miércoles, 10 de mayo de 2023

 

Artículo de opinión

La patria es el otro

Por: Vicente Scordamaglia

 Argentina es un país que por donde la pulsen exuda pus,exponiendo así, su creciente estado de descomposición. Los poderes instituidosen la Constitución Nacional envejecen sin piedad y sin dejar siquiera una huella (nada útil) por donde rehacer nuestro sistema de creencias institucionales.

Los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) pilares de nuestro sistema democrático, no se ajustan a la realidad presente, no solo porque carecen de respuestas acordes a los tiempos que les toca ejercer sino que en la mayor parte de los casos son actores preponderantes al servicio de causas non sanctas y en el peor de los casos son copartícipes directos con quienes conducen los casos emblemáticos que sacuden a la sociedad argentina en su conjunto.

Mientras unos pocos intentan salvar lo poco que queda en píe de los superiores poderes de la Nación, otros tantos contribuyen para que su sangrado termine por carcomer lo poco que queda de la misión que tienen frente a la sociedad toda.

Argentina mas que un país se parece cada vez más a un perro que se muerde la cola, es un ciclo interminable de una comedia que se repite a pesar de que cambie sus actores. Hoy ni oficialismo ni opositores (así me gusta definirlos) aciertan en la elaboración de un proyecto que nos incluya a todos, por tanto es natural que la gente siga señalando a la dirigencia nacional como los artífices de todos sus males, y en ese acontecer de pleno dislate solo ofrecen insultos e improperios entre sí para descalificar a sus adversarios. En un mundo que se  nos presenta incierto y amenazante a la vez (por las crecientes tensiones internacionales) los desafíos que tenemos por delante requieren contar con dirigentes que asuman la sagrada misión de darlo todo  por la patria, esto es: “la patria es el otro”. Las nuevas realidades requieren en todo caso nuevos liderazgosque sin perjuicio de ello, en este acontecer, todavía quedan dirigentes con ideales dispuestos a dar todo por el otro.

Sin embargo por lo que se ve en la superficie, en ninguno de los casos aludidos (ejecutivo, legislativo y judicial) asoma la más remota señal por donde encausar el sistema social, político y económico rescatando la brújula perdida que nos guíe en un nuevo intento (por ahora fallido) de  administrar justicia para todos.

Nada se podrá realizar si entre los argentinos perdura la enemistad y el odio permanente, nada se podrá realizar si los argentinos no unimos nuestro esfuerzo en pos de un destino común, destino que se ve amenazadopor la impericia de unos pocos en detrimento de las grandes mayorías de la Nación.