ARTICULO DE OPINIÓN
ALGO MÁS QUE UNA SIMPLE ELECCION
POR: Vicente Scordamaglia
A partir de lo que parece
ser un casi y seguro triunfo de Sergio Massa en las próximas elecciones del
domingo próximo, una nueva configuración
del mapa político argentino comienza a alinearse en el horizonte directivo. Este
fenómeno se da por partida doble tanto en uno como en otro espacio de los
contendientes, esto es: en el ámbito dirigencial de los “ganadores como así
también en el de los “perdedores” de la última elección. En esta elección a
diferencia de las paso el oficialismo mostró su verdadero poder de fuego para
ganar elecciones; este mismo fenómeno que atravesó a todos por igual se da con
distintos matices propios que les permitió a unos y otros posicionarse en el
nuevo, cambiante y controvertido escenario político de la nación.
El seguro rompimiento de
la principal coalición opositora, que en
ambos casos y por las mismas razones los obliga a unos y otros a buscar la existencia
de un nuevo escenario político en argentina que los legitime nuevamente frente
a toda la sociedad.
La importancia que tiene
este evento está dado por el interés que está generando en todos los países de
la región que se mantienen expectantes al resultado que arrojen las
elecciones en nuestro país pensando
siempre como afluirá el resultado en sus propios países.
Atento a esto, tenemos que
mencionar que el resultado final del
experimento Milei de ser exitoso terminará por insuflar mayor significado a las
derechas de toda la región.
Estas elecciones son algo más que una simple
elección ya que de ganar Milei abriría la puerta a una banda de locos
desaforados con ansias de poder y venganza en contra de todas las
reivindicaciones de los trabajadores creando un escenario de constante beligerancia
que pondría a la democracia argentina al borde de enfrentamientos que se sabe
donde empiezan pero nunca donde termina.
Nuestro
país está transitando un periodo de su corta historia democrática (40 años) como no se ha visto antes, la
incorporación de un tercer contrincante en la confrontación electoral ha venido
a ponerle nombre y apellido (La libertad avanza) a un personaje como Javier
Milei que ahora con la intervención de Mauricio Macri intentaran juntarle la
cabeza a todas las derechas que andan camufladas con sus distintos matices creando
eventos que no se habían producido antes
con tanta virulencia y nitidez poniendo en jaque e interpelando a toda la
sociedad ofreciendo un paquete de medidas estrambóticas para convertir a
nuestro país en un complejo proyecto exclusivo para unos pocos.
El
acenso que significo el fenómeno Milei fue debido a un agotamiento de la clase
política que en vez de buscar unidad en la diversidad para hacerse cargo de una
nación en crisis se dedico a acumular espacios de poder con el solo fin de
ocupar cargos en los distintos estamentos del poder.
Finalmente
para concluir con este escueto análisis digamos que cuando los buitres vuelan
bajo es señal que algo está en proceso de putrefacción; a esta realidad conflictiva
se le suma otro evento interno que como vía de escape arrasa violentamente con
todo lo que no se pueda salvar del deterioro existente.
A
todo este escenario que avizora nuevos y complejos enfrentamientos se le suma
la insólita embestida de aquellos que perdieron las elecciones previas como Patricia
Bullrich expresando públicamente y sin eufemismo su profundo deseo de que todo
explote cuanto antes convirtiendo a la democracia argentina en un polvorín en
donde pareciera que todos los días argentina está a punto de estallar.
Este
clima perturbador es creado irresponsablemente por una dirigencia que abiertamente expresa su
íntimo deseo de que argentina explote antes que vuelva a ganar el oficialismo
por otro periodo constitucional.
En
este escenario volátil y turbulento la sociedad argentina se apresta a votar a
un nuevo Presidente que tendrá que administrar las expectativas y el destino de
la nación toda sin importar el color político que la gobierne y por el término de cuatro
años; en este sentido los próximos días se presentan determinantes en donde la
decisión que asuman los argentinos sellará el destino de la patria que espera la
sensatez de su dirigencia. En este escenario en
donde es necesario tener mesura para la toma de decisiones, requiere tener equilibrio
emocional en su conducta y madures política para enfrentar los desafíos que
nuestro país tiene por delante. El veredicto final está en manos del
pueblo que sellará por los próximos
cuatro años el destino de los argentinos. Como dijo Roque Sáenz Peña alguna vez,
Que
el próximo domingo: “sepa el pueblo votar”
3 comentarios:
Excelente Vicente, parece que ante la ambición de los que gobiernan sea el pueblo quién deba expresarse en las urnas contra la tiranía. Los hijos de la democracia no permitamos que quienes desconocen el concepto de patria vulneren nuestra historia de pueblo que aún lucha por la justicia.
De acuerdo Vicente
Así es Vicente!
Si ganamos con susto es porque no supimos amalgamarnos en el legítimo poder que el pueblo nos dió en el 19…
Tu frase : cuando los buitres vuelan bajo es porque huele putrefacción
Abrazo
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