martes, 25 de agosto de 2020

Artículo de opinión

EL REGRESO DE LA POLÍTICA

Por: Vicente Scordamaglia

 

El mundo entero está siendo desmantelado por un virus mortal, no solo porque está atacando a los humanos sino porque  además, las medidas de aislamiento que deben tomar los pueblos del mundo para no estimular el contagio masivo del covid-19 están destruyendo sus economías locales, pilar fundamental sobre el cual fue construido un capitalismo global que comienza a desplomarse ante la mirada impotente de sus gobernantes que no encuentran los instrumentos eficaces para asistir a la naciones que ven atónitos cómo se desmorona su sistema productivo, su economía nacional y con ello lo que fue hasta hace unos meses su modo de vida.   

Ya todos sabemos que el mundo actual tal como lo conocemos carece de mecanismos fundamentales para dar respuestas a los enormes requerimientos que la época nos demanda. Millones de seres humanos deambulan por el mundo en busca de alguna nación que los ampare, los asista y les de alguna oportunidad para subsistir frente a la tragedia que los aflige. La esperanza, valor fundamental que sostiene a los seres de este planeta, flaquea ante la evidencia del peligro que amenaza acabar con el sueño de los humanos para construir un futuro que nos incluya a todos por igual sin importar credos, razas, condición social o ideología política.

Realidad esta, que nos atraviesa severamente a pesar nuestro, seguimos aferrados a la esperanza de que pronto accederemos a una vacuna que nos redima de todos los pecados cometidos en nombre de una civilización que viene cometiendo las peores injusticias  en pos de la libertad, la democracia y la república. 

 El regreso de la política en el escenario nacional parece ser el punto de inflexión de la pandemia sanitaria y económica. Como si se tratara de un recipiente llenado compulsivamente hasta desbordar así, todos los días, le seguimos metiendo presión a nuestra débil democracia sin ofrecer una mínima hendija por donde se vea una luz que nos muestre el sendero por donde debemos transitar. En esta realidad dislocada de tanto horadar las contradicciones de nuestra sociedad, la Argentina se parece mucho más a un conglomerado de almas que se encamina una y otra vez hacia su destrucción masiva más que a su destino de grandeza como señalaron tantas personalidades de nuestra historia.

Desde los disparatados argumentos de algunos “intelectuales” desgastados por el tiempo buscando construir un relato con que desgastar al gobierno, pasando por los mismos políticos que fundieron al país hace tan solo nueve meses atrás y amplificado por las empresas mediáticas que utilizan a una clase de periodismo servil, buscan a diario crear las condiciones sociales, (políticas y económicas) para consumar una desestabilización suficiente como para condicionar al gobierno nacional (si logran consenso entre sectores tradicionalmente destituyentes) y los más audaces soñar con la vieja fantasía de recurrir a un golpe de estado. Las declaraciones del ex presidente Eduardo Duhalde no solo son desmesuradas sino que además están dichas en el marco en donde el gobierno metió mano en el negocio de las telefónicas, ¿esta será la respuesta? No lo sé, pero recordemos que cuando el ex presidente gobernaba en medio del desorden generalizado y el que se vayan todos, estas empresas junto a los bancos fueron los únicos beneficiados por la pesificación.

Los opositores al gobierno que todos los días intentan vender una realidad aumentada, están defendiendo sus propios intereses económicos y la de sus socios mediáticos que ven peligrar sus privilegios con el temor cierto a ser juzgados por los delitos de corrupción del gobierno de Macri y sus secuaces que, con un relato ya gastado por  su uso mal habido convence apenas a unos pocos y paradójicamente va por sus cabezas. Un dicho popular dice: “El cerdo ve suciedad donde los puros ven pureza” ¿que estamos viendo los argentinos?