Artículo de opinión
“DEL DERECHO Y DEL REVÉS, UNO SÓLO ES LO QUE ES
Y ANDA SIEMPRE CON LO PUESTO”
Por: Vicente Scordamaglia
La campaña electoral 2019 en
Argentina comenzó con una aspereza inusitada. Las acusaciones, calumnias y
operaciones (de un lado y otro) para vincular a los candidatos con los peores
males de la Argentina, escalan peligrosamente en un escenario de extrema conflictividad
social, contexto este donde ya nadie disimula sus intereses y los sectores más
activos de la sociedad (políticos, gremiales, jueces, fiscales empresarios y
medios de comunicación) juegan sus intereses a fondo para no quedar
involucrados con el nuevo fracaso argentino al que inexorablemente nos conduce
el gobierno de la coalición gobernante.
Es poco probable que a esta altura de
los acontecimientos tanto mensaje inducido influya en el electorado nacional,
cansado ya de operaciones de desprestigio que involucran ya no solo a la clase
política, sino a todo personaje público con alguna aspiración política o
expectativa de poder. Salvo unos cuantos desprevenidos que les promueva algún
efecto en sus decisiones, la gran mayoría
del electorado nacional ya no compra más verdura podrida y espera de su
clase dirigencial respuestas urgentes y definitivas a los múltiples problemas
que afectan a la población.
Aterrorizando a la gente en caso de
que si ganara algún candidato de la oposición el país se encamina al infierno tan temido, suena
provocativo y hasta irresponsable ya
que la mayoría de los argentinos se ven ya en las puertas del purgatorio
consumiendo el último aliento de sus esperanzas.
La ingeniería pergeñada por los
mentados estrategas de campañas presidenciales comenzaron con declaraciones
fallidas, las perturbadoras declaraciones realizadas por el mismo Durán Barba
(en caso de que gane Cristina creará milicias populares) tratando de infligir
temores desmesurados a los ciudadanos con mensajes apocalípticos, no hacen otra
cosa que ensanchar aun más la grieta que divide a los argentinos.
Es evidente que la necesidad de
profundizar la grieta en beneficio propio, muestra con claridad la falta de
percepción que tienen estos insensibles sujetos a la hora de testear el ánimo
de la gente para las próximas elecciones, inventando espejismos inalcanzables
con declaraciones falaces sobre la conducta de la oposición (posibles remplazo
al gobierno nacional) creyendo que de esta forma podrán impedir la construcción
de una alternativa presidencial.
En la medida en que se consolide una
tercera opción con buenas perspectivas electorales como la que se está
configurando dentro mismo del espacio opositor, desaparecerán definitivamente
los temores de formar un nuevo gobierno con mejores perspectivas del que está
ofreciendo el gobierno del Ing. Macri.
Mientras
todo esto sucede, los políticos argentinos por estas horas, comienzan a padecer
el síndrome que recorre a todas las democracias del mundo en estos tiempos
electorales, algo tan elemental pero necesario como el que la obtenga, correrá
con una ventaja comparativa sobre el resto: “La credibilidad”. En esta época de desconfianza generalizada
en donde “nadie es lo que es y anda siempre con lo puesto” el mandato
común para todos los políticos que aspiran a tener el reconocimiento de la
sociedad y la búsqueda del voto para las próximas elecciones presidenciales,
(cuando este tenga que ratificar o rectificar el rumbo del país) será la de
seguir consolidando una democracia plena en un país que todavía debe saldar con
suma urgencia el default social en el que se encuentra sumergida la nación
argentina por la voluntad de unos pocos en desmedro de la desazón de unos
cuantos.
Ni la verborragia extrema ni
la falta de comunicación con el electorado, podrán suplantar la falta de un
proyecto de nación que redunda en la ausencia de representatividad que padece
la clase dirigencial argentina. En el mismo momento en que todos proponen lo
mismo descargando la responsabilidad de la gravedad que padece nuestra nación
en los otros y en donde el electorado es bombardeado por los medios de
comunicación con episodios de corrupción y delitos varios, la sociedad acumula
su bronca para ser descargada a la hora de elegir a sus próximos representantes.
Así, en este contexto confuso y complejo, la búsqueda de la verdad será lo que
marque la diferencia entre uno y otro proyecto a la hora de dirimir el voto
popular en donde se ratificara o rectificará el rumbo económico y político
que ha tomado nuestro país. Millones de argentinos quieren conocer la verdad tal cual es,
y construir sobre la base de ella un progreso que el tiempo en su transcurso
ratifique y fortalezca.
¡Nunca es triste la
verdad lo que no tiene es remedio!