Articulo de opinión
Los trabajadores como moneda de
cambio de una reforma absurda.
Por: Vicente Scordamaglia
Tomas Gray
“donde la ignorancia es
una bendición es una locura ser sabio”
Una sensación
de incertidumbre recorre toda la sociedad argentina que ve como se licuan sus
magros salarios, sus derechos adquiridos y la perspectiva de vida frente a una argentina
que extrema sus conflictos al límite de la tolerancia con un presidente
Aspirante a monarca
completan un panorama desalentador en donde la gente no encuentra salida alguna
por donde descargar su angustia y su desesperanza. Mientras esta aterradora perspectiva se
agiganta día tras día, las consecuencias de los decretos que presento el Presidente, proponiendo poco menos que una reforma en
todos los ámbitos institucionales de la nación (político, económico y social) comienzan
a tomar forma en el parlamento para meter mano en una serie de reformas que
afectará la vida cotidiana de todos los argentinos, esto es, por donde lo mire:
desde lo político, lo social y laboral afectara sin duda la vida de los
argentinos en su conjunto.
Es evidente
que el gobierno por lo que mostró hasta ahora tiene la pretensión de gobernar
por decreto buscando la suma del poder público apurado por la única necesidad
de urgencia de concluir cuanto antes las reformas que de allí se desprenden ya
que en la misma medida los sectores laborales afectado por las medidas mayormente
dirigidas a recortar sus conquistas comienza a organizarse en función de defender sus derechos ganadas en sacrificadas
jornadas y años de luchas patrimonio este irrenunciable que los trabajadores no
están dispuestos a negociar.
El
dispositivo del gobierno ya está montado a la espera de una confrontación histórica
entre gobierno al servicio de las elites dominantes y la clase trabajadora en
defensa de los salarios el trabajo y la producción.
Una
confrontación que se expresa en el plano
ideológico entre dos modelos de país que intentan: uno que quiere seguir especulando con el
capital financiero internacional con acceso fácil a los recursos estratégicos de la
nación y el otro modelo que apuesta al desarrollo productivo en la búsqueda del
pleno empleo y la justa distribución de las riquezas.
Las
incipientes marchas a un gobierno que recién asume su gestión, nos esta dando la
pauta de la dureza de la confrontación que apenas asoma su virulencia de la
futura confrontación.
Es evidente
que le han hecho creer al presidente que tiene que meter mano en la mayor
cantidad de medidas antes que decaiga su poder; no queda todavía muy claro si
la cantidad de medidas que pretende transformar encubren otras medidas mucho más
transcendentes como la que el costo de las reformas lo tengan que pagar los trabajadores
y los sectores mas postergados de la sociedad, mentira piadosa que el
presidente les hizo creer a los argentinos que esta vez el costo lo pagaría la casta;
así se lo ve a un presidente florearse por el escenario nacional como si por relatarle
al pueblo los difíciles momentos que vamos a vivir alcanzara para gobernar: decirle
a todos la verdad no es ninguna virtud por el contrario es obligación de todo
gobernante asumir la realidad y transformarla en beneficio de su pueblo.
El Presidente
Milei no para de encender la mecha de nuevas dinamitas preparadas para estallar
ni bien entremos en la segunda fase de este criminal proyecto que intenta
imponer con resultado incierto.
En este
nuevo sainete de la tragedia argentina dos trenes circulan de frente por la
misma vía férrea a toda velocidad: ninguno de los dos maquinistas advierten la
posibilidad de una salida consensuada por lo que es de esperar un choque
frontal que dejará sin duda cicatrices difíciles de cerrar para el futuro de todos
los argentinos por igual.