lunes, 16 de noviembre de 2020

 Artículo de opinión

LA REGION SURAMERICANA EN LLAMAS

Por: Vicente Scordamaglia

 

Los episodios que se están sucediendo en la región suramericana (Ecuador, Bolivia, Chile, Brasil, Colombia Perú y otros de una larga lista) están determinando para bien o para mal la vida y el futuro de los argentinos. Una serie de conflictos se detonaron con una virulencia inesperada en esta parte del mundo. No porque no supiéramos lo que aquí se está dirimiendo entre las potencias que dominan el mundo sino por el nivel de violencia con la que han cargado los distintos sectores en pugna por el poder. Es evidente que el campo de batalla elegido para dirimir los conflictos internacionales en esta etapa de la globalización es el continente suramericano y en él, se están desarrollando con modalidades propias (de cada nación) una serie de conflictos destinados a fijar el rumbo de los acontecimientos nacionales en el contexto de las tensiones que la globalización y los poderosos imponen.    

Ya nadie se sorprende al ver el despliegue de elementos destinados a desestabilizar (de un lado y otro) a gobiernos legítimamente constituidos por elecciones libres de los pueblos, sino lo peligroso de ello es su naturalización y aceptación del avasallamiento sistemático de las leyes que rigen el bien común de los pueblos y su modo de vida en democracia.      

Los intereses de las potencias: económicos comerciales, políticos y militares desplegados en distintas partes del mundo, explican con claridad los episodios que se están sucediendo en gran parte de nuestra región suramericana. Ya nadie se sorprende al saber que estamos frente a la injerencia extra territorial desplegada sobre nuestra soberanía y mucho menos no nos sorprende ver quiénes son sus socios locales que en contra posición de metodologías del pasado ahora intervienen dentro de las mismas reglas democráticas lo que les permite desde este lugar, la construcción de un relato en derredor de sus intereses económicos y estratégicos con un plus favorable ya que cuentan con un significativo apoyo de sectores afines a su proyecto de inclusión para pocos en desmedro de las mayorías  postergados de nuestra sociedad.

Esta es la experiencia del PRO (para tomar un caso paradigmático) que junto a otros partidos tradicionales con escaza representatividad en elecciones pasadas (tal el caso del Radicalismo) prestó su estructura territorial en nuestro país permitiendo así construir una alianza que llego al poder y gobernó durante los últimos cuatro años con los resultados catastrófico que hoy tenemos a la vista.

Es necesario destacar que las reformas (reforma previsional y reforma laboral) que plantea el neoliberalismo cada vez que llega al poder por los métodos que sea, son incompatibles con las necesidades de los trabajadores. Las conquistas de los pueblos y sus trabajadores son derechos adquiridos que luego de comprobar que tales medidas no son para su beneficio, emprenden la lucha destituyendo cualquier orden preestablecido. Crear comunidades humanas como lo hacen las redes, puede servir para movilizar al pueblo y crear un escenario de inestabilidad continua ya que estas apelan a visibilizar a un enemigo común, este, es el mejor catalizador para unir a una nación que no encuentra soluciones adecuadas a los grandes desafíos de la época.

Estamos en presencia de un periodo de la historia en donde dos interrogantes interpelan la razón humana: una es el cuidado del medio ambiente que esta sufriendo el peor ataque a sus recursos naturales fundamentales para la subsistencia humana y el otro es el aumento desmesurado de la pobreza que amenaza toda planificacion posible. El capitalismo globalizado se encuentra en una disyuntiva historica: o  funda junto a los trabajadores un nuevo contrato social para los proximos cincuenta años distribuyendo equitativamente el valor de la riqueza (creando nuevos consumidores) o se verá obligado a gobernar sobre su  propia ruina.