lunes, 10 de junio de 2019

COMO FUNDIR UN PAÍS EN CUATRO AÑOS

Artículo de opinión
COMO FUNDIR UN PAÍS EN CUATRO AÑOS
Por: Vicente Scordamaglia

Es evidente que la economía nacional no tiene ninguna fortaleza, siendo presa así de múltiples especulaciones financieras que borraron de raíz la posibilidad de algún desarrollo productivo. La timba financiera que instaló el gobierno del Ing. Macri por la necesidad de conseguir dólares fáciles del mundo (o de donde sea) desde el inicio de su gestión, benefició a unos pocos llevando a la mayoría de la gente y a empresas argentinas al borde de la quiebra y de un peligroso estallido social. La dolarización y la consecuente inflación en la que se encuentra sometida la economía argentina se está llevando a la rastra a todos los precios de la canasta alimentaria y con ello, las pocas esperanzas de los argentinos que ya descreen de la arenga presidencial que le reclama a la ciudadanía que aguanten un poco más que hay que seguir tirando del carro por este mismo camino.
Este Presidente ha transitado tres años y medio de gobierno sin entender que el que tiene que hacer el esfuerzo para comprender como se gobierna una nación es él junto a todo su equipo de ignorantes que lo acompañan (CEOs) que creyeron que un proyecto de nación es lo mismo que un plan de negocios; si así fuera (tan solo un plan de negocios) no han mostrado muchas habilidades que digamos ya que  también fracasaron estrepitosamente en el plano comercial desarrollando esa misma concepción que los deslumbra fundiendo literalmente al país al llevar a su economía al colapso total.
Es archisabido que Argentina, como cualquier país emergente, está expuesta a las variables de los mercados internacionales que en su voraz competencia descargan todo su lastre sobre países que no han desarrollado ninguna protección que proteja su frágil moneda. No se trata aquí de voluntarismo ingenuo y creer que porque nos visitan personas “ilustres” del mundo ese solo hecho nos pondrá en una mejor posición para comerciar con el mundo globalizado. Quizás Macri (el presidente) todavía no ha tomado conciencia que los reiterados errores que viene cometiendo su gobierno los paga dolorosamente la gente, como  consecuencia, no han hecho otra cosa que dilapidar las esperanzas de todo un pueblo que creyó poder encontrar una salida al estancamiento económico financiero de años de fallidos intentos de buscar el bienestar común y creer ingenuamente que el liberalismo financiero nos proporcionaría la solución. Hoy, el gobierno se encuentra en una encrucijada con un presidente devaluado, con aliados descontentos y un pueblo indispuesto a no renovarle el crédito para que siga rifando la confianza de la gente por otros cuatro años más. La prueba de la impotencia de este equipo gobernante está a la vista, el gobierno en vez de buscar soluciones a la grave crisis en la que se encuentra nuestro pueblo, optó por desplegar una violencia inusitada sobre dirigentes de la oposición, apela a las peores prácticas políticas que dijeron que venían a cambiar, hecho que confirma la incapacidad para salir de la crisis ante el temor manifiesto de perder las elecciones nacionales en primera o en segunda vuelta con cualquier fórmula que la oposición pueda  presentar.
Como consecuencia de esta realidad que muchos intentan esconder, el gobierno ha desatado una violencia institucional amplificada desde los medios de comunicación adictos, deformando los hechos en la búsqueda de episodios en los que se hubieren metido los candidatos de la oposición  para ventilarlos frente a la opinión pública y someterlos a un desgaste inusual de acusaciones y desmentidas desalentando a toda la sociedad acerca de la conducta de la oposición.
Estos personajes siniestros, que se especializan en deformar la realidad tal cual es, algún día tendrán que rendir cuentas frente a la sociedad por haber sometido a los argentinos a la permanente duda infundada, creando altos niveles de incertidumbre y forzándolos al consumo diario de mentiras que los mantiene en un estado de anímico de máxima tención reñidos entre sí.
Es indudable que el gobierno no tiene otra cosa que mostrar (después de cuatro años de gestión) más que una serie de episodios confusos en los que se pueden encontrar algunos candidatos de la oposición, lo que no se dan cuenta es que con la misma vara, la gente evaluará la gestión oficialista y los episodios de corrupción que el gobierno mantiene silenciados por el favor ¿qué les dispensan? la mayoría de los medios de comunicación.

La campaña ya está lanzada, lo mismo que la agresión: golpe por golpe solo contribuyen aun más a la confusión reinante promovida de un lado y del otro del arco dirigencial, el ataque artero es la moneda corriente que suplanta a la propuesta, a la verdadera lucha por la idea, a las mejores ideas que les permita a los argentinos una salida democrática plural y solidaria para que así en un marco de unidad responsable, poder abandonar definitivamente la mediocridad en la que se encuentra postrada la nación toda.