Artículo de opinión
La patria es el otro
Por: Vicente Scordamaglia
Los tres
poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) pilares de nuestro sistema democrático,
no se ajustan a la realidad presente, no solo porque carecen de respuestas
acordes a los tiempos que les toca ejercer sino que en la mayor parte de los
casos son actores preponderantes al servicio de causas non sanctas y en el peor
de los casos son copartícipes directos con quienes conducen los casos emblemáticos
que sacuden a la sociedad argentina en su conjunto.
Mientras
unos pocos intentan salvar lo poco que queda en píe de los superiores poderes
de la Nación, otros tantos contribuyen para que su sangrado termine por
carcomer lo poco que queda de la misión que tienen frente a la sociedad toda.
Argentina
mas que un país se parece cada vez más a un perro que se muerde la cola, es un
ciclo interminable de una comedia que se repite a pesar de que cambie sus
actores. Hoy ni oficialismo ni opositores (así me gusta definirlos) aciertan en
la elaboración de un proyecto que nos incluya a todos, por tanto es natural que
la gente siga señalando a la dirigencia nacional como los artífices de todos
sus males, y en ese acontecer de pleno dislate solo ofrecen insultos e improperios
entre sí para descalificar a sus adversarios. En un mundo que se nos presenta incierto y amenazante a la vez
(por las crecientes tensiones internacionales) los desafíos que tenemos por
delante requieren contar con dirigentes que asuman la sagrada misión de darlo
todo por la patria, esto es: “la patria
es el otro”. Las nuevas realidades requieren en todo caso nuevos liderazgosque sin
perjuicio de ello, en este acontecer, todavía quedan dirigentes con ideales
dispuestos a dar todo por el otro.
Sin embargo
por lo que se ve en la superficie, en ninguno de los casos aludidos (ejecutivo,
legislativo y judicial) asoma la más remota señal por donde encausar el sistema
social, político y económico rescatando la brújula perdida que nos guíe en un
nuevo intento (por ahora fallido) de
administrar justicia para todos.
Nada se podrá realizar si entre los
argentinos perdura la enemistad y el odio permanente, nada se podrá realizar si
los argentinos no unimos nuestro esfuerzo en pos de un destino común, destino
que se ve amenazadopor la impericia de unos pocos en detrimento de las grandes
mayorías de la Nación.