lunes, 10 de abril de 2017

ARGENTINA EN SU LABERINTO

ARGENTINA EN SU LABERINTO
"La fuerza es el derecho de las bestias"
Marco Tulio Cicerón
Argentina comenzó a transitar un sendero peligroso. Reemplazar el diálogo, al cual el gobierno rindió culto desde sus inicios y cambiarlo por profundizar la grieta y la crispación que creíamos haber superado, por lo menos, merece advertir de que se trata de un retroceso en la calidad democrática prometida. La represión injustificada contra los docentes el domingo 9/4 pasado cuando estos intentaron armar una nueva versión de la protesta reivindicadora por sus salarios, es de una torpeza supina por parte de este gobierno. Peticionar y reclamar por los derechos individuales o sociales del conjunto por medios lícitos en un país democrático, (por lo que yo sé) ningún ciudadano estaría infringiendo la ley en tanto no afecte el derecho de terceros; entonces, es legítimo y necesario que  así se haga para evitar que los gobiernos, del signo ideológico que sean, arrasen con la voluntad de los pueblos de defenderse de las conductas arbitrarias y autoritarias en las que suelen caer todos los gobiernos que parecen  representar a un solo sector de los argentinos.
El método elegido, ¡la represión! lisa y llana por parte del gobierno nacional argumentando un supuesto permiso para la realización de dicho evento, parece ingenua o al menos insignificante a la hora de querer justificar una desmedida reacción del gobierno en querer evitar de cualquier modo posible la protesta de los trabajadores docentes, que ahora sí, con inusitada violencia del estado argentino, fueron brutal y violentamente reprimidos.
Los meses que restan hasta las próximas elecciones de medio término puede ser un camino de mesura ciudadana al cual todos debemos contribuir, en especial el gobierno y sus funcionarios, creando condiciones favorables para que ese acto electoral no sea un recorrido apresurado al precipicio, siendo esta la antesala de una nueva frustración para los argentinos; resolver los conflictos existentes es responsabilidad absoluta y prioritaria del gobierno argentino para lograr la paz social que garantice el normal desarrollo de la democracia.      
Una reflexión personal acerca de los artículos que escribí en los últimos cinco años me vienen a mi memoria; cambiando los personajes políticos de entonces e incorporando los actuales, tranquilamente les cabría las mismas críticas y los mismos reproches ya que este gobierno es la versión edulcorada de aquella que hartó a todos y todas con su verba ideológica exacerbada de consignas belicosas de enemigos de la patria y de nuestros derechos soberanos. En este sentido el Ing. Macri y sus funcionarios, llegaron con una clara consigna de promover un cambio en nuestra sociedad y diferenciarse con ello del “modelo” político anterior. Por lo que estamos viendo  en estos días de crisis que se manifiesta en una lucha por el control del espacio público, no solo no se ven beneficios en la economía sino que además ahora comienzan a utilizar las mismas prácticas y a promover los mismos vicios del gobierno anterior. Reprimir las protestas sociales y la de los trabajadores en general es el cambio más peligroso que pretende realizar este gobierno, ya que en esta lógica éste se mimetiza con quienes quiere reprimir. Diferenciarse de lo que se intenta combatir es lo que más desgasta a los adversarios y gana adeptos para su fin, prefiriendo el tiempo a la represión, decisión temeraria tomo el gobierno para controlar el descontento social ya que en donde cometa un error de exceso represivo se verá arrastrado en el conflicto por la propia acción ineficiente de una mala decisión política del estado nacional. 
Nuestro país tiene una larga experiencia en la lucha por sus reivindicaciones sociales, políticas, económicas y laborales y creer que un protocolo digitado desde un escritorio de algún funcionario de turno les resolverá el enojo que tiene la gente con este rumbo económico implementado por el gobierno, carece de poco sentido, más bien lo que hace es  exacerbarlo. 

VICENTE SCORDAMAGLIA