miércoles, 12 de julio de 2017

LA UTILIDAD DE LAS PRIMARIAS, ABIERTAS, SIMULTÁNEAS Y OBLIGATORIAS (PASO)

LA UTILIDAD DE LAS PRIMARIAS, ABIERTAS, SIMULTÁNEAS Y OBLIGATORIAS (PASO)

La campaña política que nos llevará a las devaluadas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) ya está en camino con todo su folclore a cuestas. Cómo criticar el ejercicio de votar para elegir a los mejores dirigentes para que nos gobiernen si nos pasamos años de dictaduras sin poder ejercer este derecho elemental para vivir en un país libre y democrático. Sin embargo y mal que nos pese, los distintos frentes electorales se las han arreglado para no competir en estas internas abiertas, arguyendo acuerdos preelectorales que imposibilitan el armado de las listas para competir libremente y someter su candidatura a la legítima decisión del electorado nacional. 

Las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), se instituyeron en un contexto y con un  argumento que respondía a la falta de credibilidad de los ciudadanos hacia la clase política y sus respectivos partidos; este sistema que entró en una profunda crisis institucional dejó un vacío  de credibilidad en el sistema electoral, a lo que las PASO, de alguna manera, podían ofrecer un mecanismo  facilitador por fuera de las tradicionales roscas políticas en tanto se pudiera recomponer el rol y la transparencia de los partidos políticos, legítimos instrumentos para formar, instalar y ofrecerle a la sociedad a los mejores dirigentes disponibles en todas las formaciones democráticas del país. Sin embargo, debemos aceptar que aunque las devaluadas PASO ocasionen algunos desgastes innecesarios o parezca inútil su realización, ante la falta de democracia dentro de los partidos políticos su implementación termina resolviendo conflictos existentes entre candidatos de un mismo partido o frentes electorales que de otra forma no llegarían a ningún acuerdo sin la participación del electorado nacional.

Si el actual gobierno intentara realizar una necesaria reforma política, uno de los temas de debate será sin duda la homologación de las tan poco útiles PASO, en tanto en ese mismo orden se vuelva con la práctica partidaria de elegir democráticamente en elecciones internas a sus legítimos candidatos.

Ahora bien, yo creo que hay que devolverles a los partidos políticos la autoridad y el prestigio necesario siempre y cuando todos los actores de la política nacional se pongan de acuerdo en que para construir una república vigorosa es necesario creer (y practicar la política) en una democracia partidaria como instrumento para su realización, es decir, un consenso generalizado de todas sus fuerzas activas que permita en un gran acuerdo nacional la refundación del sistema democrático tan bastardeado en nuestro país; un sistema en el cual se permita resolver todas nuestras diferencias, contradicciones e intereses sin que por ello se ponga en juego la institucionalidad de la Nación.    

Quizás no solo baste con enunciarlo, sino que además debemos practicar sin demora, anteponiendo la lucha por la idea por encima de la calumnia sistemática como base central de un nuevo tiempo político por venir que con insistencia, reclama toda la sociedad.


VICENTE SCORDAMAGLIA