jueves, 17 de septiembre de 2020

 

Artículo de opinión

¿A DÓNDE NOS ARRASTRARÁ TANTA TURBULENCIA?

Por: Vicente Scordamaglia

 

En el actual contexto en que vive el conjunto de la humanidad se hace difícil encontrar una respuesta precisa al interrogante que nos plantea el tÍtulo de este artículo; mucho menos que deje conforme a todos los sectores en pugna en la convulsionada sociedad mundial. Lo cierto es que cuando los conflictos se agudizan y nadie los conduce, estos, comienzan a obedecer sus propias leyes y construyen sus propias lógicas, de allí que  nos cueste encontrar una salida adecuada a una realidad tan dinámica y cambiante al mismo tiempo que nos obliga a ver e interpretarlo todo de nuevo.

Siguiendo la lógica de Tomas Gray cuando decía que: “donde la ignorancia es una bendición es una locura ser sabio” podemos inferir que el mundo (cada vez más globalizado) transita un período incierto de su proceso evolutivo, ignorante de los riesgos que corre (en el corto y mediano plazo) el conjunto de la especie humana.

 El terrorismo internacional, las guerras en distintos puntos álgidos del  planeta, los crímenes que se cometen a mansalva en nombre de la libertad, las hambrunas, inundaciones y pandemias; el calentamiento global, el estancamiento, la pobreza y los refugiados. "situaciones dramaticas en todos lados" fue lo que respondió una mujer en la calle cuando la radio pública sueca le pidió que describiera el estado del mundo.

Esto es lo que vemos en las noticias, y parece ser la historia de nuestro tiempo. Antes de la víspera de año nuevo de 2015, en el periódico Financial Times se publicó un artículo sobre el Zeitgeist con el siguiente titular: "Golpeado, magullado e inestable: el mundo entero está al límite".

No ha habido otro momento de estas características en la historia de la Humanidad.  Así lo asegura el prestigioso intelectual y activista estadounidense Noam Chomsky, quien dijo que la pandemia del coronavirus ha hecho de estos tiempos los más oscuros de los que se tenga memoria. Chomsky explicó que el presente, representa un "punto de confluencia de distintas crisis muy graves", entre las que se incluyen una amenaza de guerra nuclear, cambio climático, la pandemia del coronavirus, una gran depresión económica y una contraofensiva racista que tiene como epicentro a los Estados Unidos.

Desgraciadamente las noticias que provienen de los centros de poder mundial, confirman palmariamente estas afirmaciones. Si hacemos un paneo  rápido por distintas naciones, veremos una similitud de episodios que se repiten una y otra vez con características propias, que hacen pensar en un agotamiento del pensamiento humano en pos de dar respuestas a los múltiples problemas que afligen al conjunto de la humanidad. Las personas se contagian (y mueren) las economías colapsan y las instituciones creadas por el hombre de poco sirven ante el avance incesante de los conflictos ante la incertidumbre de los hombres que deben liderar los procesos de cambio que requiere la sociedad global. 

La civilización humana desde su misterioso comienzo, está sufriendo un retroceso aterrador de todos los logros alcanzados por el hombre, que en su devenir, olvidó lo elemental que es cuidar el hábitat en el cual se desarrolla su vida y construye su historia, por ello es preciso alertar a todos tomando prestada una frase de Soledad Voulgaris: “No todas las cosas cuando se rompen hacen ruido, hay algunas cosas que se derrumban por completo en el más absoluto de los silencios” 

 

 

Artículo de opinión

¿A DÓNDE NOS ARRASTRARÁ TANTA TURBULENCIA?

Por: Vicente Scordamaglia

 

En el actual contexto en que vive el conjunto de la humanidad se hace difícil encontrar una respuesta precisa al interrogante que nos plantea el tÍtulo de este artículo; mucho menos que deje conforme a todos los sectores en pugna en la convulsionada sociedad mundial. Lo cierto es que cuando los conflictos se agudizan y nadie los conduce, estos, comienzan a obedecer sus propias leyes y construyen sus propias lógicas, de allí que  nos cueste encontrar una salida adecuada a una realidad tan dinámica y cambiante al mismo tiempo que nos obliga a ver e interpretarlo todo de nuevo.

Siguiendo la lógica de Tomas Gray cuando decía que: “donde la ignorancia es una bendición es una locura ser sabio” podemos inferir que el mundo (cada vez más globalizado) transita un período incierto de su proceso evolutivo, ignorante de los riesgos que corre (en el corto y mediano plazo) el conjunto de la especie humana.

 El terrorismo internacional, las guerras en distintos puntos álgidos del  planeta, los crímenes que se cometen a mansalva en nombre de la libertad, las hambrunas, inundaciones y pandemias; el calentamiento global, el estancamiento, la pobreza y los refugiados. "situaciones dramaticas en todos lados" fue lo que respondió una mujer en la calle cuando la radio pública sueca le pidió que describiera el estado del mundo.

Esto es lo que vemos en las noticias, y parece ser la historia de nuestro tiempo. Antes de la víspera de año nuevo de 2015, en el periódico Financial Times se publicó un artículo sobre el Zeitgeist con el siguiente titular: "Golpeado, magullado e inestable: el mundo entero está al límite".

No ha habido otro momento de estas características en la historia de la Humanidad.  Así lo asegura el prestigioso intelectual y activista estadounidense Noam Chomsky, quien dijo que la pandemia del coronavirus ha hecho de estos tiempos los más oscuros de los que se tenga memoria. Chomsky explicó que el presente, representa un "punto de confluencia de distintas crisis muy graves", entre las que se incluyen una amenaza de guerra nuclear, cambio climático, la pandemia del coronavirus, una gran depresión económica y una contraofensiva racista que tiene como epicentro a los Estados Unidos.

Desgraciadamente las noticias que provienen de los centros de poder mundial, confirman palmariamente estas afirmaciones. Si hacemos un paneo  rápido por distintas naciones, veremos una similitud de episodios que se repiten una y otra vez con características propias, que hacen pensar en un agotamiento del pensamiento humano en pos de dar respuestas a los múltiples problemas que afligen al conjunto de la humanidad. Las personas se contagian (y mueren) las economías colapsan y las instituciones creadas por el hombre de poco sirven ante el avance incesante de los conflictos ante la incertidumbre de los hombres que deben liderar los procesos de cambio que requiere la sociedad global. 

La civilización humana desde su misterioso comienzo, está sufriendo un retroceso aterrador de todos los logros alcanzados por el hombre, que en su devenir, olvidó lo elemental que es cuidar el hábitat en el cual se desarrolla su vida y construye su historia, por ello es preciso alertar a todos tomando prestada una frase de Soledad Voulgaris: “No todas las cosas cuando se rompen hacen ruido, hay algunas cosas que se derrumban por completo en el más absoluto de los silencios”