lunes, 12 de noviembre de 2012

LA MENTIRA CAMUFLADA DE EPICA REVOLUCIONARIA

LA MENTIRA CAMUFLADA DE EPICA REVOLUCIONARIA

Jorge Luis Borges
“Si algo he aprendido en la vida, es que la mentira se pone en contra de quien la inventa.”

La mentira tiene en todos los órdenes de la vida, connotaciones nefastas para la convivencia en sociedad.  Basta que en una relación, sea esta de familia, de grupos políticos o sociedades de personas que persigan un bien común, alguien, integrante del mismo grupo se dedique a tergiversar datos de la realidad o falsear información o argumente a sabiendas que la verdad es objetivamente distinta, es suficiente para pensar que el presente que construya no abarcará la realidad de todos sus integrantes ya que antes o más tarde, la verdad de todos irrumpirá con la fuerza inquebrantable que producen las mayorías para  corregir el camino de la verdad que contenga a todos.

Argumentar en función de justificar los desatinos del gobierno nacional y disfrazarlos de épica revolucionaria es lo más parecido a la mentira que en este caso ejerce el gobierno nacional sobre la realidad de los argentinos que comienzan a demandar con fuerza, que sus gobernantes acepten la verdad que no es otra que los ciudadanos perciben a diario en la silenciosa faena de construir cotidianamente con su esfuerzo una sociedad más justa y equilibrada.

De allí que podríamos inferir como primer dato de la realidad que los argentinos sin distinción partidaria, ha comenzado a desandar el camino del apoyo de aquel inédito resultado de las últimas elecciones presidenciables (54%) que mayoritariamente respaldó a la presidenta para un nuevo mandato; porque, como todos sabemos, ese porcentaje no hubiera sido posible sin el apoyo de esos sectores que algunos funcionarios del gobierno todavía intentan desacreditar.

El segundo dato que debemos señalar es la llamativa ignorancia de alguno de los voceros del gobierno al caracterizar a las movilizaciones con categorías de clase; fue el mismo peronismo que derrumbó definitivamente la lucha de clases en nuestro país y reemplazó célebremente por una alianza de clases definiendo en su cuarta verdad (de las veinte verdades del justicialismo)
 “No existe para el Peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan”

Un tercer dato emerge con fuerza en los episodios recientes asumiendo un claro rol de convocatoria y articulador de las movilizaciones y sus reclamos, las redes sociales, transformadas en un nuevo actor en la política nacional, algo que sucede y que veníamos observando su efectividad en distintas partes del mundo. Estos vienen a “reemplazar” a los partidos tradicionales que todavía no se restablecieron de la crisis de representación de la crisis del 2001.
Si bien sabemos que las redes sociales no representan  una verdadera alternativa de gobierno, creo que es una nueva forma de participación política, sobre todo cuando los partidos no ofrecen respuesta a las demandas populares.

En cuarto lugar debemos entender que los sectores convocados por las redes sociales se expresan no como base social partidaria sino que lo hacen como ciudadanos de una nación libre, por ello no se le puede adjudicar la movilización a ningún partido político en general ni a ningún dirigente en particular. Como estamos viendo, se la convoque por el lugar que quiera la gente se moviliza porque así lo quiere y no porque el método sea novedoso.   

Es evidente entonces que después del llamado 8N, necesariamente debería venir la política para que el pueblo en su largo recorrido de la construcción social busque los mejores canales de representación que incorpore en su agenda, los reclamos allí expresados masiva y contundentemente.

Reflexiono sobre el momento que vive nuestro país y recuerdo al viejo General que les decía a los argentinos unos meses antes de su fallecimiento:
“No tengo dudas de que este es un momento crucial en nuestra Patria, o profundizamos las coincidencias para emprender la formidable empresa de clarificar y edificar una gran Nación o continuamos paralizados en una absurda intolerancia que nos conducirá a una definitiva frustración”.
Un proyecto nacional verdadero es cuando en él, se ven reflejados todos los sectores de una comunidad, por ello creo que la política en general (oficialismo y oposición) todavía esta en deuda con este objetivo nacional.

Finalmente la suma de las protestas se podría resumir en una sola consigna, “unidad de todos los argentinos para resolver los problemas comunes”.

Un rumor se percibía en la nueve de julio y sus adyacencias; Presidenta, deje de confrontar a los argentinos, en esta tierra no nacen enemigos, convoque sin demora a la unidad de todos los argentinos antes que sea demasiado tarde, porque cuando los dirigentes se encapsulan en sus creencias y no reconocen la verdad de sus ciudadanos los pueblos pierden la confianza entonces suele ocurrir lo inevitable.  
JUAN DOMINGO PERON se expresaba al respecto con la contundencia de sus palabras:
"Cuando los pueblos pierden la paciencia, suelen hacer tronar el escarmiento",

  
VICENTE SCORDAMAGLIA