lunes, 23 de febrero de 2009

GLOBALIZACIÓN E IMPERIO CRISIS INTERNACIONAL

GLOBALIZACIÓN E IMPERIO
CRISIS INTERNACIONAL


Jean Baudrillard

La globalización es el mercado, la
información, la tecnología, el turismo.
Lo universal son los valores, los
derechos del hombre, la libertad,
la cultura y la democracia.


GLOBALIZACIÓN


Si un profesor quisiera resumir en pocas palabras la historia política del mundo, le alcanzaría con decir que: “la historia política de la humanidad, es la lucha que ejercen los pueblos para liberarse del yugo de los Imperialismos”; si esto es así, debemos atribuirle al concepto de Imperialismo, dos componentes elementales: la globalización y la acumulación de riquezas elemento fundante del capitalismo universal.

Si bien el término, “Globalización” se usó por primera vez en 1983, en un artículo de la Harvard Business, por Thomas Lewit, bajo el título de Globalization of Markets, para hacer referencia a la expansión de los mercados, debemos entender definitivamente que la globalización operó como tal sin ser advertida para su denominación en los estudios pertinentes, ya que fue desde el inicio de la evolución de los centros de poder, un elemento presente de dominio y explotación.

Al hacer referencia a la globalización solamente para describir la expansión de los mercados, olvidamos tener en cuenta que la historia universal está salpicada por la sangre derramada de pueblos devastados por los imperialismos que globalizaron sus ambiciones de conquistas y riquezas dejando tras de sí, después del saqueo, la peor corrupción que se le correspondió a cada época.


IMPERIO E IMPERIALISMO

Es por ello que algunos autores se resisten a reconocer que la globalización está existente y omnipresente desde el comienzo mismo de la historia.

Sin lugar a dudas, acordaremos con ellos que las formas adoptadas a lo largo de su historia, como así también la influencia que han tenido sobre el resto de las naciones del mundo, no fueron las actuales.

Una acepción que me interesó rescatar sobre Imperio es la que dice: “todo estado que impone su autoridad moderadora y extiende su lengua y su cultura sobre otras naciones o países” y por el contrario Imperialismo hace referencia: “sistema político y económico que pretende la extensión, dominación y preponderancia de un estado sobre otro”. Como vemos aquí, debemos diferenciar muy bien entre Imperio o Imperialismo, dos lógicas bien diferenciadas que dejaron huellas irreversibles a lo largo de toda la historia de la humanidad.

El Imperio gobernó el mundo colonizando a otros pueblos llevando su cultura, intercambiando costumbres y adelantos, dándole un ordenamiento político y económico superior al que tenían esos pueblos; en cambio el Imperialismo esclavizó y saqueó a los pueblos del mundo en beneficio propio, siendo implacable en sus condiciones de dominio, dejando miseria, atraso y guerras interminables para impedir la independencia política, cultural y económica de los pueblos.

La diferenciación de este aspecto preciso entre, Imperio e Imperialismo lo trata puntualmente el libro de Michael Hardt y Antonio Negri llamado “Imperio”. Cuando hacen referencia a este tema planteándolo así:
Muchos localizan en lo Estados Unidos la autoridad última que gobierna todos los procesos de la globalización y el nuevo orden mundial.
Sus defensores consideran que lo Estados Unidos son el líder mundial y la única superpotencia y sus detractores denuncian a ese país como opresor imperialista. Estas dos perspectivas se basan en el supuesto de que los Estados Unidos sencillamente se pusieron el sayo del poder global que las naciones europeas habían dejado caer. Si el siglo XIX fue un siglo británico, el siglo XX fue estadounidense. El cargo más irrecusable que pueden presentar sus críticos es que lo Estados Unidos están repitiendo las prácticas de los antiguos imperialistas europeos, mientras que sus defensores juzgan que los Estados Unidos son un líder mundial más eficiente y más benévolo y que “están haciendo bien” lo que los europeos hicieron mal.

A mi modo de ver, no comparto ninguna de las dos visiones.

LA GRAN DEPRESIÓN Y LA
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

El crecimiento económico que se produjo en Estados Unidos en los años que van del veinte al treinta, fue exclusivamente producto de la especulación. Cuando se presentó el crack de octubre de 1929, dicen los especialistas de la época, que el gobierno del republicano Herbert Hoover provocó la Gran Depresión al negarse a gastar dinero público para ayudar al pueblo.

Finalmente Franklin D. Roosevelt, electo en 1932, sacó al país adelante a través de un gasto público intenso y una pujante intervención del gobierno en la economía, hasta que la Segunda Guerra Mundial proporcionó el impulso definitivo a la economía del país.

El poder político y económico de los Estados Unidos de América se construyó con la participación de este país en la segunda guerra mundial luego de la gran depresión del treinta que hundió a la nación toda en la miseria y la desolación.
Cabe destacar aquí que la depresión económica de EE.UU. se extendió hasta el ingreso mismo de ese país en la segunda guerra mundial, luego del ataque de los japoneses a la base militar de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941.

NACE EL IMPERIO
BAJO EL AMPARO DE LA GUERRA FRÍA

Luego de los pactos de Potsdam y Yalta, en febrero de 1945, en donde los ganadores de la guerra se reparten el mundo, Estados Unidos vuelca su gigantesca maquinaria creada para la guerra a la creación de su industria, que favorecido por los acuerdos internacionales con los ganadores de la guerra (Inglaterra aliada incondicional y Rusia ideológicamente opuesta) comienza su crecimiento sostenido como potencia mundial.
A partir de entonces con la llamada guerra fría entre Estados Unidos y Rusia se desata una carrera armamentista en pos de obtener no solo una superioridad económica, sino también una superioridad militar que proteja esos beneficios. Ese escenario sitúa al mundo en un orden bipolar que en 1962 casi lleva al planeta al borde de la catástrofe en la llamada crisis de los misiles, con motivo de la instalación de las bases de lanzamiento instaladas en Cuba. La crisis de los misiles en Cuba es el correlato ideológico del conflicto entre la Union Sovietica y los Estados Unidos
a finales de 1962 que dividieron al mundo siendo ésta una de las mayores crisis entre ambas potencias durante la Guerra Fría.
Los inicios del conflicto, se originan por la decisión del Partido Comunista soviético de apoyar al gobierno de Cuba y a Fidel Castro, en respuesta a la operación fracasada de EE.UU. de invadir Bahía de los Cochinos haciéndole saber a Rusia que EE.UU. no iba a permitir un gobierno pro-soviético a pocos kilómetros de sus costas.
En este mismo orden la URSS, advirtió que en Cuba podría tener la base necesaria para el apoyo a nuevas oleadas revolucionarias pro-soviéticas en países americanos. Su cercanía a una base militar en Florida constituía una amenaza cierta desde donde poder amenazar a los EE.UU. sin que éstos tuvieran tiempo de reacción, igualando así la amenaza que significaba para los soviéticos los misiles estadounidenses emplazados en Turquía, estado fronterizo con la URSS, y la República Federal Alemana.
Mientras duró la Guerra Fría desde la salida de la segunda guerra mundial, 1945, hasta la caída del muro de Berlín, 1989, Estados Unidos se había transformado en el custodio del capital financiero internacional. Bajo su gigantesco paraguas militar, creció a discreción con excepción de los países controlados por la URSS. Este hecho no menor y para tener en cuenta, es el que le permitió un crecimiento militar y económico desmesurado sobre su par soviético; apoyado política y económicamente por los países aliados.
El Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue creado el 4 de Abril de 1949 con el objetivo preciso de asistir en la defensa político, económico y militar de la seguridad de todo el hemisferio norte.


COLAPSO DE LA URSS

El colapso de la URSS, como potencia mundial produjo distintos hechos que fueron muy significativos para comenzar a entender la crisis actual en donde podremos ver como ambos procesos fueron declinando en su poderío por no poder sustentar el aparato militar.
Es interesante hacer una breve síntesis de las causas principales que dieron origen al derrumbe del gigante soviético.
Gorbachov trató de mantener un equilibrio entre las reformas políticas económicas y sociales con los miembros del partido que se resistían a los cambios de la época y mantuvo en caja a las repúblicas soviéticas que aspiraban a independizarse. En 1990, la velocidad de las reformas junto a al creciente dilema económico (entre capitalismo o socialismo) condujeron a una encrucijada en la economía rusa. En este contexto los nacionalistas de las repúblicas separatistas, veían la oportunidad de emular la separación de los estados de Europa del Este y terminar con la hegemonía de Rusia.
Gorbachov, se hallaba presionado entre producir una reforma a fondo o en su defecto retroceder hacia el autoritarismo tradicional. En marzo de ese año, Lituania declaró su independencia, desafiando las sanciones impuestas por Moscú; a partir de entonces los estallidos de violencia étnica en el resto de las repúblicas se desencadenaron como una catarata.
Más tarde con el malogrado intento de expulsar a Gorbachov del poder, con el claro objetivo de restablecer la supremacía del partido y evitar que la Unión Soviética se fragmentara, miles de moscovitas, liderados por Yeltsin, respondieron al llamado de la democracia.
Con la URSS al borde del colapso y la dualidad de poder (soviético y ruso) entre Gorbachov y Yeltsin que emergía con poder después de abortar el intento de golpe, el 6 de septiembre de ese mismo año, lograban su independencia Lituania, Estonia y Letonia y más tarde el 1 de diciembre, lo harían los ucranianos. Estos hechos encadenados uno tras otro produjeron como resultado, que el 21 de diciembre de 1991, la URSS dejó formalmente de existir. Gorbachov dimitió el 25 de diciembre y el día siguiente el Congreso proclamó formalmente la disolución de la URSS. La caída del muro de Berlín se transformó en el símbolo emblemático de la culminación de este proceso.

GLOBALIZACIÓN DEL CAPITAL FINANCIERO

Los datos que me interesaron volcar en este análisis de opinión, son aquellos que tienen que ver con una hipótesis personal de los hechos que llevaron a la actual crisis de EEUU y su consecuencia internacional; de ahí la escueta historia desde la gran depresión hasta nuestros días. La síntesis omite otros datos no menos significativos pero que para los fines que persigo no son relevantes para esta opinión. Cabe destacar entonces, que se trata de una hipótesis de trabajo que fundamentalmente intenta visualizar ante tamaña incertidumbre de especialistas y gobernantes, las causas políticas de este acontecer y no las consecuencias económicas que la ocasionaron.
La configuración humana que instaló la globalización es el concepto de "aldea global" que planteó Mc Luhan en la década de los sesenta. En ella, prevalece como rasgo sobresaliente la manipulación informativa y cultural en donde el control de canales de televisión y emisoras de radio, así como de la gran prensa escrita ejercen el control a discreción del mundo y sus pautas. Frente al "sujeto manipulado" (sujeto de sujetado, agarrado) de la globalización cabe oponerle una concepción alternativa del "hombre universal". Éste debe ser concebido como un hombre de mundo, cosmopolita: el hombre “universal”, constituido como ser humano integral; Para que este sujeto se desarrolle, implica tener horizontes abiertos, mentalidad no dogmática, tolerancia, creatividad, insumisión.
En el libro llamado: En busca de la Política, Zygmunt Bauman alude al tema: Un rasgo fundamental del mundo contemporáneo es la tensión existente entre dos tendencias estrechamente relacionadas pero en apariencia contradictorias: la de la globalización y la de la localización. El íntimo nexo entre ellas ha sido adecuadamente captado en el término creado por Roland Robertson, “glocalización”: las dos tendencias emanan de la misma raíz y sólo son concebibles y comprensibles si se las reúne. Entre otras cosas, “globalización” alude a la progresiva separación del poder y la política. Tal como señala Manuel Castells en ”sociedad de la información” el capital, y particularmente el capital financiero,” fluye” ya no más limitado por las restricciones de espacio y distancia, mientras la política sigue siendo como antes, local y territorial. Ese “flujo” está cada vez más fuera del alcance de las instituciones políticas. El espacio físico y geográfico sigue siendo el hogar de la política, mientras que el capital y la información habitan el ciberespacio, donde se neutraliza o se cancela el espacio físico.
Estos datos de la realidad, son tremendamente significativos a la hora de evaluar los actuales acontecimientos, ya que mientras duró la “guerra fría” y el demonio del comunismo atemorizó a los capitalistas con el cuento de que si instalaban el capital en sus territorios serían confiscados, éste permaneció sujetado territorialmente bajo el corralito de la OTAN hegemonizada por EEUU.
Pero los países socialistas como consecuencia de su independencia de la URSS, necesitados de desarrollar sus economías, produjeron cambios fundamentales para permitir el ingreso del gran capital que hizo que éste se desplazara libremente por el mundo en busca de abaratar costos de producción, utilizando mano de obra precarizada y dejando a su antiguo protector en manos del mercado.
Luego del 11 de setiembre, con el brutal ataque a las torres gemelas en Nueva York, EEUU convierte a este atentado y sus ejecutores ideológicos, en el nuevo enemigo del “mundo libre”, siendo este hecho funcional a los planes del Pentágono; el correlato de estos episodios son las guerras preventivas por parte de las fuerzas de la OTAN (invasión a Afganistán, Irán y otras aventuras militares como Corea del Norte o Irak) para recuperar liderazgo militar con el claro objetivo de paliar el gigantesco déficit económico en su propio país. Pero, obsérvese con atención que los miembros de la OTAN no participaron en su totalidad de la contingencia preventiva de EEUU; y los que sí lo hicieron poco a poco fueron abandonando la propuesta replegándose en sus propios países esperando el rebote económico, verdadero problema político que originó la debacle.
Finalmente, termina la era Busch, desconociendo que la globalización exhibe la extrema "volubilidad" del capital (éste va a donde lo llama el interés; el capital no tiene patria) y al igual que su soviético y con el fracaso de la expedición militar a cuestas, EEUU entra en crisis económica financiera arrastrando a Europa y el resto del mundo “globalizado”.
La historia moderna del mundo no conoce crisis de tamaña envergadura. El mundo no será el mismo tras la debacle financiera. Millones de personas sin empleo, empresas que se declararon en bancarrota, gigantes financieros rescatados por sus gobiernos, son sólo algunos de los efectos de la peor crisis financiera de la que se tenga memoria.
El intercambio comercial que Estados Unidos mantiene con el resto del mundo, y la debacle económica originada en esa nación, se expande sin límite. Inglaterra, Islandia, Alemania, Francia, España, Japón, la India, China, México, Brasil y otros más, son claros ejemplos del contagio sin que todavía se halle el antídoto para parar el envenenamiento de la economía global.
El comienzo del original proceso político en EEUU, (léase elección de Obama) eligiendo a su primer presidente negro, ofrece algunas señales que alimentan alguna esperanza en el corto plazo; para quienes defienden el modelo o para quienes lo cuestionan, debemos decir que: “o el Imperio se recicla o caerá como su par soviético, por sus propias contradicciones” con consecuencias inesperadas para el resto del mundo. El tiempo, testigo implacable de la historia de la humanidad, asiste a la función a la espera del desarrollo del próximo acto.
VICENTE SCORDAMAGLIA






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