jueves, 16 de noviembre de 2023

 

ARTICULO DE OPINIÓN

ALGO MÁS QUE UNA SIMPLE ELECCION

POR: Vicente Scordamaglia

A partir de lo que parece ser un casi y seguro triunfo de Sergio Massa en las próximas elecciones del domingo próximo,  una nueva configuración del mapa político argentino comienza a alinearse en el horizonte directivo. Este fenómeno se da por partida doble tanto en uno como en otro espacio de los contendientes, esto es: en el ámbito dirigencial de los “ganadores como así también en el de los “perdedores” de la última elección. En esta elección a diferencia de las paso el oficialismo mostró su verdadero poder de fuego para ganar elecciones; este mismo fenómeno que atravesó a todos por igual se da con distintos matices propios que les permitió a unos y otros posicionarse en el nuevo, cambiante y controvertido escenario político de la nación.

El seguro rompimiento de la principal coalición  opositora, que en ambos casos y por las mismas razones los obliga a unos y otros a buscar la existencia de un nuevo escenario político en argentina que los legitime nuevamente frente a toda la sociedad.  

La importancia que tiene este evento está dado por el interés que está generando en todos los países de la región que se mantienen expectantes al resultado que arrojen las elecciones  en nuestro país pensando siempre como afluirá el resultado en sus propios países.  

Atento a esto, tenemos que mencionar que el  resultado final del experimento Milei de ser exitoso terminará por insuflar mayor significado a las derechas de toda la región.

 Estas elecciones son algo más que una simple elección ya que de ganar Milei abriría la puerta a una banda de locos desaforados con ansias de poder y venganza en contra de todas las reivindicaciones de los trabajadores creando un escenario de constante beligerancia que pondría a la democracia argentina al borde de enfrentamientos que se sabe donde empiezan pero nunca donde termina.

Nuestro país está transitando un periodo de su corta historia democrática         (40 años) como no se ha visto antes, la incorporación de un tercer contrincante en la confrontación electoral ha venido a ponerle nombre y apellido (La libertad avanza) a un personaje como Javier Milei que ahora con la intervención de Mauricio Macri intentaran juntarle la cabeza a todas las derechas que andan camufladas con sus distintos matices creando eventos que no se habían  producido antes con tanta virulencia y nitidez poniendo en jaque e interpelando a toda la sociedad ofreciendo un paquete de medidas estrambóticas para convertir a nuestro país en un complejo proyecto exclusivo para unos pocos.

El acenso que significo el fenómeno Milei fue debido a un agotamiento de la clase política que en vez de buscar unidad en la diversidad para hacerse cargo de una nación en crisis se dedico a acumular espacios de poder con el solo fin de ocupar cargos en los distintos estamentos del poder.

Finalmente para concluir con este escueto análisis digamos que cuando los buitres vuelan bajo es señal que algo está en proceso de putrefacción; a esta realidad conflictiva se le suma otro evento interno que como vía de escape arrasa violentamente con todo lo que no se pueda salvar del deterioro existente.

A todo este escenario que avizora nuevos y complejos enfrentamientos se le suma la insólita embestida de aquellos que perdieron las elecciones previas como Patricia Bullrich expresando públicamente y sin eufemismo su profundo deseo de que todo explote cuanto antes convirtiendo a la democracia argentina en un polvorín en donde pareciera que todos los días argentina está a punto de estallar.

Este clima perturbador es creado irresponsablemente  por una dirigencia que abiertamente expresa su íntimo deseo de que argentina explote antes que vuelva a ganar el oficialismo por otro periodo constitucional.

En este escenario volátil y turbulento la sociedad argentina se apresta a votar a un nuevo Presidente que tendrá que administrar las expectativas y el destino de la nación toda sin importar el color político  que la gobierne y por el término de cuatro años; en este sentido los próximos días se presentan determinantes en donde la decisión que asuman los argentinos sellará el destino de la patria que espera la sensatez de su dirigencia. En este escenario   en donde es necesario tener mesura para la toma de decisiones, requiere tener equilibrio emocional en su conducta y madures política para enfrentar los desafíos que nuestro país tiene por delante. El veredicto final está en manos del pueblo  que sellará por los próximos cuatro años el destino de los argentinos. Como dijo Roque Sáenz Peña alguna vez,  

Que el próximo domingo: “sepa el pueblo votar”