martes, 11 de diciembre de 2018

MOVIMIENTOS SOCIALES

Artículo de opinión
MOVIMIENTOS SOCIALES
Por: Vicente Scordamaglia

A lo largo de toda la historia de la humanidad, los movimientos sociales han sido la palanca de cambio en las naciones que buscan mejorar su calidad de vida mediante la transformación de su sistema político. La construcción de un código de convivencia que es el que  permite a los pueblos llevar adelante sus expectativas de vida, hoy, parece desgastado y fuera de época. En todo el mundo globalizado, las tensiones están remplazando a las buenas intenciones producto de profundos y permanentes cambios que obligan a interpretarlo todo de nuevo. La sociedad mundial, atravesada por relaciones de poder y antagonismos, se ve sacudida por el creciente protagonismo de la gente que pone en el centro de la discusión a todo el sistema institucional y democrático. 
Los movimientos sociales surgen de crisis políticas en donde el sistema de representaciones no da respuestas a sus múltiples demandas y como consecuencia de ello, colapsa; son organizaciones libres del pueblo que emergen con una profunda desconfianza de fondo en las instituciones partidarias, sobre todo, en su clase dirigencial que ya no los representa. Esto hace que la crisis de legitimidad motive a la gente a tomar los conflictos en sus propias manos, participando en acciones colectivas para defender primero sus derechos y en última instancia, cambiar a sus gobernantes si así fuera necesario.
No solo emergen como consecuencia de una profunda crisis y la falta de respuestas a sus reclamos, sino y por sobre todas las cosas, porque la gente ha perdido la confianza en ellos y ya no los considera sus referentes.
Los grandes proyectos políticos que transformaron la realidad de la gente (nueva categoría sociológica que reemplaza a la de pueblo) se produjeron por la combinación de varios factores que indistintamente fueron el disparador de una transformación que dio vida a nuevas formas de organización política y social, es en ese contexto donde surgen los nuevos líderes (conductores) que se ponen al frente de la crisis y se ven impulsados a la búsqueda del poder para dar respuesta a las demandas populares e institucionalizar los nuevos mecanismos de las múltiples demandas que la gente reclama.     
En nuestro país, tomando el último período político de 1983 a 2018, el sistema democrático que intentaba hacer pie después de la larga noche de las dictaduras militares que se sucedieron así mismas, se vio agitado por  episodios de extrema conflictividad social, política y económica que erosionaron la legitimidad de la columna vertebral de la incipiente democracia: los partidos políticos. La hiperinflación de Alfonsín, la convertibilidad que afectó la credibilidad de dos gobiernos, esto fue el final del período Menem Cavalo y el estrepitoso fracaso de la alianza de De La Rua y Cavalo que desembocó en las trágicas jornadas del 2001, demolieron la credibilidad de la gente. De allí en adelante la Argentina toda, no pudo resolver su conflictividad que no solo llega hasta nuestros días sino que por la disgregación de sus fuerzas políticas, los conflictos sectoriales van en aumento.   
Los “movimientos sociales” no son solo una curiosidad local, son un fenómeno mundial que en muchos otros países han logrado instalar en la agenda nacional las demandas sociales que en el pasado habían sido silenciadas por gobernantes inescrupulosos en connivencia con una élite financiera que atiende solo los intereses de su sector en detrimento de las mayorías populares de trabajadores que ven como se ensancha, día tras día, la brecha entre ricos y pobres. Por poner algunos ejemplos, observamos como los movimientos sociales dieron vida a lo que se denominó “la primavera árabe” que  logró desmontar años de injusticias en la región produciendo cambios significativos en el controvertido mundo Árabe.  Los okupas en España son otro caso que dio origen a cientos de miles de personas agrupadas en otro movimiento de indignados el llamado M15 obligando a sus gobernantes a instalar en la agenda nacional la problemática de los sin techo y la creciente masa de parados (desocupados) como ellos los llaman. Hoy tenemos un caso muy fresco como el de los chalecos amarillos que frente a un detonador como el desmesurado aumento de los combustibles reaccionaron con marchas virulentas que obligaron al presidente Macrón a rever las medidas tomadas que provocaron una suerte de insurrección civil. Así como estos episodios, hay cientos de ellos que recorren el escenario mundial, pero así como destacamos la singularidad de sus prácticas y su modus operandi a través de las redes sociales, del mismo modo observamos su incapacidad (salvo algunas excepciones) para construir poder político y consensos que articulen programas de gobierno y estructuras partidarias que les permita llegar al poder.
La expansión del capital financiero y su desmesurada especulación en los mercados mundiales a expensas del capital productivo, explican el derrumbe de todo el sistema de convivencia alcanzado por el contrato social que elevó y mejoró la condición de vida de grandes sectores de la sociedad mundial. 
En nuestro país se da la particularidad de que aquel proceso iniciado en el 2001 por una serie de movimientos sociales desplegados a lo largo y ancho del sistema político nacional con el lema “que se vallan todos”  todavía no pudo producir relevos significativos en su clase dirigencial y crear formas innovadoras para construir poder.      
Por ahora al igual que en otras partes del mundo, en la mayoría de los casos los reúne y los moviliza una serie de demandas comunes, solo en algunos casos como lo fue el movimiento Podemos en España que logró colocar un buen número de legisladores en los parlamentos regionales cumpliendo un rol destacado votando leyes que la población reclamaba. Así mismo en otros países apenas alcanzaron a instalar en la agenda política temas controversiales para la sociedad pero no pasaron de ser masa sin cantero.
Lo cierto es que los movimientos sociales están siendo el verdadero sujeto del cambio en el mundo globalizado que se expande sin declinar su intensidad, habiéndose transformado (como los chalecos amarillos que están jaqueando al gobierno de Macron en Francia) en el único instrumento de contrapoder que tiene a mano la gente para frenar las políticas económicas de ajuste que se están instalando en gran parte de los países del mundo globalizado ante la declinación manifiesta de los partidos  políticos de las democracias del mundo.
Las clases medias empobrecidas están en rebelión y no se resignan a bajar su estatus social: en Europa, porque se caen del estado de bienestar y en los países subdesarrollados como el nuestro, porque se caen de años de pobreza estructural. El resultado de estos verdaderos levantamientos sociales es que han comenzado a adquirir su propia lógica, esto es, por fuera de la dirigencia política y por fuera del sistema de partidos de la democracia sugiriendo quizás con su constante movilización, que estemos asistiendo al nacimiento de nuevas formas de organización políticas que cambiarán para siempre los procesos democráticos en todo el mundo “civilizado”.


jueves, 15 de noviembre de 2018

LOS BROTES VERDES DE BOLSONARO



 Artículo de Opinión
LOS BROTES VERDES DE BOLSONARO
Por: Vicente Scordamaglia

Si como decía Humberto Eco “más difícil que probar que algo es falso es probar que es verdadero”. El caso Bolsonaro en Brasil puede sintetizar una muestra del nuevo ciclo que comienza a consolidarse en gran parte de los países con poca tradición democrática (salvo algunas excepciones) como gran parte de la región sudamericana incluyendo el nuestro. Un candidato que no figuraba en las expectativas electorales se alzó con el voto de las grandes mayorías Brasileñas que en los últimos años de desorden institucional este personaje llegó a clamar a voz en cuello los dislates más aberrantes de todo el vocabulario nefasto que los constructores de los manuales políticos podían haber imaginado.

Este personaje que hoy nos ocupa por su singularidad, se transformó en el emergente de una sociedad en crisis que viene manifestando su frustración y hartazgo frente a los distintos modelos políticos y económicos que vienen colapsando frente a la compleja realidad presente.
Si solo fuera por la larga lista de sus aberrantes dichos, encontraríamos inexplicable lo recientemente ocurrido en el país vecino del Brasil, pero la realidad es un poco más compleja que la simple descripción ideológica de un liderazgo político, es y por, sobre todo, el correlato de un fracaso de la clase política que se vio expuesta ante la sociedad en su conjunto, no por sus virtudes morales y políticas sino esencialmente por sus actos de corrupción. 
¿Cuál es el efecto de la onda expansiva que este singular hecho político despliega sobre el conjunto de la región? Durante años de construcción social de nuestra identidad nacional política y cultural, los argentinos (pensemos como pensemos) hemos silenciado actos de corrupción y verdadero vandalismo con las cuestiones del estado nacional en todos los niveles que se los quiera apreciar. Además, si a esta descripción le sumamos una profunda recesión como la que vive hoy Argentina, nos daremos cuenta que la sociedad vive con mucho miedo al percibir el futuro no como una oportunidad sino como una peligrosa amenaza.
Para tomar solo el período del último ciclo democrático en donde hemos pasado sin escalas, de los brutales golpes de estado a una escandalosa corrupción que carcome las entrañas morales de nuestra democracia, el impacto causado por los episodios ocurridos a partir de los contratos de la empresa Odrebetch que se extendió en varios países incluyendo el nuestro, dejaron al descubierto una trama de corrupción de la obra pública con dos engranajes que no se los puede soslayar: uno es el que paga y otro es el que cobra involucrando en el medio a una serie de funcionarios de instituciones gubernamentales necesarios para que el delito vinculado con el estado público, funcione adecuadamente en beneficio de una clase política y sus socios, empresarios inescrupulosos, atravesados ambos por los mismos disvalores; lo contrario de lo que sostenía Aristóteles cuando decía que  “ser virtuoso se aprende con el ejercicio de los hábitos buenos, con formación, con experiencia y tiempo para ejercitarse en ellos”; así, estos personajes que se enriquecieron con dinero mal habido hicieron de la corrupción un hábito perfecto para delinquir.   

¿Cómo reformar una clase política corrupta?
¿Cómo reformar un capitalismo corrupto? Ambos actores son parte de una misma trama en donde trabajan unidos para que estos sectores (indispensables para toda sociedad que desea vivir en democracia) obtengan importantes beneficios económicos por sobre el verdadero valor de los gastos del estado.  

La escandalosa brecha entre ricos y pobres que día tras día se ensancha sin parar, sumado a episodios de violencia cotidiana en nuestra sociedad como robos y secuestros, crímenes aberrantes de menores y el desmesurado avance de los narcos, producen en todos los sectores (ricos y pobres) de la sociedad una repulsión difícil de digerir cuando se convive a diario con tanta crueldad y con una prensa activa que se encarga a diario de amplificar y difundir. No justifico, pero es entendible que, frente a este contexto aberrante y grotesco, la sociedad se sienta indefensa y clame por reconstruir el mundo anterior “de gobernantes fuertes” que, en algunos aspectos, ofrecían “mayor seguridad”. Frente al crimen de la piloto de karting Zaira Rodríguez y en medio de los legítimos reclamos de los vecinos se escuchaba con énfasis decir que si la policía está desbordada que venga la gendarmería.
Los miedos, la indefensión y la angustia de la gente es el marco necesario para el advenimiento de sistemas autoritarios que creíamos ya perimidos.

De esta suma de episodios es de lo que se valen algunos políticos que asomaron como brotes verdes de Bolsonaro ofreciendo reconstruir un estado represor con claros signos de xenofobia, racismo camuflado y represión para todo aquello que se considere marginal o potencial amenaza, borrando de un plumazo aquellas conquistas adquiridas que la sociedad en su conjunto viene consiguiendo a fuerza de dejar en el camino por su lucha libertaria girones de su vida por alzar bien alto la bandera de vivir en un estado de derecho y libertad.    

lunes, 29 de octubre de 2018

¿QUÉ MODELO DE DEMOCRACIA SEGUIR?

Artículo de Opinión
¿QUÉ MODELO DE DEMOCRACIA SEGUIR?
Por: Vicente Scordamaglia

“CUANDO CHINA DESPIERTE EL MUNDO TEMBLARÁ”
NAPOLEÓN BONAPARTE

Mezcla rara de “shusheta” y de Mimí es quizás la definición que mejor ilustra a nuestra querida y controvertida nación. Los episodios que se suceden a diario en la clase política argentina entre Macri y la mentora del frente cambiemos Elisa Carrió por un lado, y los amagos de la Justicia junto a las amenazas gremiales por otro, sitúan a la Argentina a la vanguardia de un país sin autoridad política, sin proyecto de nación y como consecuencia de ello sin destino en el mediano y largo plazo.

Las extorsiones y las amenazas (fuego cruzado) tras los actos de corrupción que la justicia direcciona a discreción junto a un sector de la prensa que se encarga de instalar visualmente en la opinión pública, están ahogando la posibilidad de que alguno de los actores políticos involucrados en la vida nacional de esta trama perversa de matones y canyengues, consiga salir  indemne de tantos episodios de corrupción que habitan de un lado y otro de la grieta nacional en desmedro de pulverizar, las defensas morales de nuestra “inmadura” democracia.      
Es evidente que el presidente Mauricio Macri no midió las consecuencias cuando decidió meter de lleno a la Argentina, no solo para integrarla al mundo (desde el punto de vista ideológico) sino también en la pelea comercial que hoy están librando las economías  más poderosas que operan a nivel global, sin perjuicio de las consecuencias dramáticas que esta decisión tiene para aquellos países como el nuestro que todavía no cuentan con la protección adecuada de  su débil economía nacional que le de resguardo ante las turbulencias que esta disputa produce.
Una profunda ruptura y la consiguiente fragmentación de todos los valores sociales políticos y económicos recorren la sociedad mundial como una pandemia imposible de detener. Los cambios que se proponen para la época, brutales por su contenido e injustos por sus resultados, dan cuenta de reformas que dejarán a millones de personas sin trabajo y sin el sustento mínimo para atender sus necesidades básicas elementales para su mínima subsistencia, en este sentido, es alarmante ver como emergen en el escenario internacional personajes que desde fuera de la política proponen arrasar a sus oponentes: “vamos a barrer del mapa a esos bandidos rojos” dicho por Bolsonaro presidente electo en las elecciones Brasileñas. Los nuevos liderazgos que gobiernan gran parte de los países del mundo se hacen fuertes en un discurso que está por fuera de los partidos tradicionales y de toda interpretación ideológica posible solo entendible en relatos que cuestionan la lógica política vigente que viene derrapando sin terminar de entender los desafíos actuales.       
Las revoluciones socialistas que alumbraron al mundo en el siglo XIX y perduraron aun gran parte del siglo XX, han dejado de ser un paradigma posible para resolver la problemática actual dada la complejidad de las economías mundiales que están haciendo fracasar incluso a la social democracia europea que desde su creación dio inició a un período prolongado de tiempo con aceptables índices de distribución de la riqueza y que además tuvo la virtud de  incorporar al estado de bienestar a su masa trabajadora y una mejora en la calidad de vida  de millones de personas, en gran parte de Europa y países periféricos. Hoy en día, estos modelos que se hubieran podido tomar como ejemplo, comienzan a mostrar su agotamiento en el modelo de políticas sociales y económicas, recorriendo el camino inverso expulsando a cientos de miles de trabajadores  fuera del sistema laboral sin destino cierto.
Por otro lado como consecuencia de esta crisis política internacional que se manifiesta en los mercados y las economías del mundo, emergen con fuerza movimientos “populares” (me resisto a llamarlos populistas) que en nombre de una mejor distribución de las riquezas pretende incluir a mayor cantidad de personas a un sistema de gobierno que tenga aceptables índices de justicia social.  
Un tercer modelo que se despliega con fuerza desbordante y está cambiando la ecuación de las economías mundiales, es el modelo Chino. Mezcla de un sistema de explotación laboral del siglo XVIII junto a un agresivo modelo económico de expansión que obliga a aquellos países que alcanzaron un cierto bienestar a promover profundas reformas laborales con la consiguiente inestabilidad social, política y económica que estas medidas ocasionan. 

El acceso a los mercados comerciales del mundo, hoy disputados fuertemente por las grandes potencias, exige una rigurosa disciplina monetaria, bajos costos de mano de obra (barata) y estructuras de producción sólidas que permitan entrar en una competencia voraz por los mercados globales.    
En nuestro país se intenta instalar un modelo económico de libre mercado que no se ajusta a la realidad presente de nuestro tiempo, mucho menos a la realidad caótica de nuestra golpeada Argentina.

En tiempos en donde las economías de los países más avanzados cierran sus fronteras y protegen su economía local, su industria y sus trabajadores nuestro país recorre un camino inverso y se abre al mundo sin ningún tipo de protección que le ponga un freno al avasallamiento de nuestra economía nacional.
Volver a las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) con su programa económico que ha fracasado en todos los países en crisis, es retomar el camino que conduce al precipicio; es endeudarse para pagos de intereses de dinero que nunca entrará a nuestro país para reactivar la economía y comenzar un nuevo ciclo virtuoso, por el contrario, son fondos para sanear el déficit fiscal del gobierno o se aplicaran para liquidar los intereses del dinero que entró para jugar en la timba financiera en donde los únicos ganadores de este nuevo jubileo: son los bancos.

El nuevo presupuesto 2019, aprobado a palos y gas pimienta (al igual que la reforma previsional) no hace otra cosa que exteriorizar lo impopular de las medidas económicas que adoptó el gobierno de Macri, que solo tiene como plan estratégico de gobierno, descargar todo el peso de las reformas que el país requiere sobre las espaldas de los trabajadores y sus familias.     

El nuevo presidente de Brasil, Bolsonaro, anuncia un nuevo tiempo por venir para toda la región, habrá que ver entonces cual es la opción según las nuevas categorías políticas que se han instalado y sus resultados, a partir de allí surge el interrogante: ¿Qué modelo de democracia seguir? ¿Populismo de izquierda o Populismo de derecha?. Habrá que ver, el tiempo y los hechos nos darán la respuesta.  


lunes, 8 de octubre de 2018

LA LAMPARA DE ALADINO

Artículo de Opinión
LA LAMPARA DE ALADINO
Por: Vicente Scordamaglia

Pretender dar una respuesta precisa acerca de las crisis (política y económica) recurrentes que vive Argentina en el transcurso de su devenir democrático, es, se me ocurre, la tarea más compleja que se plantea la sociedad en su conjunto. Desde las disparatadas propuestas para votar a personajes de la farándula por el solo hecho de ser famosos, hasta otros que tan solo por ser profesionales exitosos pueden ser sujetos de ser elegidos para conducir los destinos de nuestra nación, son dos posturas que hablan de nuestra inmadurez o incapacidad selectiva para buscar hombres extraordinarios para situaciones  extraordinarias que vive el mundo en general y nuestro país en particular. 

Caminando una y otra vez por senderos peligrosos, la democracia argentina avanza a los tumbos sin encontrar un modelo de liderazgo que enaltezca la vocación política y encuentre el formato metodológico adecuado  para dar respuesta a los complejos dilemas  en que se encuentra estancada la sociedad argentina.   
Una política que encuentra su mayor expresión en la descomposición del orden social y económico o el desprestigio de su clase dirigencial, no es una alternativa a la crisis, sino más bien, un mecanismo de defensa e instinto de supervivencia en medio de la incertidumbre actual que vive la sociedad argentina frente al brutal e incomprensivo ajuste económico que le plantea el gobierno de Cambiemos a la sociedad toda.  

Parados arriba de uno de los mercados financieros más vulnerables de toda la región, Argentina lucha por encontrar el modelo político y económico que dé una respuesta estratégica a la problemática nacional y sus injustos resultados.
Nuestro país, ha perdido definitivamente la inspiración en aquellos grandes estadistas que habitaron nuestra rica historia de hombres probos que impregnaron con su conducta a la política y otras actividades de la vida nacional siendo ejemplo para la sociedad entera carente hoy de hombres con esa catadura moral.

Querer seguir el camino de la improvisación y la tentación de caminos cortos, nos ha llevado a resultados efímeros y engañosos que nos colocaron en el  colmo de la locura de visualizar espejismos en medio de un desierto desolador y terrible para llegar siempre al mismo punto de partida sin ningún resultado. Hoy, pareciera que solo nos queda encontrar una lámpara mágica en el camino tenebroso y frotarla  con la esperanza de que emerja algún genio y nos ofrezca liberarlo de su cautiverio a cambio del deseo de  alejarnos de las dos tentaciones propuestas de ambos lados de la grieta, que en su descomunal confrontación, están hundiendo al país sin perjuicio de quedarnos con ninguna de las dos opciones y dejar salir al genio de la lámpara y esperar que, una vez libre, se apiade de todas nuestras torpezas y nos ofrezca una mejor alternativa. 

En mil días de gestión el actual gobierno de la coalición cambiemos, generó dos millones de desocupados (2.000.000) con solo el argumento de achicar los gastos del Estado y creer que por allí viene nuestra decadencia como Nación. En realidad, es poco argumento y poco lo que se ahorra el Estado con esta brutal medida perpetrada por esta administración contra personas que trabajan en el Estado por distintas circunstancias y motivos siendo este un derecho adquirido y sancionado en la Constitución Nacional.

Por más que despidan gente sin nuevos destinos laborales no harán otra cosa que generar una gran injusticia social y además crearán un conflicto social de proporciones inconmensurables  imposible de contener en el momento en que los desocupados no encuentren una salida a su dramática situación.

Poco espacio (y tiempo) queda para encontrar una solución, los relatos se queman rápidamente en la hoguera de los sueños perdidos al ser confrontados con la realidad que demanda soluciones urgentes, en este contexto inflamado por las injusticias sociales que vive nuestro pueblo, el oficialismo juega sus últimas cartas en dominar las variables económicas y visualizar como pueda su continuidad el año próximo, la oposición se debate en tiempo récord para dar con el candidato que encabece una alternativa que renueve la confianza de un nuevo comienzo, mientras tanto, el pueblo todo, sufre las penurias de una política errática de ajustes que no tiene fin.   


lunes, 1 de octubre de 2018

BAILANDO PARA LOS MERCADOS

Artículo de Opinión
BAILANDO PARA LOS MERCADOS
Por: Vicente Scordamaglia

La gente está enojada, se percibe en cada lugar de trabajo, en el hogar o en cada establecimiento educativo; la calle está que arde, con el blanqueo de las cifras de la pobreza en un acto de sincericidio gubernamental, el dato ofició como un baño de realidad para la población que al ver la verdad de las estadísticas de un INDEC saneado y confiable comienza a tomar contacto con la verdadera dimensión de la crisis económica causada por el gobierno del Ingeniero Macri.

Así y todo, el gobierno trata de vender previsibilidad, esto importa para los mercados como así también para la gente que busca desesperadamente encontrar el rumbo de un camino que hasta ahora ha sido regido por reglas cambiantes imposibles de decodificar en cuanto a las señales que debe dar el gobierno para que la economía empiece a funcionar.

Para ello, el gobierno debe desmontar con urgencia todos los servicios públicos que desde el comienzo de su mandato se propuso dolarizar: servicios básicos, luz, gas, agua, trasporte y control de la canasta básica de precios cuidados que hasta ahora se cotizaron al ritmo de la subida del dólar. Esta medida daría un poco de alivio al ya difícil momento que vive en especial la clase trabajadora y sus familias arrinconadas por constantes aumentos de precio de los insumos básicos indispensables aunque más no sea, al menos para subsistir.

Doce millones de pobres (12.000.000) y 19,06% de hogares están en la frontera entre la pobreza y la indigencia, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en lo que va del mes ronda el 6 %  y todavía no se conoce el tiempo que va a durar la profundidad de la crisis. 

A todo esto, el gobierno sigue obstinado en sostener un plan político de desintegración social. No es verdad que este sea el único camino como sostiene el presidente y nos quiere hacer creer a todos los argentinos, en todo caso, es el único camino que conoce el gobierno y su equipo de gobierno ya que solo habla para los mercados porque sabe que este plan económico solo produce más desigualdad y requiere de muchos dólares para parar el drenaje de las exiguas reservas que hoy dispone el banco central: allí es donde cobra sentido la puesta en escena y la sobreactuación del presidente argentino convertido en un seductor latino y bailantero con proyección internacional que no logra (a pesar de haber puesto en juego estos malabares y sus atractivos personales) dar la previsibilidad que requieren los inversores.

Una mirada rápida de este desorden económico alcanzado por el gobierno actual, tiene que ver con un alto grado de soberbia por parte del jefe político de esta coalición, desde su campaña presidencial Mauricio Macri creyó y (por lo visto) sigue  convencido que con solo acceder al gobierno dispondría del favor de los mercados internacionales  eligiendo a la Argentina como el destino ideal para sus inversiones. No tuvo en cuenta jamás el viraje que estaban dando las naciones con capacidad de invertir en países emergentes, economías estas más protegidas por sus gobiernos teniendo en cuenta que ya se insinuaba, con la fuerte penetración de China a los mercados internacionales, una feroz guerra comercial que desestabilizaría economías frágiles como la nuestra sin capacidad de intervención ni decisión en el concierto internacional.

Sin entender este contexto por demás complejo de resolver incluso para economías mucho más fuertes que la nuestra, solo nos queda el mote de mangadores seriales y a lo sumo que venga algún inversor desprevenido que convine inversión improductiva con especulación financiera tanto sea para estos que necesitan mover sus divisas de un mercado a otro solo con fines de lucro.


Finalmente, solo quedan dos semestres para que el gobierno junto al Fondo Monetario Internacional (FMI) acierten en las políticas adecuadas que dinamicen la producción en nuestro país ya que, si este gobierno naufraga, no solo le irá mal en las próximas elecciones a quienes administran en la actualidad sino que además, el nuevo gobierno que ingrese, cargará en su mochila el fracaso de toda la clase política por su incompetencia a la hora de gobernar.    

domingo, 16 de septiembre de 2018

LA AGONÍA DE POLITICAS FALLIDAS

Artículo de Opinión
LA AGONÍA DE POLITICAS FALLIDAS
Por: Vicente Scordamaglia

La calma chicha que parece haber “logrado” el gobierno con la corrida cambiaria, de ninguna manera significa haber resuelto la crisis que Argentina vivió los últimos meses hasta que se tejieran un mar de versiones con respecto a la fortaleza que tuviera el gobierno nacional para campear los problemas originados por los malos resultados de la política económica y cambiaria en Argentina.
La “calma” del mercado cambiario tampoco garantiza la paz social de los trabajadores en general y los sectores medios en particular, destinatarios involuntarios de las políticas fallidas del gobierno que desde su inicio no dejó de impulsar y ejecutar un plan político fallido con el convencimiento de que ese  es el camino correcto.

Los flacos resultados alcanzados por el gobierno hoy están a la vista y descolocan no solo al oficialismo que no reacciona frente a la gigantesca crisis creada por su ineficaz plan económico sino que también, obliga a la oposición a encontrar una pronta respuesta que le ofrezca a los argentinos una salida institucional a la crisis y así lograr capitalizar todavía más, los desaciertos del gobierno y sus aliados.

La crisis económica anunciada por toda la clase política con los aumentos de todos los servicios públicos y el aumento indiscriminado de la canasta alimentaria y sus derivados, mantiene en vilo a toda la sociedad y en alerta máximo a las principales centrales obreras y movimientos sociales que prometen ganar la calle con densos paros activos que apuntan fundamentalmente a presionar y obligar al gobierno a revertir las medidas recesivas instaladas por la alianza cambiemos.
Lo que es raro entender del accionar de este gobierno es su falta de termómetros y mecanismos políticos para interpretar la afiebrada realidad presente.
Es muy grave saber que el gobierno y sus equipos hayan sido tan temerarios en no haber previsto un plan de contingencia para el caso (como está sucediendo) en que su plan económico fracasara.
Nadie puede asegurar a esta altura de los acontecimientos que ya pasó el temporal que sacudió a la Argentina, tasas del 60 % y 600 millones de pesos en Lebac desvelan al gobierno y su gabinete.

Los insignificantes cambios efectuados en los ministerios de salud y trabajo no son simplemente un cambio operativo en función de optimizar sus funciones, son señales simbólicas que indican cuales son las prioridades para este gobierno y sus funcionarios. La falta de políticas claras en Educación Trabajo y Salud son tres ejes fundamentales para que cualquier proyecto de nación, funcione más a allá de su ideología.
En este orden de cosas, son pocas las medidas destinadas a la problemática de la gente, todas apuntan a fortalecer la posición de los mercados, los bancos, los grupos financieros y los grupos de poder.      
Así la argentina se va configurando como una factoría al servicio de las necesidades y los intereses de grupos de poder financiero internacional que están haciendo el gran negocio a costillas del esfuerzo de nuestros trabajadores y sus familias.  

Los movimientos sociales han sido eficaces para instalar temas importantes en la agenda política nacional, pero no han encontrado todavía la fórmula para configurarse como factores de poder y así representar a un sector de la sociedad llevando sus demandas (por otro lado legitimas) a los distintos estamentos del poder nacional y social.      

Para ello la sociedad deberá encontrar las condiciones apropiadas para incorporar a nuevos sectores a la vida nacional e institucional y así fortalecer al sistema democrático con menos presiones y más eficacia política para representar a vastos sectores de nuestra comunidad que hoy no tienen voz ni voto en el parlamento nacional.
No solo los movimientos sociales sino también formaciones políticas de izquierda que hoy se encuentran atomizadas y en muchos casos casi “en estado marginal”
Al revés de lo que muchos piensan (prejuicios que se mantuvieron durante tanto tiempo en la política nacional) estos sectores en cuestión, tienen mucho que aportar a nuestra democracia para construir una Argentina más justa, más inclusiva y una salida rápida de la crisis que hoy mantiene estancado a nuestro país; su capacidad para percibir las injusticias del sistema imperante y su pronta reacción de movilización son indispensables para que los gobiernos de cualquier signo que sean, construyan programas económicos menos injustos a la hora de tomar medidas en contra de los intereses de las grandes mayorías de nuestro pueblo.


Hoy, la economía mundial, está lejos de transitar por un proceso en expansión y distribución, por el contrario, su ciclo es de una profunda crisis recesiva, en donde los mercados globales que gobiernan el mundo se apropian desmesuradamente de todo el excedente que producen los pueblos en vías de desarrollo, es necesario por ello, contar con toda la capacidad política disponible para imaginar un proyecto político de inclusión, más justo y solidario que construya con una sociedad unida, un destino común para los argentinos.      

viernes, 7 de septiembre de 2018

LA ÚLTIMA CRISIS

Artículo de Opinión
LA ÚLTIMA CRISIS
Por: Vicente Scordamaglia

Desde aquel discurso en el Congreso de la Nación (inauguración del periodo legislativo Marzo 2018) cuando el Presidente le dijo a los argentinos: ¡lo peor ya pasó! Han pasado tan solo cinco meses y hoy en día, revocando su propio diagnóstico le plantea a toda la sociedad que: ¡estamos en emergencia! No queda muy claro si el Presidente debe seguir confiando en esa vocecita que le dice al oído estamos mal pero vamos bien (no sé si le suena) o que alguien le diga que no lo escuche más porque ese que le sopla al oído es Drácula.
La verdad es que todos esperaban algo más del último discurso Presidencial, más allá de la cosmética realizada de cambios de nombres de algunos ministerios pero que en realidad ahora son Secretarías y para ello se crea la Secretaría de Gobierno, para contener a los mismos funcionarios salientes, vemos con desagrado que estas actitudes ayudan a que se siga desdibujando la emoción con la que intentó revestir  su relato y me pregunto: ¿fue real o solo fue una sobreactuación del Presidente en el intento de calmar las aguas y dar señales al FMI y o a los mercados para disponer ante el presente acuciante, mangazos que estaban previstos a futuro?. Achicar los ministerios sin achicar el presupuesto de los mismos es una falacia más por la que el gobierno terminará pagando un importante costo político en el corto plazo; en realidad, el recorte que pide Macri es para el resto del país pero poco esfuerzo se está pidiendo a la propia estructura de su gobierno, el ejemplo empieza por casa decían nuestros padres.
Retenciones para todos puede ser a simple vista algo justo, pero si alguien pasó el santo de cómo el gobierno lo implementaría y ese dato llegó como dicen a los muchachos que exportan cereales que apuraron sus exportaciones y con ello se ahorraron unos cuantos morlacos, pues entonces la medida arrancó mal desde su origen, ya que conlleva una nueva ventaja para aquellos que poseen información privilegiada, ¿algunos amigos del gobierno?, vaya a saber. 
La situación amerita evaluar con urgencia el relevo de un grupo de CEOs (gerentes) convertidos en funcionarios que condujeron al país hasta este descalabro, convocar a funcionarios un poco más experimentados en turbulencias económicas políticas y sociales es imprescindible, por suerte después de tantas crisis vividas, abundan en nuestro país.  
En el medio de una crisis semejante como la que dramáticamente informó el Presidente y donde una de las causas es cargarle la responsabilidad a la oposición con los episodios de los cuadernitos del señor Centeno me pregunto ¿Cómo pretende que muchos (políticos y empresarios) que se sospecha están involucrados en esas causas lo ayuden a salir del infierno? ¿Estamos frente a una ingenuidad más de este gobierno?
Es increíble pero el Presidente y sus funcionarios todavía actúan como espectadores, miran desde afuera como si no tuvieran nada que ver con la presente crisis y se apuran a victimizarse haciendo responsables a los opositores que no los dejan avanzar con el plan de gobierno que es el mismo que requiere el organismo internacional (FMI) que  conoce una sola fórmula: ajuste más ajuste y más ajuste.

Por ahora lo que se ve del nuevo orden planteado por el gobierno nacional para salir de la última crisis como la denominó en su discurso, son todas medidas recaudatorias y pocas o ninguna medida destinada a estimular la producción y el trabajo. En este sentido la constante devaluación de la moneda argentina por efecto de la evolución del dólar, impacta directamente sobre un sector clave en la economía nacional: ¡la clase media!. En los mil días de gestión de la administración gobernante, no se les ha escuchado otras propuestas más novedosas que: si se puede seguir recortando, si se puede seguir achicando si se puede seguir echando trabajadores a la calle, si se puede seguir subiendo las tarifas de los servicios públicos, si se puede seguir pidiendo esfuerzos a los trabajadores y sus familias. Hasta los mejor intencionados se preguntan ¿Cuándo paran de ajustar muchachos?

A partir de alguna información que se filtró en los medios de comunicación en medio de la crisis que alcanzó su máximo clímax entre sábado y lunes pasado, el presidente se hizo tiempo para jugar paddle, un partidito al fútbol y ver a su cuadro favorito, estos actos de recreación legítimos por parte de un Presidente, contrastan decididamente con el dramatismo que intenta interpretar el Presidente en sus últimos discursos.
Es importante que el ingeniero Macri deje de ser un Presidente ausente para asumir decididamente el rol político que corresponde. Profundizar el ajuste como único camino posible para resolver la presente crisis, no es el camino indicado para un pueblo que viene soportando desde hace dos años y medio una sucesión de recortes de su poder adquisitivo y falta de de trabajo; en realidad, frente a la magnitud de la crisis económica que vive el país, todos esperaban una amplia convocatoria del jefe de estado a todos los sectores más representativos del país para buscar con sus aportes, nuevos consensos y con su  participación, buscar juntos las medidas indispensables para despejar el camino del enfrentamiento constante y avanzar hacia la concordia nacional que ofrezca mejores condiciones para enfrentar el crucial momento que vivimos los argentinos.   
En este sentido, el gobierno nacional, deberá desalentar de una buena vez a personajes que lo único que aportan es nafta para apagar un incendio que se extiende peligrosamente por todo el territorio nacional; si la Diputada Carrió busca adrenalina para ser feliz no hace falta crear una crisis nacional: ¿no le alcanza para ello con su propia crisis existencial? 
Finalmente, mientras la crisis está en pleno desarrollo y nadie la gobierna, los principales referentes de la oposición incluidas las centrales de trabajadores, ocupan la mayor parte de su tiempo en tupidas reuniones advirtiendo que si esta crisis no es la última y no se corrige el rumbo de la política económica, nuestro país sufrirá las consecuencias más dramáticas de su historia democrática.
Para los argentinos entonces, solo queda esperar que la dirigencia esté a la altura de los acontecimientos para poner mesura en sus acciones y evitar así, un caos generalizado en nuestro país. 
Las crisis son oportunidades para corregir y crecer, pero cuando son recurrentes y se vuelve una y otra vez sobre las mismas complicaciones se transforman en una patología difícil de resolver.


domingo, 2 de septiembre de 2018

LA ERRATICA GESTION ECONÓMICA DEL GOBIERNO

Artículo de Opinión
LA ERRATICA GESTION ECONÓMICA DEL GOBIERNO
Por: Vicente Scordamaglia

Tanto que creen en el libre mercado los profetas de esa doctrina, que todavía no aprendieron a leer su mensaje: el mercado les está soltando la mano y les está diciendo enfáticamente que al igual que la mayoría de los argentinos no cree en el relato del gobierno.
Las jornadas caóticas que se viven en la argentina con respecto al rumbo de la economía, mucho se parecen a aquellos días aciagos  en donde por la mañana despertábamos con un valor de nuestra moneda y (producto de la relación valor dólar peso e inflación durante el día) por la noche, nos acostábamos irremediablemente devaluados con respecto a la suba del valor del dólar y las perdidas irremediables de nuestro poder adquisitivo.
Esta masacre de nuestros recursos financieros en la que el gobierno se empeña en defender, tiene un único culpable: el propio gobierno y su errática política económica.
La confianza, elemento fundamental para cualquier emprendimiento sobre todo en el ámbito de la economía, tiene como condición indispensable ser creíble, no solo en cuanto a su ética personal sino en la idoneidad profesional y en el manejo de las finanzas publicas.
Es indudable que la actual administración gubernamental en el término de casi tres años de gestión no ha podido responder exitosamente  a ninguna de estas dos premisas fundamentales, llevando a la argentina a una crisis de imprevisibles consecuencias. 
El radio pasillo poco ayuda a encausar la grave situación que vive nuestro país, es más, yo diría que es un elemento que aporta más confusión a la ya pocas claras respuestas que aporta el gobierno que no hace otra cosa que expresar su propio desconcierto.
El gobierno culpa a los mercados internacionales, los economistas se la dan con el gradualismo, los políticos se trenzan en disputas mezquinas de un lado y otro de la grieta y los fanáticos del gobierno responsabilizan a la oposición Peronista de su desdicha mientras el fondo monetario internacional pide más ajuste. Este escenario de conflicto perpetuo en donde la mayoría de los sectores productivos de nuestra sociedad se encuentran afectados por la falta de una política económica clara, completa un cuadro de irremediable desazón.
¿Se puede concebir tanta desgracia para un país que no encuentra el rumbo para concebir un proyecto común que nos fortalezca?

Los argentinos se han bancado como nunca los cambios que pretende este gobierno, es más gran parte del Peronismo acompañó las principales medidas que impulso el gobierno percibiendo, (con los instrumentos que dispone) perfectamente que la globalización comienza a hacer estragos en aquellos países (como el nuestro) que todavía no han sido capaces de concebir un orden institucional que los proteja; es imperioso entonces, concebir con urgencia una organización que  convoque al consenso entre todos los sectores con capacidad decisoria con el único propósito de destrabar los elementos que nos hunde  cada vez más en crisis recurrentes sin perjuicio de inventario.  

jueves, 30 de agosto de 2018

ARGENTINA EN SU LABERINTO

Artículo de Opinión
ARGENTINA EN SU LABERINTO
Por: Vicente Scordamaglia
Según los especialistas económicos (yo no lo soy) desde que asumió Macri, se fugaron del sistema financiero nacional la friolera suma de u$s 52.126 millones de dólares. Esto se dio en un marco en donde el gobierno echó mano a las reservas para parar las corridas bancarias y hacerle frente a los vencimientos de las Lebac y Letes que el propio gobierno implementó y terminó pagando con bonos y letras del tesoro para oxigenar su economía vapuleada por el déficit fiscal. A partir de esta decisión (una nueva pifia del gobierno) cada vez que el Banco Central tiene vencimientos de estos papeles de negocios, que el gobierno ofreció como beneficioso para destrabar la venida de capitales externos, se produce una corrida cambiaria que el gobierno se ve obligado a equilibrar con dólares contantes y sonantes, con una pérdida significativa de las reservas bancarias de nuestros ahorros que se fugan del sistema financiero argentino para nunca volver.   
Es evidente que la economía argentina con este pronóstico, necesita una profunda corrección. En este contexto cualquier hijo de vecino sabe que cuando se pide un préstamo y el mismo no es usado para aplicar a la inversión y el crecimiento y en cambio se utiliza para pagar déficit, es decir más deuda, dicho préstamo se constituye en una trampa mortal con un dispositivo de relojería que tarde o temprano va a hacer volar por el aire la inestable economía nacional. Este camino plagado de minas (cazabobos)  que el gobierno tomó la decisión de transitar, es una rueda de préstamos y devoluciones sin fin en donde el único perjudicado siempre es el que debe pagar, en estos términos los principales economistas de nuestro país le auguran para la evolución económica, un pronóstico reservado.
Mientras este problema central está en pleno desarrollo, la sociedad entera debate otros temas no menos preocupantes para el futuro de los argentinos. La direccionalidad de la investigación que el Juez Bonadío imprimió para revisar la cartelización de la obra pública en Argentina comenzó a preocupar al mismo gobierno en tanto que su monitoreo retroactivo también involucra a miembros del actual gobierno en particular a la propia familia del Presidente de la Nación. Este hecho si se comprueba que empresas de los Macri estuvieron vinculadas con procesos de adjudicación poco transparente podría producir una verdadera hecatombe en el país.
Viendo el desarrollo y el cariz que tomó la investigación de los cuadernos de las coimas, el juez Bonadío encontró por un rato la fórmula para pegar un viraje en medio de la investigación realizando una artimaña jurídica sin involucrar a los Macri comenzando la investigación a partir del año 2008 y santo remedio: esto es el paso de IESA empresa de Macri a Calcaterra este es el mal menor del involucramiento de los Macri en la obra pública.
Es posible que muchos críticos acérrimos de la ex presidenta crean que a cuanto más desprestigio es sometida su figura presidencial, mas la perjudican; se equivocan, en realidad acaban siendo funcionales al propósito que tiene el Kirchnerismo que es victimizar la figura de Cristina.
Este es un círculo diabólico en el que se encuentra el oficialismo, ya que el desarrollo de los acontecimientos de esta desprolija mega causa, están potenciando aun más a quien se intenta destruir y comienza a dejar al descubierto a los reales mentores de este destape nacional y sus verdaderas intenciones.
Que pasaría aprovechando el envión si también se monitorea la obra pública de la provincia de Buenos Aires o la de la Ciudad de Buenos Aires? Seguramente los moralizadores de la política se encontrarían con más de un motivo similar al de los cuadernitos del señor Centeno.

Finalmente quiero manifestar públicamente mi más enérgico repudio al coro presidencial con sus legisladores, ministros y funcionarios cantando el jingle de moda que el oficialismo reemplazó por el “sí se puede” ahora circula alegremente en las filas del oficialismo “queremos flan” ver este patético cuadro coral en el que se ha convertido el gobierno de cambiemos me produjo un sentimiento de culpa y mucha vergüenza ajena al ver como hemos podido llegar a tener gobernantes tan insensibles que son capaces de burlarse del pueblo cuando el país con su economía en crisis vuela por los aires y mientras tenemos pibes que no alcanzan a tener la cuota mínima alimentaria.  

domingo, 26 de agosto de 2018

LA PATRIA COIMERA

Artículo de Opinión
LA PATRIA COIMERA
POR: Vicente Scordamaglia

Este asunto de las coimas que hoy tanto se ventila en todos los medios de ambas partes de la grieta con distintas finalidades, no es un tema nuevo ni original en Argentina. Tampoco es un tema que la sociedad desconozca ni que se produzca tan solo en el ámbito de la política como se quiere hacer creer, sino que esta modalidad atraviesa e involucra a toda la sociedad en su conjunto y a casi la totalidad de las actividades del quehacer  nacional en la que se practica el negocio coimero. En mucho de los casos es una práctica que se mantiene sumamente aceitada, situación esta, que valdría la pena investigar para ir a fondo en este flagelo que carcome a la sociedad por donde se la mire. 
La coima es quizás, la forma de corrupción más antigua y común que se da en todas las sociedades del mundo, sea en el ámbito social como en el comercial incluyendo por cierto los ámbitos políticos, y judiciales fundamentalmente. Todos los sectores en los cuales está instalado el pago de coimas es para que funcionen determinadas prebendas con un incremento en los costos de sus productos de por lo menos un 20% o más en algunos casos exclusivamente para ese fin, costo que en definitiva, lo termina pagando el consumidor final: ¡el pueblo!
Los coimeros se han cotizado cada vez más en la medida en que las leyes argentinas (así lo permiten) no son claras ni contundentes con los aprovechadores de las deficiencias legales que tiene nuestro sistema jurídico.
Para graficar el caso, tomemos algunos pocos ejemplos para después ver cuanto afecta a nuestra sociedad.
La sociedad médica tiene que lidiar con los laboratorios y corporaciones farmacéuticas que inundan de beneficios a los médicos para que receten determinados medicamentos en detrimento de otros, lo cual ha generado un mercado millonario que no solo encarece la medicina en general sino que como consecuencia de ello ya nadie conoce a ciencia cierta los beneficios de los medicamentos suministrados por los médicos. Además tenemos en el mismo orden la direccionalidad de los estudios médicos que capitalizan unos cuantos privados y en su mayoría las obras sociales que constituyen cuantiosos dividendos para los involucrados encareciendo aun más el ya inalcanzable acceso a la salud. Congresos, viajes de estudio y cuantiosos sobres mensuales adornan las paredes (y la cuenta bancaria) de prestigiosos  profesionales de la salud que hacen gala de estos logros junto a sus especialidades y su currículum vitae. 
También podemos mencionar el caso de la construcción, véase el ventilado caso del pata Medina, coimas y extorsiones por doquier para que funcionen las obras: si se paraba la obra por parte de reclamos de los trabajadores (el pata) Medina  mediante un resarcimiento generoso que desembolsaban las constructoras hacía que las obras retomaran su marcha rápidamente.
El sector de la alimentación merece un párrafo en este escueto recordatorio: desafío a cualquier fabricante o distribuidor de alimentos a que intente colocar cualquier producto en alguna góndola del supermercado que usted elija y verá cuánto cuesta el peaje para exhibir un producto en esos lugares tan cotizados; recuérdese en este mismo orden los negociados con las marcas truchas de ropa, zapatillas (en la salada o las miles de saladitas desplegadas en los principales centros comerciales del país) o cualquier tipo de indumentaria que se les ocurra y veremos cómo se coimea para poseer los mejores espacios de venta y además con protección incluída de las bandas que pululan en esas tiendas comerciales, esto es: o pagas la protección o te robo a la salida. Ni que hablar como disciplinan y extorsionan los gobiernos de turno a los medios de comunicación con la pauta publicitaria.
En fin, siguiendo esta línea de abordaje que puede resultar tediosa, fue hecha solo a los efectos de tener a mano a modo de recordatorio, para describir algunos de los males que nos afligen desde el comienzo de nuestra historia; podemos decir que es infinito el alcance que tiene las mil formas de corrupción en donde la coima es moneda corriente y está incluida en el precio que todos pagamos.
La corrupción en nuestra sociedad ya se ha constituido como matriz corrupta en donde participan y viven de ello una cadena de sujetos miembros de sectores claves como la policía, jueces y políticos que son los que mantienen las zonas liberadas para que el negociado marche sobre ruedas favoreciendo el negocio de los narcos que necesitan estas plataformas para blanquear su dinero sucio. 
Pero hoy la rueda se detuvo en la coima de la política ya que es quizás el sitio emblemático en donde se cuecen todas las operaciones de mayor envergadura de la nación, denominada la patria contratista: esto es la obra pública, con beneficios  multimillonarios que nadie controla, transporte público, rutas, autopistas, represas, viviendas, inversiones en todas las provincias que finalmente nadie sabe si se  realizan por empresarios inescrupulosos que coimean para mantener sus privilegios, estafando al estado nacional y provincial, y si a este descontrol le sumamos la intervención de sujetos que integran cualquiera de los tres poderes de la nación (ejecutivo, legislativo y Judicial) pues entonces tenemos el combo perfecto que torna la problemática en cuestión en una misión casi imposible de resolver en el corto plazo.
La sociedad con el tiempo naturalizó y por costumbre institucionalizó el curro por encima de los valores que hacen grandes a las naciones, los valores éticos, el trabajo genuino, la verdad y la justicia.
Todos sabíamos que estas cosas sucedían pero nadie se ocupó de desafiar a los poderes de turno que rodean dichos comercios ilegales para cambiar esas prácticas nefastas que corroen lo que tocan hasta destruir a la sociedad  entera. En este mismo orden nadie se ocupa de investigar a fondo como es el manejo del dinero entre el Banco Central, los bancos privados, los acreedores externos y los miles de dólares que a diario se rifan en la kermese de las finanzas nacionales.              

Hoy la sociedad percibe que Argentina está por desbarrancar, el hartazgo manifiesto hacia su clase dirigencial requiere convocar con urgencia a los referentes más lúcidos que tenemos en el país para enfrentar el desafío que implica hacerle frente a los graves problemas que afectan a nuestra sociedad; pero lo más preocupante es la escalada de odio que recorre nuestra sociedad ¿será este un nuevo capítulo de la tragedia argentina?. ¿o de verdad estamos dispuestos a ejercer nuestro derecho soberano de denunciar a cuanto delincuente pretenda quedarse con nuestro patrimonio y nuestro futuro e ir a fondo hasta extirpar el cáncer que nos impide crecer?   

lunes, 20 de agosto de 2018

¿QUIEN NOS DICE LA VERDAD? ¿ SOLO ES PAN Y CIRCO?

Artículo de opinión
¿QUIEN NOS DICE LA VERDAD?
¿ SOLO ES PAN Y CIRCO?
Por: Vicente Scordamaglia

El país entero está sumergido en la desazón por el escándalo de los cuadernos del señor Centeno. La olla a presión que destapó el entramado entre el empresariado argentino y la clase política (negocios y coimas) en estas, las dos puntas de la trama, en el que uno paga y otro cobra, se va descubriendo un camino que no se sabe bien a dónde conduce ya que, a medida que se involucran nuevos actores se hace cada vez más incierto el alcance y las consecuencias legales que pueda acarrear la causa de las coimas, no solo para los implicados sino para el país todo.

Pero siguiendo esta misma línea de sentimientos adversos que experimenta nuestra sociedad, mucho más angustiada está por el rumbo errático de la economía y el daño irreparable que esto significa para el futuro de la Argentina.
Los medios de comunicación y en especial un sector del periodismo han transformado este verdadero drama nacional (las coimas y sobornos) en un teatro de operaciones circense en el cual tiene un doble propósito: uno es político y el otro comercial; en el primero, se trata de extraer las medias verdades que la clase dirigencial expone en argentina para después rellenar el faltante con una necesaria cuota de escándalo, hecho este que después se vende y se consume como verdad absoluta.

La falta de representatividad de la clase dirigencial les ha otorgado a los medios de comunicación el crédito suficiente para llenar el espacio vacío de la incredulidad popular: ¿Son los medios de comunicación el verdadero poder?  ¡No! a todas luces no son los titiriteros que mueven los piolines de la marioneta universal pero son el brazo ejecutor de un plan diseñado por la elite que opera a nivel global y muchos de ellos son dueños de las corporaciones mediáticas que han crecido como flores silvestres en el jardín del olvido. Este sector, es sin duda la única empresa que florece por estos tiempos de profunda crisis que vive la Argentina. Son los medios quienes  investigan, son ellos los que aportan pruebas, son ellos los que juzgan, son ellos los que sentencian y son ellos los que instalan candidatos ¿algo más? ¡Sí¡ también son los únicos que han crecido y mantienen sus fuentes de trabajo con ganancias siderales mientras el resto de la sociedad viene perdiendo poder adquisitivo a mano de la brutal crisis económica que subyace en nuestro país. La prueba de lo que digo es ver cómo se han multiplicado los programas políticos y de chimentos que analizan la realidad nacional. 

Mientras todo esto sucede y continua el revoleo de bolsos y arrepentidos que ahora cantan mejor que Gardel y esposas despechadas que denuncian por su falta de participación en las ganancias, cabe aquí una sola pregunta, y al pueblo qué?: “pan y circo”; frase que se remonta a los tiempos de los Césares del Imperio Romano y es la que mejor describe a lo que están sometidos el conjunto de los argentinos.
Pero entonces ¿cuál es la verdad?; ¿quién le dice la verdad a la gente? No hay respuesta para esa pregunta de fondo; son todas verdades relativas, es decir, cada uno cuenta la verdad que más le conviene y la que mejor representa a sus intereses de sector, o de clase. 
A este ritmo y con la gimnasia que están adquiriendo los argentinos en materia legal, comercial, financiera, movimiento bursátil, cambio flotante, letes, bonos y letras del tesoro lebacs y no sé cuantas más, nadie se explica cómo nuestro pueblo se encuentra en crisis económica y grandes sectores de nuestra sociedad en estado de emergencia.

La desconfianza está matando a la dirigencia nacional, pero también está matando las esperanzas del pueblo que ve como los que están en la cúspide del poder disputan sus lugares de privilegio a expensas de los trabajadores, de sus familias y los que menos tienen. Y la verdad, viendo a personajes del empresariado nacional (con proyección multinacional de sus empresas), coimear para ganar licitaciones, sobrefacturar los costos de la obra pública para seguir esquilmando el patrimonio de los argentinos asociados a políticos sin escrúpulos, solo me queda una respuesta de indignación: ¡que vayan todos los culpables presos, que se vayan todos, que no quede ni uno solo!    






domingo, 12 de agosto de 2018

LOS CUADERNITOS DEL SEÑOR CENTENO

Artículo de Opinión
LOS CUADERNITOS DEL SEÑOR CENTENO
Por: Vicente Scordamaglia

Una vez más los moralizadores de la política defraudan al pueblo argentino. El escándalo que envuelve al actual gobierno con los aportes truchos y los desaciertos de la gestión económica (fuga de divisas, timba financiera, lebac letes y otros tantos papeles pintados) deja descolocados a los principales denunciantes seriales que tiene el gobierno nacional. La Diputada Elisa Carrió encabeza la nómina junto a la titular de la Secretaría Anticorrupción Laura Alonso, y Graciela Ocaña que frente a los hechos de corrupción de su gobierno practican un silencio sospechoso. Seguramente  consideran que lo que su gobierno realiza no son actos de corrupción sino que son acciones investidas de un aura celestial que limpia y purifica sus maniobras delictivas por el bien de las instituciones, de la política y el país todo.

La avería en la política económica del gobierno es de tal magnitud que un sector de la justicia cómplice y algunos medios de comunicación, han tenido que adelantar una operación que estaba preparada para el próximo año electoral (2019) por las dudas que el gobierno de Macri siga cayendo  estrepitosamente (como viene sucediendo) en las encuestas y Cristina, su oponente principal, resulte convertirse en el proceso contrario, esto es, un ascenso sorpresivo e impensado.
Quizás convendría hacer aquí una aclaración teniendo en cuenta que cualquier análisis que se haga en contra de este gobierno o el anterior, los fanáticos que cultivan una “lealtad” u oficialismo extremo, convierten inmediatamente al mensajero en Kirchnerista o en su contrario Macrista. 
Entiéndase bien, no estoy diciendo que los cuadernos del señor Centeno no sean veraces, no poseo ningún elemento ni para afirmar y mucho menos para negar tal relato, en todo caso, lo que estoy diciendo es que dicha investigación se venía consumando con minuciosidad y que la aceleración de la crisis política económica del gobierno obligó a sus mentores a blanquear la investigación fuera de tiempo.
En griego, remedio y veneno se dicen con la misma palabra: (PHARMAKON), ambos espacios políticos que intentan polarizar nuevamente la política para desgracia de los argentinos, están sufriendo la misma enfermedad que ha comenzado a carcomer sus entrañas, la corrupción y sus derivados impiden a la gente conservar algún grado de esperanza para terminar con este flagelo que azota a la Argentina desde el reinicio de la democracia y más allá de los tiempos. Y esto es así ya que todo dirigente junto a su plataforma electoral se siente obligado a poner énfasis en una consigna electoral que ya no pueden soslayar: “la lucha contra la corrupción”; sin embargo, la misma corrupción que vinieron a combatir estos éticos de cartulina, anida y se desarrolló en sus propias entrañas haciendo inviable cualquier intento de terminar con ello.
Siempre que se siga mezclando el remedio con el veneno y sobretodo quien lo suministre, sea también un corrupto, se seguirán socavando los anticuerpos de la sociedad, única reparación posible para eliminar de raíz el cáncer que sigue corroyendo a nuestra sociedad confirmando la vieja regla que dice que: en definitiva, es peor el remedio que la enfermedad.  
¿Qué le queda a los argentinos después de saber que son pocos los dirigentes que hablan con la verdad y construyen una realidad diferente?.  El filosofo Darío Sztajnszrajber nos recuerda que: “Somos los que necesitamos un orden para sobrevivir al abismo anárquico que al mismo tiempo nos libera” tomando este concepto me pregunto ¿será por eso que nos pasamos todo el tiempo construyendo certezas relativas que nos ayuden a superar la compleja trama de la vida?
Los argentinos vivimos una época en donde la mentira se aprecia más que la verdad y la corrupción más que los valores éticos. Desde hace algún tiempo la sociedad ha dejado de creer en una clase dirigencial (política, empresarial, gremial) que no está a la altura de los acontecimientos construyendo caminos alternativos para configurarse desde otros lugares menos nocivos. La realidad está siendo escamoteada por los constructores de relatos y en consecuencia vivimos las alternativas de la vida según sean los intereses de poderes ajenos que no representan los intereses del pueblo, pero que ni bien estos se ponen en juego haciendo peligrar el patrimonio de los poderosos no dudan en crear acciones desestabilizadoras de los mercados que redundan en perjuicios a la nación. ¿No resulta sospechoso el apuro de algunos empresarios arrepentidos?
Solo un ejemplo nos muestra la voracidad de estos grupos de poder: los bancos ganaron en el mes de julio 14 mil millones de pesos mientras los argentinos viven una crisis brutal por donde la miren. El riesgo país de las calificadoras internacionales está en los 700 puntos, demasiado riesgo para los inversores que buscan mercados más seguros; este plan económico solo atrae a los especuladores que en el reboleo de la economía argentina está su verdadero negocio.
En la política del escándalo (en la cual vivimos los argentinos) ya no es la realidad que crea la imagen sino que son las imágenes que crean las realidades presentes. La televisión que media entre los acontecimientos y la gente distorsiona la realidad en la que la percibimos, la trivializa y la degrada.  La sensación que me queda a partir de esta triste realidad que vive nuestro país entre, cuadernos, bolsos de dinero, empresarios arrepentidos, operaciones de descrédito y corrupción en todos los niveles, es que Argentina se encuentra a punto de estallar. La desconfianza que profesa la población sobre su clase dirigencial de todos los sectores de nuestra vida nacional, anuncia que se producirán grandes cambios, cambios que deberán contar con el apoyo masivo de nuestro pueblo  para que estos sean verdaderos y duraderos y no un mero maquillaje que nos hunda aun mas en las tinieblas del fracaso perpetuo.

        

lunes, 30 de julio de 2018

NUEVO ARMADO PARA LA REGION: LA MILITARIZACION

Artículo de Opinión
NUEVO ARMADO PARA LA REGION:
LA MILITARIZACION
Por: Vicente Scordamaglia

¿Qué pasa cuando a los pueblos los une el mismo padecimiento?

¿Existe un intento de militarización de nuestra democracia?.
Inicio este abordaje desde un interrogante observando “objetivamente” los acontecimientos que día a día se producen en nuestra región. Los episodios de intromisión por parte del gobierno de Donald Trump consentido por el gobierno argentino, son señales de una política activa de dominación más que de cooperación sobre  nuestro territorio nacional.  Las razones son unas cuantas y varían según se van produciendo los acontecimientos.
Un poco de historia para ver la contracara de esta historia nos refrescará la memoria para ver con un poco más de objetividad sobre lo que se viene.

Ni bien asumía Néstor Kirchner (25 de Mayo de 2003) el país estaba literalmente quebrado, la economía defolteada  y sin un peso de crédito internacional; mientras esto ocurría en nuestro país,  en el continente Sudamericano se venía gestando un profundo cambio de regímenes inspirados ideológicamente por una vieja utopía de los patriotas de nuestra independencia y en este caso renovada con una consigna de construcción colectiva de la ambicionada Patria Grande; este hecho, visto desde una perspectiva de un socialismo aggiornado en las ideas y asentado territorialmente con fuertes matices nacionalistas en su ejecución.

En el vértice de este movimiento se encontraba Fidel Castro (Cuba) como el inspirador ideológico y Chaves (Venezuela) como el ejecutor del armado de un movimiento de países que darían una nueva versión de la lucha de los pueblos contra el imperialismo; esta avanzada se da en un contexto histórico de un mundo unipolar (EEUU) que se  hallaba en franca decadencia. Hasta ese entonces, se habían sumado Daniel Ortega (Nicaragua) Rafael Correa (Ecuador) Lula Da Silva (Brasil) Evo Morales (Bolivia) Tabaré Vázquez y luego José Mujica (Uruguay) y un poco más distante o mejor dicho un poco más independiente Michel Bachellet (Chile) pero en el caso de Argentina ya con Néstor Kirchner, todavía observaba desde afuera. Claro que Chile o Brasil no tenían los apremios financieros que arrastraba a la Argentina. Un hecho curioso y a la vez trascendente se produce cuando Hugo Chaves le ofrece a Néstor Kirchner la asistencia económica (con intereses exorbitantes para un “aliado”) necesaria para salir de la crisis arrastrada del 2001 en la que se encontraba nuestro país, es a partir de allí donde este  movimiento de países no alineados con los EEUU, comienza a fortalecerse como bloque continental que, entre otras cosas, no hubiera podido consolidarse sin la integración de argentina que ni bien tuvo signos de recuperación se sumó como miembro activo para comenzar a desplegar sus ideas y su poder territorial de naciones que rezan un mismo Dios hablan una misma lengua y construyen una misma cultura desde su propia idiosincrasia.

A este núcleo de países se le fueron sumando otros como Chile, Uruguay y Paraguay que desde su independencia territorial y económica ejercieron la defensa de este movimiento garantizando plenamente sus derechos y principios ideológicos, fortalecidos por dos tratados: el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Allí se destacaban los valores culturales, la asistencia económica, el intercambio comercial e incluso la asistencia militar si fuera necesario. Este movimiento fue el tratado de integración de países más grande de toda la historia de la región sudamericana desde la creación de nuestra independencia.

Por supuesto que este proceso histórico se dio en un contexto en donde los EEUU peleaban por mantener su hegemonía en otros territorios mucho más convulsionados y estratégicos para la geopolítica de ese país del norte. Una vez asumido que el mundo ya no es el de la posguerra con el ingreso de China a los mercados internacionales y la recuperación de Rusia en todos los niveles, (mundo multipolar) EEUU intenta contrarrestar el avance de ambos gigantes reiniciando un nuevo proceso en todo el continente americano iniciado por el presidente Obama con el claro objetivo de fortalecer su patio trasero e impedir que los dos gigantes (ahora renovados) construyan nuevas reglas de juego económicas no solo para el mundo sino también para el estratégico continente americano. Todos estos episodios se fueron dando a espaldas de los EEUU y sus aliados históricos, Alemania, Francia e Inglaterra fundamentalmente.   

El recambio presidencial de Obama por Trump y las urgencias del país del norte, eliminaron toda posibilidad de mejores entendimientos por vía diplomática (recuérdese apertura diplomática de EEUU hacia Cuba) 

A partir de Trump, EEUU desconoce todos los acuerdos anteriores y los datos de la realidad comienzan a ponerse  en línea para  encaminarse a una nueva militarización de los conflictos en nuestra región; de nuevo el argumento es el mismo: la lucha contra el narcotráfico el terrorismo internacional y la corrupción, pero lo cierto es que en México ya costó 200.000 muertos y 35.000 desaparecidos y otro tanto sucede en Colombia y Brasil.

Todo este despliegue encubre el verdadero objetivo: aislar a Cuba, estrangular a Venezuela y cortarle el paso a todos aquellos movimientos populares Incluyendo a la Argentina e incorporar a Macri al nuevo proceso (que otra vez vuelve a ser clave como venimos señalando) junto a Brasil con Temer y Piñera en Chile para garantizar un nuevo proceso en nuestro continente, esta vez neoliberal con el claro objetivo de alinear a la región sudamericana en un armado territorial bajo los intereses estratégicos de los EEUU.

Para finalizar con este escueto abordaje, digamos una vez más que el mundo se está reconfigurando vertiginosamente en manos de una élite  que gobierna el mundo, este hecho global e irreversible no se dará sin conflictos sociales,  políticos y económicos, así podemos inferir al ver cómo van cayendo gobiernos elegidos legítimamente por el voto popular bajo pretextos grotescos que generan grandes dudas e incertidumbre para el destino de los pueblos libres del Sur; lo cierto de todo esto es que los cambios que se anuncian con grandes discursos no son tales y están generando profundas desigualdades en los trabajadores de nuestra región que ven como nuevamente son la moneda de cambio para que unos pocos (una élite) conserven sus privilegios; si las políticas destinadas a disuadir a los pueblos fracasaran, las reformas pretendidas se tornan inviables, la militarización de la región ya está lista para garantizar por la fuerza si así fuera necesario.