Artículo de opinión
CRISTINA PRESIDENTA
Por: Vicente Scordamaglia
Un fenómeno nuevo (y viejo
a la vez) se está reproduciendo en la Argentina política. Las bases de un
movimiento nacional y popular comienzan a despertar de su largo letargo. El
disparador no es un hecho nuevo ni original pero sí efectivo en su composición;
las bases populares sensibles a la suerte que corren sus líderes comienzan un
peregrinaje por las márgenes de un movimiento que no respeta autoridad alguna
solo obedecen a su líder en una profunda armonía con su autoridad única y su
sentimiento personal. Perón, Irigoyen, Evita y otros y hoy Cristina forman
parte de esos líderes que en su singularidad se ven reflejados los intereses de
las mayorías que solo se mueven cuando un peligro incipiente pone en riesgo esa
comunión entre su líder y las masas populares.
El
fenómeno Cristina tiene todas las connotaciones para convertirse a partir de
una injusta persecución mediática,política y judicial (enfermiza por cierto), junto
al intento de magnicidio perpetrado
sobre la vice presidenta constituyen el grado de locura al cual han sido
capaces de llegar los opositores al oficialismo en su intento por llegar al poder por el camino que les sea posible.
En este escenario de alta conflictividad se van a desarrollar las próximas
elecciones presidenciales que en su contenido más profundo la derecha salvaje
comienza a mostrar el proyecto que tienen preparado para los argentinos.
Mientras
los candidatos moderados se esfuerzan por ofrecer un proyecto integrador, la ultra derecha les come sus propuestas con consignas cada vez
más extremas obligando al conjunto de la
clase política a ser cada día más “duros”, radicalizados y violentos en sus
propuestas para equiparar las posturas de los más asperos oponentes ejerciendo
una presión sistemática y organizada al gobierno nacional.
Mientras
todo esto se desarrolla en una carrera alocada por degradar la gestión del
oficialismo, los medios de comunicación
amplifican a diario estimulando la bronca de la gente que en su hartazgo
empuja a cualquier dirigente que ayude a
canalizar su desamparo.
En este escenario de
confrontación enfermiza los opositores al gobierno siguen promoviendo en la opinión
pública cualquier desacierto o episodio que protagonice el gobierno en especial
cualquier episodio que involucre a Cristina Fernandezde Kirchner, como el
repudiable hecho sobre su hija o algún miembro de su familia del cual sigue
siendo objeto. Un pueblo está a la expectativa esperando saber si su máxima
dirigente asume el desafío de presentarse
a las próximas elecciones con todo lo que conlleva esa decisión esto es:
hacerse cargo no solo gestionar la nación por los próximos cuatro años (en este
clima bélico) sino también conformar una fuerza política lo suficiente amplia y
con la fortaleza suficiente que aguante las presiones de una derecha salvaje que
no acepta quedar afuera del poder sino que además está dispuesta a todo.