lunes, 16 de octubre de 2023

 

Artículo de opinión

DE LA ENCERRONA A LA LIBERTAD SOLO HAY UNA PASO

Por: Vicente Scordamaglia

La campaña electoral para las primarias (PASO), tal como imaginábamos, cumplió con todas las expectativas que despertó antes de su inicio; suba del dólar, tasas altas para contener a los ahorristas, chicanas para todos los gustos, denuncias a fuego cruzado, promesas incumplidas que vuelven a ser promesas, operaciones de los medios de comunicación, el oportunismo inoperante de la justicia, las especulaciones de las encuestadoras y la manifiesta intolerancia a diestra y siniestra de nuestra sociedad, conforman un combo perfecto como antesala de una contienda electoral que culminará en Octubre en la cual los argentinos ponemos en juego las principales cuestiones de cara al futuro de nuestro país; y como si esto fuera poco (diría un vendedor ambulante) la política nacional metida de lleno en la búsqueda de algún episodio que impacte en la sensibilidad de la gente y así modificar el casi seguro resultado de las próximas elecciones presidenciable en primera o en segunda vuelta como le guste mandar al soberano.

El país atraviesa una crisis económica de la cual no logra despegarse por más que los encargados de resolverla intentan aplicar todas las fórmulas posibles que tienen a mano para tal propósito. Haber apostado todo a fortalecer los ingresos económicos de la clase media y la clase trabajadora fue para Sergio Massa un acierto que aunque insuficiente algunas medidas llegaron a tiempo permitiéndole ubicarse en una casi segunda vuelta junto al controvertido Milei.

Todas las reformas posibles que el candidato Sergio Massa intenta instalar para construir un nuevo modelo de país, tanto en lo político, como en lo económico, laboral y social son pasibles de escasa  confianza por parte de un sector del electorado que Milei logró meter en la bolsa de la casta provocando inútiles los sacrificios de los argentinos que ven como se va licuando su salario frente a una crisis que por ahora resulta imparable.

Hoy, los argentinos, nos encontramos empantanados en una discusión estéril y sin sentido entre pasado y futuro sin poder visualizar que en medio de estos dos extremos está el presente de millones de compatriotas que sufren las consecuencias de un “cambio” que los tiene como variable de ajuste. 

Las próximas elecciones, entre primarias de Agosto y las definitivas a realizarse en Octubre próximo, dejarán en el haber del proceso democrático, dos cuestiones que a mi juicio son de suma importancia: la primera es que el gobierno nacional será plebiscitado una vez más por lo hecho en el segundo tramo de su mandato; señal elemental que el pueblo le dará al gobierno para ratificar o rectificar su proyecto político y económico que agoniza más por sus propias falencias que por la presión que ejercen los opositores; y la segunda cuestión es la que está vinculada con la proyección que hacen aquellos que intentan no ser succionados por la polarización desplegada por la propaganda mediática entre Macri y Cristina y terminar siendo funcionales a ambos extremos; esto es, quienes transitan la ancha avenida del medio como Sergio Massa.

 

Convengamos que la situación no es fácil de resolver para quienes no quieren entrar en la misma encerrona de la última elección que culminó eligiendo a Macri como Presidente en segunda vuelta, pero déjeme que lo desanime un poco más: hasta que el pasado no termine de ser sepultado el futuro no podrá ser visualizado con claridad; pero créame que en el aquí y ahora también existen soluciones inmediatas que pueden catapultar a un pueblo por encima de esta disyuntiva y salir del laberinto de la historia en el cual se encuentran los candidatos, ¿podrá Massa, Milei o Bullrich quien Finalmente logren la hazaña esperada? Los dejo con una breve pero contundente anécdota sobre el genial Picasso:

Cuando unos oficiales alemanes le señalaron el “Guernica” le preguntaron, ¿usted hizo eso?

No, les dijo, ustedes lo hicieron.