domingo, 6 de junio de 2021

 

Artículo de opinión

“CUANDO LA REALIDAD SUPERA LOS LÍMITES DE LA IDEOLOGÍA

Por: Vicente Scordamaglia

Con el magro argumento de la escasez de vacunas existentes y la discusión sobre la presencialidad escolar, la oposición al gobierno nacional se ha lanzado a la caza de los votos pos pandemia dejando entrever una interna en su conglomerado de intereses difícil de satisfacer. En este conglomerado político están de acuerdo en el plano del contenido (esto es derrotar al oficialismo) pero no en el de relación; mientras una amenaza externa común los mantiene unidos, en ausencia de ella se separan por incompatibilidad ideológica. Es por ello que adoptaron una afirmación de UMBERTO ECO cuando lanzó una temeraria consigna: “Golpear al corazón del estado” y explicaba de que se trata: “no se golpea a los sistemas asesinando al rey, sino volviéndolos inestables” pero esta oposición incalificable perdió de vista la perspectiva ya que los objetos basados en la mentira pierden sentido cuando los destruye el contexto y la realidad en la que tienen vigencia.

 

Este conglomerado violento mayormente conformado por resabios de derechas desquiciadas y de partidos políticos agotados en su visión del mundo junto a sectores vinculados con golpistas consuetudinarios  visualizaron en otras experiencias regionales que si se juntaban podían llegar al poder con una alianza táctica entre la política, la justicia y los medios de comunicación.

 

En este escenario de confrontación y no en el de la cooperación y los consensos como hubiera sido el ideal entre oficialismo y oposición no hay quien pueda avanzar terciando en la política de estos tiempos ya que,  los medios de comunicación se han encargado de este trabajo dividiendo en dos (la grieta) las expectativas del pueblo argentino. ¿Pero qué ideología tienen estos sectores en pugna? Puede que en la disyuntiva entre globalización o universalismo encontremos alguna respuesta que nos ayude a entender el dilema existente. Para ello refresquemos algunos conceptos: Jean Baudrillard diferenciaba la visión del mundo de ambos sectores de esta manera: La globalización es el mercado, la información, la tecnología, el turismo y los bienes de servicio, en cambio lo universal: son los valores, los derechos del hombre, la libertad, la cultura y la democracia. Estos dos componentes que representan una visión de la vida son los que verdaderamente están enfrentados, esto es: ¡globalización versus universalismo!.

 

Por ello podemos inferir que en este escenario universal de crisis sanitaria (pandemia) y el derrumbe de las economías globales tenemos el ejemplo palmario en dónde y cómo se desarrolla la mayor crisis de la modernidad. Siguiendo este escueto y sencillo argumento y observando en qué parte de la grieta (globalización o universalismo) se ubican los actores de la política y los factores financieros y de poder, se puede inferir porque Argentina es el país que mejor refleja las contradicciones y tensiones de la época.

Comprender como está organizado el mundo es vital para entender  lo que sucede en nuestro país: El 1% de los ricos del planeta acumula el 82% de la riqueza, el acceso a la información y los medios hegemónicos manipulan la realidad mediatizada para el consumo masivo de los pueblos y la justicia (cómplice) al servicio de sus intereses completan el poder sin límites del capital financiero internacional que con la pandemia desnuda una crisis sin precedente que va a dejar afuera del reparto de las riquezas del planeta a las tres cuartas partes de la población mundial, constituyéndose así en  la mayor desigualdad de toda la historia de la humanidad.

La carrera por fabricar una vacuna eficaz y buscar un equilibrio para su distribución en el mundo esconde por lo bajo cómo la ideología y los intereses de las tres potencias (EEUU, CHINA Y RUSIA) buscan dirimir sus diferencias, esto es: mantener su liderazgo (geopolítica) transformando nuevamente al mundo en el epicentro de conflictos impensados. La política y los medios de comunicación masiva convirtieron a la vacuna en un instrumento “bélico” para desestabilizar a gobiernos que no son afines a sus intereses mientras la justicia cómplice, convalida cualquier atropello a la democracia y los valores de una verdadera república democrática.

Qué lejos está la humanidad de alcanzar aquel  viejo ideal  que expresó en una consigna con tanta claridad ROSA LUXEMBURGO: “por un mundo donde seamos Socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”