EL CORREO NO TRAE
BUENAS NOTICIAS
El revuelo que se armó con la condonación de la deuda que
tiene la familia Macri con el Estado Argentino en el caso del Correo, tiene más
allá de las cifras (que suben y bajan según los intereses de quien las emite)
que se barajan, profundas connotaciones políticas en las cuales el oficialismo
se ve directamente involucrado en otro hecho sospechoso de manejos espurios que
señalan directamente al presidente Macri y su familia; la ineficiencia de sus
funcionarios frente a temas sensibles que requieren un tratamiento político que
hasta ahora en este gobierno brilla por su ausencia son la otra pata del
componente explosivo que se está cocinando a fuego lento.
Desmenuzar cada uno de los errores que viene cometiendo el
gobierno (desde que asumió) con conflictos políticos emblemáticos sería
redundante, para ello los medios de comunicación son los idóneos ya que cuentan
con mayor información disponible; lo que sí me parece útil señalar es cómo el
gobierno nacional en el afán de diferenciarse del gobierno Kirchnerista incurre
sistemáticamente en actos de soberbia y de impunidad que redundan en la pérdida
de confianza otorgada por la gente en general, pareciéndose cada vez más que lo
que ellos creen al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Argentina no es una empresa, es una nación libre y soberana
frente al mundo y como tal requiere funcionarios políticos debidamente formados
para tal fin. Es una nación con gente de carne y hueso en su interior, que
demanda soluciones concretas a sus reclamos, con gobernantes que estén al
servicio de sus intereses y no (como muestra este gobierno) de las
corporaciones financieras que siguen esquilmando a los pueblos en vías de
desarrollo.
La sociedad argentina compuesta por segmentos de distinta
extracción socioeconómica no es un producto comercializable que pueda ser
manipulado a destajo por quienes lo administran temporalmente, en todo caso es
el funcionariado de turno quien tiene que rendir cuentas de todos sus actos de
gobierno, y su gestión será examinada por el pueblo en las próximas elecciones del corriente año. Nunca un gobierno elegido
por el pueblo ha perdido en tan poco tiempo (14 meses) los niveles de confianza
otorgado por el pueblo desde su asunción hasta la fecha; tampoco nunca se vio
en los treinta y cuatro años de democracia semejante volumen de ajuste que
recaiga sobre las espaldas de la clase media y los trabajadores argentinos.
Esta voracidad por el control de las cajas manifestada por
este gobierno desde sus inicios, se parece más a un ente recaudador y no a una
administración de gobierno que con planes y proyectos representen las
necesidades de todos los argentinos; solo les importa confiscar los activos del
pueblo sin importar que le sucede a la gente objeto de esta sangría perpetrada
por un gobierno que muestra la poca empatía con su accionar desprejuiciado y falto
de apego por el destino del conjunto de los argentinos.
VICENTE SCORDAMAGLIA