jueves, 8 de diciembre de 2022

 

Articulo de opinión

LA DEMOCRACIA EN SU LABERINTO

Por: Vicente Scordamaglia

 

La política se ha transformado en una herramienta secundaria de la vida social política y económica. Ya no se la concibe como la ciencia  transformadora de la realidad de los pueblos, más bien se “desconfía” de aquellos que en nombre de su utilización pretenden encaramarse en los estamentos del poder político con el único fin de ser agraciado por el voto mayoritario y así perdurar en el escenario político por tiempo indefinido; en contraposición  a este vicio de la vida democrática que anida en el interior de los partidos políticos, irrumpen una serie de personajes (of saider) que valiéndose del desprestigio que pesa sobre las espaldas de la  dirigencia en  general estos “dicen proponer” algo nuevo, algo distinto pero que en la realidad todavía no se sabe muy bien de que se trata. Ya hemos visto a lo largo de la historia política nacional como frente a situaciones análogas asoma un segmento de sujetos con un relato escaso de sustento ideológico y pobres contenidos democráticos para justificar la anti política.

 Una particularidad en común los iguala y les da una “cierta identidad” compitiendo entre sí para ver quien vocifera más por su verborragia violenta que utilizan como resguardo justificando con esta postura beligerante sin límites que en la mayoría de los casos les sirve para ocultar sus verdaderas intenciones, esto es: todos ellos también ambicionan los mismos objetivos que sus “víctimas” y por ello no hacen otra cosa más que desgastar la figura cada vez más expuesta de la clase política nacional de la cual también ellos son la parte más nefasta de lo mismo que critican.

Hemos visto con estupor como proceden estos personajes profetas de la mentira y el odio, sobre todo como proceden cuando pierden elecciones democráticas ya no se resignan a entregar el poder, arguyendo un mínimo detalle  que justifique su proceder y sus oscuras intenciones confundiendo a la gente con supuestos fraudes inexistentes que solo existe en la mente afiebrada de estos sujetos que como Bolsonaro o Tramp pretenden perpetuarse en el poder desconociendo las reglas elementales de los procesos democráticos.

¿Hacen falta más pruebas para saber hasta donde son capaces de llegar estas derechas pervertidas junto a sus seguidores tan enfermos como los líderes que los representan?.  El ruido que se escucha de fondo en las sociedades hiper polarizadas es ensordecedor cuando tienen que reconocer sus derrotas electorales o sus desaciertos democráticos, son derrotas estas que no alcanzan para explicar su violento proceder mucho más cuando no aciertan en encontrar respuestas terminantes para mantener engañados a sus confundidos seguidores.

Lo que sucede en Brasil es sin atenuantes un golpe de estado previo a la asunción de Lula, tiene el significado de ser una advertencia marcándole la cancha en los ya escasos límites con los que cuenta el presidente electo. Una serie de peligros subyacen con las democracias del mundo si quienes gobiernan no cumplen con los requisitos que esta derecha criminal y violenta quieren imponer. Es indudable que a simple vista Lula esta sofocando su primer golpe de estado antes de asumir su propio gobierno.  En nuestro país los opositores al gobierno nacional preparan el escenario desde el congreso de la nación para darle sustento legal a sus nefastas propuestas por las dudas que fracase su estrategia de desgastar sistemáticamente al gobierno nacional. De la mano del converso Ritondo y el “radical” Negri junto al enfermo psiquiátrico Iglesias (todos ellos) devenidos en la fuerza de choque de un frente político que no ofrece otro proyecto para los argentinos mas que la violencia desenfrenada en caso de que el gobierno mantenga el poder.    

En este contexto resulta bastante gracioso ver a todos los espacios políticos en pugna como apelan a una consigna tan gastada como es apelar a la unidad para ganar las próximas elecciones, en este sentido y dada las condiciones existente la globalización, se juega el futuro de las democracias occidentales en donde el mundo esta en un momento bisagra entre lo nuevo que no termina de emerger y otro que no termina de morir, en este minué de falsos profetas del odio (en nuestro país) se disputan el trono para ver quien es el más duro a la hora de mostrarle a la sociedad como le ponen límites a los grupos que según ellos  “infligen” la ley. Esta vez parece ser cierto una peste humana recorre las democracias occidentales contaminando su contenido por personajes sin escrúpulos que no se detienen ante nada por conservar el poder; solo conciben la república si ella esta al servicio de sus intereses, se llenan la boca con la división de los poderes mientras por otro lado ponen a su servicio y alinean a su favor a la justicia, caso claro me refiero al juicio bochornoso de vialidad perpetrado contra Cristina Fernandez de Kirchner.

Los “nuevos” candidatos ¿quieren ser o parecer?. No hay debate por ideas sino solo para ver quien es el más duro, así se presentan ante la sociedad tratando de imitar conductas de personajes nefastos que deambulan por el mundo y que la sociedad ya comienza a rechazar. Se unen para ganar y se dividen para gobernar no tienen mas ambición que la de ocupar espacios de poder para llevar adelante reformas que son imposible de realizar sin la participación de los actores principales de la sociedad como lo son los trabajadores y sus organizaciones que los agrupa; en este sentido la unidad es la única condición para la victoria podemos afirmar entonces que así los objetos pierden sentido cuando lo destruye el contexto en el que tienen significación esto es así cuando aliados políticos están de acuerdo en el plano de contenido pero no en el de relación; mientras una amenaza externa común los mantiene unidos en ausencia de ella se separan por incompatibilidad ideológica.

Finalmente, ante los acontecimientos presentes que apuntan directo al corazón de la democracia en nuestro país debemos reivindicar con suma prisa la independencia de los tres poderes de la república bastardeada por personajes sin escrúpulos sino queremos quedar atrapados en la ignominia de la historia.