Artículo de Opinión
“QUIEN CONSTRUYE EL RELATO MANIPULA A LA OPINIÓN PÚBLICA ”
Por: Vicente Scordamaglia
El escandaloso espectáculo que dejó la entrega de los Martín Fierro a
los programas de radio en Argentina, muestra la otra cara de la grieta en
nuestro país y cómo se instrumentan operaciones desde los medios de
comunicación destinadas a la manipulación de la opinión pública a través de
plantar programas que se financian con dineros públicos de la pauta oficial que
manejan los gobiernos de turno en forma discrecional.
El instrumento estrella de dominación que utilizan los poderosos: los
medios de comunicación y sus derivados, comienza a ser interpelado por sus
propios protagonistas que no desean quedar “pegados” a operaciones siniestras
de gobierno, grupos empresarios o servicios de inteligencia que en los últimos
tiempos se vieron involucrados en distintos episodios de carácter destituyente.
La desmesurada oferta de compra y venta de canales de televisión,
radios y medios escritos excede largamente el interés que tienen los ciudadanos
por consumir mayoritariamente
contenidos y hechos de corrupción vinculados con personajes del ámbito
político en general. Empresarios surgidos de la nada que con dineros públicos
compran medios de comunicación solo
cumplen el mandato de sus verdaderos dueños: los gobiernos de turno.
“Solamente aquel que construye el futuro tiene
derecho a juzgar el pasado” sentenciaba NIETZCHE, y en ese
sentido pocos de los que hoy se enjuagan la boca con discursos grandilocuentes
con un alto sentido moral y ético pueden
decir: “esta boca no es mía” ya
que, como suelen decir los propios protagonistas de los medios de comunicación,
son pocos los que resisten un archivo y esa post verdad le cabe a todos los
actores de nuestra sociedad.
Quizás, a los protagonistas de
los medios en general debamos la actual confusión
que vive nuestra época que nos ha
llevado a la agudización de todas nuestras contradicciones como sujetos
sociales y como consecuencia de ello sujetos de la información, hoy es el
propio sector quien interpela a aquellos (como si fuera el gran hermano) que
desde el inicio del día activo en nuestras
vidas nos dicen qué desayunar, cómo vestirnos, qué ruta tomar para llegar al
trabajo, cuántas calorías debemos almorzar y todo lo que debemos hacer y hasta
qué nos conviene votar cuando hay elecciones. Todo este modelo digitado por
estos verdaderos comunicadores y sus poderosos medios de difusión controlan
nuestra existencia y modelan nuestras vidas en sociedad; este llamado cuarto
poder a entrado en crisis, como el resto de los poderes esta crisis está a
punto de de empujarlos a abrir la caja de Pandora para que los ciudadanos
podamos ver definitivamente que se cuece en esa cocina de la información con el
riesgo cierto de que la factura que tenga que pagar sea la pérdida de
credibilidad con la que gozó hasta la fecha por haberse vinculados de un lado y
otro de la grita con empresarios corruptos.
Mientras todo este escándalo se
intenta esconder, la verdad prosigue su curso cerrando fuentes de trabajo y despidiendo
periodistas de todas las tendencias por ello la sociedad se mantiene alerta ya
que alguien dijo por allí en el inmenso río de textos que circulan libremente
(hasta ahora por suerte) en las redes sociales que: “Todas las lecturas épicas cuando
son mezquinas, tienen grietas que los constructores de leyendas suelen ocultar”.
¿Cuántas verdades nos hacen pasar por mentiras y cuantas mentiras nos
hacen pasar por verdades los poderosos medios de comunicación con sus periodistas
estrella?
Un refrán popular hecho canción dice
así:
“En la boca del mentiroso lo
cierto se hace dudoso”.