miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿IR O NO IR? ESA ES LA CUESTIÓN

¿IR O NO IR? ESA ES LA CUESTIÓN

Seguramente que por estos momentos debemos ser muchos los argentinos que sentimos una cierta incomodidad por la incertidumbre que produce la inestabilidad de nuestra época.
Las certezas del pasado inmediato transitan con extrema velocidad y se convierten en incertidumbres del presente.
Los episodios (sociales, políticos y económicos) que se suceden en  nuestro país, anuncian a las claras que fatalmente se producirán inevitables cambios que transformarán de raíz a toda nuestra sociedad.
Las recientes movilizaciones de nuestra sociedad en la que expresa con crudo (falto de coccion) realismo la variedad de demandas, todas urgentes, en las que ningún sector de la política (oficialismo-oposición) ni siquiera se anima a mencionar por el solo hecho de que con ello se vería involucrado en su resolución, indica que estamos en presencia de una dirigencia temerosa (generosa mi expresión) de abordar los principales asuntos de gobierno señalado insistentemente por el pueblo y por todos los medios lícitos a su alcance.
Es indudable que nuestra sociedad sufrió una serie de atentados a su “normal” desarrollo y fortalecimiento de los sistemas de convivencia y la construcción social de nuestro sistema democrático (golpes militares y  agresiones externas sucesivas); así generaciones de argentinos con vocación de servicio y amor a la patria, fueron diezmadas una y otra vez por intereses de pocos en detrimento de las grandes mayorías de nuestro pueblo.
Pero la historia se encargó con tiempo y esfuerzo de corregir las torpezas de aquellos que obtuvieron el poder por el atajo de la fuerza y no por la voluntad del pueblo.
Es así que hoy Argentina en su largo recorrido por construir su destino de grandeza, sorteó cuanto impedimento tuvo por delante; por eso todos ven con agrado como cientos de jóvenes se incorporan a la política y otros tantos a actividades sociales solidarias no importa el color partidario con que lo hagan, pero debemos hacerle saber a nuestros jóvenes (y es nuestra responsabilidad) el costo que tuvo para nuestra generación  y el país alcanzar estos valores sociales, por ello considero oportuno señalar que los métodos de participación político-social no son los mismos que debió utilizar la generación que la precedió, sino que deben ser los que el conjunto de la nación hoy reconoce como valido, ¡el debate por las ideas!.
A la hora de decidir mi participación (como muchos) en las movilizaciones que “espontáneamente” se están produciendo, necesariamente reflexiono sobre todo lo que le costó a los argentinos llegar hasta esta etapa de nuestra historia y observar en cada acto, actitud o decisión que tomamos si con ello ponemos en riesgo algo de lo conquistado; francamente creo que no, aun así no estaré presente ya que considero que como muchos (aunque que quisieran ir) tengo intereses  políticos que todavía ofician de anclaje en algunas creencias que sospecho, comienzan a recorrer junto conmigo el camino del reposo y la reflexión de algunos actos de mi vida. 
Finalmente quiero expresar con absoluta libertad de conciencia, que todavía tengo la esperanza de que la circunstancia y el contexto, son los que van a determinar las conductas de los dirigentes en tanto despejen las dudas (que tiene la mayoría de las gentes) de que no participan en ninguna trapisonda de poder económico u otros entuertos entre alguno de los poderes dominantes.
Que la sociedad se exprese con respeto y libertad también esa es la cuestión.

VICENTE SCORDAMAGLIA