al poder, logra sintetizar esta constante histórica en tres valores fundamentales; esto es: La construcción de una patria socialmente libre, económicamente justa y políticamente soberana.

Más de sesenta años de desencuentros fueron necesarios para que los políticos y el conjunto de la sociedad, comprendieran que estos valores no eran patrimonio de un partido político solamente, sino, por el contrario, son y serán los de la patria misma. Hoy estos valores poco y nada se discuten; lo han asumido casi todos con excepción de unos pocos dinosaurios escapados de algún museo con restos arqueológicos que persisten en anteponer sus prejuicios a los juicios de la inmensa mayoría que hoy reflejan con su voto para que la presidenta Cristina Fernández gobierne el próximo periodo constitucional.
A menos que alguno piense que más del 50% de los argentinos se afilió al Justicialismo pues entonces, la oposición, debe ejercer con responsabilidad el rol que le asigna la Constitución, legitimado por los votos del pueblo en las distintas categorías que le toque cubrir en las próximas elecciones del 23 de octubre.

Finalmente para concluir este breve comentario quiero referirme a los prejuicios que persisten de un lado y otro del espectro político; pensar es un atributo de todo ser libre en este mundo, pensar diferente a otros no merece calificativo alguno mas que el respeto que se tiene por el otro; todo pensamiento critico contribuye finalmente a la riqueza del pensamiento humano que en la diversidad aporta lo diferente, lo nuevo y lo inimaginable, por ello, el pensamiento critico en su devenir es generoso porque en su oposición promueve nuevos métodos y nuevos caminos; por el contrario, el pensamiento único es mezquino porque en su docilidad anestesia la inquietud de los hombres en su largo recorrido hacia la emancipación de toda la humanidad.

Para terminar quiero expresar un pensamiento personal:
Un buen día me abandonaron los prejuicios; todavía no se como ni cuando; tal vez emigraron a otras mentes o espíritus mas jóvenes, conmigo ya no se sentían cómodos, hacía un tiempo a esta parte que nos llevábamos mal, quizás fue entonces cuando comencé a sentir que me estaba poniendo “viejo”. La vida, en sus sucesivas etapas, habían conseguido erosionar la dura caparazón que recubría mi yo verdadero; fue entonces y no antes, que comencé a divisar el mundo tal cual es. Los parámetros de valoración se extendieron hacia lo infinito y la vida entonces, cobró dimensiones abismales entre el ayer y el hoy.

VICENTE SCORDAMAGLIA

*De Jorge Luis Borges: Manifiesto del ultra

lunes, 22 de agosto de 2011

ELECCIONES PRIMARIAS

ELECCIONES PRIMARIAS
Maquiavelo: Cuando cambian las circunstancias, solo el príncipe que se adapta rápidamente al cambio, contradiciendo sus propios antecedentes, consigue perdurar.

Analizar objetivamente un episodio tan cercano como las elecciones primarias del 14 de agosto, puede convertirse en una visión mezquina por lo familiar y cercano de los hechos, de las personas y las cosas que se pusieron en juego en esa jornada llena de trascendencia política para el futuro del país.
Para poder ser objetivo debemos mirar en perspectiva y aprovechar las enseñanzas que nos brinda el tiempo en su transcurso. El tiempo suficiente (que en este caso no lo tenemos, pues nos corre la urgencia) para que este sea capaz de revelar sus secretos y despojar a los hombres de pasiones y a la verdad de crueldades.

La verdad, es que no soy muy entusiasta de los números sobre todo si se trata de analizar los acontecimientos políticos y sociales que ocurren en nuestro país en su largo camino de la construcción social y grandeza de nuestra patria. Es mas adecuado hacerlo con instrumentos provenientes de la filosofía, la sociología, las ciencias políticas y hasta la psicología ; sin embargo en este caso bien vale la pena meterse con ellos ya que los votos se cuentan de a uno y como resultado de ello dan un resultado que refleja una realidad insoslayable.

Penetremos pues en el campo de las ciencias duras y veamos la primera fotografía que nos muestra la inédita elección primaria de argentina.
Frente a la evidencia del 50% de los votos obtenidos por el oficialismo, solo se puede decir que la sociedad decidió mayoritariamente que la actual presidenta Cristina Fernández, sea la próxima candidata de los argentinos por el Frente Para la Victoria. Este hecho de por si solo ya es una verdad de Perogrullo sino fuera que en el mismo episodio el otro 50% se atomizó haciendo añicos sus chances para la elección de octubre. Los tres candidatos más cercanos a Cristina Fernández son: Eduardo Duhalde, Ricardo Alfonsín y Hermes Binner que apenas han sacado sumando sus votos, un escaso 35% dejando muy lejos al segundo pelotón de los precandidatos que expusieron su candidatura el domingo 14 de agosto, estos son: Rodríguez Saa, Elisa Carrió, Alcira Argumedo y Jorge Altamira. En la hipótesis de que algunos de estos candidatos se juntaran para derrotar al gobierno, matemáticamente, no les alcanzaría la suma, ni siquiera, “forzar” una segunda vuelta.

Ahora bien, esto es lo que refleja la suma sorpresiva de los números ya que los sectores en pugna no esperaban estos guarismos, a lo sumo un 40% para el oficialismo y un 20% para el opositor que ocupara el segundo puesto, pero veamos con atención que dicen esos números porque como todos sabemos, los números también hablan y construyen un relato interesante de descifrar.

La primera reflexión es metodológica, nadie sabe a ciencia cierta si estos resultados se trasladarán matemáticamente a la elección del 23 de octubre, habida cuenta de que las primarias abiertas fueron diseñadas para ver quienes tienen mayor consenso en la población para ser candidatos en los partidos políticos partiendo de un supuesto que dice: en las internas partidarias siempre hay trampas y ganan los que están entongados en ellas; para que esto no suceda de aquí en adelante los candidatos los elige el pueblo y de esta forma se transparenta el sistema político hasta ahora bastante desprestigiado.

La segunda es de contexto, frente a un mundo incierto, peligroso y con amenazas de grandes cambios económicos con posibilidades ciertas de una recesión mundial, la gente voto certezas. Certezas de un gobierno cohesionado con liderazgo y conocimiento de los peligros que acechan a los pueblos que ignoran la realidad de un mundo globalizado.
En lo interno, priorizó los aciertos exhibidos por el gobierno por encima de las demandas que persisten como una asignatura pendiente (inseguridad, inflación, veracidad de los índices económicos, los focos de corrupción cercanos al poder y hasta algunas prácticas con sesgos “autoritarios”) por encima de estas demandas también legitimas se votó por el crecimiento económico, recuperación del empleo, asignación universal por hijo, aumento de las jubilaciones, recuperación de la autoridad presidencial y estatal con la autoridad suficiente para poner en caja cualquier desborde de las corporaciones (el pueblo sabe que cuando no están en el poder y no se les asigna un rol conspiran) política de derechos humanos y un discurso de esperanza en el futuro que ha sido capaz de penetrar la desconfianza de los jóvenes en la política seduciéndolos a construir el futuro con una clara identidad nacional.

La tercera es histórica, cada vez que el pueblo participó en la vida política, sea esta a través de elecciones libres o en la calle por desobediencia civil, terminó poniendo en crisis el sistema vigente, para cambiar o ratificar el rumbo histórico, en este caso lo hizo para ratificar la continuidad del gobierno que ofreció planes tangibles por encima de las incongruencias presentadas por la oposición que ofrecían un retorno al pasado o el miedo a lo siniestro.

Todo este escenario puede gustar o no pero lo que si es cierto es que la mayoría de los argentinos le asignó a la presidenta Cristina Fernández la autoridad suficiente para ejercer un nuevo mandato en Argentina, falta saber que rol le asignará a la oposición el próximo 23 de octubre, en un mundo que amenaza con encaminarse peligrosamente más hacia el abismo que a la ruta que nos lleve a un nuevo orden social, político y económico mundial más justo.

Por estas razones, es indudable que quien mejor leyó y aprendió de lo que el pueblo estuvo diciendo en las elecciones previas a la consulta del 14 (elecciones de Capital, Santa Fé y Córdoba) es el propio gobierno confirmando lo aquello que decía Maquiavelo: Cuando cambian las circunstancias, solo el príncipe que se adapta rápidamente al cambio, contradiciendo sus propios antecedentes, consigue perdurar.

Cerrando estas primarias reflexiones; nuevamente aparecen algunas voces de ultratumba para recordarnos que los muertos vivos andan sueltos, la intolerancia del presidente de la sociedad rural argentina Hugo Biolcati es uno de ellos; la gente ya no les teme, poco a poco el pueblo va demostrando que está dispuesto a enterrar para siempre a los cucos de un lado y del otro definitivamente.
Las victorias otorgan derechos y en forma equivalente establecen obligaciones, quiera Dios que en este mismo orden cada vez haya menos dirigentes que se dediquen a hurgar en los cementerios del pasado.

VICENTE SCORDAMAGLIA

martes, 2 de agosto de 2011

LA NEGACIÓN ES EL VELO QUE IMPIDE LA MIRADA TOTAL DE LA REALIDAD

LA NEGACIÓN ES EL VELO QUE IMPIDE LA MIRADA TOTAL DE LA REALIDAD

“Un pueblo embrutecido por el dogma de la antirrazón,
puede ser más fácilmente inducido a perpetrar actos
irracionales que un pueblo en guardia por la crítica.”
MARIO BUNGE

La controversia que se ha generado en estos días (entre familiares, amigos, compañeros del mismo partido, en fin, en la sociedad toda) por las distintas posiciones políticas que exponemos los argentinos en un año electoral, devienen de menor a mayor en un cúmulo de agresiones personales (de un lado y del otro) que demuestra a las claras, la inmadurez, intolerancia y falta de diálogo que tenemos para asumir las decisiones opuestas que otros toman, con respecto a la designación de sus representantes.

Más allá de nuestra genética que nos distingue por nuestro temperamento latino y que hace que discutamos con excesivo fervor y apasionamiento desde los temas más triviales hasta los de mayor trascendencia para nuestras vidas, la intransigencia a aceptar (y con ello incorporar) la posición del distinto con todo su bagaje de riqueza, son algunos de los impedimentos que limitan el “normal” desarrollo de un sistema democrático y de convivencia, lugar éste, donde todos los ciudadanos debemos dirimir con aplomo y sabiduría nuestras diferencias.

Pareciera que ni bien confrontamos nuestras ideas con otros (hecho cotidiano de la vida social, cultural y política de los pueblos) ese solo hecho, nos pone en guardia y nos retrotrae a nuestra historia pasada de enfrentamientos que emerge una y otra vez (desde el fondo de la historia) como un espectro tenebroso disfrazado de mil formas dialécticas para conflictuar la vida social de los argentinos y (que detenidos en el tiempo) nos incita a agitar banderas perimidas por la evolución de los acontecimientos.

La ideología es un hecho absolutamente necesario para la formación de todo individuo libre, (y mucho más si se trata de un dirigente) pero cuando este instrumento de valoración se transforma en impedimento y negación para aceptar la realidad circundante, la que queda sesgada es la verdad.

Algunos autores sostienen que el texto solo se valida en el contexto, de allí que querer transpolar episodios y personajes continuamente a nuestra realidad cambiante, es defenestrar de una sola vez la posibilidad de que operemos sobre la realidad como sujeto de cambio, en definitiva, la historia, solo da cuenta de ello.

Si observamos con un poco de atención qué está pasando con el voto de la gente, nos sorprenderíamos de su capacidad innovadora. El pueblo en su acción soberana de votar y elegir, está señalando un camino que a mi modo de ver, no tiene retorno; todo lo que los políticos no han sabido edificar en el tiempo que tuvieron hasta las próximas elecciones presidenciales, lo está promoviendo la gente votando (a candidatos y partidos) de una manera muy peculiar poniendo en crisis a todo el sistema previo de estimación (sean estos encuestadores y/o publicistas tratando de instalar candidatos) obligando a la dirigencia oficialista y opositora a una carrera contra reloj para elaborar las propuestas más acordes que se ajusten a las demandas de los argentinos; esto es en definitiva, el poder lo tiene el pueblo y la dirigencia corre detrás de él para alcanzarlo.

En este mismo contexto, poco contribuye a la paz social de los argentinos, la “guerra” de los Fernández, las acusaciones cruzadas de los dirigentes y la soberbia manifiesta de otros a la hora de evaluar la conducta del soberano; más bien, lo que reflejan con ello, es un signo de intolerancia, impotencia y debilidad frente al duro revés que una vez más propinará el pueblo argentino a toda la clase política nacional que no esté a la altura de los acontecimientos.

Si lo que se intenta con estos “enfrentamientos” domésticos (al más puro estilo de los escándalos de Tinelli) es fracturar nuevamente al electorado entre buenos y malos, desviando la firme decisión de los argentinos de avanzar hacia proyectos estratégicos de unidad nacional que engrandezcan a nuestra patria, se encontraran una vez más con que: “La única verdad es la realidad”.

“Es probable que la verdad sea una sola, pero es mejor que nadie la tenga”. Vivimos en una sociedad en la que se pretende reemplazar la realidad por simulacros más o menos creíbles, por ello mientras escribo este breve comentario, una creencia aun más nefasta recorre toda mi humanidad y es que: “estemos donde estemos, hagamos lo que hagamos, vayamos donde vayamos, seguiremos chocando contra nosotros mismos” sin entender que la verdad revelada ningún humano la tiene.

VICENTE SCORDAMAGLIA

jueves, 21 de julio de 2011

QUE EL ÁRBOL NOS DEJE VER EL BOSQUE

QUE EL ÁRBOL NOS DEJE VER EL BOSQUE

Hay años que rompen la continuidad histórica. La prolongan y la proyectan, pero permanecen como años clave en los acontecimientos que parecen confabularse para significar, en el presente, pasado y porvenir.
CARLOS FUENTES

El ruido electoral mezclado con las heridas provocadas por la confección de las listas para las próximas elecciones nacionales, amenaza por convertir el escenario electoral, en una caja de sorpresas con distintas variantes, hasta llegar a la tan mentada elección abierta de candidatos del 14 de agosto próximo. Así, la nacionalización de las elecciones locales se va transformando de a poco y sin pausa en un muestreo constante de posibilidades entre oficialismo y oposición con un correlato difícil de predecir dejando para otra oportunidad las legítimas demandas de las distintas provincias.

En un artículo reciente publicado en este mismo blog decía que: “cuando a los pueblos le cierran todos los canales de la libre expresión, suelen recurrir a la originalidad para desarticular todas las maniobras destinadas a montar las mentiras expresadas por sus detractores”. Es en este contexto que habría que analizar el voto reciente de los porteños y la posibilidad de que se den los mismos guarismos en Santa Fe y Córdoba eligiendo  las distintas alternativas para desarmar el supuesto que invoca (instalado a fuerza de saturar a la opinión publica por medio de la publicidad) la invencibilidad de Cristina Fernández de Kirchner.  

Y esto sucede necesariamente así, porque los argumentos que da cotidianamente el oficialismo para justificar su acción de gobierno, son falaces desde todo punto de vista; desde el discurso ideológico, el relato histórico del movimiento nacional y su lucha, hasta las manifestaciones conceptuales vertidas por su dirigencia que se escabulle solapadamente por los márgenes doctrinarios del ideario del Gral. Perón y la lucha que emprendiera junto a los trabajadores desde hace ya más de 60 años. 

Esta falsa realidad histórica narrada por el kirchnerismo y sus seguidores, hace necesaria una acción correctiva a tales desviaciones del pensamiento nacional por cuanto su relato, no sólo no se ajusta a la verdad del conjunto de los argentinos y su historia, sino que solo refleja la realidad parcial de un sector minoritario que se atribuye el consentimiento de las mayorías y que debo confesar con absoluta claridad, en lo personal, no me siento representado.

El gigantesco aparato de publicidad y de divulgación ideológica, montado por parte del actual estado argentino, corroe el libre pensamiento crítico de su sociedad, que se ve avasallada por la propaganda oficial ocupando todos los espacios públicos posibles de propaganda y difusión, con el objetivo de mostrar la ausencia de alternativas políticas a su gobierno y la falta de propuestas válidas de todo el arco opositor.

De tanto batallar en contra de los medios de comunicación, el gobierno logró  controlar a discreción gran parte de su difusión masiva (se apropiaron e hicieron de ello su herramienta fundamental) pretendiendo “torcer” así la voluntad de los disidentes;  desconociendo una vez más las leyes de las ciencias de la comunicación social que a través de la brillante formulación de Mc Luhan (“el medio es el mensaje”) nos dice que: en el medio social de los argentinos, se está revelando un nuevo mensaje y éste, está recorriendo sin pausa el camino de su exposición definitiva (que claman por su libertad de pensamiento sin ser etiquetados) hecho éste inadvertido por el gobierno convencido de que su relato es la única expresión de la verdad.

Las recientes declaraciones de algunos “ilustrados” adherentes al gobierno, revela un alarmante rasgo de intolerancia con respecto a la voluntad de las mayorías en nuestro país. La creencia de que lo único verdadero y “revolucionario” son las ideas, intereses,  o acciones que ellos profesan, son una lógica inmadura y maniquea de la historia; por el contrario, fue el propio Perón quien clausuró definitivamente la etapa de enfrentamientos  entre hermanos convocando a todos los argentinos (el 1º de Mayo de  1974) a la elaboración de un proyecto nacional incluyendo aún a los que no pensaban igual que él.

Finalmente, mientras espero los resultados de las próximas elecciones (y me reconcilio con Borges leyéndolo por primera vez) con la serenidad que me da el haber participado (desde 1984) en todas las instancias del proceso político histórico de nuestro pueblo, que culminó con el advenimiento de la democracia, una última reflexión me sugiere que lo que decida el pueblo en octubre, deberá ser para todos los habitantes de este país, el plan estratégico que resguarde definitivamente los intereses de todos los argentinos por igual.

JORGE LUIS BORGES
 “El tiempo no rehace lo que perdemos; la eternidad
lo guarda para la gloria y también para el fuego”

VICENTE SCORDAMAGLIA

miércoles, 22 de junio de 2011

ANÁLISIS DE OPINIÓN: ELECCIONES 2011

ANÁLISIS DE OPINIÓN: ELECCIONES 2011

“Todo poder se deriva del pueblo, este sólo lo posee en el día de las elecciones; después se convierte en propiedad de sus gobernantes”
BENJAMIN RUSH

Descripción:
Definidas ya las candidaturas de los partidos políticos que presentarán para las próximas elecciones presidenciales, (hecho este absolutamente personalizado en unas pocas  figuras) se va dejando atrás la etapa de alianzas entre las distintas fuerzas que disputan el poder en Argentina. Esta etapa por lo general, está centrada en la elección de dirigentes con algún grado de representatividad, de manera que permita ofrecer a los votantes una oferta atrayente. Poco importan aquí las propuestas, sino que en la ingeniería electoral sólo cuentan los potenciales votos que cada candidato pueda aportar a su fórmula electoral. Entretanto, en esta etapa definitivamente necesaria para la vida interna de los partidos, la sociedad permanece expectante y ajena a esta alquimia electoral.  

De a poco, trabajosamente y con muchas dificultades resueltas sobre la marcha, se va entrando en la segunda etapa de este proceso electoral de 2011.
Cristina Fernández, Eduardo Duhalde, Ricardo Alfonsín, Hermes Binner, Elisa Carrió, Alberto Rodríguez Saá y Jorge Altamira son los que disputarán sus potenciales posibilidades el próximo 14 de agosto en internas abiertas obligatorias de todos los partidos políticos de Argentina con vistas a la elección presidencial del 23 de octubre. 
En contraposición con lo que se pensaba al inicio de este proceso; el escenario nacional fue cambiando y en vez de polarizarse en dos candidaturas fuertes, se atomizó en seis fórmulas electorales con posibilidades similares (exceptuando al partido Obrero), ofreciendo al electorado una variedad de nombres y propuestas, como no se había visto en ningún otro período de nuestra joven democracia; sin embargo, algo que fue pensado para favorecer al gobierno puede volverse en su contra al transformarse estas en una suerte de primarias abiertas obligatorias para la oposición, posicionando a partir de allí al candidato más votado y polarizando, ahora sí, la elección de octubre frente al gobierno.
De manera que esta próxima elección de agosto, (internas abiertas y obligatorias) se ha transformado en una previa con todos los condimentos necesarios como para definir allí  las dos fórmulas electorales más votadas, y sin duda una de ellas gobernará el próximo periodo electoral argentino.

A partir de aquí hagan los números que quieran entre las seis fórmulas en disputa y tendrán  una aproximación más o menos “exacta” con relación a los resultados electorales (para no dejarle esa respuesta a las encuestadoras nacionales que son poco creíbles para la población salvo algunas excepciones) ya que el 14 de agosto se ha transformado ya, en una verdadera y masiva encuesta nacional.  

Análisis:
Desde su inicio, este proceso electoral está marcado por la incertidumbre que impacta decididamente sobre la población por algunas razones fundamentales que conviene analizar: la primera sin duda, es el recuerdo presente de la crisis del sistema de partidos puesto en jaque en el desenlace que tuvo el conflicto del 2001 (que se vayan todos) que motivó la fragmentación de los partidos políticos debilitando aún más la democracia argentina como modelo institucional.
La falta de representatividad de los partidos políticos, la falta de credibilidad en la clase política y la corrupción como factor determinante de la crisis, han dejado una marca indeleble con la que tendrá que lidiar por mucho tiempo más toda la dirigencia nacional.   
Cabe agregar un dato más de la realidad de nuestro país ya que tanto el Radicalismo como el Peronismo, surgieron cada uno en su momento histórico de la vida nacional como movimientos políticos de amplia representación, constituyéndose así en representantes (por ausencia de un partido de derecha o de izquierda como referencias nacionales) de vastos sectores políticos y sociales abarcando tanto a la izquierda como a la derecha con poco arraigo por parte de éstos en la estructura política nacional. Aquí hay que señalar que el sistema político argentino, está configurado y determinado por partidos provinciales de fuerte arraigo provincial que confluyen en la coyuntura y en grandes alianzas cambiando de signo de una elección a otra. 

El tercer elemento, es la inesperada muerte de Néstor Kirchner y sus consecuencias políticas.
El liderazgo de Néstor se había transformado en un ordenador de las pasiones e intereses de los argentinos sean estos adherentes u opositores; justamente, es un emergente de la crisis de 2001 facilitado por la falta de liderazgos fuertes quien emerge como el nuevo perfil político con un discurso antiimperialista y de contenido nacional, factores estos que lo hacen atractivo para los sectores mas jóvenes y las masas populares quienes después de su muerte cobra aun mayor dimensión trasladando por carácter  transitivo las banderas de este movimiento a su esposa Cristina Fernández.  

Finalmente, la incertidumbre se traslada a la economía y las consecuencias que podría tener en el país si se desata un proceso inflacionario producto de la falta de información real con respecto a los índices oficiales y el levantamiento (en el próximo período) de las tarifas subsidiadas por el gobierno; estos ajustes pueden producir un desequilibrio inmediato en el bolsillo de sectores con menor poder adquisitivo y capas medias de la sociedad promoviendo conflictos sociales en un escenario de creciente malestar.
     
Conclusión
La conducta de los Kirchner ha estado atravesada desde su inicio por una disyuntiva en torno a su identidad. Según sus partidarios sostienen que se trata de un movimiento superador al peronismo histórico; sin embargo en la realidad y en su accionar concreto no muestra ruptura alguna con el peronismo tradicional. En esta “ambigüedad” manifiesta, no se sabe cuanto hay de estrategia o cuanto de continuidad; lo cierto es que Cristina Fernández de Kirchner está dispuesta a aprovechar esta “ambigüedad” (no definiendo las características del “modelo”) para aglutinar a sectores ideológicamente disímiles o antagónicos (sectores de izquierda, el caso de Sabbatella, Menem, o el caso de Saadi en Catamarca) con el único fin de sumar la mayor cantidad de votos posibles para evitar la segunda vuelta.
Así se conjuga un discurso “progresista”, “derechos humanos plenos” y lazos con el viejo sistema político, allí donde se está más necesitado de votos mostrando a las claras la contradicción del gobierno entre mensaje progresista y prácticas conservadoras.
Finalmente se debe señalar la metodología empleada por el gobierno que es la de saturar con propaganda oficial los medios públicos y privados, la de alterar los índices del INDEC o los números que muestran algunos encuestadores afines, (sumado a una presencia activa de su militancia) intentando crear en la opinión pública la inevitabilidad del triunfo de la presidenta Cristina Fernández.  
A todo esto la oposición deberá en pocos meses de campaña estructurar una fuerza política  capaz de lograr un proyecto superador al Kirchnerismo con propuestas claras que tengan un alcance más estratégico que la mera coyuntura de vencer al gobierno en la contienda presidencial si es que quiere tener alguna chance de gobernar los destinos de la nación toda.
Vicente Scordamaglia

domingo, 15 de mayo de 2011

TAN CERCA DE LAS PUERTAS DEL CIELO COMO EL UMBRAL DEL INFIERNO

TAN CERCA DE LAS PUERTAS DEL CIELO COMO EL UMBRAL DEL INFIERNO
             
 “Diez hombres unidos para la acción pueden hacer temblar a miles"        
                                
A pocos meses de la definición electoral en nuestro país, los partidarios del gobierno festejan por adelantado lo que aseguran será una rotunda victoria de la presidenta Cristina Fernández como candidata para el próximo periodo presidencial.
Todos los sondeos de opinión así lo indican, destacando que posee alrededor del 40% de intención de votos, aventajando al resto de los precandidatos que propone la oposición, ganando de esta manera en primera vuelta habida cuenta que ninguno de sus oponentes alcanzaría en el mejor de los casos, un exiguo 20%.
Entretanto en el otro extremo, la oposición, no consigue articular sus movimientos destinados a ofrecer una alternativa válida que justifique el cambio de gobierno y de modelo  político como alternativa de poder. 
Sin estructuras nacionales que la respalden, sin recursos económicos para la campaña y sin propuestas que lo diferencien del modelo político oficial, la oposición ensaya propuestas fallidas que confunden al electorado que espera respuestas claras y precisas para facilitar su adhesión.
Una parte de la población como así los gobiernos provinciales y municipales no estarían dispuestos a abandonar la propuesta política que encabeza la presidenta Cristina Fernández por el solo hecho de promover un cambio de imagen u otras razones, que si bien son legítimas y constituyen todavía una asignatura pendiente de este gobierno (seguridad, inflación, orden público y certezas económicas estratégicas)  no alcanzan a superar aún los beneficios que ofrece el modelo oficial y su  gobernabilidad   
Es sabido que los pueblos no dan saltos al vacío con respecto a sus gobernantes a menos que la necesidad así lo urja; en este sentido las urgencias que manifiesta gran parte de la sociedad son por lejos menores que los beneficios que posee con este sistema de gobierno, desequilibrando definitivamente la balanza en favor del régimen actual y su propuesta.
Los sectores más activos y convocantes de la sociedad, acompañan la propuesta del gobierno, lo mismo que la mayoría de los integrantes del partido justicialista que hace las veces de soporte político del Frente para la Victoria, la CGT, los empresarios más destacados de nuestra sociedad, grandes sectores de la juventud y un segmento numeroso de independientes, conforman una mayoría activa absoluta que se “mantiene unida” en favor de la presidenta, su liderazgo y su reelección.
Veamos como se fue desarrollando el proceso preelectoral de los postulantes opositores.
En primer lugar cuando las dos estructuras con algún grado de fortaleza como el peronismo federal y el radicalismo comenzaron su movida para captar la atención del 60% restante de la ecuación electoral, había por lo menos ocho candidatos presidenciables entre los dos partidos más numerosos, a saber: en el Peronismo Federal se postulaban, Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, Felipe Solá, Alberto Rodríguez Saá y  Mario Das Neves y por el Radicalismo lo hacían: Ricardo Alfonsín, Julio Cobos y Ernesto Sanz.
Otros dos partidos como el PRO de Mauricio Macri y la Coalición Cívica de Elisa Carrió mantuvieron sus candidaturas como únicos postulantes de sus respectivos partidos. En tercer orden, el Socialismo propuso a Hermes Binner y Proyecto Sur a Fernando Pino Solanas, hasta aquí por lo que sabemos, ninguna otra fuerza nacional propuso candidatos presidenciables.
Conformado el arco opositor, se lanzaron cual si fuera una carrera de obstáculos hasta llegar a la meta final compitiendo entre ellos; algunos precandidatos comenzaron a quedarse en el camino sin posibilidades de avanzar hacia su propósito en la medida en que priorizaron sus diferencias ideológicas en vez de constituir una coalición que destacara las mejores propuestas de estos, así de esta forma se les fue achicando el margen de negociación para posibles alianzas que potencie sus probabilidades; alternativamente, Cobos, Sanz, Reutemann, Das Neves, Solanas, Binner y Macri cedieron sus aspiraciones por otras opciones dejando el camino libre a un puñado de dirigentes para la próxima contienda; pareciera entonces (si otros no se bajan) que Duhalde, Alfonsín, Carrió y Rodriguez Saá junto a Cristina van a medir hasta la fecha (en internas abiertas como así lo dispone la reciente reforma política) el primer muestreo que los proyectará hacia las elecciones nacionales convocadas para Octubre próximo.    

Hasta aquí, más o menos es la descripción de lo acontecido en los últimos meses del año electoral; hasta se podría decir que esto ya es historia, pero la política no es la historia por describir sino la historia por construir; la política es la realidad viva de una nación y en ese devenir los pueblos han dado ejemplos de su imaginación y creatividad cuando se trata de encontrar alternativas a sus necesidades o expectativas insatisfechas.
Los meses que faltan, hasta el cierre definitivo de las listas de candidatos de todos los partidos incluyendo al propio oficialismo, nos puede deparar todavía más de una sorpresa, ya que la vigencia política de su dirigencia depende exclusivamente en conservar los espacios de poder de los diferentes grupos en pugna. Aunque se intente camuflar por todos los medios, la pirotecnia expuesta en los últimos discursos de Cristina, (en este caso en el oficialismo) no hace más que debelar el forcejeo que reina  en el país (pasados los seis meses de la muerte de Néstor Kirchner) entre los grupos que rodean al poder, provocando un desgaste manifiesto de la presidenta y su entorno más íntimo.
En este mismo orden la oposición no es ajena a esta tendencia ya que la incapacidad en conformar una coalición alternativa, que les ofrezca a los argentinos canalizar sus expectativas de cambio, caerá fatalmente en el fracaso por su falta de unidad, solidaridad y amor a la patria.
Si la presidenta logra disciplinar y poner en caja a sus partidarios garantizando un nuevo período presidencial sin presiones ni condicionamientos, seguramente se presentará y ganará en primera vuelta, en cambio si el sistema de poder diseñado por Néstor Kirchner, ahora encarnado en Cristina Fernández, transita por los umbrales de la implosión producto de una feroz lucha por el poder, es probable que la actual mandataria no se presente como candidata para las próximas elecciones de Octubre, generando un vacío de poder no solo en el seno de su espacio político sino en el país todo.

¡En este caso, que Dios nos libre del futuro que nos espera!...... 

Vicente Scordamaglia

jueves, 31 de marzo de 2011

TENSIONES EN EL NÚCLEO DEL PODER

TENSIONES EN EL NÚCLEO DEL PODER

Mucho es lo que ha ocurrido en el mundo y en nuestro país en lo que va del año 2011 hasta la fecha. Los acontecimientos que se suceden en una secuencia regular de episodios trágicos en distintas partes del planeta, no nos ofrecen un tiempo de serenidad como para poder analizar y procesar sobre las dificultades que dejarán en nuestro futuro inmediato.


En lo internacional, desde las rebeliones del mundo árabe con la caída de gobernantes vitalicios, (que van, desde Túnez a Egipto, pasando por Arabia Saudita, Argelia y Mauritania) hasta la tragedia vivida en Japón con el terremoto y su posterior tsunami que diezmó miles de vidas y bienes personales afectando seriamente a la población y poniendo en duda para el mundo todo el uso indiscriminado de los reactores nucleares como fuente de energía; más la simultánea guerra civil en Libia con innumerables matanzas, sumándosele a ella, la intervención de las fuerzas de la OTAN (la más grande desde la Guerra del Golfo) que involucra a países como Francia, Canadá, Dinamarca, España, EE.UU., Italia y el Reino Unido, hacen pensar que la escalada de episodios complejos y dramáticos (sean estos naturales o creados por el hombre) que arremeten sobre la paz del planeta y sus gentes, se transforme día a día en una quimera difícil de sobrellevar.


Si bien pareciera que nuestro país se encuentra ajeno a estas calamidades, no es menos cierto que nos afectan otras que conllevan a episodios cotidianos de compleja solución. A las tomas de predios públicos, (sean estos municipales o nacionales) la inseguridad criminal que sigue segando vidas inocentes, el montaje de un escenario ideal de estabilidad, sea esta social, política o económica y el relato sesgado de la historia argentina de los últimos cuarenta años, le ponen un condimento explosivo a la realidad de nuestro país en vísperas de las próximas elecciones nacionales. Si a esto se le suma el reciente conflicto con una buena parte del sindicalismo argentino que estos tienen con la justicia, sin perjuicio de posicionamientos políticos, (sean éstos oficialistas u opositores al gobierno) están dejando al descubierto una vez más, lo frágil que es en nuestro país para mantener a raya la gobernabilidad; habida cuenta que una buena parte de la CGT y su líder Moyano, se vieron involucrados en una amenaza de paro y movilización que hubiera paralizado al país dejando sin una pata a la mesa del gobierno y prácticamente al borde de una contradicción (con su principal socio y sostén) en el propio seno de su poder.


En un viejo diccionario de filosofía, encontré la siguiente definición: “in-tensión” es un sentido aproximado y equivalente al usado por los filósofos de habla Inglesa. La intensión (intention) es como “la síntesis estructural de notas que constituyen la unidad ideal” de un concepto o sistema de conceptos. Según la terminología aristotélica (anal. Post) es la comprensión o lo que reside dentro del concepto o sistema de conceptos a diferencia de la extensión, relacionada con un ámbito de aplicación legítima hacia el que se refiere el concepto o sistema. Así como la extensión es una tensión hacia fuera, la intensión puede considerarse como una tensión hacia adentro.


Es que la CGT no es un simple aliado del gobierno, es un pilar más que importante de la estructura de poder de este armado que construyó Néstor Kirchner; podríamos decir sin riesgo a equivocarnos, que Moyano junto a otros dirigentes gremiales se constituyeron en un factor de poder (en sí mismo) y presión política hacia fuera del gobierno, pero lo que dejan en claro los últimos episodios con los sindicalistas, es que también están dispuestos a dirigir ese poder hacia adentro del mismo núcleo del gobierno si los dejan afuera del reparto o si quedan al desamparo de la protección que ofrece el poder cuando hay dificultades con la justicia. La CGT y su líder Moyano, fueron acumulando poder en forma simultánea y equivalente, en la medida que lo hacía primero el gobierno de Néstor Kirchner y Cristina después, por ello las tensiones existentes expuestas en los episodios del pedido de exhorto por el gobierno de Suiza, mostraron con descarnada crudeza la realidad política que vive Argentina y el gobierno nacional.


El gobierno y sus aliados, son un conglomerado de grupos ideológicamente autónomos con capacidad para operar en política desde la perspectiva de que, mientras se mantengan juntos, conservarán el privilegio de estar en el poder o cerca de él; confluyen y se unen solamente en el vértice del poder para defender su posición, es decir, aceptan solamente la “conducción” de quien los ubicó en las cercanías del poder y solamente por ahora, se conforman con “influir” en algunas decisiones que toma el gobierno nacional. Sindicalistas, gobernadores, intendentes, organismos de derechos humanos, piqueteros, organizaciones sociales al mando de un pequeño grupo de confianza de la Presidenta, organizan y coordinan bajo el amparo de un gigantesco aparato de publicidad (que hace las veces de vocero ideológico) casi toda la acción de gobierno.


A todo esto, cabe señalar que el común denominador de la gente en nuestro país, (esto no se pregunta en las encuestas) observa con temor las tensiones que se producen en el núcleo del poder temiendo que los conflictos internos se radicalicen y se encaminen hacia una nueva versión de la triste confrontación que protagonizaron aquellos viejos rivales de la década del setenta; con el agravante de que hoy muchos de ellos, se encuentran “juntos” en el poder. La escalada de tensiones puede precipitarse de menor a mayor a la hora de dirimir los nuevos espacios de poder del gobierno de Cristina y o lugares en las listas de los principales cargos electivos a dirimirse en octubre próximo.


Decía un viejo refrán muy popular: “Cuando el río suena, agua y piedras lleva”. Que el agua no nos llegue al cuello será responsabilidad de este gobierno y su Presidenta a la hora de poner racionalidad para resolver los conflictos existentes a menos que desee que las piedras cascoteen de nuevo la cabeza de todos los argentinos.


Vicente Scordamaglia

domingo, 27 de febrero de 2011

REBELIÓN EN MEDIO ORIENTE

REBELIÓN EN MEDIO ORIENTE

"Cuando los pueblos agotan su paciencia suelen hacer tronar el escarmiento"
JUAN DOMINGO PERÓN

Muy lejos de pensar que la decisión desesperada del humilde Mohamed Bouazizi, de inmolarse por las humillaciones recibidas y que estas provocarían el derrocamiento del déspota Tunecino Ben Alí, esto solo podía imaginarse en la mente de un osado novelista.
Las masivas manifestaciones que siguieron a la muerte de este simple vendedor de frutas y verduras, eran una clara señal de que los tunecinos le habían perdido el respeto y el miedo a la columna vertebral del principio de autoridad que gobernó la conducta de los árabes a largo de toda su historia.
Jean Daniel periodista y escritor decía al respecto: “El gran merito político de esta revolución inteligente que han lanzado los jóvenes, es el hecho de haber provocado una enorme fisura en la autoridad simbólica. A partir de ahora, nadie, ningún dictador, autócrata o déspota quedará al abrigo”

Cuentan distintas informaciones de los diarios especializados que la mañana del 17 de diciembre, este joven de tan solo 26 años de edad, se rehusó a pagar una coima exigida por las autoridades policiales para poder vender su mercadería; producto de ello, le confiscaron su carro y, entre burlas de algunos adulones y alcahuetes, recibió una bofetada de una agente municipal. Este hecho insignificante para cualquier persona formada en la cultura occidental y cristiana, no hubiera pasado de ser con el tiempo una simple anécdota, sin embargo no es así para los árabes; que una mujer golpee a un hombre supone la peor ofensa para ellos. Así en un arrebato de ira, este joven se echó gasolina sobre su cuerpo y ardió en llamas.
Días después, jaqueados por la ira de su pueblo, el déspota Ben Alí y su familia, envueltos en sus propias llamas por las protestas masivas contra la arrogancia, la prepotencia y la corrupción de su régimen, se vieron obligados a dejar definitivamente el poder no sin antes, llevarse todo el dinero y el oro que pudieron, para refugiarse en algún otro feudo tan corrupto como el que dejaron atrás.

Esta rebelión tan peculiar por su método como por su contenido, inspiró a otros pueblos árabes sometidos a regimenes similares y vitalicios.
Así desde Túnez a Egipto, pasando por Arabia Saudita, Argelia y Mauritania, las rebeliones populares obligaron a cambiar drásticamente un escenario que parecía previsible, en una rebelión de consecuencias inimaginables.

La mecha encendida comenzó a hacer estragos en regímenes como Túnez, Egipto, Argelia y vaya a saber cuantos más, obligados a retroceder frente a los reclamos de sus pueblos. Como sabemos, la mayoría de esos gobiernos, gozaban hasta hace poco tiempo atrás, de la confianza y beneplácito de los Estados Unidos y sus aliados Europeos socios en la explotación del petróleo, complaciendo a sus elites de infinitos beneficios sin reparar en las clases medias y populares. Así, siguiendo los acontecimientos, parecería que este estatus quo, estaría llegando a su fin.
Un dato suministrado por el diario La Nación nos dice que: uno de cada tres árabes menores de 30 años no tiene trabajo. Los egresados universitarios apenas vislumbran el progreso. Como vemos, no protestan por el pasado, sino que temen por el futuro.

Ahora bien, los árabes con sus continuas movilizaciones pacíficas y sus miles de mártires en busca de dignidad, han decidido hacerle saber al mundo y a sus gobiernos que el cambio ha comenzado; pero debe quedar bien en claro que éste no es un cambio promovido desde afuera por intereses económicos o geopolíticos. Tampoco es un cambio iniciado por sectores religiosos o de factores de poder invocando a un enemigo externo a la idiosincrasia del mundo árabe, es un cambio que nace de las entrañas de su propio pueblo, de sus jóvenes generaciones que claman por acceder a los beneficios de procedimientos libres que les permitan el acceso a los beneficios de sistemas que brinden una mejor distribución de sus riquezas, dejando atrás para siempre siglos de explotación interna y continuos atropellos externos.

Las grandes revoluciones de la historia de la humanidad, llevan grabadas en su genética a sangre y fuego, la consigna fundamental de la libertad como reaseguro de no caer nuevamente en manos de nuevos lobos disfrazados de corderos, por ello aunque este gigantesco movimiento popular árabe aparezca como una movilización díscola que no tiene una autoridad política o religiosa que la conduzca, debemos advertir que la misma obedece ya a sus propias reglas y a su propia direccionalidad construyendo en su accionar al nuevo sujeto, el pueblo árabe y sus jóvenes generaciones, quienes seguramente con su impronta, darán formas de organización política y nuevos líderes situándolos en tiempos de democracias del mundo contemporáneo, dejando atrás a pueblos sometidos por regímenes autocráticos y corruptos protegidos por ejércitos que no han hecho otra cosa que reprimir a sus propios hermanos.

VICENTE SCORDAMAGLIA

jueves, 3 de febrero de 2011

HACIA UN MUNDO VIRTUAL

Hacia un mundo virtual


Un artículo aparecido en los periódicos de estos días, sorprendía al mundo dando cuenta que: El Papa Benedicto XVI modernizó la imagen de la Iglesia Católica, sugiriendo que los curas utilicen las redes sociales como herramienta de la evangelización.
El mensaje fue lanzado en preparación para la 44ª Jornada Mundial de las Comunicaciones que tendrá lugar el 16 de mayo de este año.
Dijo Benedicto XVI durante la celebración de San Francisco de Sales, el santo patrono de los escritores:
“Se pide a los presbíteros la capacidad de participar en el mundo digital… para ejercer su papel de animadores de comunidades que se expresan cada vez más a través de las muchas ‘voces’ surgidas en el mundo digital”

El nuevo paradigma que se ha impuesto en el mundo de la comunicación social, es el de emitir mensajes cortos (Twitter, Facebook) que no lleve mucho tiempo leerlos y fundamentalmente que no implique responsabilidad alguna por parte del emisor y ningún compromiso por parte del receptor. En esta ausencia de reglas, principios y valores, los nuevos “sujetos de la información” en que nos hemos transformado casi todos los humanos del planeta, recibimos a diario un cúmulo indeterminado de información destinado a manipular nuestra frágil y golpeada subjetividad en aras de pertenecer a una civilización que nos arrebata sin piedad la capacidad de discernir entre las necesidades reales (imprescindible para la evolución del hombre) o necesidades ficticias creadas por los medios de producción masivo destinado al consumo indiscriminado del hombre para someterlo y esclavizarlo a voluntad.

A diferencia de la televisión, radio y medios escritos, las redes sociales, mensajes de texto y mails, de fácil acceso para todos, constituyen hoy en día alguna de las formas impersonales elegidas por los hombres (sin tiempo para pensar) de este tiempo para comunicarse entre sí. ¿Pero qué desean comunicar? ¿Información útil, alegrías, tristezas, necesidades, expectativas, proyectos, afecto, amor, odio y no se cuantas cosas más, o en realidad desean comunicar solamente que existen, que están allí a la espera de que alguien los reconozca? (Si no estás en la red ni existís).

La respuesta por ahora es compleja teniendo en cuenta que se trata de un fenómeno relativamente nuevo; no sabemos el alcance o la influencia que pueden ejercer estos sistemas en nuestras vidas; lo que si podemos afirmar con claridad, es que esta “esfera” que son las redes sociales se han transformado fundamentalmente para los más jóvenes, (y otros que ya no lo son tanto) en algo así como un nuevo mundo (o mundo paralelo) en el que le permite al sujeto la posibilidad de reinventarse a sí mismos dentro de él.

Esto equivale a que el sujeto se muestre dentro de la red como él quiere ser y no como verdaderamente es en realidad, algo así como fabricar su propio “clon” con la ventaja que esto tiene, que se lo puede desprender de todos los aspectos negativos que posee la persona real; esta conducta revela en principio la avanzadilla de una patología generalizada llamada, “esquizofrenia”.

La esquizofrenia es una patología en la que el sujeto sufre una psicosis por la que se disocia de la vida real, sin llegar a la demencia; algo así como la de poseer una doble personalidad. Si esto es así, podríamos llegar al extremo de que nos suceda algo parecido al personaje de la novela de José Saramago “El hombre duplicado” en donde este se pregunta: ¿Cómo saber quiénes somos? ¿En qué consiste la identidad? ¿Qué nos define como personas individuales y únicas? ¿Podemos asumir que nuestra voz, nuestros rasgos, hasta la mínima marca distintiva, se repitan en otra persona? ¿Podríamos intercambiarnos con nuestro doble sin que nuestros allegados lo percibiesen?.

Yo agregaría algo todavía más temerario y dramático aun, ¿Qué sucedería si nuestro doble, aquel clon casi perfecto que fabricamos a voluntad en la red (“esfera”) adquiriese mayor importancia que nosotros mismos?
¿Podremos controlarlo o se transformará para la salud mental en nuestro próximo enemigo?

Es que el tiempo que hoy se vive no es real, es virtual y en consecuencia el hombre de este tiempo es un hombre sin tiempo real, no tiene pasado y en consecuencia pierde la capacidad de proyección hacia el futuro, el hombre actual, es solo presente, es acción sin reflexión. (Reflexión necesaria para medir las consecuencias de lo que hace y produce)
El sujeto actual ha perdido su tiempo real que le era imprescindible para pensar las consecuencias de sus acciones. El hombre de nuestro tiempo (sin tiempo) es irreflexivo en aras de no perder el tren de una evolución virtual y no real.

El papa Benedicto XVI agregó en su declaración: “Deben anunciar el Evangelio valiéndose no sólo de los medios tradicionales, sino también de los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales (foto, vídeo, animaciones, blogs, sitios web), ocasiones inéditas de diálogo e instrumentos útiles para la evangelización y la catequesis”. Benedicto XVI ha pedido a los jóvenes que hagan "un buen uso" de las redes sociales de Internet, para que éstas no sean un instrumento "que reduce a las personas a categorías, que intenta manipularlas emotivamente o que permite a los poderosos monopolizar las opiniones de los demás".No se puede sustituir el contacto directo entre las personas.

Es natural que la iglesia con todas sus prevenciones y a través de su máxima figura desee intervenir en uno de los fenómenos más extraordinarios de la historia de las comunicaciones sociales como lo es Internet y sus derivados, pero debemos estar atentos sobre sus consecuencias. Recordemos lo que decía Umberto Eco (sobre la televisión que bien le cabe a todos los medios masivos de comunicación audio visual y digital) en su libro “Apocalípticos e Integrados”:

Quizás la televisión nos esté llevando solo a una nueva civilización de la visión, como la que vivieron los hombres del medioevo ante los pórticos de las catedrales. Quizás, como ya ha sido sugerido, cargaremos gradualmente los nuevos estímulos visuales de funciones simbólicas, y nos dirigiremos a la estabilización de un lenguaje ideográfico.
Pero el lenguaje de la imagen ha sido siempre el instrumento de sociedades paternalistas que negaban a sus dirigidos el privilegio de un cuerpo a cuerpo lúcido con el significado comunicado, libre de la presencia de un concreto, cómodo y persuasivo. Y tras toda dirección del lenguaje por imágenes, ha existido siempre una élite de estrategas de la cultura educados en el símbolo escrito y la noción abstracta. La civilización democrática se salvará únicamente si hace del lenguaje de la imagen una provocación a la reflexión crítica, no una invitación a la hipnosis.

Basta ver en el mundo entero como millones de personas utilizan estos medios masivos de comunicación tanto sea para convocar a miles de ciudadanos que luchan por su libertad o simplemente jóvenes que solo exponen su aburrimiento y hastío por las cosas mundanas de la vida.

¿Seremos capaces de construir un mundo virtual que sea mejor que el real? ¿O cometeremos los mismos errores corregidos y aumentados?
En realidad de lo que se trata es que estos nuevos instrumentos se transformen en una herramienta útil para el hombre y su evolución, y no en nuevas ataduras para someterlo y esclavizarlo.

Vicente Scordamaglia