viernes, 17 de noviembre de 2017

“QUIEN CONSTRUYE EL RELATO MANIPULA A LA OPINIÓN PÚBLICA”

Artículo de Opinión
 “QUIEN CONSTRUYE EL RELATO MANIPULA A LA OPINIÓN PÚBLICA
Por: Vicente Scordamaglia

El escandaloso espectáculo que dejó la entrega de los Martín Fierro a los programas de radio en Argentina, muestra la otra cara de la grieta en nuestro país y cómo se instrumentan operaciones desde los medios de comunicación destinadas a la manipulación de la opinión pública a través de plantar programas que se financian con dineros públicos de la pauta oficial que manejan los gobiernos de turno en forma discrecional. 

El instrumento estrella de dominación que utilizan los poderosos: los medios de comunicación y sus derivados, comienza a ser interpelado por sus propios protagonistas que no desean quedar “pegados” a operaciones siniestras de gobierno, grupos empresarios o servicios de inteligencia que en los últimos tiempos se vieron involucrados en distintos episodios de carácter destituyente.

La desmesurada oferta de compra y venta de canales de televisión, radios y medios escritos excede largamente el interés que tienen los ciudadanos por consumir mayoritariamente   contenidos y hechos de corrupción vinculados con personajes del ámbito político en general. Empresarios surgidos de la nada que con dineros públicos compran medios de comunicación  solo cumplen el mandato de sus verdaderos dueños: los gobiernos de turno.

 “Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado” sentenciaba NIETZCHE, y en ese sentido pocos de los que hoy se enjuagan la boca con discursos grandilocuentes con un alto sentido moral  y ético pueden decir: “esta boca no es mía”  ya que, como suelen decir los propios protagonistas de los medios de comunicación, son pocos los que resisten un archivo y esa post verdad le cabe a todos los actores de nuestra sociedad. 
Quizás, a los protagonistas de los medios en general debamos la actual confusión que  vive nuestra época que nos ha llevado a la agudización de todas nuestras contradicciones como sujetos sociales y como consecuencia de ello sujetos de la información, hoy es el propio sector quien interpela a aquellos (como si fuera el gran hermano) que desde el inicio del día activo  en nuestras vidas nos dicen qué desayunar, cómo vestirnos, qué ruta tomar para llegar al trabajo, cuántas calorías debemos almorzar y todo lo que debemos hacer y hasta qué nos conviene votar cuando hay elecciones. Todo este modelo digitado por estos verdaderos comunicadores y sus poderosos medios de difusión controlan nuestra existencia y modelan nuestras vidas en sociedad; este llamado cuarto poder a entrado en crisis, como el resto de los poderes esta crisis está a punto de de empujarlos a abrir la caja de Pandora para que los ciudadanos podamos ver definitivamente que se cuece en esa cocina de la información con el riesgo cierto de que la factura que tenga que pagar sea la pérdida de credibilidad con la que gozó hasta la fecha por haberse vinculados de un lado y otro de la grita con empresarios corruptos. 
Mientras todo este escándalo se intenta esconder, la verdad prosigue su curso cerrando fuentes de trabajo y despidiendo periodistas de todas las tendencias por ello la sociedad se mantiene alerta ya que alguien dijo por allí en el inmenso río de textos que circulan libremente (hasta ahora por suerte) en las redes sociales que: “Todas las lecturas épicas cuando son mezquinas, tienen grietas que los constructores de leyendas suelen ocultar”.
¿Cuántas verdades nos hacen pasar por mentiras y cuantas mentiras nos hacen pasar por verdades los poderosos medios de comunicación con sus periodistas estrella?
Un refrán popular hecho canción dice así:

“En la  boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso”.