Artículo de Opinión
FIN DE LA POLARIZACION COMO CARTA DE TRIUNFO
Por Vicente Scordamaglia
La alianza Cambiemos
volvió a polarizar la confrontación con el Kirchnerismo con la misma
metodología de siempre, asustar a gran parte de los argentinos exhibiendo a
través de los medios de comunicación a todos los monstruos que todavía proveen
los personajes siniestros que hurgan en las cloacas de la política de la
Nación, con el claro objetivo de recordar lo peor del gobierno anterior y
judicializar la conducta de su jefa política con el claro fin de sacar ventajas
electorales y alejar a la sociedad cada vez más del modelo que gobernó durante
doce años los destinos de los argentinos, logrando así, un nuevo aval para la
gestión del Ing. Macri.
Hasta aquí tanto en las elecciones de 2015 como las de 2017
el resultado favoreció las expectativas del gobierno y la confrontación con el
Kirchnerismo fue su carta de triunfo; pero de aquí en adelante el escenario no
será el mismo para el gobierno ya que una vez eliminado el “peligro” que
significaba Cristina como potencial ganadora de las elecciones intermedias que
la hubiera proyectado como virtual candidata presidencial en el 2019 (y única
jefa de la oposición) esta hipótesis, comienza a alejarse cada día más de la
consideración del electorado nacional.
El escenario presente de cara al futuro, no será tan sencillo
(si es que en algún momento lo fue) para el gobierno de Macri, ya que no podrá
seguir mostrando al electorado nacional que el país es víctima de las políticas
“populistas” y que como consecuencia de ello son el impedimento de la
realización de las reformas que atiendan la problemática social. De aquí en
adelante la única polarización existente se dará en función de lo que realice
el gobierno actual y lo que produzcan sus políticas frente a los intereses de
los sectores medios y medios bajos de la población que reclaman del gobierno
actual una mejor distribución de las riquezas y esfuerzos mejor compartidos y
equilibrados por todos los sectores de la sociedad.
En este marco político el contexto no será el mismo, a partir
de allí la sociedad argentina comenzará a evaluar y a juzgar no solo quién
tiene menos corruptos en sus filas para gobernar, sino sobre todo cuál es el
mejor modelo político, económico y social que representa a las grandes mayorías
de nuestra sociedad.
Es sabido entonces, que
en este gobierno como en cualquier otro, los aliados políticos se
mantienen juntos porque están de acuerdo en el plano de contenido pero no en el
de relación, esto es así mientras una amenaza externa común los mantiene
unidos, pero en ausencia de ella, se separan por incompatibilidad ideológica;
es ese el punto de inflexión por el que deberá atravesar la democracia
argentina en los próximos dos años para saber el nivel de conciencia política
alcanzado por la dirigencia argentina para construir políticas (consensuadas)
estratégicas y así adquirir un nivel superior de democracia alcanzada por otras
naciones que a pesar de sus diferencias entre ellos se mantienen unidos por el
bien común de su pueblo, recién ahí, sabremos si la razón política que es la
crítica continua de la realidad y la columna vertebral de la democracia, es un
genuino mecanismo de cambio o solo un disfraz de preservación y conservación de
un permanente status quo para unos pocos.