lunes, 3 de diciembre de 2012

LA CERTIDUMBRE DEL FUTURO ARGENTINO

LA CERTIDUMBRE DEL FUTURO ARGENTINO

 Cuenta la, leyenda que Alejandro Magno está a punto de tomar una vez más, una decisión cuyas consecuencias son incalculables. Le han contado que existe una mujer que puede predecir el futuro con certidumbre. Entonces hace que se presente ante él para que le enseñe su arte. Ella le dice que hay que encender un fuego y leer el futuro en el humo que provocará el fuego, como si leyera en un libro. Pero pone en guardia al conquistador. Mientras mires el humo no tendrás que pensar de ninguna manera en el ojo izquierdo de un cocodrilo; si acaso en el ojo derecho, pero nunca en el izquierdo.
Así entonces luego de meditar la advertencia de la adivina, Alejandro renuncia a conocer el futuro. -¿Por qué- -porque una vez que alguien te ha metido en la cabeza que no tienes que pensar en algo, piensas solo en eso. La prohibición crea una obligación. Imposible pues a esa altura, no pensar en el ojo izquierdo del animal. La conclusión es que: el ojo del cocodrilo se ha apoderado de tu memoria y de tu mente. 

Adivinar el futuro ha sido el desvelo de grandes personajes que dominaron el mundo a través de toda la historia de la humanidad. Pero ¿como adivinar el futuro de la política argentina sin pensar en la sucesión (el ojo izquierdo del cocodrilo) de Cristina Fernández? Hagamos el intento a ver qué sale.

Las claras señales de Daniel Scioli, Juan Manuel De La Sota, Sergio Maza y otros dirigentes del Justicialismo dispuestos a reemplazar a la presidenta Cristina Fernández en el poder, son el resultado de dos hechos fundamentales producidos por la contundente movilización de sectores que anteriormente apoyaron la gestión de la presidenta y hoy son claros opositores al gobierno nacional, estos son los sectores medios y profesionales de la población y los trabajadores agrupados por los gremios más representativos del espacio laboral.

El Justicialismo, sujeto político necesario del actual gobierno y de Argentina junto a su dirigencia, empiezan a advertir que algo ha comenzado a cambiar en el humor de la gente y sus decisiones, procediendo como consecuencia de ello a alistar sus filas con dos claros objetivos en el corto plazo; encontrar al nuevo jefe político que contenga a vastos sectores que se hallan en el poder y ofrecer una nueva versión política que contenga las expectativas expuestas en la movilización del 8N y la demanda que promovió el paro del 20N, ambos hechos respectivamente, apoyados por una inmensa mayoría de la población.
En este contexto debemos sumar al cuadro de situación los episodios más ruidosos que protagonizan Macri por la derecha del gobierno y De La Sota por dentro del PJ; dejando al mesurado Binner a la izquierda de Cristina.

Faltando once meses para las elecciones legislativas y casi tres años para las presidenciales, el escenario político argentino ha comenzado a subir de temperatura peligrosamente. Las capas medias decía, junto a los trabajadores marcaron la cancha para lo que resta del año y parte del año que viene dejándole al gobierno de Cristina la resolución de los confusos episodios  externos (bonistas, fragata y otros)

Pero hagamos un esfuerzo por un momento, sustrayéndonos de la problemática de la gente para entender los tiempos y la agenda que maneja la política argentina y que se está jugando dentro de ella.
En los próximos once meses los argentinos estaremos votando a los nuevos legisladores, que, según queden conformadas las mayorías y minorías en las dos cámaras (senadores-diputados), nuestro país se encaminará hacia la posible reforma constitucional habilitando la continuidad de Cristina para otro mandato o caso contrario la búsqueda de su sucesor.
-Pero entonces ¿cuál es el apuro?-
- Es que la interna partidaria, la que antecede a la elección nacional,  cobra en este caso un valor crucial para la supervivencia del “modelo”  Kirchnerista.
Si el gobierno consigue con sus huestes, ocupar la mayor cantidad de cargos de decisión política, la mayor cantidad de legisladores nacionales y provinciales y lugares dentro mismo del partido Justicialista, podría entonces en caso de que no pueda con la re-reelección aspirar a un plan de mínima; esto es, negociar una salida concensuada con Scioli u otro y condicionar así a su eventual gobierno con consecuencias nefastas como sucedió en la historia reciente de nuestro país. Es decir que el apuro entonces radica en que dentro de once meses se decide la continuidad del gobierno y no en el 2015.

Si esto es así, los argentinos nos encontramos en una encerrona de la historia con consecuencias riesgosas para nuestra gobernabilidad.
El desafío de la dirigencia argentina será en este escenario transitar el camino de la mesura construyendo espacios de coincidencia que permitan transitar los tiempos democráticos sin lesionar la institucionalidad alcanzada.   

Como vemos, nuestro país se debate una vez más entre Shakespeare (ser o no ser) y Pastichoti el célebre personaje de Luis Sandrini que cuando lo llamaban ¡Pastichoti! el contestaba ¡vengo! (Observará el atento lector que nunca decía voy, decía ¡vengo! siempre para atrás)

Con este panorama estaba pensando en llamar a una adivina como hizo Alejandro Magno, pero saben qué, él tenía razón al desistir de adivinar el futuro, Argentina no puede dejar de mirar el ojo izquierdo del cocodrilo.

VICENTE SCORDAMAGLIA

martes, 27 de noviembre de 2012

LA TORPEZA DEL GRUPO CLARÍN

LA TORPEZA DEL GRUPO CLARÍN

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS SOBRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN  

PRINCIPIO
8)Todo comunicador social tiene derecho a la reserva de sus fuentes de información, apuntes y archivos personales y profesionales

Haber extendido la pelea que tiene Clarín con el gobierno nacional sobre el terreno de los periodistas (denuncia mediante) es de una torpeza incalificable.
La denuncia que realiza el grupo empresario sobre periodistas con claras ideas gubernamentales, demuestra a las claras la conducta intolerante que tienen estos grupos concentrados a la hora de verse criticados. La denuncia contra periodistas, sean del signo ideológico que sean, los muestra frente a la opinión pública como lo que verdaderamente son: grupos de presión frente a la libertad de expresión y la libertad para ejercer la profesión.  

Los periodistas  involucrados por la denuncia son: Javier Vicente, Roberto Caballero, Orlando Barone, Sandra Russo, Edgardo Mocca y Nora Veiras.
El fundamento de la denuncia, da cuenta que los periodistas demonizan a la empresa con sus dichos y promueven incitación a la violencia desconociendo este grupo empresario cuáles son las reglas de este juego perverso del cual ellos mismos son parte integrante y con los instrumentos que disponen, juegan a fondo.

Es hora de terminar con el doble estándar y avanzar hacia la libertad de expresión para todos. La libertad de expresión es un bien de la sociedad no solo del periodismo.

El grupo Clarín, no necesita de difamadores profesionales para demonizarse, alcanza con seguir su trayectoria empresarial y la conducta que tuvieron frente a los grandes episodios de nuestra historia política reciente para entender su accionar.
El veredicto final lo tiene siempre el pueblo y será imparcial, por fuera de interés político o ideológico, peleas de sector o facción, finalmente la historia, juzgará sus decisiones. 


VICENTE SCORDAMAGLIA

lunes, 19 de noviembre de 2012

UN LARGO CAMINO SINUOSO

UN LARGO CAMINO SINUOSO  

Cuando el Pueblo participa activamente en la vida nacional, los seudo- poderes que creen que la Nación les pertenece, oscilan. 

Todos los análisis de los últimos tiempos venían señalando que el ascenso del gobierno se daba a expensas de que la oposición carecía de liderazgo y por consiguiente de representación política. Pero en el último año de gobierno después del 54% algo ha comenzado a cambiar. Es el momento más difícil que le ha tocado enfrentar al gobierno de Cristina Fernández, producido fundamentalmente por el agotamiento de un “modelo” y por un exceso de verborrea ideológica que terminó desdibujando la realidad y acabó  por enfrentarse a distintos sectores de la vida nacional.
Hoy el gobierno de Cristina se encuentra “cercado” por sectores que en su momento fueron beneficiados por las políticas de este proyecto, que hoy comienza a zozobrar; estos son: las capas medias de nuestra sociedad por un lado y amplios sectores del trabajo por otro que ven licuar sus salarios transformando a las paritarias  en un insuficiente placebo que no alcanza a suturar el desgarro que produce la verdadera inflación escamoteada por el INDEC del inefable Moreno.

Aunque el 46% de los votos que se opuso a Cristina en las últimas elecciones (cifra que ha comenzado a modificarse) no tenga candidato aún, y grandes sectores de nuestra sociedad que antes apoyaban al gobierno, empiezan a retirar su apoyo, la sociedad ha encabezado un hecho que en la cultura política se conoce como el  “aceleramiento de los tiempos políticos”, este hecho, producido no por los partidos políticos ni sus dirigentes sino por la gente sin bandería alguna y a través de las redes sociales, le confiere al fenómeno  por lo menos lo más novedoso que ha ocurrido en el escenario político de los últimos tiempos.  

Las redes sociales no son un nuevo sujeto político sino apenas una novedosa metodología a la hora de convocar un gran número de personas con un mismo fin; ni siquiera creo yo, que las redes por sí solas puedan estructurar una alternativa política y organizar un número importante de personas mas allá del momento puntual de “exaltación” que viven esas personas.

Pero ¿qué significa un aceleramiento de los tiempos políticos faltando tanto tiempo para las elecciones?. Significa que los ciudadanos han decidido no esperar hasta las próximas elecciones para garantizar que sus demandas sean escuchadas en tiempo y forma, esto es aquí y ahora sin interferencia de la clase política, realizando algo así como un per saltum político dirigencial.     

Decía entonces que se viene produciendo un cerco político al gobierno entre dos sectores fundamentales de la vida nacional (capas medias y trabajadores) con un doble propósito que es exigir al gobierno la inclusión de demandas pendientes y en otro orden cuidar la institucionalidad para que el gobierno continúe hasta el final de su mandato fortaleciendo así el proceso democrático. Esto es así, la gente esta ganando la calle para expresarse y no para destituir a nadie.

El parche de no gravar el aguinaldo para los asalariados y $ 1.400 millones concedidas a las obras sociales es un mezquino regalo para los trabajadores con el solo fin de amortiguar el legítimo reclamo que ejercerán con el paro general el próximo 20 de noviembre exigiendo por la eliminación o reducción del impuesto (mínimo no imponible) más injusto que tienen los argentinos, el impuesto al trabajo.
Estas actitudes son las que parecen incomprensibles para la gente en general, haciendo que el gobierno dilapide pedazos de poder en la medida que, en simultáneo, pierde dirigentes y sectores que fueron aliados en su momento de ascenso al poder.

Personalmente no creo que el 8N haya sido un punto de inflexión entre un antes y un después en la gestión Kirchnerista, mas bien creo que ha comenzado un lento y difícil tránsito entre un gobierno que aportó todo lo que fue capaz de dar y un devenir de nuevos actores políticos con representación política (dentro de los partidos o por fuera de ellos) que sean capaces de interpretar los diferentes desafíos de los argentinos. Seguramente veremos a lo largo de los años que restan hasta las próximas elecciones muchos 8N parecidos en la medida que el gobierno nacional se empeñe en gobernar con fórceps para tomar medidas que afecten los intereses de la gente.

Por su parte, la presencia de la gente en la calle garantiza lo dicho y ha comenzado a dar sus frutos, Senadores y Diputados de la oposición asumieron un compromiso formal y escrito para no apoyar reforma constitucional alguna que posibilite la re-reelección de Cristina Fernández; este solo hecho en sí ha comenzado a conmover las estructuras del poder, en el que también ha comenzado un reacomodamiento de los posibles sucesores de la Presidenta dentro mismo del partido gobernante.

Por otra parte, sería demasiado ingenuo si no dijera que me preocupa un tercer elemento que contribuye a establecer un cerco mucho mas peligroso y nefasto que los que se producen dentro de nuestro país con el propósito de cuidar los intereses de nuestro pueblo, esto es el cerco que se viene produciendo en el ámbito internacional con el atropello a la soberanía nacional (la fragata Libertad y otros) efectuada en este caso por fondos buitres, que no cabe duda alguna obedecen a la geo-política exterior de países concretos que históricamente se opusieron a nuestro normal desarrollo de grandeza.
Nuestro desarrollo requiere de inversión económica y tecnológica, que no se conseguirán  como sucede con otros países de la región hasta que no liquidemos esta controversia.

Finalmente, sin excepción, todos aquellos que de una u otra manera estamos vinculados con la política deberíamos recordar que el Estado y el Poder de la Nación es un mandato que otorga el pueblo con fecha de devolución, así cobra significado el epígrafe.  

Cuando el Pueblo participa activamente en la vida nacional, los seudo- poderes que creen que la Nación les pertenece, oscilan. 

VICENTE SCORDAMAGLIA





lunes, 12 de noviembre de 2012

LA MENTIRA CAMUFLADA DE EPICA REVOLUCIONARIA

LA MENTIRA CAMUFLADA DE EPICA REVOLUCIONARIA

Jorge Luis Borges
“Si algo he aprendido en la vida, es que la mentira se pone en contra de quien la inventa.”

La mentira tiene en todos los órdenes de la vida, connotaciones nefastas para la convivencia en sociedad.  Basta que en una relación, sea esta de familia, de grupos políticos o sociedades de personas que persigan un bien común, alguien, integrante del mismo grupo se dedique a tergiversar datos de la realidad o falsear información o argumente a sabiendas que la verdad es objetivamente distinta, es suficiente para pensar que el presente que construya no abarcará la realidad de todos sus integrantes ya que antes o más tarde, la verdad de todos irrumpirá con la fuerza inquebrantable que producen las mayorías para  corregir el camino de la verdad que contenga a todos.

Argumentar en función de justificar los desatinos del gobierno nacional y disfrazarlos de épica revolucionaria es lo más parecido a la mentira que en este caso ejerce el gobierno nacional sobre la realidad de los argentinos que comienzan a demandar con fuerza, que sus gobernantes acepten la verdad que no es otra que los ciudadanos perciben a diario en la silenciosa faena de construir cotidianamente con su esfuerzo una sociedad más justa y equilibrada.

De allí que podríamos inferir como primer dato de la realidad que los argentinos sin distinción partidaria, ha comenzado a desandar el camino del apoyo de aquel inédito resultado de las últimas elecciones presidenciables (54%) que mayoritariamente respaldó a la presidenta para un nuevo mandato; porque, como todos sabemos, ese porcentaje no hubiera sido posible sin el apoyo de esos sectores que algunos funcionarios del gobierno todavía intentan desacreditar.

El segundo dato que debemos señalar es la llamativa ignorancia de alguno de los voceros del gobierno al caracterizar a las movilizaciones con categorías de clase; fue el mismo peronismo que derrumbó definitivamente la lucha de clases en nuestro país y reemplazó célebremente por una alianza de clases definiendo en su cuarta verdad (de las veinte verdades del justicialismo)
 “No existe para el Peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan”

Un tercer dato emerge con fuerza en los episodios recientes asumiendo un claro rol de convocatoria y articulador de las movilizaciones y sus reclamos, las redes sociales, transformadas en un nuevo actor en la política nacional, algo que sucede y que veníamos observando su efectividad en distintas partes del mundo. Estos vienen a “reemplazar” a los partidos tradicionales que todavía no se restablecieron de la crisis de representación de la crisis del 2001.
Si bien sabemos que las redes sociales no representan  una verdadera alternativa de gobierno, creo que es una nueva forma de participación política, sobre todo cuando los partidos no ofrecen respuesta a las demandas populares.

En cuarto lugar debemos entender que los sectores convocados por las redes sociales se expresan no como base social partidaria sino que lo hacen como ciudadanos de una nación libre, por ello no se le puede adjudicar la movilización a ningún partido político en general ni a ningún dirigente en particular. Como estamos viendo, se la convoque por el lugar que quiera la gente se moviliza porque así lo quiere y no porque el método sea novedoso.   

Es evidente entonces que después del llamado 8N, necesariamente debería venir la política para que el pueblo en su largo recorrido de la construcción social busque los mejores canales de representación que incorpore en su agenda, los reclamos allí expresados masiva y contundentemente.

Reflexiono sobre el momento que vive nuestro país y recuerdo al viejo General que les decía a los argentinos unos meses antes de su fallecimiento:
“No tengo dudas de que este es un momento crucial en nuestra Patria, o profundizamos las coincidencias para emprender la formidable empresa de clarificar y edificar una gran Nación o continuamos paralizados en una absurda intolerancia que nos conducirá a una definitiva frustración”.
Un proyecto nacional verdadero es cuando en él, se ven reflejados todos los sectores de una comunidad, por ello creo que la política en general (oficialismo y oposición) todavía esta en deuda con este objetivo nacional.

Finalmente la suma de las protestas se podría resumir en una sola consigna, “unidad de todos los argentinos para resolver los problemas comunes”.

Un rumor se percibía en la nueve de julio y sus adyacencias; Presidenta, deje de confrontar a los argentinos, en esta tierra no nacen enemigos, convoque sin demora a la unidad de todos los argentinos antes que sea demasiado tarde, porque cuando los dirigentes se encapsulan en sus creencias y no reconocen la verdad de sus ciudadanos los pueblos pierden la confianza entonces suele ocurrir lo inevitable.  
JUAN DOMINGO PERON se expresaba al respecto con la contundencia de sus palabras:
"Cuando los pueblos pierden la paciencia, suelen hacer tronar el escarmiento",

  
VICENTE SCORDAMAGLIA

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿IR O NO IR? ESA ES LA CUESTIÓN

¿IR O NO IR? ESA ES LA CUESTIÓN

Seguramente que por estos momentos debemos ser muchos los argentinos que sentimos una cierta incomodidad por la incertidumbre que produce la inestabilidad de nuestra época.
Las certezas del pasado inmediato transitan con extrema velocidad y se convierten en incertidumbres del presente.
Los episodios (sociales, políticos y económicos) que se suceden en  nuestro país, anuncian a las claras que fatalmente se producirán inevitables cambios que transformarán de raíz a toda nuestra sociedad.
Las recientes movilizaciones de nuestra sociedad en la que expresa con crudo (falto de coccion) realismo la variedad de demandas, todas urgentes, en las que ningún sector de la política (oficialismo-oposición) ni siquiera se anima a mencionar por el solo hecho de que con ello se vería involucrado en su resolución, indica que estamos en presencia de una dirigencia temerosa (generosa mi expresión) de abordar los principales asuntos de gobierno señalado insistentemente por el pueblo y por todos los medios lícitos a su alcance.
Es indudable que nuestra sociedad sufrió una serie de atentados a su “normal” desarrollo y fortalecimiento de los sistemas de convivencia y la construcción social de nuestro sistema democrático (golpes militares y  agresiones externas sucesivas); así generaciones de argentinos con vocación de servicio y amor a la patria, fueron diezmadas una y otra vez por intereses de pocos en detrimento de las grandes mayorías de nuestro pueblo.
Pero la historia se encargó con tiempo y esfuerzo de corregir las torpezas de aquellos que obtuvieron el poder por el atajo de la fuerza y no por la voluntad del pueblo.
Es así que hoy Argentina en su largo recorrido por construir su destino de grandeza, sorteó cuanto impedimento tuvo por delante; por eso todos ven con agrado como cientos de jóvenes se incorporan a la política y otros tantos a actividades sociales solidarias no importa el color partidario con que lo hagan, pero debemos hacerle saber a nuestros jóvenes (y es nuestra responsabilidad) el costo que tuvo para nuestra generación  y el país alcanzar estos valores sociales, por ello considero oportuno señalar que los métodos de participación político-social no son los mismos que debió utilizar la generación que la precedió, sino que deben ser los que el conjunto de la nación hoy reconoce como valido, ¡el debate por las ideas!.
A la hora de decidir mi participación (como muchos) en las movilizaciones que “espontáneamente” se están produciendo, necesariamente reflexiono sobre todo lo que le costó a los argentinos llegar hasta esta etapa de nuestra historia y observar en cada acto, actitud o decisión que tomamos si con ello ponemos en riesgo algo de lo conquistado; francamente creo que no, aun así no estaré presente ya que considero que como muchos (aunque que quisieran ir) tengo intereses  políticos que todavía ofician de anclaje en algunas creencias que sospecho, comienzan a recorrer junto conmigo el camino del reposo y la reflexión de algunos actos de mi vida. 
Finalmente quiero expresar con absoluta libertad de conciencia, que todavía tengo la esperanza de que la circunstancia y el contexto, son los que van a determinar las conductas de los dirigentes en tanto despejen las dudas (que tiene la mayoría de las gentes) de que no participan en ninguna trapisonda de poder económico u otros entuertos entre alguno de los poderes dominantes.
Que la sociedad se exprese con respeto y libertad también esa es la cuestión.

VICENTE SCORDAMAGLIA

miércoles, 24 de octubre de 2012

ENTRE LA TENSIÓN DE LA REALIDAD Y EL AGOTAMIENTO DEL RELATO OFICIAL

ENTRE LA TENSIÓN DE LA REALIDAD Y EL AGOTAMIENTO DEL RELATO OFICIAL

Una serie de errores de gestión tensaron hasta el límite la relativa “credibilidad” que existía entre la Presidenta de la Nación y la sociedad. Esta tensión, se expresa en un agotamiento del relato oficial y la verdad que representa. La escalada de episodios que la tuvieron como protagonista central (como nos tiene acostumbrados) en contrapuntos innecesarios entre las sospechas que circulan en el amplio espectro de la opinión pública (inflación, cepo cambiario, restricciones al uso del patrimonio individual, inseguridad, conferencia errática con estudiantes de Harvard y artimañas discursivas destinadas a tapar importantes focos de corrupción o errores de gestión) con relación a distintos temas que hacen a la marcha del “modelo” gobernante, terminaron expresándose en algunas acciones directas por parte de sus protagonistas que dejó sin capacidad de reflejos y poco margen de maniobra a todo el gobierno nacional.

El cacerolazo masivo que se animó a llegar hasta las propias puertas del poder con sus múltiples reclamos (en especial mostrar que la sociedad no le tiene miedo) y la acción decidida de Prefectos y Gendarmes en su legítimo reclamo por sus paupérrimos salarios, comenzaron a dejar al descubierto el desconcierto que subyace en el gobierno nacional sobre algunos temas que solo se intentan tapar con falaces discusiones (para consumo militante) que la población ya no considera relevantes para  las expectativas e intereses de los argentinos.

El embrollo en el que se metió el gobierno (solo y sin ayuda de ningún opositor) con el decreto 1307/12 y su remiendo como respuesta a modo de solución, amenaza a futuro desatar una catarata de conflictos laborales que ubicaron al gobierno (en la mayor contradicción jurídica) como principal empleador en negro y flagrante evasor de las actuales leyes laborales que el propio gobierno le debe exigir al conjunto de los sectores que emplean a la mayoría de los trabajadores argentinos.

Una vez más el gobierno prefiere transformar un episodio de la vida de los argentinos en una batalla épica en su afán de mantener unido el frente interno que lo sostiene. El 7D se suma a la larga lista de batallas libradas en la “guerra santa” empeñada por el gobierno de Cristina. La ley de radiodifusión aprobada en Octubre de 2009 hasta hubiera podido ser mejor apreciada por el conjunto de los argentinos si no lo hubieran transformado en un trofeo de guerra. (Una guerra en la cual los argentinos no participan)  
La ley de radiodifusión, cuando fue pensada por Néstor Kirchner para  equilibrar las voces de los medios fue una buena idea ya que, en ese entonces, los medios representaban el 80% en manos de unos pocos entre ellos Clarín y Nación que hasta ese entonces hegemonizaban el relato; fíjense la paradoja que legitimó una vez más a Perón cuando  en su momento decía: (“En 1955 teníamos todos los medios a favor y fuimos derrocados; en 1973 tuvimos todos los medios en contra y sin embargo ganamos”) en ese entonces verdaderamente la gente creía en el relato del gobierno a pesar de estar en desventaja frente a la corporación mediática, hoy con la ley de medios y luego del 7D como se dio en llamar el plazo de la justicia para que se cumpla en su totalidad el desprendimiento de los grupos hegemónicos, esto es el grupo Clarín-TN, el porcentaje de las voces se terminará invirtiendo casi a la misma proporción, con la diferencia de que la mayoría estará a favor del relato oficial; la conclusión entonces es que a pesar de que el gobierno ocupa la mayoría de los medios a favor, comienza su escala descendente en la credibilidad del relato oficial frente a la opinión pública.

Siempre creí que el peronismo desde su nacimiento fue el generador de los grandes cambios en nuestro país, pero esa historia la contaron sus enemigos, esa parcialidad optimizó las virtudes del movimiento y su líder, en cambio hoy el relato oficial que apabulla la escena mediática, desnuda con brutalidad las falencias del modelo y empequeñece los aciertos de la gestión.
Suele decirse con razón, que las ideas solo tienen la vigencia que le da la llegada de otras nuevas que  mejor se adecuan a la época y a la problemática que están destinadas a resolver.
Definitivamente ocupar todo el relato frente a la opinión pública, terminará siendo una mala idea.


VICENTE SCORDAMAGLIA



miércoles, 19 de septiembre de 2012

IDEOLOGISMO RECARGADO

IDEOLOGISMO RECARGADO

“Cuando no se consigue esclarecer el contenido estratégico de las acciones, cuando éstas aparecen como un medio que solo sirve a fines determinados y son la expresión de una creencia de grupo o facción político, recién allí es preciso preguntarse por la ideología de los actores”

Y si, parece que Cristina quiere que todo el día los argentinos estemos hablando de ella; no para de echarle leña al fuego para mantener la llama ardiente de un discurso en el que su dialéctica (no porque no sepa o no pueda, sabe como hacerlo mejor) tiene la profundidad de un charco.

Luego de que la Presidenta termina con su monólogo cotidiano existen en Argentina una cantidad de repetidoras (a favor y en contra) que se dedican a reproducir y multiplicar sus palabras en cuanto programa existe de: política, opinión, fútbol para todos y noticieros de nuestro bendito país que asiste absorto ante este exceso de diatriba patológica. Claro que con este fastidioso acto de verborrea la Presidenta le marca la agenda política a toda la Nación, obligando a la oposición y críticos a su gestión, a permanecer dentro de un corralito del cual todavía nadie consiguió más que manifestar críticas a sus dichos ligeros de contenido.

Su palabra llega como si fuera el mensaje de un profeta que viene a bendecir a los buenos Cristinistas que practican su dogma a ciegas y a maldecir a aquellos herejes que cuestionan su decir, como si fuera este la llegada de la palabra revelada del nuevo credo kirchnerista que cambiará nuestro país y el mundo en su conjunto.

En esta metodología, nada se pierde todo se transforma en una acción revestida de épica ¿revolucionaria? encaminada a fortalecer el “modelo” del siglo XXI que “enseñará al mundo de la política cuál es el camino para construir un país progresista con libertades plenas y derechos para todos los argentinos, sean estos de cualquier condición social”.

Así como los antiguos conquistadores de nuevos territorios que estaban en manos de sus legítimos dueños (los originarios del lugar) los invasores borraban todo vestigio cultural a su paso, (quemando todos sus rastros escritos, simbólicos, religiosos, culturales e históricos del pasado que les otorgaba su identidad) así hoy el Kirchnerismo intenta borrar el pasado de los argentinos construyendo un relato sesgado de nuestra historia sin medir ningún riesgo por parte de los autores del relato, cuando deciden ir por todo y desconocer una ley elemental de la comunicación que dice: “todas las lecturas épicas cuando son mezquinas, tienen grietas que los constructores de leyendas no pueden ocultar” por más que lo intenten manipulando todos los medios a su alcance.

En la política concebida como ciencia o como arte (para el caso tanto da) siempre coexisten dos planos: relaciones por el poder y relaciones por las ideas. Algunas personas se conectan con la política atraídas por el poder, otras lo hacen por las ideas.

En este mismo sentido, la política tiene lo bueno de compartir el destino con tipos geniales que entregan todo por ideales para construir un mundo mejor para todos, pero tiene también lo peor de la escoria humana que anida dentro de ella, sujetos miserables que no se detienen ante nada para sacar provecho en beneficio propio.

Todo dirigente conoce esta regla de antemano (allí cuando se ve aguijoneado por el bichito de la política) con la que tendrá que lidiar a lo largo de toda su militancia activa.

La obsesiva persistencia de transitar el camino de la confrontación para dirimir nuestros conflictos, nos retrotrae a un pasado que como demuestra la realidad cotidiana, todavía no fueron saldados; hay quienes se dedican (como diría en su libro Vicente Palermo) a echarle “sal en las heridas” para mantener la llaga lacerante; la provocación y la respuesta agraviante es el menú preferido de quienes no entendieron que la mayoría de los argentinos aspiramos a construir una sociedad unida, en paz y mejor cada día a pesar de los desafíos que nos depara el futuro. Tomar conciencia de esta voluntad compartida por la inmensa mayoría de los argentinos, es comprender definitivamente que cuanto mayor sea el grado de desarrollo de la conciencia alcanzado por los integrantes de nuestra sociedad, así será la vida colectiva en ella.

Los recientes acontecimientos verbales entre oficialismo y sectores que están disconformes con la gestión de gobierno, alarman sobremanera por su inusual agresividad. Los tiempos institucionales que faltan hasta las próximas elecciones ameritan que todos los sectores reflexionen sobre los perjuicios que podrían infligirle a la Nación si la escalada verbal traspasara los límites de la intolerancia generadora de aterradores males en otros tiempos.

La marcha realizada por una expresión de la sociedad ha comenzado a establecer un punto de inflexión entre el poder político y la sociedad que no encuentra canales de representación en el arco opositor; mientras que en el oficialismo los sectores que marcharon son catalogados como destituyentes u otros calificativos ofensivos por parte de sus funcionarios que no hacen otra cosa que estimular el odio entre sectores produciendo una peligrosa división en nuestra sociedad promoviendo viejos enfrentamientos.

Si el hombre es como decía Maquiavelo: “el egoísmo es el motivo más poderoso de la conducta humana, el deseo de ventajas personales sería mas fuerte que toda consideración moral y el hombre preferiría ver morir a su padre a perder su fortuna” entonces estaremos una vez más frente al abismo; si por el contrario nuestra sociedad se empeña en incorporar a su patrimonio cultural el conjunto de nuestra historia y las luchas por su emancipación sin importar el tinte ideológico de sus impulsores entonces podremos aspirar algún día a creer en un futuro mejor.

VICENTE SCORDAMAGLIA

lunes, 13 de agosto de 2012

GOLPE A GOLPE, VERSO A VERSO

GOLPE A GOLPE, VERSO A VERSO

El 20 de julio pasado se cumplió un nuevo aniversario del ya incorporado a nuestras costumbres anuales “Día del amigo”. Cientos de miles de saludos nos cruzamos entre los argentinos de todas las edades a través de las nuevas tecnologías que nos brinda la “modernidad”. A caballo de estas herramientas las distintas generaciones ¿de amigos? nos bañamos en las aguas de la sensibilidad fraternal y nos juramos, amistad eterna, amor verdadero y lealtades duraderas; quien nos viera en perspectiva (es decir desde afuera) podría inferir que somos, por sobre todas las cosas, una sociedad de verdaderos amigos (no digo que nos los tenemos) unida frente a la adversidad y mancomunada en los logros comunes; pero esto desgraciadamente no es así, solo dura lo que el calendario gregoriano establece como el transcurso de un día; al siguiente, la realidad, que nos atraviesa a todos con inusual rigor, se adueña de nuestras conductas y procede en consecuencia para revelar una vez más el verdadero testimonio de la hipocresía que significa nuestras relaciones personales en los días que restan del calendario nacional.

Esta especie de tregua que nos damos una vez al año (junto a otras fechas que promueven sentimientos similares) opera en nuestras vidas como un sistema útil que depura las contaminaciones que acumulan los sujetos en lo que José Ingenieros definiría en su época (libro) “la simulación de la lucha por la vida”.

Un acontecimiento ejemplificador es lo que sucedió seis días después (por las mismas redes sociales) con el sentido recordatorio de la muerte de Eva Duarte (Evita). Usar la imagen de Evita para cruzarse insultos entre la clase política argentina y la ridiculización que realizaron algunos periodistas a su figura con el tema de los billetes de cien pesos, sumado a la exacerbación de las mentes más obtusas que todavía quedan en nuestro país, es una ofrenda de mal gusto para quien luchó por las causas justas de nuestro pueblo y un agravio a la memoria de quien dio en vida lo mejor que tuvo (su juventud) para mejorar la situación social de los que más sufrían en ese tiempo histórico argentino.

Quizás aprendamos un día que sus enfrentamientos mas cruentos de otrora (contra la oligarquía que tenía sumergida a las clases trabajadores en la miseria) pertenecen a un pasado personal de Eva y la historia argentina que sucedió hace ya sesenta años atrás; en cambio, su legado (como sucede con todos los personajes célebres de nuestro pasado) le pertenece a todos los argentinos para imitar su ejemplo de lucha por la justicia social de todos los argentinos.

Es indudable que este tipo de enfrentamientos de unos y otros no puede ser obra de una sola persona, ni de exabruptos discursivos; en el oficialismo tiene su razón de ser en una estrategia de gobierno que apunta a dos cosas fundamentales: la primera, marcarle la cancha a la dirigencia política (tanto oficialista como a la opositora) para hacerle saber que el único que decide cómo y cuándo se hablará de candidatos presidenciables es quien conduce el gobierno nacional y la segunda establecer una agenda para entretener a los medios, quienes después se encargan a diario de amplificar los enfrentamientos de Cristina con algún enemigo “virtual” (siendo así funcionales a éste) con el claro objetivo que se hable y se discuta de lo que ella quiere y no de lo que verdaderamente sucede en el país. Así, de este modo, quien gobierna tiene la iniciativa y a la oposición, solo le queda el rol contestatario de la falsa información.

Por supuesto que todo esto tiene el propósito de ocultar los verdaderos problemas que tiene el gobierno mientras nos entretiene (al más puro estilo de Tinelli con sus escándalos que otros programas discuten a diario) con peleas de conventillo del viejo almacén disfrazado de épicas revolucionarias difundidas por cadena nacional.

¿A quién le importa la pelea del gobierno con Magneto (Clarín) mientras la verdadera inflación se come el salario de los trabajadores?

¿A quién le importa si la Presidenta prefiere a los hombres pasionales o cerebrales mientras la inseguridad se adueña de la vida cotidiana de los argentinos?

¿A quién le importa cuánto cobra la mujer de Bonelli, mientras cientos de miles de (900.000) usuarios no pueden viajar en subterráneos rumbo a sus quehaceres cotidianos?

¿A quién le importa las maniobras políticas del gobierno para neutralizar o desgastar a sus posibles competidores a la presidencia del 2015 (Scioli, Macri y ahora De La Sota) mientras se sigue escamoteando el dinero que le pertenece a las provincias?

¿Es tan pequeña la mirada política de nuestra clase dirigencial que no se da cuenta de los datos que surgen de la realidad? ¿O su ego nos les permite darse cuenta que las necesidades de la gente poco tienen que ver con sus mezquindades de poder?

A veces tengo la sensación de que los comunes mortales con nuestro sentido común, nos orientamos mejor en estas cuestiones de la política, que siguiendo a cualquier iluminado.

Quizás, habría que hacerle saber a nuestros políticos que los Dioses, los héroes y los líderes solo existen mientras los pueblos creen en ellos.

Montesquieu aseveraba con precisión al respecto: “Ningún poder sin límites puede ser legitimado”; y yo estoy seguro que el pueblo sancionará con su voto a todos aquellos que usaron el estado (municipal o nacional) para manipular la realidad que todavía espera sus respuestas.

Si un gobierno que ganó por el 54% de los votos, con mayoría en las dos cámaras legislativas, con una justicia complaciente, con apoyo mayoritario eventual de los gobernadores de las provincias de nuestro país, con la división de los principales sectores gremiales, con una dispersión de todo el arco opositor y sus partidos políticos, con récord del costo de la soja que exime de cualquier yerro a los economistas de turno, me pregunto una y otra vez a riesgo de ser tildado de ingenuo, ¿Qué más le hace falta a este gobierno para pacificar el país y resolver lo que todavía tenemos pendiente?

¿Se podrá aspirar algún día a una comunidad de amigos y entre todos buscar el bien común y la felicidad de todos sus miembros? ¿O será una utopía de algunos ingenuos como yo que todavía creen que construir un país mejor todavía es posible?

VICENTE SCORDAMAGLIA

martes, 17 de julio de 2012

ES LA LUCHA POR EL PODER LO QUE EXPLICA ESTA LOCURA


ES LA LUCHA POR EL PODER LO QUE EXPLICA ESTA LOCURA

La escalada de conflictos que vive nuestra Nación tiene la turbulencia del viento que (al igual que una gran tormenta) obedeciendo a sus propias leyes, desparrama en el ambiente, aquellos elementos (desprovistos de resguardo) que no están bien afirmados sobre la tierra. Así sucede con los viejos aliados del gobierno nacional (desprotegidos por el poder) apurados por los tiempos de crisis que corren, no reciben los fondos necesarios para administrar sin sobresaltos sus economías provinciales, altamente deterioradas y dependientes del poder central. Por otro lado, tampoco se puede distribuir lo que no se tiene como patrimonio propio, (o lo que se escamotea con fines de extorsión política), por ello el gobierno nacional prefiere instalar tropa propia en lugares estratégicos antes que seguir negociando con aliados, que, a la hora de entregar su apoyo incondicional cobran un importe elevado por una “prestación” que tiende cada día a ser mas escasa; es que los mismos sujetos del servicio de la vieja alianza que viene sosteniendo al gobierno desde hace nueve años, comienzan a rendir cuentas ante el soberano, del dispendio que significó el “modelo” Kirchnerista.

La larga lista de ex aliados que la implosión Kirchnerista viene dejando afuera del “reparto” de favores, tiene su correlato en la actual embestida que realiza la Casa Rosada sobre dos dirigentes que otrora fueron un puntal para el ascenso y armado del poder de Néstor y Cristina: Scioli y Moyano, considerados estos como los mas peligrosos oponentes que debería enfrentar el oficialismo el año entrante (año electoral) si es que estos decidieran proponerse como alternativa al poder actual.

Reflexionemos sobre esta hipótesis:
El camionero podría ganarles la calle (sumando masa crítica), convocando a los distintos sectores enfrentados con el gobierno argumentando una abultada lista de reclamos, en cambio Scioli, exhibe una alta consideración en la expectativa de la gente que lo transformaría casi inmediatamente en una alternativa válida en la actual orfandad dirigencial que no acierta a construir un espacio de coincidencias comunes con miras al reemplazo institucional del 2015.
Estos dos componentes podrían transformarse en una nueva alianza electoral; si a esto le  sumamos el impedimento institucional que tiene Cristina para presentarse a una nueva candidatura presidencial y la carencia de relevos en sus filas que continúen con el proyecto presidencial, le dejaría al gobierno una sola posibilidad, ganar por un amplio margen las elecciones legislativas del 2013 con el único objetivo de modificar la Constitución Nacional.

Así como los estrategas militares que eligen donde y cuando dar la batalla final, el gobierno en este caso con la certeza de que Scioli- Moyano son los próximos enemigos, decidió acelerar los tiempos de confrontación en un año (2012) no electoral para desgastar (mezquinando los recursos a la provincia y dividiendo a la CGT) al único frente posible que podría capitalizar el creciente descontento social dejando el camino libre de posibles opositores.
En cambio el Sciolismo, decidió esperar (aguantando la embestida) al 2013 pensando poner en aprietos al gobierno antes de romper definitivamente la sociedad con el claro objetivo de ser la opción presidencial en el 2015.

Sin embargo, esta ingeniería política puede tener un correlato impensado para ambos contendientes incluso en algunos casos con peligrosa proyección nacional.
En el primero de los casos surgen algunos interrogantes que el gobierno podría estar evaluando en caso de seguir con esta operatoria de desgaste y sus posibles riesgos:
¿Creerá el gobierno que esta embestida contra uno de sus principales apoyos (Daniel Scioli) en una provincia  repleta de necesidades y con una compleja trama política de intendencias puede dejar al gobierno indemne de responsabilidades en la hipótesis de un eventual estallido social en esa provincia?
¿Especulará el gobierno con la posibilidad de que eliminando a Scioli, y en caso de que no le alcancen los diputados propios para la reforma constitucional que habilite a la presidenta a un nuevo periodo presidencial podrá instalar algún otro candidato que no sea Cristina?
¿A cuántos gobernadores con la misma situación parecida a la de Scioli puede arrastrar esta turbulencia impensada faltando 3 años para el recambio institucional?

En el segundo de los casos las dudas no son menos complejas para resolver, echémosle una mirada:
¿Cuánto tiempo le queda a Scioli antes que la opinión publica lo catalogue de tibio (frente al intenso castigo y provocaciones que recibe a diario de Cristina y sus funcionarios) y comience a retirarle el apoyo?
¿Cuánto tiempo le queda a Scioli antes de que el PJ disidente comience a encolumnarse de nuevo frente a la incertidumbre política de no poder armar una alternativa de poder?
¿Qué margen político le quedaría a Scioli si en su provincia la situación se torna ingobernable y lo obligan a romper lanzas antes de tiempo?

Hasta aquí me he planteado alguno de los interrogantes que se desprenden de una hipótesis de pensamiento que con el correr de los acontecimientos tienen día a día mayor verosimilitud, lo cierto es que en el medio de esta lucha por el poder que se ha desatado en Argentina se encuentra el pueblo con un sinfín de conflictos y demandas insatisfechas y bien podría una vez más como en el pasado, descreer de los políticos agregando un acelerador al conflicto que suele potenciar la incertidumbre de los pueblos.
Así como está planteado el escenario, "es la lucha por el poder la que explica lo que sucede en Argentina".
Al gobierno nacional ya no le alcanza con los discursos cotidianos de la presidenta ante el futuro incierto que comienza a configurarse.
Y a la oposición la realidad le corre una carrera contra reloj si es que quiere ser alternativa en el 2015. 
Toda la dirigencia debería saber a esta altura de nuestra historia política, que el derecho a representarla se dirime en la calle y la legitimidad se gana en las urnas.

Me parece que esta historia ya la viví.
Decía Einstein para definir la locura:
“Loco es aquel que realiza siempre lo mismo y espera resultados diferentes”
¿Estaremos todos locos? 

VICENTE SCORDAMAGLIA

lunes, 11 de junio de 2012

QUEDAN POCOS CONEJOS EN LA VIEJA CHISTERA

QUEDAN POCOS CONEJOS EN LA VIEJA CHISTERA

La política es la crítica continua de la realidad.
La política es un mecanismo de cambio no de preservación o conservación.
 Si todos pensáramos igual en todos los casos ¿Quién vendrá a decirnos las verdades?

Si alguien me hubiera dicho entonces que el gobierno, quien obtuvo el rotundo triunfo en las elecciones presidenciales con el 54% de los votos, luego de ocho meses de gestión estuviera a punto de meterse en un callejón sin salida, le hubiera recomendado que deje la grapa en ayunas y modere con un tecito por el resto de sus días; sin embargo la realidad de los hechos cotidianos viene a demostrar que no solo se trataba de la elucubración de una mente afiebrada por la ingesta de alcohol mañanero, sino que estaba dentro de las posibilidades de que el “modelo” se agotara en si mismo generando un desgaste prematuro provocando alarma y zozobra  en todos los sectores de nuestra comunidad.   

Es que Argentina, es un país que vive un proceso precipitado de reformas culturales, transformación política y conflictos económicos y sociales.
Corrido por los tiempos que le marca al gobierno, la necesidad de acaparar una caja que disponga de fondos necesarios que demanda un “modelo” insaciable que devora lo que encuentra a su paso; dificultad ésta que surge como resultado de la praxis cotidiana y las certezas personales de quienes conducen dicho proceso.
Así, la vorágine que imprime el gobierno nacional sobre los acontecimientos, no está dada por problemas que surgen de una planificación en pleno desarrollo y expansión sino más bien son producto de necesidades y conflictos originados por sus propios actores.  

No hace falta hacer un análisis muy profundo para darse cuenta de esta verdad de Perogrullo, tan solo alcanza con seguir de cerca los acontecimientos producidos en el país desde que asumieron la primera magistratura de la Nación, primero Néstor y  Cristina Fernández de Kirchner después; así tenemos hoy una Argentina con un vigoroso oficialismo con la energía política suficiente como para ocupar todos los espacios de poder y gobernar a discreción (aún con sus errores) mientras que del otro lado apenas se ve una pobre oposición desquiciada, que solo se conforma con el triste papel de exhibir unas cuantas voces contestatarias e inarticuladas a las políticas ejercidas por el gobierno nacional.    

Y aunque no nos gusten las prácticas en la ejecución política implementada por el Kirchnerismo y sus relatos recortados de la historia común de los argentinos, bien vale reconocer que ambos gobiernos (el de Néstor y Cristina) consiguieron (con el apoyo de las mayorías) conmover y hasta poner en peligro el férreo blindaje que contiene agazapado al vetusto sistema de poder económico, político y social de los años 90; recordemos la crisis de los mercados emergentes, la desocupación crónica y la deuda externa que estallara entonces generando la gran crisis del 2001 que devastó a la Argentina, desacreditando a todas las instituciones del país con sus dirigentes a la cabeza (que se vayan todos).
Y, aunque el kirchnerismo en definitiva no consiga doblegar definitivamente a los factores de poder que tuvieron sumergido al país durante décadas, de aquí en adelante (arriesgo mi opinión) nada será igual.
Este logro del Kirchnerísmo de someter todos los factores de poder a la política (bienvenida la política) junto al ingreso entusiasta de los jóvenes (bienvenido los jóvenes) es si se quiere la mayor contribución al sistema democrático de Argentina que seguramente quedará como legado para ser profundizado y mejorado por nuevas generaciones de dirigentes que ingresen al escenario nacional.
La transformación política no solo se trata de instituir nuevas leyes y reglas de juego acorde con los tiempos que vivimos, sino también, la creación de nuevos espacios políticos que permitan participar a una base social cada vez mas amplia diversa y plural por encima del viejo sistema de partidos (Justicialismo-Radicalismo derrotado ampliamente en las últimas elecciones constitucionales) desde la creación del Movimiento Peronista que irrumpió a la vida política nacional con los mismos propósitos (Conservadores-Radicales)  

Desde que dejé de ser un joven activista y pelearme hasta con los monumentos que representaban a la “antipatria”, aprendí que en un sistema democrático los procesos políticos son como los años de las personas, se cumplen aunque uno no quiera, por ello lo mejor que se puede hacer es empujarlos siempre hacia delante; esto le permitirá a la gente un doble beneficio que es invalorable; si los gobiernos son buenos, pues que den de sí todo lo que puedan, pero si son malos servirá para que se vayan lo antes posible.
En este sentido el gobierno nacional comienza a dar síntomas de fatiga provocada por la prolongada permanencia en el poder, es como si ya hubiera dado todo lo que pudo en el término de los tres períodos constitucionales que le tocó gobernar (es que quedan pocos conejos en la vieja chistera) y a la falta de una dirigencia que encarne a la oposición como alternativa y recambio democrático, en el seno del gobierno comienza a generarse un fenómeno denominado por la física como una “implosión” (explosión-expansión; implosión-autodestrucción) es decir que al no haber expansión el desgaste comienza a fagocitar su propio interior desgranándose finalmente en su totalidad.

La metodología del Kirchnerismo desde su ascenso al poder fue la de profundizar hasta el límite las contradicciones subyacentes en los viejos aparatos del poder (partidos tradicionales, movimiento obrero, empresariado, iglesia, fuerzas armadas y la corporación mediática) dividiéndolos entre buenos y malos afirmando allí su lógica de construcción del poder arremetiendo quijotescamente contra todos los molinos de viento que encontró a su paso haciendo que soplaran a favor de su tan mentado “modelo”; pero este esquema solo duró (deberían saberlo) el tiempo en que las cajas se mantuvieron llenas, así, todos los sectores se encontraron haciendo fila para sentarse a la mesa y consumir de la mano del Estado hasta agotar stock; gobernadores, intendentes, empresarios, gremialistas y movimientos sociales rodearon al gobierno para ser beneficiados por el favor de un estado “benefactor”, que estableció con estos grupos, un toma y daca mientras construía un poder político propio que garantice continuidad sin soportar concesiones ni presiones de estos mismos grupos de poder (el fin justifica los medios)  

Pero el tiempo no siempre juega a favor de los más audaces. Los últimos acontecimientos (que se precipitan sin darle tregua al gobierno) con nombre propio oficialista, son los que tuvo que enfrentar el gobierno nacional (Schocklender, Boudou, subsidios al transporte que dejó al descubierto el accidente de Once, cepo cambiario, pesificación y un tal Reposo entre otros) dejaron al desnudo a un gobierno que pierde aceleradamente la confianza del mismo pueblo que lo votó el pasado octubre de 2011.
Si esto es así, (y atento a que falta tres años y medio para elegir gobierno) la democracia argentina requiere con premura  que se estructure una oposición seria y responsable que contenga las crecientes demandas y expectativas de los distintos sectores de la población que comienza a mostrar su irritación.
Generar una alternativa superadora al poder actual es el desafío de la democracia argentina, ya no solo de la clase dirigencial sino de todos los Argentinos; una alternativa superadora presupone hacerse cargo de todo lo bueno que ha hecho este gobierno y convocar a los argentinos a unirse en un frente común para enfrentar los grandes desafíos del futuro de la Nación y su pueblo.

VICENTE SCORDAMAGLIA

jueves, 29 de marzo de 2012

LO QUE DESNUDÓ LA TRAGEDIA DE ONCE

LO QUE DESNUDÓ LA TRAGEDIA DE ONCE
Cuando la realidad supera a la ficción

“No hay nada en el horizonte directivo”. Así se expresó el General Perón para describir lo que sucedía en el país algunos años previos a su decisión de retornar a la Argentina luego de su largo e injusto exilio fuera de nuestra patria. De esta manera definía la ineptitud y mezquindad de la clase política dominante por esos años de decadencia nacional en manos de un grupo de militares golpistas, empresarios corruptos y partidos políticos inservibles.

Hoy, más allá de la retórica cotidiana sobre la Argentina “linda y maravillosa” que vivimos como generación los argentinos, (si usted no la ve es porque está mirando otro país) la realidad, una vez más supera a la ficción mucho mejor de lo que quisiera y pudiera argumentar cualquier opositor al gobierno de Cristina. Basta ver como dos de los más encumbrados dirigentes políticos de nuestro país (Cristina que ya nos gobierna y Macri firme aspirante) se tiran por la cabeza con un montón de chatarra vieja e inservible que en Argentina le llamamos “transporte”, para darse cuenta que la situación, no solamente no cambia, sino que tiende a empeorar;  y así, mientras todo esto sucede en las capas dirigenciales, cientos de miles de argentinos de a pie siguen sufriendo la maldición de trasladarse cotidianamente rumbo a sus trabajos u otros destinos como si fueran ganado rumbo al matadero (esto es literal). Esta situación, verdaderamente por lo menos, me resulta irresponsable.

Todavía permanece en la retina (y quedará por mucho tiempo más) de todos los argentinos las imágenes de cientos de personas que permanecieron atrapadas durante horas sin poder escapar del infierno ferroviario.
La muestra de irresponsabilidad, sentido común y la falta de solidaridad expresada por la dirigencia frente a un episodio de esta magnitud que nos enluta a todos, demuestra a las claras que  importa más la explotación política del desamparo argentino que la seguridad de la gente y sus bienes.
Lo que hubiéramos esperado en esos días de tragedia, es que los funcionarios de ambos gobiernos (nacional o porteño junto al coro irresponsable de todos los dirigentes de partidos políticos opositores que especularon y quisieron sacar rédito político de la tragedia de Once) se juntaran en un esfuerzo común para encontrar soluciones definitivas a la añeja problemática del sistema de transporte en Argentina de la cual todos sabemos, han colapsado hace rato frente al devenir del  crecimiento poblacional y el paso del tiempo, testigo implacable de la desidia nacional; así, como vemos actuar a nuestros dirigentes frente a los grandes desafíos que aun tiene nuestra sociedad nos muestra una vez más lo patético de la desventura argentina en materia dirigencial. 

Pero un interrogante todavía más peligroso surca los cielos de la patria y se instaló como pregunta en la opinión pública a partir de este trágico episodio que costó la vida a 51 personas (usuarios) y cerca de 700 heridos: ¿cuál fue entonces la finalidad de los subsidios?.
El común de los argentinos ya casi estábamos convencidos que fue para ayudar a la gente de menores recursos distribuyendo las cargas entre todos mediante los subsidios aportados por los fondos del tesoro nacional para que así de esta forma los empresarios del transporte público no aumentaran el costo del boleto al valor “real” cubriendo así  el “déficit” que estos tenían al tener un boleto más barato; pero si esto fue así, se supone que las empresas no perdían plata ya que con el subsidio (que en definitiva  pagamos todos por ser plata del Estado) cubrían “sus pérdidas” y en consecuencia deberían de haber invertido esos fondos para mejorar los servicios y no llegar al límite de poner en riesgo la vida de los usuarios; entonces ¿Qué pasó? ¿Qué hicieron con la plata de los argentinos?.
Si la plata de los subsidios sirvió para que los concesionarios realicen tomas de ganancia empresarial u otros artilugios financieros poco claros en vez de invertir para mejorar los servicios, deberíamos revisar con urgencia que dice la ley al respecto, porque la duda de todos se dirige hacia la sospecha de estar frente a un monumental fraude, un delito penal y criminal por desvío de fondos de subsidios del Estado con otros destinos que indudablemente no fueron los pactados por el Estado Argentino. No quiero ni pensar que pasaría si se investigara el resto de los subsidios adjudicados a concesiones de luz, gas, agua, teléfono y otros tantos servicios públicos subvencionados por el gobierno en todos estos años.

Pero bien, todo es posible en la dimensión desconocida del manejo de estos fondos (subsidios) en la cual ya ni siquiera sabemos si la propia Presidenta está al tanto del destino de estos y otros manejos que comienzan a ver la luz amenazando con erosionar aceleradamente el fabuloso apoyo que tuvo el gobierno en las elecciones presidenciales pasadas.  
Esta controversia recién empieza y los grandes argumentadores de un lado y de otro comienzan a esbozar su relato de la realidad; ¿se impondrá el relato de lo real (quiero decir el relato del gobierno) aquel que dice en su acepción más antigua: perteneciente al rey y por tanto es la verdad absoluta? ¿o se impondrá el relato de quienes quieren diezmar el poder del gobierno de Cristina? (aquellos que todavía no le ofrecieron ninguna alternativa al pueblo) entretanto, solo se dedican a auparse en los numerosos errores del gobierno y así camuflar su visible inoperancia.
Mientras todo esto sucede, “el pueblo está solo y espera”; esperanza esta de creer en  que tiempos mejores deberán venir para avanzar con coraje y decisión hacia un futuro mejor, antes de que el futuro venga por nosotros para convertirnos una vez más en pasado.    
                                                    
Vicente Scordamaglia




martes, 28 de febrero de 2012

LA DEMOCRACIA RENGA

LA DEMOCRACIA RENGA

¿La Argentina termina siempre rendida a las internas del peronismo? ¿O es como decía el General? ¡Peronistas son todos!
Veamos de qué se trata:

Si bien la pulseada recién empieza y el iceberg (parece ser lo suficientemente grande como el que hundió al Titanic) solo nos deja ver su punta temible, todas las señales indican  (por más que materialmente falta mucho para el 2015) que la ingeniería del gobierno maneja con precisión de relojería los tiempos de la política mostrando sus necesidades por adelantado; parafraseando a Pascal, "el poder tiene sus razones que la razón desconoce”. Así Argentina nos muestra la realidad con crudeza, en donde la oposición carece de líderes, imaginación y propuestas para construir alternativas al poder actual, dejando solo al gobierno la difícil responsabilidad de “salvaguardar” una democracia renga  que le cuesta consolidarse en el tiempo promoviendo a nuevos dirigentes políticos que la proyecten como la herramienta indispensable de la construcción social de todos los argentinos. Como consecuencia de esta anomalía, al igual que cualquier organismo vivo, todo lo que no se puede expresar en el afuera se vuelve inexorablemente hacia adentro; así, la disputa por construir alternativas, se produce adentro del peronismo y más precisamente en las entrañas mismas del poder.

No es azaroso entonces que desde algunos sectores del gobierno nacional, surja ahora la idea de debatir e instalar en la opinión publica, la necesidad de una reforma constitucional. Esto obedece a una premisa fundamental del oficialismo ya que sin reforma, el Kirchnerismo no tiene candidato genuino (que garantice la continuidad del modelo) para el próximo período presidencial, recordando una vez más que en las cosas del poder, la sucesión es uno de los temas más serios y no se debe dejar que el azar lo resuelva.   

Si esto es así, pues entonces los tiempos no se adelantaron sino que están en armonía  con el objetivo que ha comenzado a trazar el gobierno de Cristina.
Una posible reforma constitucional, requiere el voto de dos terceras partes del Congreso Nacional que hoy en día el gobierno no posee; esto no quiere decir que no pueda negociar con la oposición para alcanzar el número deseado, pero en política nunca se sabe como reaccionará la oposición y mucho más si ésta, está siendo sometida a la mirada severa de la opinión pública que se encuentra expectante sobre su razón de ser; por lo tanto, todo apunta dentro del gobierno a querer garantizar por sus propios medios (aunque sea riesgoso en medio de importantes ajustes) el número necesario (si es que no se puede este año) en el próximo recambio legislativo que se llevará a cabo el año entrante (2013). 

El gobierno Kirchnerista se ha caracterizado por tener una metodología que recorre  permanentemente los umbrales  de los límites de la confrontación; es como el andar del cangrejo que avanza hacia adelante mirando para atrás rompiendo con sus viejas estructuras. En el frente interno avanza así, cuestionando a sus viejos aliados transformándolos en adversarios: primero lo hizo con Duhalde (su mentor) luego con el “viejo aparato peronista”, le siguió en la nómina el grupo Clarín, siguió con los aliados transversales, volvió con el “viejo aparato peronista” y la emprendió contra Moyano y grandes sectores del gremialismo y finalmente pareciera que caerán en la volteada, todos aquellos dirigentes que intenten tener la osadía de proyectarse hacia el futuro como posibles candidatos presidenciables que no sean de su signo ideológico; de esta manera, su discurso se configuró en línea con su objetivo inmediato: fue contra el imperialismo, contra el menemismo, los militares, la iglesia y sus representantes, la burguesía agraria, los medios de comunicación y los malditos periodistas, hoy la soberanía. 
Pero en esta impetuosa serie de confrontaciones se esconde la lógica del Kirchnerismo; el gobierno de Néstor y el de Cristina después, han sabido construir en este camino nuevos espacios de militancia que le son propios y ha cosechado otros tantos apoyos de sectores que están más acordes con su pensamiento político (que el que fue dejando en el camino) tal es el caso de numerosos segmentos de juventud que adhieren fervientemente a su “modelo político”; la vieja consigna tan esgrimida en los años 70 de que “el fin justifica los medios”  en este caso fue utilizada por los Kirchner para construir poder propio en su largo camino de confrontaciones hasta lograr un aparto propio que permita al gobierno depender lo menos posible de otros espacios políticos que no le son tan afines.
Sin embargo a este “movimiento” todavía le falta una última fase más que importante para serlo; un verdadero movimiento político es aquel que tiene la capacidad de mantenerse en el tiempo garantizando la continuidad de sus políticas sin sobresaltos ni alquimias; esto es la formación de un segmento dirigencial propio y leal que garantice la continuidad de las principales políticas iniciadas por el Kirchnerísmo (hoy el gobierno no lo tiene)
Por el contrario, la preocupación es tal que quienes tienen hoy alguna consideración electoral entre la gente y están adentro del propio gobierno nacional como es el caso de Scioli o el mismo Boudou (que ya no es Amado) hoy cuestionado por sus manejos poco claros  (que el propio gobierno intenta desgastar) no son precisamente quienes le ofrecen al gobierno la mejor garantía de sucesión al poder; es más, hasta diría que tanto el gobernador como el vicepresidente representan a sectores antagónicos al gobierno.
Esto explica la voracidad de ocupar espacios de poder de decisión y económicos en la extensa complejidad del estado nacional para condicionar a futuro cualquier contingencia desfavorable que el gobierno deba enfrentar (¿habrán decidido tirar a los viejos por la ventana? ¡Aunque algunos ya se están tirando solos!.  

Finalmente me quiero referir brevemente para destacar lo que me pareció más asombroso y que recién comienza. Este episodio se produce en el frente externo con amplia repercusión interna y es la escalada belicosa entre Inglaterra y Argentina por lo que nuestro país considera la militarización del atlántico sur en nuestras Islas Malvinas. Es indudable que ningún argentino bien nacido puede estar en contra del reclamo y devolución de nuestro territorio usurpado, (discusión mediante si se respeta o no la autodeterminación de los Kelpers) pero cuidado con estimular con excesivo énfasis sentimientos patrióticos si no se tiene la certeza de lograr algún resultado favorable en el largo camino de la recuperación de las islas ya que un nuevo fracaso en temas tan sensibles pueden despertar en mentes afiebradas sentimientos encontrados.
Si esto es solo una cortina de humo o el status de las negociaciones empeoran o retroceden, el gobierno puede pagar muy caro la osadía de haberse metido esta vez con las pasiones y sentimientos más caros de los argentinos.

VICENTE SCORDAMAGLIA