viernes, 22 de abril de 2022

 Artículo de opinión

RIESGO LATENTE

Por: Vicente Scordamaglia

El riesgo latente de un conflicto político social enArgentina está a la vuelta de la esquina; junto a ello, el debilitamiento de la gobernabilidad es lo que más le preocupa al gobierno de Alberto Fernández. Todas las señales que da el gobierno parecen ser un manotazo de ahogado más que un plan de gobierno que cada vez se hace más explícito su agotamiento, que requerirá, sin duda, una rápida oxigenación apelando al recambio de algunos funcionarios para tener la iniciativa y la centralidad del poder y así encarar con alguna perspectiva de triunfo frente al año electoral que se avecina.

Los distintos improperios que sufre el Presidente a diario por parte de la prensa y el batallón de periodistas afines al poder real no hacen más que exponer a un mandatario agobiado y sin reacción para neutralizar el plan de la oposición de seguir desgastando la figura presidencial para que llegue con un poder acotado a las próximas elecciones del año que viene. Es claro entender que la presa de estos cazadores furtivos no es el presidente sino su Vice, para ello, tienen que desgastar lo suficiente la figura presidencial para obligarla a Cristina a subir al escenario como figura central de la política y someterla nuevamente a un aluvión de denuncias por lo cual ya están alineando a la Corte Suprema para sus planes siniestros especulando con esta hipótesis para llegar nuevamente al poder.

Todo puede precipitarse: si las provincias como se viene rumiando adelantaran las elecciones y el oficialismo comenzara a perder a mano de una coalición opositora  (como sucedió en el 2015) puede complicarse la gobernabilidad en Argentina, ya que ese hecho podría interpretarse como un vacío de poder que redundaría en un perjuicio para el fortalecimiento democrático y como consecuencia de ello al proceso electoral en beneficio de algún trasnochado que todavía sueña y cree que se puede llegar al poder por fuera de lo que permite la Constitución Nacional.

La gente comienza a percibir que la democracia está vacía de contenido. Este puede ser el argumento que catapulte a algunos personajes que irrumpen a la política con viejos experimentos para gobernar la Argentina desconociendo las múltiples conquistas ganadas por los trabajadores a lo largo de todas las luchas políticas y sociales de nuestra historia nacional.

El ataque sistemático a la política penetra en la población (“cansada de frustraciones de promesas incumplidas”) como un virus altamente contagioso que se reproduce y no para hasta acabar con toda respuesta racional proveniente de las facciones políticas que se disputan el poder: la pandemia, la guerra, la política y la crisis financiera internacional (que promete arrasar con lo que fue el contrato social que garantizó una distribución de las riquezas más equitativo) son la consecuencia de la falta de respuestas innovadoras para frenar la voracidad de unos pocos en detrimento de las grandes mayorías que ven caer sus magros salarios a mano de la agobiante inflación que impacta en forma directa sobre los precios de los artículos de primera necesidad; este, puede ser el detonante de un nuevo fracaso en nuestro país.