martes, 13 de septiembre de 2016

“REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA”

“REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA”

El gobierno actual está en un punto de inflexión, tanto por las medidas que decidió adoptar como por las consecuencias que se desprenden de ella. Según dos de los estudiosos de los procesos políticos en el mundo como Zygmunt Bauman y Carlo Bordoni analizan en un libro (Estado de crisis) la actual crisis de las democracias representativas en el mundo desde dos abordajes distintos para terminar advirtiendo casi en una misma respuesta que la actual crisis económica de las democracias se debe al divorcio entre la política y el poder, de esta manera sostienen ambos que la grieta se ahonda cada vez más y como consecuencia de ello está dejando a la política a merced de los problemas territoriales sin poder de resolución, mientras que el poder de los grupos económicos (cada vez más concentrados) están ávidos de seguir incrementando sus negocios con costos de producción cada vez más baratos dañando así a las economías regionales de los estados nación y precarizando peligrosamente los mercados laborales.
Esta separación entre la política y el poder económico que se alimenta a diario por las denuncias de corrupción que realizan los medios de comunicación y ventilada hasta el hartazgo, está dejando a la práctica política en el escalón más bajo del descrédito total, promoviendo un vacío dirigencial en el sistema democrático ocupado casi en su totalidad por el poder económico que no duda un segundo en reemplazar a una dirigencia política por otra dirigencia empresarial afín a sus intereses económicos y de espaldas a las necesidades de los trabajadores.
Desde esta perspectiva las crisis económicas y políticas del sistema democrático, parecieran no tener fin.   
Pero algo grave está ocurriendo en el trasfondo de esta problemática que está afectando sobre todo a las democracias emergentes; el espacio territorial que antes ocupaba la economía junto a la política ahora es ocupado por los varones del narcotráfico que con el dinero mal habido comienzan a tomar partido en este embrollo financiero, suministrando recursos económicos que en el mayor de los casos no solo financian campañas políticas sino también proyectos de desarrollo de gobierno a cambio de inmunidad territorial y judicial. En países de menor desarrollo económico y con una pobreza estructural, es habitual ver como proliferan los narco estados a la par de la falta de políticas institucionales que impliquen una organización política y jurídica en un estado nación que organice eficientemente las expectativas de sus pueblos.
En la teoría del vacío, práctica del Budismo, un enunciado dice que: “todo espacio vacío tiende a llenarse naturalmente” y es lo que está ocurriendo con las economías regionales desabastecidas por los estados nacionales que cada vez se alejan más de sus necesidades y sus problemáticas ahondando la brecha que ya existe entre ricos y pobres. Este escenario dramático por cierto, es el que necesitan las organizaciones que están al margen de la ley para operar a sus anchas y desarrollar todo tipo de delitos camuflados por las extremas necesidades de los pueblos marginados de los estados nación que abandonaron su rol de organizar y resolver los problemas de sus poblaciones.
En este contexto, la crisis del sistema democrático acompañada por la crisis dirigencial, se encuentra frente a una encrucijada que de no reaccionar adecuadamente asistirá al colapso total de un sistema que ha sido capaz de solucionar los grandes desafíos de toda su historia; este desafío consiste en el compromiso que deberán asumir las próximas generaciones de dirigentes políticos para promover y realizar una verdadera “Revolución Democrática” dentro mismo del sistema institucional, excluyendo de raíz a todos aquellos elementos que sigan utilizando prácticas políticas nefastas que impliquen cualquier tipo de sociedad o financiamiento espurio con las mil formas de corrupción en las que se ve involucrada la política.   
Para finalizar, citemos a Norberto Bobbio cuando se manifiesta acerca de las distintas “transformaciones” que ha sufrido la democracia sin que por ello deje de ser el sistema político que mejor representa los intereses de los ciudadanos libres de todos los tiempos, por eso, estemos atentos a sus crisis y a su devenir sin dudar de su forma de gobierno, pero tengamos en cuenta que toda forma de gobierno se legitima si es un proyecto integrador ya que todo sector representativo que quede afuera de una planificación de gobierno, se transforma inmediatamente en conspirador; por eso es bueno señalar que “un proyecto nacional crece, se fortalece y se desarrolla, cuando es de todos”


VICENTE SCORDAMAGLIA