viernes, 23 de julio de 2021

 

Artículo de opinión

Muertes por covid19

Por: Vicente Scordamaglia

 

Quien se regocija con la muerte de otros y la manipula para sus intereses mezquinos es porque su humanidad ya se ha desbarrancado por los caminos de la exacerbación propia del fanatismo extremo. La muerte de más de cien mil argentinos por múltiples causas derivadas del covid19, fue vivida en algunos sectores de la oposición al gobierno nacional como un triunfo político. La propensión que tienen estos sectores (que se oponen a cuanta cosa hace el gobierno) por instrumentar políticamente los inconvenientes que manifiesta el oficialismo en el manejo de la crisis sanitaria no hace otra cosa que evidenciar la falta de propuestas alternativas por parte de los sectores oponentes al gobierno nacional, si no fuera así por cada yerro del gobierno acompañarían junto a la crítica una propuesta alternativa, así es como se enriquece la discusión (en busca de la solución) y fortalece la democracia. 

 Es sorprendente ver actuar a la oposición para las próximas elecciones comportarse igual a quienes critican: pase de distritos electorales, falta de democracia interna, armado de listas en las sombras y cuantas argucias se les presentan a la mano les son útiles para posicionarse en la opinión pública y tener acceso a las listas electorales. Estas actitudes muestran que no son mejores, por el contrario, los muestra descarnadamente como verdaderamente son. Dicen ser una cosa pero finalmente son otra; esta actitud solo tiene una denominación posible, se llama ¡cinismo! OSCAR WILDE lo definía así: Cínico es el que sabe el precio de todas las cosas y el valor de ninguna.

La falta de sensibilidad de estos sujetos no tiene límites.

Tienen un relato en contra de la política y viven de ella, desde que se recuperó la democracia en Argentina hasta la fecha. De la mentira hicieron un método para el engaño tergiversando los hechos de la realidad en beneficio propio consagrando su política al servicio de los poderosos en detrimento de los que menos tienen. No les avergüenza su actitud, por el contrario avanzan camuflados en nombre de la “República”, caballito de batalla que de tanto manosearla la convirtieron en una consigna vacía de contenido real.

Da gusto ver con qué ligereza pretenden reconvertirse del desastre que dejaron atrás cuando tuvieron que gobernar y el daño que le ocasionaron a los argentinos dejando un  quebranto del que todavía hoy nos cuesta salir.

Ya no vivimos en un presente plácido, sino que tenemos que esforzarnos constantemente en prepararnos para profundos y continuos cambios, al menos esa es la lección que nos está dejando esta pavorosa pandemia. Si reflexionamos con un poco de atención probablemente uno de los acontecimientos más importante del siglo XX haya sido el enfrentamiento entre regímenes democráticos y regímenes totalitarios en el que los segundos pretendían corregir los defectos de los primeros. Este conflicto fue responsable de la segunda guerra mundial dejando más de sesenta millones de muertos y de infinitos sufrimientos concluyendo con la victoria de la democracia. Pero algunos insensibles todavía no escarmentaron ni aprendieron nada de ese episodio trágico utilizando a los muertos como una mera transacción. Nada justifica una muerte, mucho menos  cien mil, esas personas no murieron por defender una ideología un partido político o un sistema económico, esas personas murieron por defender la vida, su propia vida que se vio arrebatada por una pandemia que no distingue color político alguno, solo necesita de sujetos insensibles dispuestos a promover conflictos         y sacar ventaja en medio de una tragedia humanitaria internacional. Finalmente Friedrich Nietzsche lo resume mejor que yo:

Quien con monstruo lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, también este mira dentro de ti.

lunes, 12 de julio de 2021

 

Artículo de opinión

LA HORA DE LOS MODERADOS

Por: Vicente Scordamaglia

La conquista por la vacuna se ha convertido en el elemento central en la lucha de los pueblos por sobrevivir a la pandemia y sus consecuencias colaterales. Lo poco que se sabe de ellas es que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico creando anticuerpos que disminuyen los efectos mortíferos del covid19. El mundo, sus gobiernos y la ciencia toda, corre contra reloj para evitar la mutación que dé origen a nuevas cepas haciendo inútiles las vacunas existentes, tomando medidas insuficientes y esperando con incertidumbre las próximas olas expansivas  de contagios que den origen a nuevas y peligrosas formas de la enfermedad que en poco menos de año y medio recorrió el planeta entero y afectó a todos los países por igual.   

En este contexto más que dramático, se van a desarrollar en nuestro país elecciones legislativas de medio término. A diferencia de otras habría que destacar que estas tienen algunos componentes que las convierten en más relevantes que otras a la hora de medir las fuerzas políticas que se proyectan al futuro inmediato. La oposición debate asuntos fundamentales para su supervivencia estratégica en la política nacional, no solo hacia adentro sino también hacia afuera esto es: disputa un liderazgo que posicione un candidato presidencial para el relevo del 2023 y para ello debe realizar una buena campaña en las próximas elecciones obteniendo un buen número de Diputados que le permita presionar al oficialismo bloqueando toda labor parlamentaria y obligándolo así a limitar su despliegue para que este tenga que consensuar con la oposición medidas de construcción política destinadas a ser usadas en la campaña presidencial. 

A su vez el oficialismo intenta llegar con el menor desgaste posible originado no solo por efecto de la pandemia sino porque mecanismos institucionales desarrolla un plan que estimule la economía nacional en el corto y mediano plazo que saque a la Argentina de la paralización económica política y social en la que hoy se encuentra. El valor agregado que deben enfrentar los dos frentes políticos es la duración de la pandemia, el desgaste incesante lo sufre no solo el oficialismo que debe dar cuenta todo el tiempo por la toma de decisiones, sino también la oposición que solo se limitó a cuestionar la acción de gobierno vacía de propuestas alternativas que mejoren las condiciones sanitarias, políticas y económicas que sufre nuestro país.

Es indudable que el déficit de nuestro sistema político es la falta de diálogo entre gobierno y oposición, o si se quiere entre su clase dirigencial de cualquier signo; el diálogo implica involucrarse con otros con intenciones de aclarar conjuntamente situaciones difíciles y complejas para nuestro país con la intención de multiplicar las propuestas y las posibles soluciones y no para ver quién tiene razón buscando en ello la derrota del oponente, para ello, la búsqueda de consensos se hace imprescindible aún en tiempos electorales; fíjense que la imagen de los políticos creció en la medida en que se juntaron para resolver en común acuerdos destinados a la complejidad de la crisis sanitaria, por el contrario, se derrumbó cuando “las palomas quisieron ser halcones”.

El desgaste atraviesa a toda la dirigencia por igual, fórmulas que fueron útiles para otras situaciones que vivió nuestro país han sido erosionadas por la magnitud de la crisis y ya no se ajustan a la realidad cambiante de nuestro tiempo lo que me obliga a hacerme una pregunta crucial: ¿será la hora de los moderados?  ¡No sé! pero sí hay algo cierto en todo este embrollo reinante en nuestro país y esto es: ¡las cosas cambian con nuestro ejemplo no con nuestra opinión!          

 

 

domingo, 6 de junio de 2021

 

Artículo de opinión

“CUANDO LA REALIDAD SUPERA LOS LÍMITES DE LA IDEOLOGÍA

Por: Vicente Scordamaglia

Con el magro argumento de la escasez de vacunas existentes y la discusión sobre la presencialidad escolar, la oposición al gobierno nacional se ha lanzado a la caza de los votos pos pandemia dejando entrever una interna en su conglomerado de intereses difícil de satisfacer. En este conglomerado político están de acuerdo en el plano del contenido (esto es derrotar al oficialismo) pero no en el de relación; mientras una amenaza externa común los mantiene unidos, en ausencia de ella se separan por incompatibilidad ideológica. Es por ello que adoptaron una afirmación de UMBERTO ECO cuando lanzó una temeraria consigna: “Golpear al corazón del estado” y explicaba de que se trata: “no se golpea a los sistemas asesinando al rey, sino volviéndolos inestables” pero esta oposición incalificable perdió de vista la perspectiva ya que los objetos basados en la mentira pierden sentido cuando los destruye el contexto y la realidad en la que tienen vigencia.

 

Este conglomerado violento mayormente conformado por resabios de derechas desquiciadas y de partidos políticos agotados en su visión del mundo junto a sectores vinculados con golpistas consuetudinarios  visualizaron en otras experiencias regionales que si se juntaban podían llegar al poder con una alianza táctica entre la política, la justicia y los medios de comunicación.

 

En este escenario de confrontación y no en el de la cooperación y los consensos como hubiera sido el ideal entre oficialismo y oposición no hay quien pueda avanzar terciando en la política de estos tiempos ya que,  los medios de comunicación se han encargado de este trabajo dividiendo en dos (la grieta) las expectativas del pueblo argentino. ¿Pero qué ideología tienen estos sectores en pugna? Puede que en la disyuntiva entre globalización o universalismo encontremos alguna respuesta que nos ayude a entender el dilema existente. Para ello refresquemos algunos conceptos: Jean Baudrillard diferenciaba la visión del mundo de ambos sectores de esta manera: La globalización es el mercado, la información, la tecnología, el turismo y los bienes de servicio, en cambio lo universal: son los valores, los derechos del hombre, la libertad, la cultura y la democracia. Estos dos componentes que representan una visión de la vida son los que verdaderamente están enfrentados, esto es: ¡globalización versus universalismo!.

 

Por ello podemos inferir que en este escenario universal de crisis sanitaria (pandemia) y el derrumbe de las economías globales tenemos el ejemplo palmario en dónde y cómo se desarrolla la mayor crisis de la modernidad. Siguiendo este escueto y sencillo argumento y observando en qué parte de la grieta (globalización o universalismo) se ubican los actores de la política y los factores financieros y de poder, se puede inferir porque Argentina es el país que mejor refleja las contradicciones y tensiones de la época.

Comprender como está organizado el mundo es vital para entender  lo que sucede en nuestro país: El 1% de los ricos del planeta acumula el 82% de la riqueza, el acceso a la información y los medios hegemónicos manipulan la realidad mediatizada para el consumo masivo de los pueblos y la justicia (cómplice) al servicio de sus intereses completan el poder sin límites del capital financiero internacional que con la pandemia desnuda una crisis sin precedente que va a dejar afuera del reparto de las riquezas del planeta a las tres cuartas partes de la población mundial, constituyéndose así en  la mayor desigualdad de toda la historia de la humanidad.

La carrera por fabricar una vacuna eficaz y buscar un equilibrio para su distribución en el mundo esconde por lo bajo cómo la ideología y los intereses de las tres potencias (EEUU, CHINA Y RUSIA) buscan dirimir sus diferencias, esto es: mantener su liderazgo (geopolítica) transformando nuevamente al mundo en el epicentro de conflictos impensados. La política y los medios de comunicación masiva convirtieron a la vacuna en un instrumento “bélico” para desestabilizar a gobiernos que no son afines a sus intereses mientras la justicia cómplice, convalida cualquier atropello a la democracia y los valores de una verdadera república democrática.

Qué lejos está la humanidad de alcanzar aquel  viejo ideal  que expresó en una consigna con tanta claridad ROSA LUXEMBURGO: “por un mundo donde seamos Socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”

 

 

 

 

 

lunes, 19 de abril de 2021

 

Artículo de opinión

A FALTA DE PROYECTO: BELIGERANCIA TOTAL

Por: Vicente Scordamaglia

El hostigamiento al que está sometido el gobierno argentino por parte de los opositores de las distintas fuerzas políticas, en especial todos aquellos agrupados en Juntos por el Cambio, no tiene explicación conceptual, salvo que con ello, están demostrando que se trata del único argumento que tienen para ofrecerles a los argentinos como alternativa al poder actual. Toda la dirigencia opositora de Juntos por el Cambio ejerce a diario una dañina metodología que establece fijar en agenda mediática una abrumadora cantidad de quejas a cada paso que da el oficialismo causando un importante desgaste a su gestión de gobierno.

Ninguna propuesta existe en una queja permanente, la queja es un desahogo sin sentido, solo exhibe  la falta de proyecto, en cambio, la crítica, es un acto de esperanza que estimula y promueve el mundo de las ideas. Cuanto más virulenta es la queja, en forma recíproca y equivalente es la ausencia de ideas superadoras. La peligrosa escalada de violencia promovida por los opositores está llevando a la Nación toda a ejercer actos irracionales como forma de hacer política para llegar a alcanzar por medio de la violencia lo que no pueden realizar por la vía democrática, esto es, esperar el veredicto de la voluntad popular en las próximas elecciones.

Parece ser a esta altura de los acontecimientos que poco importan los modos y las formas; un sector de la oposición (los libertarios que conduce Patricia Bullrich) están lanzados a crear un clima de violencia social, transformando cada acto del gobierno en un golpe de estado virtual aupados por una buena cantidad de medios de comunicación que salieron a poner todos los elementos a su disposición para debilitar la imagen presidencial y en especial la de la vice presidenta para evitar que el oficialismo alcance la mayoría parlamentaria en las próximas elecciones de medio término. Patricia Bullrich  con un historial político que va desde la extrema izquierda a la derecha reaccionaria y en todos los casos vinculada con la muerte, está llevando a la coalición que lidera y a los argentinos todos a un punto límite y sin retorno del cual la más perjudicada no solo es la gente sino también es la democracia argentina. Por cada acto del gobierno la oposición responde con una sarta de mentiras descomunales tratando de alcanzar notoriedad (de cualquier forma) merced a una forma de hacer política, esta es de las más bajas y nefastas que se ha visto en tiempos democráticos en la República Argentina.  

La brutalidad de este siniestro  personaje que no tiene límites (Patricia Bullrich) que de guerrillera devenida a ser jefa de la oposición  de una derecha desquiciada, sorprende a diario a los argentinos con propuestas destituyentes en medio de una emergencia sanitaria (pandemia) que no detiene su avance de contagio y muerte. Mientras un escuadrón de periodistas oficiando de voceros de esta  oposición golpista (Lanata, Longobardi, Leuco, Feinmann y todas las crías de mercenarios de los periodistas de guerra) que se esmeran por disimular y legitimar las intenciones de los jóvenes libertarios conducidos por Patricia Bullrich. El objetivo es bien claro: golpear al oficialismo todas las veces que se pueda y desde todos los medios públicos que se han puesto a su disposición. El plan es simple pero muy eficaz, mientras los voceros mediáticos instalan la agenda diaria en la gente, los revoltosos (libertarios) ganan la calle para que  finalmente su dirigencia intente capitalizar políticamente la discusión y el conflicto social. 

Nuestro país está viviendo una descarnada lucha por la supervivencia, el gobierno está siendo atacado por distintas fuerzas políticas, mediáticas y judiciales con el único fin de facturar de cualquier modo y posicionarse de cara al futuro; la beligerancia escala con la proximidad de las elecciones en donde tanto el oficialismo como la oposición no solo dirimen fuerzas para las distintas legislaturas sino que juegan algo más importante que es la lucha por el poder en la Argentina mediante las elecciones del 2023.

 El próximo testeo electoral sentará el precedente válido y dirá con claridad quien gobernará la Argentina de la pospandemia. La oposición poco tiene para ofrecer solo su Hipermetropía creciente (son los que tienen mejor visión de lejos que de cerca) Es lo que les sucede a quienes ven lo que pasa en otros países pero no ven lo que pasa en el nuestro: en cambio el oficialismo tiene la enorme responsabilidad de convocar a un gran proyecto de Nación que supere las antinomias y construya en paz y unidad las expectativas de todos los argentinos. Si pudiera dejar un mensaje de esperanza y paz al tiempo precente que nos toco vivir, diría sin dudar: “Lo malo no es cometer errores sino tratar de justificarlos; jamás pares de aprender, la vida no para de enseñar”.

 

 

miércoles, 14 de abril de 2021

Artículo de Opinión

MEDIOS DE COMUNICACIÓN: ENTRE LA OBJETIVIDAD PERIODÍSTICA Y LOS INTERESES ECONÓMICOS DE LAS EMPRESAS MEDIÁTICAS?

Por: Vicente Scordamaglia

 Cuenta una antigua leyenda esquimal que un viejo pescador que se decía interiormente habitado por dos perros, uno blanco y el otro negro que se enzarzaban en continuos combates. Cuando sus oyentes le preguntaban quién solía ganar esas riñas, él contestaba “aquel al que alimento” 

Se sostiene casi como una verdad revelada que los argentinos vivimos sentados en una grieta histórica que nos impide desplegar todo nuestro potencial como nación libre y soberana. ¿Es realmente esto cierto o es un invento que  sostienen los medios de comunicación  para fomentar y alimentar este sentimiento social que pone en guardia y predispone a toda la sociedad a librar a diario una batalla “épica”  (y ficticia) que consume gran parte de nuestras energías?

Entremos un poco en el tema para ver hasta dónde llega esta falacia y a quienes beneficia. Los medios de comunicación se nutren básicamente del dinero proveniente de la pauta oficial por un lado y de la publicidad privada por otro; ambos ingresos provienen de intereses bien definidos: la pauta oficial interviene en el “negocio” de las empresas mediáticas a través de publicaciones que dan cuenta de las acciones del gobierno de turno (sea este del signo político que sea) y la publicidad privada lo hace a través de publicitar los productos que vende; hasta aquí no hay nada que objetar, el problema empieza a enturbiarse en el momento en que ambos cotizantes imponen condiciones en defensa de sus intereses, sean estos políticos, comerciales o ideológicos, esto implica a priori abandonar la objetividad periodística, valor indelegable del periodismo independiente, por relatos que tergiversan la realidad que debe ser informada sin aditamentos para el consumo masivo de la gente, sin intervención subjetiva de quien la emite o en el peor de los casos con la clara intención de quien manipula la verdad tal cual es por operaciones falaces destinadas a favorecer a facciones políticas o grupos económicos de poder.          

Es indudable que los medios de comunicación se han convertido en un poder que opera a nivel global con ramificaciones impensadas constituyéndose en la actualidad en un fenómeno complejo de interpretar acabadamente. Los medios de comunicación son en definitiva empresas de la información y los sujetos productores de esa información son los periodistas que en realidad gozan de una alta credibilidad en la sociedad a la hora de interpretar los episodios que devienen del acontecer político, económico y social de la sociedad. Este fenómeno se fue consolidando en la medida en que fueron perdiendo credibilidad los sectores que históricamente debieron ser los encargados de levantar la problemática de la sociedad esto es: la dirigencia política y la dirigencia gremial fundamentalmente.

Este es un aspecto a tener en cuenta ya que la crítica más virulenta ejercida desde los medios de comunicación está destinada a desprestigiar sistemáticamente a ambos sectores creando la confusión reinante.     

Los políticos se sienten perseguidos por estos aludiendo que sus investigaciones son falaces en tanto que el periodista de investigación solo toma cuestiones parciales de la realidad que no llegan a constituir la totalidad de la realidad circundante; en este sentido, el periodista en cuestión tiene todas las posibilidades de convertirse por su posición frente al público, en fiscal de las “verdades” relativas que consumimos sin verificar (o sabiendas) acerca de su veracidad y la honradez de quien las emite, esto quiere decir que es un blanco posible (predilecto) de prestarse a operaciones de otros intereses que no sean exclusivamente la búsqueda de la verdad. 

No debería buscarse con este análisis  la polémica desmesurada ni el escándalo desorbitado para lograr algún resultado marketinero sino más bien, el estímulo del pensamiento crítico y la reflexión constructiva en aras de mediar entre la realidad de la gente y la veracidad de los hechos nacionales para construir medios de comunicación cada vez más libres e independientes.

La influencia de las redes sociales en la vida cotidiana de los ciudadanos ha modificado para siempre la forma en la que la gente se informa acerca de lo que sucede en el mundo y en su entorno circundante asumiendo que lo que recibe y consume es la “verdad objetiva” de los hechos que sin duda influirá sobre su conducta y las decisiones que debe asumir en la vida.

Las nuevas formas de comunicación hacen que el sujeto esté informado en tiempo real, imprimiendo al acontecer social, político y económico, una dinámica imposible de decodificar eficazmente lo que en su defecto se elige por el atajo que en la mayoría de los casos es imposible distinguir entre la verdad o la (ficción) o en el peor de los casos, la mentira. La carrera cotidiana de las empresas informativas por mantener el rating bien alto, es un ejercicio fatigoso y agotador que obliga a las producciones periodísticas a largas horas sostenidas de programación lo que implica amplificar cualquier hecho que capte la atención de la gente; somos ¡sujetos de la información! y las empresas mediáticas lo saben mejor que nadie, por ello, se nutren de periodistas que decidieron vender su alma al diablo tomando partido sin eufemismos, en una lucha de intereses económicos que les está dando suculentos  dividendos a periodistas socios a esta altura de las empresas mediáticas que no dudaron en transformarse en mercenarios. Todo el prestigio ganado en los últimos años lo vendieron por moneditas utilizando como contraprestación de servicio por el lawfare  alejado de toda objetividad periodística, valor fundamental de proximidad a la verdad.

En este sentido ¿está la Argentina habitada por dos perros salvajes (como cuenta la leyenda esquimal) que se enzarzan continuamente en una lucha sin cuartel alimentados por perversos adiestradores que alimentan  a las bestias sin parar con el único fin de terminar por devorarse a su oponente?: no lo sé, lo único cierto es lo que está ocurriendo, como decía Mahatma Gandhi: “ojo por ojo y el mundo quedara ciego”    

   

lunes, 22 de marzo de 2021

 

Artículo de opinión

VANDALISMO SANITARIO

Por: Vicente Scordamaglia

 Albert Camus

“lo peor de las pestes no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda a las almas y ese espectáculo suele ser horroroso”

 Tan difícil como resolver la pandemia es escribir algo original por fuera de ella. Todo el planeta atravesado por un virus (covid 19) casi incontrolable, se muestra invulnerable aun con una serie de vacunas que apenas alcanza para neutralizar un poco con su propósito de expandirse y alcanzar a toda la especie humana. Países que se debaten entre la primera y la tercera ola no encuentran una respuesta eficaz a la compleja situación que nos puso por delante la naturaleza y su entorno circundante.

Hasta ahora poco sabemos si inoculándonos con las vacunas y aumentando nuestros anticuerpos, podremos librarnos de la amenaza que pesa sobre la especie humana; lo que si estamos viendo con preocupación creciente es la disputa que se desató a nivel global por conseguir en un tiempo perentorio las vacunas suficientes que nos permita atenuar los contagios y así encontrar un punto en que la humanidad toda pueda revertir la peligrosa letalidad del covid 19.  

Ya nadie disimula ni se muestra ajeno al gigantesco negocio que se sucede en derredor de las patentes y el posterior costo que conlleva la fabricación de las vacunas, lo vemos ahora en que comienzan a ser insuficientes para todos los países del planeta. Este escenario era casi previsible en donde todos los lideres del mundo se verían forzados a tomar decisiones poco solidarias ya que, aquellos países con mayores recursos financieros encabezarían el acaparamiento del vital producto; pero lo que comienza a ser motivo de preocupación es: ¿que sucederá con aquellos países falto de recursos y oportunidades para hacerse de las vacunas?. Algunas señales comienzan a verse en las distintas fronteras entre países ricos y países pobres, el vandalismo sanitario esta a las puertas de la nueva realidad que viene a sumar al ya existente flagelo del hambre  la pobreza y la marginalidad para completar la tragedia humana de cientos de miles de seres humanos que deambulan por el mundo sin patria y sin cobijo alguno que atenúe su padecer.     

 La pandemia tiene en sí misma una oportunidad; mientras el virus este alojado en unos cuantos sujetos sin anticuerpos que lo combata ¡estará activo! esto hace que sea imperioso realizar una vacunación masiva para lograr la tan ansiada inmunidad de rebaño; ¿está preparada la humanidad para dar una respuesta global? Los próximos meses serán decisivos las vacunas son nuestra esperanza, no dejemos que unos pocos idiotas puedan más que unos cuantos.   

  

 

jueves, 11 de febrero de 2021

 

Artículo de opinión

CRUJE EL IMPERIO

Por: Vicente Scordamaglia

Mientras el mundo todavía aun recuerda con estupor lo que parece ser el fin del sueño americano, un peligroso movimiento de masas incitado por un “líder” irresponsable, se abalanzó sobre el Capitolio recordando el intento de golpe en España (el 23 F) episodio que inmortalizó Javier Cercas en su libro “Anatomía de un instante”

Dos mundos muy diferentes parecen estar emergiendo a medida en que nos adentramos en el siglo XXI. Lo que hemos visto en el traspaso del poder de los EEUU entre Demócratas y Republicanos nos está mostrando la punta del iceberg mientras no cesa  el continuo crujir del imperio Yanqui, y con él, la principal democracia de occidente.

La revolución tecnológica y la lucha mundial por los espacios comerciales que se viene librando (aún en un mundo atravesado por una feroz pandemia) entre las potencias existentes, están acelerando las crecientes tensiones que este fenómeno produce entre una minoría rica y una mayoría pobre, dividiendo en dos modelos incompatibles cada vez más enfrentados en “el mundo civilizado”.

 Los signos de la desintegración social se hallan expuestos en todas partes del mundo globalizado entreviendo un escenario de crecientes tensiones con consecuencias inimaginables. 

 Los medios de comunicación y de operación políticos, al servicio siempre de las élites, intentan camuflar lo sucedido en la violenta transición política de EEUU señalando solamente como responsable de la implosión del imperio (desde lo económico, político y social) al ex presidente Donald Trump sin advertir que lo que allí sucede es mucho más que un episodio fortuito.

La extrema derecha norteamericana quiere reinventar la democracia para sus propios intereses y lo que hemos visto el 6 de enero de 2021 en el traspaso del poder es la gestación de un movimiento a su imagen y semejanza.

Estos movimientos peligrosos en su accionar por su falta de homogeneidad, son derechas alternativas activas mezcladas con nacionalismos blancos y xenófobos dispuestos a todo por controlar el poder.

La grieta ya no es patrimonio de algunos países sudamericanos como hemos visto hasta ahora, por el contrario, la grieta es un fenómeno de la globalización que día tras día se va llenando de contenido nocivo (odio) muy volátil preparada para explotar. 

 

 

 

martes, 12 de enero de 2021

 Artículo de opinión

DE RODILLAS Y CON POCAS RESPUESTAS

Por: Vicente Scordamaglia

 ERICH FROMM

Imitar el esfuerzo de un científico para poder observar al mundo desvinculado de los factores subjetivos. Su fin es mirar al mundo sin pasión ni interés.

El mundo científico avanza como puede (a prueba y error) sin dejar de admitir que por ahora se encuentra de rodillas frente a un virus (covid_19)  que muestra cada día ser más letal de lo que se creía y en el mismo orden deja expuesta la fragilidad que tienen las naciones cuando se trata de dar respuestas más o menos efectivas a una enfermedad desconocida que todavía la ciencia no alcanza a catalogar correctamente.

Expresar con precisión en un texto las derivaciones colaterales y o secuelas que todavía están pendientes de estudio, y que solo el tiempo en su transcurso mostrará las consecuencias, nos obliga a pensar lo lejos que estamos de encontrar la solución a la tragedia de la pandemia que desvela a toda la humanidad.

Las controversias que se generan a un lado y otro del mundo científico, político y económico demuestran que todavía la sociedad mundial no está preparada para unirse y promover un primer acuerdo global para dar batalla a un enemigo común que amenaza con dejar a su paso una tragedia humanitaria (con cientos de miles de muertos) sin precedente.  

Los medios de comunicación, verdaderos terroristas mediáticos con sus opiniones jugadas por una oposición negadora e irresponsable, contribuyen aun más a la confusión reinante con el solo propósito de desgastar a un gobierno que realiza ingentes esfuerzos para conformar a los distintos sectores de la sociedad en sus “legítimos” reclamos. 

No existe fórmula alguna ni vacuna todavía escasa en todo el planeta, que disipe mágicamente la peste que afecta a todos por igual: quiere decir esto entonces que la participación de la gente es vital para frenar la cadena de contagios evitando las actividades de carácter masivo que son las que mantienen activo al covid, que en su transcurso muta y crea nuevas cepas complicando aun más la respuesta inmunológica.

Poco cabe decir o hacer más que asumir las recomendaciones de los especialistas: difundir y distribuir aun con más énfasis los pocos recursos que hoy se tienen para evitar la propagación del virus, es tarea prioritaria en una escalada desenfrenada de los negadores que no hacen otra cosa más que obstruir el camino de cuanta solución proponga o realice el gobierno nacional, habida cuenta que pretenden usar como consigna de campaña la pandemia a favor de sus ambiciones políticas y personales.  

Ya lo sintetizó magistralmente Antonio Porchia, frase que le cabe a los opositores argentinos:

“ No ves el río de llantos, porque aun le falta una lágrima tuya”