lunes, 7 de enero de 2013


ARGENTINA VIVE UNA SITUACION IATROGÉNICA
 (ENFERMA MIENTRAS PROMETE CURAR)
 
 
Cuando pensé en el título de este artículo (lo digo con franqueza) había considerado escribir una ironía, pero cuando lo vi escrito y luego de escuchar el discurso de la presidenta en el acto del día de la democracia, me di cuenta que el gobierno de Cristina estaba entrando en un territorio de insospechado peligro para el futuro de los argentinos. Los términos empleados en su alocución para referirse a los medios de comunicación y a la justicia de nuestro país son de extrema preocupación para la vida institucional de nuestro país y la independencia de los poderes. La terminología empleada allí tales como: batalla, los fierros mediáticos y judiciales junto a la alusión de la letra de la canción de María Elena Walsh “Como la cigarra” fragmento: “tantas veces me mataron, tantas veces me morí y a mi propio entierro fui”, son términos, apelativos y consideraciones que se corresponden con un escenario (presente o futuro) beligerante en presencia de un enemigo amenazante y no de un gobierno que busque el consenso y la unidad nacional en aras de resolver los problemas existentes que todavía subyacen en el país.
Es indudable que el gobierno necesita construir todo el tiempo batallas épicas para mantener vivo un relato que se presupone revolucionario para sectores afines pero que, a la vista del común de la gente no es más que un gobierno que corre contrarreloj para no dejar ver el desgaste real de sus filas internas y el deterioro sufrido de un  “modelo” gobernante que en vez de dar respuestas a las demandas del conjunto de la Nación, se dedica a confrontar contra molinos de viento (gigantes monstruosos que pueblan su imaginario) a quienes tenemos que derrotar, afirmando así la fallida utopía revolucionaria de otras épocas, escenarios éstos, que lucen carcomidos por el tiempo y la evolución de  las ideas.
La desgraciada situación vivida por el caso Marita Verón frente al vergonzoso fallo de la justicia tucumana absolviendo a una red de trata de personas y prostitución, no hizo más que enardecer la frágil tolerancia de los argentinos que vienen sobrellevando una serie de injusticias ante algunos jueces sospechados que integran el vulnerable sistema judicial; la presidenta comete un gravísimo error en utilizar esta desgraciada situación para fustigar a todo el sistema judicial y así aprovechar en beneficio propio una desgracia ajena y equipararla con el fallo que otorga la medida cautelar en  el caso Clarín.  No tengo dudas que Susana Trimarco merece todo el apoyo institucional en su brutal lucha solitaria, sin embargo por más que la quieran dibujar (decíamos en el barrio) sólo se hizo presente al final de su cruzada. 
Los desmanes navideños serían como la frutilla del postre de un final de año 2012 que se caracterizó por fuegos cruzados en un festival de acusaciones entre los enemigos del oficialismo y el gobierno nacional. Si los años no se hubieran asentado bien en mi humanidad, seguramente me sumaría a cualquiera de las acusaciones en pugna y darle pa frenchi; pero a los 63, debo ser responsable y objetivo. Como primera preocupación deberíamos preguntarnos a quién le sirven estos desmanes. A mi modo de ver a muy pocos. Empecemos por el gobierno, ¿Por qué lo haría? ¿Sólo con el objetivo de victimizarse y encontrar algún que otro molino de viento (enemigos de la democracia) con el cual combatir y mantener a la tropa lista para embestir contra algún objetivo oculto que el gobierno espera develar en el próximo año electoral?; no me cierra, es demasiado riesgoso montar semejante operación inclusive si tan sólo fuera para acusar a los gremios de los desmanes y desgastar a uno de los sectores que más está hostigando al gobierno en los últimos tiempos y que lentamente va ganando la calle, esto es CGT opositora (Moyano) y aliados (Micheli -Barrionuevo)
¿A los aludidos gremialistas, que dos días previos a las declaraciones de la presidenta realizaron un deslucido acto que no debió realizarse ya que el contenido gremial que motivó la movilización fue manifestado exitosamente en el último para nacional (20-N) no sólo apoyados por estos sectores gremiales sino por gran parte de la población? Paro que estuvo en la misma sintonía  que la movilización del 8-N por eso la gente lo apoyó. Tampoco me cierra; demasiado riesgo para ganar tan poco y quedar expuestos como destituyentes frente a la opinión pública, cosa que el gobierno no dudó en vincular con los desmanes navideños.
Pero la presidenta sorprendió una vez más con su ingenio latente antes de tomarse sus merecidas vacaciones, cuando responsabilizó definitivamente a sectores del Partido Justicialista de la desestabilización de los gobiernos de Alfonsín y De La Rúa, ¿dejó latente que los sectores gremiales aludidos  quieren desestabilizar a su gobierno? Si esto es así, la presidenta está tirando la pelota al medio del campo para ver quien la toma y hace juego un rato con el balón; mire si me equivoco; quienes tomaron el balón son algunos viejos radicales que todavía creen que su gobierno fue objeto de un golpe instrumentado por el PJ Bonaerense, en particular Duhalde y algunos intendentes (análisis simplista de conflicto histórico tan complejo) con esta aseveración el gobierno lava todos sus yerros de los últimos tiempos de un solo tiro y se ubica con alguna perspectiva discursiva para el año electoral del año que viene; ¿tendrá el gobierno la idea de señalar al próximo enemigo de la democracia y atar a gremialistas junto a sectores del campo como la Sociedad Rural Argentina (de allí la expropiación a la SRA) que se oponen a su gestión?. 
Finalmente el gobierno prepara lo que será el operativo retorno más esperado, el regreso de la Fragata Libertad, ya no como emblema patrio restituido a la Nación producto de errores propios sino como bandera revolucionaria rescatada al enemigo en una “batalla legal” que poco dista de acuerdos genuinos y mucho negociados clandestinos con los fondos buitres camuflados ahora de bellas mariposas primaverales.   
Como vemos, el gobierno una vez más dobla la apuesta y se prepara para radicalizar su discurso con vistas al año electoral despertando de su arcón de los recuerdos a todos los enemigos de la patria y de su mentada “revolución”.
¿Toda esta hipótesis mete miedo, no sé si es una buena idea sólo me aferro a lo que decía Camus:  “Cada idea equivocada termina en un baño de sangre, pero siempre es la sangre de otros” 
VICENTE SCORDAMAGLIA