martes, 26 de febrero de 2019

DEMOCRACIAS SOCIALES O DEMOCRACIAS FINANCIERAS

Artículo de Opinión
DEMOCRACIAS SOCIALES O DEMOCRACIAS FINANCIERAS
Por: Vicente Scordamaglia

Los intereses de las elites (los poderosos del mundo) y sus negocios financieros, se han convertido en el exclusivo propósito de la política globalizada. En todo el planeta la verdadera polarización que existe es entre dos modelos de democracia, en las que básicamente concebimos el mundo y estas creencias ya arraigadas en el imaginario dirigencial, son las que definen a la política, esto es: proyectos financieros en favor de las grandes empresas multinacionales o proyectos productivos generadores de empleos que le permitan a la gente desarrollar un proyecto de vida.
  
Luego del período de la guerra fría (a la salida de la segunda guerra mundial) el neoliberalismo fue dejando atrás las prácticas de dominación mediante métodos cruentos, en donde los golpes de estado fueron su herramienta disciplinadora principal sobre las naciones que intentaban independizarse de la hegemonía sujeta al imperialismo norteamericano o en su defecto, la de su socio la Unión Soviética (tratados de Potsdam y Yalta) antes de que esta última comenzara a desmoronarse producto del derrumbe económico y la fragmentación de los países de la unión de estados socialistas. La Perestroika, nombre que puso fin a la guerra fría, dejó como único  vencedor a los EEUU en donde el neoliberalismo comenzó a desplegar nuevos formatos de dominación impulsando democracias con gobernantes flexibles y funcionales afines a sus intereses; pero faltaba para completar el modelo de dominación, construir un andamiaje financiero que sostuviera a estos regímenes a raya con el fin de mantener su hegemonía militar en defensa de los recursos económicos a salvo del acecho de los pueblos que reclamaban soberanía nacional, territorial y económica: esto fue el llamado capital financiero que mediante un supuesto “desarrollo” para los pueblos y el fortalecimiento de las democracias, endeudaba a los países y ahogaba su futuro en siderales deudas económicas imposibles de pagar acentuando así su dependencia y fidelidad a los organismos internacionales controlados por el imperio vencedor.
Para ello solo necesitó contar con unos cuantos bancos y sectores de la sociedad afines a su especulación financiera dando así  inicio al período más nefasto de la historia económica de las naciones y el inicio de las democracias vigiladas como nunca se ha visto en toda la historia política de la humanidad.  

Para estos modelos que yo llamo planes financieros, basta con implementar una política que brinde unos cuantos beneficios a una población que no exceda a la de una población calificada de más de diez millones de personas ya que el modelo está diseñado no para realizar programas productivos, y como consecuencia de ello la de crear políticas distributivas, sino para movimientos de capitales especulativos que les permitan a los nuevos especuladores del mundo hacerse con fortunas inconmensurables a expensas de la pobreza de los pueblos que quedan afuera del reparto y de cualquier proyecto posible de inclusión.

Hoy los pueblos se debaten entre mantener la política financiera de hambre y exclusión tal cual como lo pregona el libre mercado, en donde la prioridad son los negocios con poca  intervención del estado dejando afuera del sistema a millones de trabajadores y sus familias en contraposición a la política social que sostiene programas productivos con una justa distribución de las riquezas y la intervención del estado en cuestiones elementales como la educación, el trabajo y la salud base fundamental para el desarrollo de los pueblos.  

Un ejemplo de lo que estamos hablando y que llama a la reflexión, es el de Alemania, este fue uno de los países que más plata prestó para paliar la crisis económica que viven los griegos. Esto fue tanto por dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI) como por fuera en convenios bilaterales al punto tal que  cuando la crisis alcanzaba su máximo rigor, esto fue cuando los Griegos (en el 2010) debieron refinanciar su deuda Ángela Merkel exclamó: Si no pueden pagar con plata que entreguen una isla.
En esta misma línea debemos observar con suma atención como se desmorona el mayor experimento multicultural que fue La Unión Europea y que hoy se resquebraja aceleradamente haciendo volar por el aire el estado de bienestar que incorporó a millones de trabajadores a una distribución de la riqueza sin igual creando las condiciones del período de bienestar más largo de la historia de Europa en donde reinó la Paz, la  prosperidad y un sistema de democracias más justa y solidaria que en otro período de la historia de la civilización occidental.  


Hoy el mundo es multipolar, Rusia y China se suman al reparto del mundo y sus recursos mientras la Unión Europea se replantea su proyecto. En este contexto las crecientes tensiones entre los poderosos del mundo globalizado y la inevitable lucha por los recursos  fundamentales para la subsistencia humana y una desmesurada guerra  por los mercados comerciales, están poniendo en peligro la frágil paz entre los pueblos empujando a la humanidad a una guerra global de consecuencias catastróficas; en este sentido las democracias sociales que tengan en el centro de su proyecto al hombre y no a los mercados pueden ser el camino para alejarnos definitivamente de un destino catastrófico de nuestra historia.