MIGRAR O MORIR
El fuerte
impacto que produjo la foto del niño Sirio (ahogado) en las playas Turcas, en
el fallido intento de migrar junto a su familia escapando del horror de la
guerra en la tierra que lo vio nacer, estremeció la fibra humana, aún hasta la
de los más indiferentes, que se preguntan, cómo la especie humana puede
permitir que se cometan tales atrocidades hasta permitir que ocurran sucesos
tan dolorosos de sobrellevar sobre la
conciencia humana que se jacta de haber alcanzado el punto más alto de la
“civilización” de toda la historia de la humanidad.
Las atrocidades
que se cometen contra la especie humana y que las imágenes muestran con
elocuente realismo, develan a un mundo en constante conflicto; personas
escapando de las guerras, hambre y persecuciones políticas, abruman nuestra
conciencia que no consigue librarse de pecados concebidos por tolerar la
insensibilidad de quienes tienen la responsabilidad de evitar que semejantes
atrocidades se sigan perpetrando contra la especie humana, provenga de donde
provenga.
Verdaderas
organizaciones que se dedican al tráfico de personas como en los comienzos del
siglo XIX, con la complicidad de gobiernos que miran para otro lado mientras se
cometen verdaderos genocidios de personas en estado de extrema necesidad. La
infamia, que resume todo el horror y el drama humano que se vive en las costas
europeas, está dando cuenta de la parálisis que todavía impera en gobiernos,
muchos de los cuales son los que han provocado estas crisis producto de la
lucha de intereses que mantienen en esos focos de conflicto.
La actitud de
Europa frente a los refugiados, debe cambiar inmediatamente dando solución a la
grave crisis migratoria que amenaza con desbordarse provocando un verdadero
éxodo a nivel internacional de difícil solución.
Según las
estimaciones de La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la cifra de migrantes que podrían
morir en el intento de salvar sus vidas puede llegar a las 30.000 personas en
el curso de 2015 convirtiéndose así en el mayor genocidio de estas
características de episodios mundiales. A su vez la Agencia de la ONU para los Refugiados- ACNUR informa que
los movimientos masivos totalizan en lo que va de 2015 mas de 60.000.000 de
personas refugiadas o desplazadas y que más de la mitad son niños.
Los gobiernos
que tienen a su alcance la solución de tamaña barbarie humana, deben reaccionar
para poner fin a episodios que ofenden la dignidad humana y lesionan seriamente
la conciencia del mundo “civilizado”.
VICENTE SCORDAMAGLIA