EL ¡SI SE PUEDE!
¿ES UN NUEVO FRAUDE PARA LOS
ARGENTINOS?
La campaña electoral para evaluar el primer tramo de la gestión del
gobierno actual ya está instalada en todos los órdenes de la vida cotidiana de
los ciudadanos. Con sus fortalezas y debilidades el gobierno deberá hacerle
frente a las promesas electorales incumplidas que lo catapultaron como
Presidente de todos los argentinos. Entre aseveraciones semestrales que fueron
subiendo de tono, el gobierno de cambiemos todavía hoy en día, no puede mostrar
un proyecto económico que indique que los argentinos dejaremos atrás años de
incertidumbre, desorganización política,
económica y social.
La gente no está conforme con las
medidas tomadas por el gobierno de Macri,
sobre todo en los aspectos que tienen que ver con la economía familiar de
nuestro pueblo. Los ajustes brutales sobre los servicios públicos de gas, agua,
luz, teléfono y servicios municipales sumados a los impuestos en bienes
personales y ganancias y ni hablar si le sumamos alquiler de vivienda escuela y
alimentos, están destrozando la economía de los hogares medios y pobres de la
población que ven como se les licua su salario solamente en el pago de los
servicios e insumos básicos para subsistir.
Es verdad que el anterior gobierno
dejó infinidad de desajustes en muchos aspectos de la economía, pero no es
menos cierto que el actual gobierno está haciendo una fenomenal transferencia
de dinero de los bolsillos de los trabajadores para paliar el déficits
empresarial y “mejorar los servicios” en la que todavía no se ve una sola obra
que indique que estén mejorando la calidad de sus prestaciones.
La práctica que instaló el macrismo
desde su inicio y que intenta naturalizar como algo lógico y razonable para los
próximos dos años y medio de gobierno, es cobrarle a los usuarios el costo que deberían
asumir los empresarios (eso que se llama capital de riesgo y que los verdaderos
empresarios conocen) por adjudicarles la explotación de empresas del estado nacional,
así, este gobierno con las medidas
arbitrarias que va tomando, está dejando en claro que el riesgo y el déficit empresarial
lo tiene que pagar la gente. Como vemos con estas prácticas empleadas por el
oficialismo no hay muchas virtudes que digamos de la que se puedan jactar el
presidente Macri y sus gerentes; administrar nuestros intereses no es solo imponernos
desde el poder la lógica de los Reinos de la edad media: aquellos que le hacían
pagar un tributo excesivo ordenado por el Rey caso contrario le sacaban las
tierras y no podían seguir trabajando para luego deambular en la miseria; lo
que estoy señalando con esto es que literalmente en la actualidad el gobierno
pone más esfuerzo en cómo sacarle la plata a los que menos tienen mediante impuestos
cada vez más onerosos (para seguir enriqueciendo aún más a sus socios ricos) en
vez de generar mayor equidad entre los distintos sectores que conforman nuestra
sociedad y esto es así cuando vemos que algunos funcionarios del actual gobierno
están vinculados financieramente con las empresas en cuestión.
La situación así como se ve, carece mucho
de ser un proceso virtuoso para transformarse a medida que pasa el tiempo y se
conocen algunos detalles del manejo económico del gobierno, en un nuevo fraude
para todos los sectores medios y populares que una vez más, están obligados a financiar
con sus magros salarios a empresarios inescrupulosos que no están dispuestos a
correr ningún riesgo empresario y realizar, mientras el estado argentino los protege,
un pingüe negocio a costillas del esfuerzo de los trabajadores argentinos y el
estado nacional.
A esta nueva estafa perpetrada por un
gobierno en contra de su pueblo que en vez de defender sus intereses y
administrar con equidad sus recursos defiende el patrimonio de los
especuladores de siempre se lo llama capitalismo de amigos y asociados porque
están decididos a seguir esquilmando a los argentinos enriqueciéndose a
costillas de un estado benefactor para ricos.
Un agravante pendiente sobre este
tema es el de la justicia que todavía no
investigó debidamente el destino de los subsidios otorgados a las empresas por
el gobierno anterior con proyección al oficialismo actual ya que ese dinero no
se materializo en obras que mejoren la prestación de los servicios; así
planteado el caso pasa de ser de una estafa moral a un delito económico que
debe ser investigado y sancionado para reparar la credibilidad del estado
nacional seriamente dañado por esta estafa que amenaza con quedar impune.
Ahora bien, ¿cuáles son las
perspectivas que se ven a futuro en este año electoral a casi dos años de
gestión del nuevo gobierno?. Si seguimos la proyección que nos dejó la última
elección que invistió al Ing. Macri presidente ganando en segunda vuelta por un
escaso margen de votos, apenas un tres por ciento del total de los votos
emitidos, la pregunta que surge a este interrogante es: ¿cómo votará la gente en
este contexto para el segundo tramo de gobierno del frente cambiemos teniendo
en cuenta que la economía no lo favorece?
Lo que resulte de esta elección de medio término impactará con fuerza en
las aspiraciones presidenciales de 2019. El reloj del tiempo comenzó a correr,
las fuerzas políticas son las mismas que confrontaron en 2015 y son las que
lideran Macri, Cristina y Massa. ¿Qué
hará la sabiduría popular con su voto? ¿Avanzará hacia un cambio desgarrador
que deja afuera a millones de argentinos o querrá volver al pasado inmediato
del cual hay mucho que revisar sobre todo mucho trabajo para la justicia?;
salvando esta polaridad que estos dos sectores alimentan a diario, una tercera
opción espera su turno para ser llamado a construir una alternativa distinta
que incluya los intereses y las expectativas de todos.
Esa verdad solo la conoce el pueblo mismo que en definitiva es el sujeto
productor de su propio destino.
VICENTE SCORDAMAGLIA