Articulo de opinión
PROBARON DE SU PROPIA MEDICINA
POR: Vicente Scordamaglia
Tanto han abusado de la alusión a la República
que creyeron que ésta estaba a su servicio. Los episodios bochornosos que
protagonizaron en Lago Escondido: jueces, fiscales, funcionarios y empresarios de medios de comunicación tienen
en su fuero íntimo la convicción política de la impunidad con la que realizan
sus operaciones. Sujetos estos que por esa creencia se manejan como si fueran
los dueños de tamaño poder que otorga la constitución nacional como uno de los
tres poderes que le da sentido y contenido a la República. Solo alcanza con
verlos actuar para darse cuenta que cometen las mas burdas de las torpezas en
su proceder, esto es:la utilizaciónde la República como valor institucional que
con el abuso del término los ha llevado a vaciarla de contenido y
representación institucional frente a los otros dos poderes que representan a
la verdadera República bastardeada por un conjunto o grupo de personas que se
creen impunes frente a una sociedad que por ahora todo lo tolera.
Fueron tan
soberbios que no previeron que el ojo de la verdadera justicia que todo lo ve los
estaba observando a la espera que cometieran el peor de los pecados que les
sucede a personajes de tamaña calaña que frente a episodios como estos, los muestra
frente a la sociedad como lo que verdaderamente son: una banda de mercenarios y
facinerosos al servicio de las elites que gobiernan el mundo. Estos mismos
protagonistas son los que junto a personajes siniestros de los servicios de
inteligencia se dedican al armado de causas judiciales para ensuciar a sus ocasionales
contrincantes.
Ya hemos
dicho hasta el cansancio que la política
seha rendido frente a estas verdaderas bandas de mafiosos al igual que
ahora vemos como cae el telón bajo el manto de las mentiras e injurias que
promueven estos sujetos hasta fabricar una realidad paralela para el consumo de
la población. Es más que claro a esta altura de los acontecimientos verlos como
proceden (a gusto y piacere) sin ninguna restricción frente a episodios de suma
trascendencia para la República, que de otro modo no podría ser visto si existiera
una justicia proba e independiente.
Argentina se
encamina a cumplir con un nuevo período electoral como manda la Constitución Nacional,
los candidatos se esmeran en seducir al electorado con consignas que apenas
alcanza para sobrellevar la angustia que padece la población viendo como se
esfuma un nuevo mandato electoral sin que se le resuelvan sus principales
dilemas existenciales, esto es: los
sueldos de los trabajadores que se licuan frente a una inflación que no se
detiene haciendo añicos las esperanzas de un presente y mañana mejor.
En este
escenario más complicado de lo que parece, los candidatos agotan sus propuestas
con consignas cada día más grandilocuentes, desde dinamitarel Banco Central,
dolarizar la economía, estimular el uso de armas, tráfico de órganos y vaya a
saber cuántas cosas (siniestras) más.
Consignas sin contenidos son lo que ofrecen a esta hora personajes de dudosa
integridad ya que no se sabe muy bien quienes lo financia para tan dislocada carrera
política. Si estos personajes salidos de la nada llegaran a gobernar a los
argentinos (Dios nos libre de ello)
corremos el riesgo de quedar atrapados en un conflicto interminable. Hoy
la clase política argentina está mas ocupada en ver como responden a las
provocaciones cotidianas en vez de convocar a un proyecto que integre al
conjunto de los argentinos; así con esta perspectiva disociada de la realidad de
la gente nos acercamos cada vez más a ser un país invertebrado sin proyecto ni
futuro desestimando una vez más las enormes posibilidades que nos brinda el
fortalecimiento de la democracia.