Artículo de Opinión
LA MILITARIZACIÓN DE LOS CONFLICTOS HUMANOS:
UNA MACABRA SOLUCIÓN
Por: Vicente Scordamaglia
La escalada de violencia que crece
sin parar en una secuencia de episodios que llevan a toda la humanidad al
umbral mismo de una conflagración internacional, requiere la intervención
inmediata de los líderes más autorizados del mundo. La crisis financiera internacional
se exhibe por delante de nuestras narices como la definitiva asociación con
personajes siniestros y sus negociados más turbios que se conocen en el mundo
entero, aumentando desmesuradamente la criminalidad que nos hace pensar que la
humanidad toda, podría perder definitivamente la batalla emprendida por los
pueblos libres del mundo para construir un mundo más justo y solidario. El
brutal asesinato de la concejal en Brasil, nos remite a los sanguinarios
crímenes políticos para acallar las voces de los que se manifiestan por
aquellos que no tienen voz.
La
militarización de los conflictos en el mundo, tal es el caso de Mariella Franco
en Brasil o el caso del ex espía Ruso envenenado junto a su hija en Inglaterra
y otros episodios de gravedad planetaria, pone al mundo en una nueva
encrucijada y alerta a la población mundial de los peligros inminentes que
estos hechos acarrean. La falta de líderes que contengan las tensiones
existentes de la fenomenal crisis económica financiera que azota a los pueblos,
en especial a los más pobres del mundo, está creando en su devenir, un nuevo
mapa de poder planetario con claros focos de poder económico y militar que de
no resolver sus contradicciones (y necesidades) adecuadamente no dudarán en
crear un nuevo calvario a toda la humanidad. La guerra comercial que ya se
insinúa como tal entre las naciones más poderosas del mundo, será sin lugar a
dudas la antesala del infierno tan temido.
Con esta
perspectiva por delante, la política deberá enfrentar con decisión y coraje los
desafíos de una época plagada de peligros. El desmantelamiento de los arsenales
nucleares no solo es un cuento chino, sino que por el contrario cada día que
pasa vemos una mayor sofisticación en los instrumentos de destrucción masiva
por parte de los países que disputan una porción del nuevo reparto mundial. Los
gobiernos democráticos destituidos por episodios de corrupción, reemplazados
por otros tan corruptos como el denunciado, ponen en peligro las ya baqueteadas
democracias en el mundo, único sistema posible para vivir una vida digna junto
a nuestros semejantes. La convivencia humana tal cual como la conocemos va
mutando aceleradamente hacia formas que todavía el hombre medio de este siglo
no alcanza a descifrar, creando así una mayor incertidumbre para la vida
cotidiana de los pueblos que no se explica por qué la humanidad, a pesar de
todos sus conocimientos y avances tecnológicos, no
consigue resolver sus conflictos en paz y armonía entre los seres humanos de
este planeta.
Las
tremendas injusticias que se viven a diario producto de la militarización de
los conflictos en todo el planeta en su conjunto, está destruyendo las pocas
energías que todavía quedan disponibles como reserva estratégica para que la
humanidad revierta esta tendencia suicida y trabaje solidariamente por
construir un mundo mejor, a menos que sea cierto la creencia de Jacinto
Benavente cuando sentencia: la tontería de la humanidad “se renueva
diariamente”