miércoles, 15 de abril de 2009

EL JUSTICIALISMO QUE VIENE ¿SERA MAS JUSTO MAS LIBRE Y MAS SOBERANO?




EL JUSTICIALISMO QUE VIENE ¿SERÁ MÁS JUSTO, MÁS LIBRE Y MÁS SOBERANO?


NI YANQUIS NI MARXISTAS, “PERONISTAS”

Siguiendo el pensamiento político de Juan Domingo Perón, este decía que: “Una revolución es obra de varias generaciones y cada una debe cumplir con el mandato histórico que el pueblo le imponga”, de manera que puedan cumplirse por un lado, los objetivos estratégicos que se busca como Nación (La grandeza de la Patria), y por otro las necesidades fundamentales del pueblo en pos de su dignidad (La felicidad de todos los Argentinos).

El Peronismo, desde sus comienzos, buscó su equilibrio político entre dos corrientes extremas que comenzaban a dominar el escenario internacional allá por el año 1945 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial; por un lado, la izquierda comunista representada por la Unión Soviética y la otra un Nacionalismo exacerbado por el racismo que le impregnó el movimiento encarnado por Hitler.
En el final de esta guerra con la derrota del Nazismo, una nueva alianza se alzaba con el liderazgo mundial, EEUU y la URSS dejando atrás el viejo orden económico y político que había ejercido hasta entonces Inglaterra y Francia
El Peronismo entonces, tenía dos alternativas: o se sumaba a la alianza victoriosa de la última gran guerra, (dependencia a los poderes emergentes) o daba para todos los argentinos y el mundo una versión superadora de la liberación y reivindicación de los trabajadores y los humildes.
Así nacía el Justicialismo que, más tarde, se legitimaría con la Guerra Fría entre EEUU y URSS, que la época sintetizó con una consigna, “ni Yanquis ni Marxistas: Peronistas” (tercera posición). Y que fundamentó su pensamiento y su acción en un discurso que lo distinguió de cualquier otro movimiento, la Justicia Social.
Así quedaba configurado el Mundo: un primer Mundo EEUU y URSS, un segundo Mundo que coexistía con el primero, Europa y Japón y un tercer Mundo en donde intentaban articularse los países emergentes.


LA RESISTENCIA

Luego de los dos períodos de gobierno 1945 a 1955, el justicialismo es derrocado por una alianza cívico militar que en forma violenta (bombardeo al pueblo reunido en la Plaza de Mayo) usurpó el poder y echó por tierra todos los logros que el peronismo en su acción de gobierno había logrado reivindicar para los trabajadores y el pueblo argentino.
Los trabajadores fieles a su Líder y a su movimiento iniciaron una resistencia masiva en el orden laboral y social; más tarde esa lucha iniciada por los trabajadores se configuró en una alianza estratégica con la juventud que masivamente ingreso a la lucha popular y tras 18 años de lucha desbarató todos los intentos de los militares de perpetuarse en el poder, trayendo a Perón de su exilio y devolviéndole el poder al pueblo, la democracia y el pleno ejercicio de las instituciones.


SOCIALISMO NACIONAL

Pasos decisivos tuvo que dar el gran Movimiento en el camino de su Revolución, desde el llano y con el auge de los Movimientos de Liberación, Perón aprovecha esa situación para regresar al País y al Poder. Con un escenario Internacional que favorece la resistencia contra la dictadura Militar; en donde el propio Perón da una versión de “Justicialismo de izquierda” (socialismo nacional) consiguiendo de esta manera unificar a todo el País en un gran frente de liberación, derrotando así a los militares y su apoyo fundamental que le proveía los EEUU en su lucha hegemónica contra la URSS y sus aliados, fundamentalmente Cuba con la guerrilla en América Latina y Centro América.


PROYECTO NACIONAL

Pero el corto tiempo que Perón estuvo en el país antes de su fallecimiento, le fue suficiente para visualizar que un nuevo escenario internacional comenzaba a configurarse, por lo que se apuró en conformar un bloque continental que permitiera enfrentar con éxito los nuevos desafíos y peligros emergentes (el año 2000 nos encontrará unidos o dominados).
La unidad del país se hacía necesaria y Perón la sintetiza en El Proyecto Nacional que les ofrece a todos los argentinos.
La crisis de las naciones del Este europeo y el colapso de la URSS que transitaba un proceso de desintegración dan lugar al cierre de una etapa Histórica.


LA ALDEA GLOBAL

En la década del 80 con la consolidación de la democracia y luego del fracaso de Alfonsín, la situación emergente es definida como un nuevo orden mundial, homogéneo y unipolar en términos de poder ya que terminó por afianzarse la hegemonía de los EEUU. Se anuncia por ese entonces y se exalta a esta nueva etapa como el fin de la historia en el sentido de la culminación de la evolución ideológica del hombre, y se encarna en un ideal: el de la democracia liberal. Con el concepto de globalización se tiende a la unificación del mundo occidental y parte de oriente. El cambio en las relaciones de poder se expresa y legitima en las representaciones como mundo “unificado”.

La homogeneidad queda planteada desde los centros de poder político y económico como condición de existencia, de significatividad pero que encierra una nueva y profunda contradicción, inclusión-exclusión que se intenta camuflar con el llamado discurso social de la tercera vía.


10 AÑOS DE MENEM

En este contexto internacional y con una Argentina desgarrada por la hiperinflación que dejó la política económica de Alfonsín, las disputas Militares, la falta de liderazgo y de proyecto político, hicieron que el justicialismo vuelva a gobernar con Carlos Menem. Pocas opciones le quedaban con relación al contexto internacional que se consolidaba en forma definitiva como modelo económico y único poder político en el mundo.
Sobre tres ejes desarrolló su política Carlos Menem a saber: reforma del Estado, convertibilidad cambiaria y alineamiento con el poder mundial de los EEUU.
Como vemos el justicialismo en una reconversión ideológica tiene que dar respuesta a los acontecimientos, esta vez es una versión economicista, ya que lo primero que había que hacer era reconstruir la economía que se encontraba al borde del colapso total, esta posición le permite ubicarse con cierto “éxito” en el contexto internacional (ley de convertibilidad).

Transitó un primer mandato de plena reconstrucción del estado y de la economía por lo que se esperaba que en el segundo período de gobierno llegara un estado de bienestar para la gente, pero esto no fue así ya que si bien se pudo contener la estabilidad, el precio que se pagó fue muy caro porque la variable de ajuste volvió a ser el pueblo, la exclusión se hizo ver en toda su dimensión dejando al descubierto la falencia del modelo que se intentó instalar.
El trabajo pasó a ser un bien escaso a repartir y el descontento se generalizó, terminando con la expectativa de nuestro pueblo.



ALIANZA DE IZQUIERDA Y DERECHA

Hagamos entonces un poco de memoria para hacer este análisis partiendo desde la campaña electoral que llevó a una alianza caracterizada e instalada por la opinión publica y amplificada por los medios de comunicación, como una alianza de centro izquierda. El Radicalismo con la línea del Dr. de la Rúa que se ubica en el centro de la política de su partido (proveniente de la derecha Radical), y el Frepaso de Álvarez y Meijide que le suma la izquierda progresista fundamentalmente enquistada ideológicamente en la ciudad de Buenos Aires.

Estos elaboraron una propuesta para los argentinos basados en un discurso que tenía su base de sustento en la defensa de los “mártires” que dejaba el modelo Menemista; justamente lo que cuestionaban era la falta de solidaridad del Modelo imperante, por ello, los Argentinos le otorgaron la posibilidad de ser alternativa y acceder al poder para instaurar lo que la gran mayoría suponía un orden nuevo en la política argentina.

Pero a poco caminar mostraron lo que muchos ya sabían de antemano, que esto solo se transformaría en una versión mas refinada del mismo modelo y lo que es peor aún, es que iban a devaluar por medio de ajustes insensibles, en nombre de la ética y la moral (declamada por los progresistas de turno) los sueldos de los trabajadores y los jubilados, agudizando el sufrimiento y la angustia de quienes menos tienen.

Definitivamente mostraron no tener un proyecto de alternativa para realizar; así lo demuestra el caos social, económico y político que terminó con la alianza y su dirigencia en diciembre de 2001; por lo que el Peronismo deberá esta vez con rapidez crear un gobierno de emergencia nacional para evitar una vez más la disolución de la democracia y sus instituciones. El Dr. Duhalde con mandato parlamentario (luego de algunos intentos para dejar en el olvido) en un poco más de un año logra dejar al país en condiciones de volver a elegir a un gobierno con legitimidad popular.
UN GIRO A LA IZQUIERDA


Luego de una compleja ingeniería política por parte de Duhalde, para evitar que Menen gane las elecciones, emerge la figura de Kirchner en el centro izquierda del escenario político como oposición a los años noventa.
Kirchner comienza a gobernar con poco menos del 25% de los votos como consecuencia del abandono de Menen a la segunda vuelta en las elecciones de 2003; ese echo no menor para el ejercicio del poder se ve compensado por el apoyo del Duhaldismo que aporta sus funcionarios, su política económica y el poder proveniente de la liga de gobernadores e intendentes de la provincia de buenos aires.

De esa forma en los dos primeros años, Kirchner, consolida su poder en las elecciones legislativas como un plebiscito a su gobierno, oportunidad esta para desprenderse de su mentor, el Dr. Duhalde y su apoyo de gobierno; a partir de allí se puede considerar la tarea de gobierno como propia.
Luego de transitar meses de buena administración en un contexto internacional favorable, comienza una inexplicable ideologización de su gestión enfrentando a la sociedad entre buenos y malos derechos humanos o represores, crispando a la sociedad y perdiendo la mejor oportunidad de llevar a la nación a mejores estándares de vida; metiéndose en contiendas que nuestro pueblo dejó atrás sufriendo por ello el peor desgaste de su gobierno y el de su esposa actual presidenta de la nación.



PROXIMAS ELECCIONES

El hombre a lo largo de su historia tuvo dos movimientos antagónicos inevitables para la construcción de sus sociedades, una fue Globalizar las pandemias, catástrofes naturales y guerras y la segunda fue Universalizar sus descubrimientos, su conocimiento, su educación, su medicina en pos de una mejor condición de vida. La primera sometió a la humanidad en la esclavitud y el desconcierto, la segunda la liberó de los yugos y empujó a los hombres hacia la libertad y su grandeza.

Dos términos que parecen iguales pero que conllevan una ideología y lógicas distintas, por lo que intuimos que quería decir Perón con la etapa del Universalismo y que de ninguna manera se parece a lo que le quieren vender a los pueblos en el llamado orden global.

La crisis global que afecta a todos los países de la tierra, configuran un escenario complejo para el gobierno. La caja escasa de fondos, hace sentir el cimbronazo y la falta de recursos comienza a minar la acción de gobierno.
El gobierno sabedor de que su margen de maniobra se estrecha día tras día, comienza a manipular las normas y adelanta las elecciones previendo un deterioro mayor de su gobierno.
Sin duda que el aceleramiento de los tiempos políticos sorprende también a la oposición que todavía no ofrece una alternativa de poder y un proyecto alternativo al mostrado por el oficialismo hasta la fecha.

En los próximos días, los argentinos más preocupados por la inseguridad, como evitan que se deteriore su salario y escapa de los mosquitos transmisores del Dengue, verán en el escenario político nacional las más diversas y complejas ingenierías para alcanzar el favor de los votantes. Sin duda una tarea titánica les espera mas adelante el 28 de junio a la hora de elegir candidatos, sabiendo que una vez más las internas de los partidos (más partidos que nunca) se dirimen en elecciones nacionales y por ende quien tiene la mayor responsabilidad, el justicialismo, disperso en todo el arco electoral, intenta mantener los espacios de poder sabedor que solo es posible corregir el rumbo de la democracia desde dos ejes fundamentales: la presión de los más necesitados y la mayoría en las dos cámaras parlamentarias. (Senado y Diputados)


HACIA UN CAMBIO SOLIDARIO

Todo hombre o mujer que alguna vez haya transitado por la política, sabe sin lugar a dudas que no es posible la realización de cambio alguno, si en el proyecto propuesto a todos los ciudadanos, no está bien enarbolada la bandera de la solidaridad. Ésta, sin duda alguna, es la que legitimará cualquier acción emprendida por un gobierno que se jacte de ser un digno representante de los intereses del pueblo.
Esta verdad de perogrullo, en muchos casos es olvidada por algunos dirigentes políticos, que en los últimos tiempos vienen perdiendo consenso y credibilidad impregnando de desprestigio a la política en general.

El mundo está en un proceso de cambio y ebullición, político, militar y económico lo que hará más difícil la integración de nuestra patria como nación soberana, por ello en forma urgente y decidida los peronistas deberán dejar las disputas internas y abocarse a elaborar un proyecto integrador de toda la sociedad Argentina que reclama con urgencia tiempos de solidaridad, tiempos de justicia y dignidad por medio de la unidad de todos los argentinos; el trabajo como organizador principal de toda la sociedad hará una parte, la economía, su cultura y su historia como Nación harán lo que falta; por ello el interrogante ha comenzado a sobrevolar la mente de los argentinos a la hora de votar y definir el destino de todos los argentinos; el Justicialismo que viene, ¿será más justo, más libre y más soberano?. O quedará pegado en la creencia que presupone creer que el país y su historia se inscriben solo en el Peronismo.



VICENTE SCORDAMAGLIA