Artículo de opinión
RIESGO LATENTE
Por: Vicente Scordamaglia
El riesgo latente de un conflicto político social enArgentina está a la vuelta de la esquina; junto a ello, el debilitamiento de la gobernabilidad es lo que más le preocupa al gobierno de Alberto Fernández. Todas las señales que da el gobierno parecen ser un manotazo de ahogado más que un plan de gobierno que cada vez se hace más explícito su agotamiento, que requerirá, sin duda, una rápida oxigenación apelando al recambio de algunos funcionarios para tener la iniciativa y la centralidad del poder y así encarar con alguna perspectiva de triunfo frente al año electoral que se avecina.
Los distintos improperios que sufre
el Presidente a diario por parte de la prensa y el batallón de periodistas
afines al poder real no hacen más que exponer a un mandatario agobiado y sin
reacción para neutralizar el plan de la oposición de seguir desgastando la
figura presidencial para que llegue con un poder acotado a las próximas
elecciones del año que viene. Es claro entender que la presa de estos cazadores
furtivos no es el presidente sino su Vice, para ello, tienen que desgastar lo
suficiente la figura presidencial para obligarla a Cristina a subir al
escenario como figura central de la política y someterla nuevamente a un
aluvión de denuncias por lo cual ya están alineando a
Todo puede
precipitarse: si las provincias como se viene rumiando adelantaran las elecciones y el
oficialismo comenzara a perder a mano de una coalición opositora (como sucedió en el 2015) puede complicarse
la gobernabilidad en Argentina, ya que ese hecho podría interpretarse como un
vacío de poder que redundaría en un perjuicio para el fortalecimiento
democrático y como consecuencia de ello al proceso electoral en beneficio de
algún trasnochado que todavía sueña y cree que se puede llegar al poder por
fuera de lo que permite la Constitución Nacional.
La gente
comienza a percibir que la democracia está vacía de contenido. Este puede ser el
argumento que catapulte a algunos personajes que irrumpen a la política con
viejos experimentos para gobernar
El ataque sistemático a la política
penetra en la población (“cansada de frustraciones de promesas incumplidas”)
como un virus altamente contagioso que se reproduce y no para hasta acabar con
toda respuesta racional proveniente de las facciones políticas que se disputan
el poder: la pandemia, la guerra, la política y la crisis financiera
internacional (que promete arrasar con lo que fue el contrato social que
garantizó una distribución de las riquezas más equitativo) son la consecuencia
de la falta de respuestas innovadoras para frenar la voracidad de unos pocos en
detrimento de las grandes mayorías que ven caer sus magros salarios a mano de
la agobiante inflación que impacta en forma directa sobre los precios de los
artículos de primera necesidad; este, puede ser el detonante de un nuevo
fracaso en nuestro país.