miércoles, 19 de abril de 2023

 

Artículo de opinión

CRISTINA PRESIDENTA

Por: Vicente Scordamaglia

 

Un fenómeno nuevo (y viejo a la vez) se está reproduciendo en la Argentina política. Las bases de un movimiento nacional y popular comienzan a despertar de su largo letargo. El disparador no es un hecho nuevo ni original pero sí efectivo en su composición; las bases populares sensibles a la suerte que corren sus líderes comienzan un peregrinaje por las márgenes de un movimiento que no respeta autoridad alguna solo obedecen a su líder en una profunda armonía con su autoridad única y su sentimiento personal. Perón, Irigoyen, Evita y otros y hoy Cristina forman parte de esos líderes que en su singularidad se ven reflejados los intereses de las mayorías que solo se mueven cuando un peligro incipiente pone en riesgo esa comunión entre su líder y las masas populares.

El fenómeno Cristina tiene todas las connotaciones para convertirse a partir de una injusta persecución mediática,política y judicial (enfermiza por cierto), junto al  intento de magnicidio perpetrado sobre la vice presidenta constituyen el grado de locura al cual han sido capaces de llegar los opositores al oficialismo en su intento por  llegar al poder por el camino que les sea posible. En este escenario de alta conflictividad se van a desarrollar las próximas elecciones presidenciales que en su contenido más profundo la derecha salvaje comienza a mostrar el proyecto que tienen preparado para los argentinos.

Mientras los candidatos moderados se esfuerzan por ofrecer un proyecto  integrador, la ultra derecha les  come sus propuestas con consignas cada vez más extremas  obligando al conjunto de la clase política a ser cada día más “duros”, radicalizados y violentos en sus propuestas para equiparar las posturas de los más asperos oponentes ejerciendo una presión sistemática y organizada al gobierno nacional.

Mientras todo esto se desarrolla en una carrera alocada por degradar la gestión del oficialismo, los medios de comunicación  amplifican a diario estimulando la bronca de la gente que en su hartazgo empuja a cualquier dirigente que ayude  a canalizar su desamparo.

En este escenario de confrontación enfermiza los opositores al gobierno siguen promoviendo en la opinión pública cualquier desacierto o episodio que protagonice el gobierno en especial cualquier episodio que involucre a Cristina Fernandezde Kirchner, como el repudiable hecho sobre su hija o algún miembro de su familia del cual sigue siendo objeto. Un pueblo está a la expectativa esperando saber si su máxima dirigente asume el desafío de presentarse  a las próximas elecciones con todo lo que conlleva esa decisión esto es: hacerse cargo no solo gestionar la nación por los próximos cuatro años (en este clima bélico) sino también conformar una fuerza política lo suficiente amplia y con la fortaleza suficiente que aguante las presiones de una derecha salvaje que no acepta quedar afuera del poder sino que además está dispuesta a todo.