Artículo de opinión
LA MISION DE LA POLITICA
Por: Vicente Scordamaglia
La misión de la política es
reconciliar los intereses divergentes de los diferentes elementos sociales
proponiendo a unos y a otros compromisos razonables. Sus objetivos, son relativos,
no absolutos.
TZVETAN TODOROV
Un buen número de personas coinciden en que a partir
de las próximas elecciones otro país comenzará a visibilizarse, “el país que
los medios mantenían oculto”.Los medios de comunicación operando en defensade intereses
espurios se encargaron de mostrar una realidad distorsionada de lo que
verdaderamente ocurre en el país. Prolijamente desde el mismo momento en que
asumió el gobierno de Alberto Fernández, la oposición en complicidad con los
medios de comunicación, la justicia y los partidos de extrema derecha agrupados
en una alianza despiadada, apuntaron sistemáticamente a ocultar todos los logros
realizadospor el gobierno actual y convertir en un relato mentiroso para
esconder la realidad tal cual es.
Bifo Berardi decía: Se requirieron miles de años para
transformar la barbarie en Burguesía, pero solo tomó unas décadas en convertir
la Burguesía en barbarie.
Así
con algunas virtudes y unos cuantos defectos la democracia argentina luego de
las primarias no deja de sorprender mientras se apresta (ahora sí con los
candidatos legitimados) a cumplir una vez más con su cometido en las urnas.Poco
a poco los candidatos surgidos de las PASOdeberán dejar atrás las chicanas, denuncias, carpetazos,
mentiras y pase de facturas para dejarse ver ante la gente (al menos por un
rato) como los dirigentes más idóneos que
gobernarán nuestro destino por los próximos cuatro años.
Mucha
basura queda todavía en la mochila de la dirigencia que deberá dejar en el
camino si es que aspira a representar a los argentinos que muy a pesar suyo
(afortunadamente) todavía están dispuestos a seguir creyendo en sus promesas;
si no fuera así ¿de qué se alimenta la democracia?. Las democracias “modernas”
viven de las promesas incumplidas y subsisten por sus magros aciertos así, con
su lento acontecer los pueblos sobrellevan en su devenir las distintas
contradicciones que subyacen en su seno y que gracias a ello les permite encontrarreferentes que ayuden a resolver sus
dificultades más urgentes.
Cuando ya habíamos creído
que el mundo había dejado atrás viejas antinomias hoy, argentina con sus pocos
años (40) de ejercicio democrático se apresta a dirimir una vez más el modelo
con el cual avanzar en una nueva gestión,esto es, la vieja antinomia entre liberales
exacerbados agitando el recorte de las conquistas realizadas por la lucha de todo
el pueblo proponiendo un gobierno para pocos, o en su defecto consolidar un modelo
(como el que propone Sergio Massa)de gobierno que se sustente en la producción
el trabajo y la justa distribución de las riquezas.
Los
resultados de las PASO muestran una realidad inesperada para casi la mayoría de
la gente, el electorado con su voto dejó en el camino al principal candidato de
juntos por el cambio (Horacio Larreta) y encumbró a otro (Javier Milei) dejando
a la vista un escenario de tercios que deberá dilucidarse en la próxima
contienda electoral de octubre con la casi segunda vuelta entre los tres
candidatos más votados en las recientes primarias, este es un escenario nuevo
para nuestra democracia que todavía no sale de su asombro.
Mientras
los candidatos afilan su lápiz realizando
cuentas para ver hacia donde se dirigen los votos sueltos,la realidad
nos muestra que nada es igual, ninguna elección es igual a la otra; el
resultado que surja de la compulsa entre los tres candidatos en cuestión por
ahora se presenta incierta y en y en el mejor de los casos de que hubiera
segunda vuelta quien mejor ejerza el derecho a negociar se quedará con la
presidencia de los argentinos.
Finalmente
debo recordar que el conflicto en política es inevitable en nuestra sociedad,
por tanto veremos en los próximos 60 días una campaña feroz en la lucha por el
poder emulando una vez más como dirimen la contienda entre derecha y la
izquierda hecho que en nuestro país esta vez no alcanza a polarizar la elección
general por tanto nuevas alianzas están por alumbrar así como hizo Lula en
Brasil: ¡habrá que negociar!