Artículo de opinión
AL BORDE DEL ABISMO
Por: Vicente Scordamaglia
MARY SHELLEY
La voluntad del hombre es omnipotente, esquiva las
flechas de la muerte, alivia el lecho de la enfermedad, seca las lágrimas de la
agonía ¿y qué vale cada ser humano si no aporta sus fuerzas para ayudar a su
prójimo?
En el actual contexto en que vive el
conjunto de la humanidad se hace difícil encontrar una respuesta precisa al interrogante
que nos plantea el título de este artículo; mucho menos que deje conforme a
todos los sectores en pugna en la convulsionada sociedad mundial. Lo cierto es
que cuando los conflictos se agudizan y nadie los conduce, estos, comienzan a
obedecer sus propias leyes y construyen sus propias lógicas, de allí que nos cueste encontrar una salida adecuada a
una realidad tan dinámica y cambiante al mismo tiempo que nos obliga a ver e
interpretarlo todo de nuevo.
Siguiendo la lógica de Tomas Gray
cuando decía que: “donde la ignorancia es una bendición es una locura ser sabio”
podemos inferir que el mundo (cada vez más globalizado) transita un período
incierto de su proceso evolutivo, ignorante de los riesgos que corre (en el
corto y mediano plazo) el conjunto de la especie humana.
El terrorismo internacional, las guerras en
distintos puntos álgidos del planeta,
los crímenes que se cometen a mansalva en nombre de la libertad, las hambrunas,
inundaciones y pandemias, el calentamiento global, el estancamiento, la pobreza
y los refugiados. "situaciones dramáticas en todos lados" fue lo que
respondió una mujer en la calle cuando la radio pública sueca le pidió que
describiera el estado del mundo.
Esto es lo que vemos en las noticias,
y parece ser la historia de nuestro tiempo. Antes de la víspera de año nuevo de
2015, en el periódico Financial Times se publicó un artículo sobre el Zeitgeist
con el siguiente titular: "Golpeado, magullado e inestable: el
mundo entero está al límite".
No ha habido otro momento de estas
características en la historia de la Humanidad. Así lo asegura el prestigioso
intelectual y activista estadounidense Noam Chomsky, quien dijo que la pandemia
del coronavirus ha hecho de estos tiempos los más oscuros de los que se tenga
memoria. Chomsky explicó que el presente, representa un "punto de
confluencia de distintas crisis muy graves", entre las que se incluyen una
amenaza de guerra nuclear, cambio climático, la pandemia del coronavirus, una
gran depresión económica y una contraofensiva racista que tiene como epicentro
a los Estados Unidos.
Desgraciadamente las noticias que
provienen de los centros de poder mundial, confirman palmariamente estas
afirmaciones. Si hacemos un paneo rápido
por distintas naciones, veremos una similitud de episodios que se repiten una y
otra vez con características propias, que hacen pensar en un agotamiento del
pensamiento humano en pos de dar respuestas a los múltiples problemas que
afligen al conjunto de la humanidad. Las personas se contagian (y mueren) las
economías colapsan y las instituciones creadas por el hombre de poco sirven frente
al avance incesante de los conflictos y la incertidumbre que produce en los
hombres que deben liderar los procesos de cambio que requiere la sociedad
global.
La civilización humana desde su
misterioso comienzo, está sufriendo un retroceso aterrador de todos los logros
alcanzados por el hombre, que en su devenir, olvidó lo elemental que es cuidar
el hábitat en el cual se desarrolla su vida y construye su historia, por ello
es preciso alertar a todos tomando prestada una frase de Soledad Voulgaris: “No
todas las cosas cuando se rompen hacen ruido, hay algunas cosas que se
derrumban por completo en el más absoluto de los silencios”
¿A DÓNDE NOS ARRASTRARÁ TANTA
TURBULENCIA?. Las recientes declaraciones de su santidad el Papa Francisco acerca de
que el mundo ya está recorriendo los prolegómenos de la tercera guerra mundial,
no solo preocupan sino que además nos dejan sin esperanza de solo pensar que lo
que está sucediendo en Ucrania no es más que un vil ensayo como sucedió en
España en la guerra civil escenario previo que dio inicio a
En este escenario en donde Rusia, Ucrania y las fuerzas de