jueves, 30 de enero de 2014

¿CON QUÉ OJO MIRA LA REALIDAD EL GOBIERNO?

¿CON QUÉ OJO MIRA LA REALIDAD EL GOBIERNO?
“Volvió una noche, no la esperaba,
había en su rostro tanta ansiedad”
de: Gardel y Lepera
Mucha gente se preguntó por estos días quién conduce los destinos de nuestra querida Argentina? La presidenta luego de su intervención quirúrgica, por prescripción médica, debió guardar distancia de los complejos conflictos que su propio gobierno fue generando en los últimos años de gestión. En su devenir, el oficialismo, trazó un recorrido por donde transitar al que llamó “modelo” y se dedicó a minar el camino detrás de sí, como para que nunca nadie (ni ellos mismos) tenga que retroceder ni un solo paso atrás, esto era algo así como,  “hasta la victoria siempre”.  
Sin embargo el estrabismo de su mirada sobre la realidad del mundo y de nuestra Argentina, obligó a la Presidenta y a sus principales consejeros a mirar para atrás con el objeto de retroceder en algunas medidas de gobierno, ya que por delante y con esas perspectivas, solo se visualizaba el abismo profundo que deposita en el fondo a los necios, a los ineptos y a los farsantes de la historia. 

El estrabismo decía (no podría saber de esta terminología médica si no fuera por Internet que todo lo sabe) es un trastorno en el cual los  ojos no se alinean en la misma dirección y, por lo tanto, no miran al mismo objeto al mismo tiempo. La afección se conoce más comúnmente como "ojos bizcos" (estrabismo convergente). Como resultado de ello, un ojo mira a un objeto, mientras el otro ojo se voltea en una dirección diferente y se enfoca sobre otro objeto. Cuando esto ocurre, se envían dos imágenes diferentes al cerebro: una desde cada ojo. Esto confunde al cerebro que con el correr del tiempo si no se trata, deriva inevitablemente en la miopía; ¿estará padeciendo el gobierno argentino de miopía política?

El gobierno argentino avanzó todos estos años mirando la realidad con el ojo que se quedó fijado en los años 60/70 y como consecuencia de ello le mostraba una realidad de ficción que pudo tener algún asidero de autenticidad en cuanto a que el contexto internacional ofrecía una coyuntura política favorable, doctrinaria y filosófica que tenía su fundamento básico en los objetivos de liberación nacional y social de los pueblos del tercer mundo; pero la realidad de hoy en día es totalmente diferente. La puja entre los pueblos que luchan por su liberación o su independencia (en contra de los imperialismos que intentan dominarlos)  no lo hacen solamente desde una posición ideológica sino que además  le han sumado propuestas de desarrollo de la economía con equidad y la búsqueda del conocimiento tecnológico, verdadero disparador de las nuevas desigualdades y conflictos en todo el planeta, necesarias para alcanzar los recursos con los que cuenta una sociedad “equilibrada”.

Los vaivenes en los que se encuentra la gestión gubernamental con respecto a la economía nacional y sus consecuencias que conllevan a la falta de medidas en todas las áreas del gobierno nacional, se parece a un avión sin piloto que a falta del idóneo que nos puede conducir en medio de la tormenta para sortear los inconvenientes presentes (que ellos mismos crearon) nos dejó en manos de ineptos que improvisan todo el tiempo para ver si acierta con alguna medida que nos aleje del desconcierto económico en el que se encuentra la Nación toda. 

El regreso de la Presidenta al escenario nacional con una buena medida dirigida a los jóvenes sin recursos, fue mucho más un montaje con todo el folklore Kirchnerista, con palabras seductoras de la Presidenta para tranquilizar a propios y extraños, señalando claramente que todavía es ella quien conduce los destinos de su gobierno; y digo de su gobierno porque ya nadie cree seriamente que suceda lo mismo con el resto de la Nación.
Es que justo 24 horas después de ese episodio novedoso en donde la Presidenta hace las veces de conductora de pasatiempo “infantil”, su Ministro de Economía junto al Jefe de Gabinete de Ministros, anunciaban un potaje de medidas con el fin de desacelerar el avance del deterioro de la economía, con seria amenaza de desbarrancarse definitivamente de sus cauces naturales llevándose puesto todo el esfuerzo de los argentinos desde la debacle del 2001.

Argentina tiene por delante la difícil tarea de mantener por los próximos dos años no solo un cierto equilibrio económico sino fundamentalmente emocional; todas las declaraciones de Cristina Fernández desde su última aparición pública parecen destinadas a una nueva avalancha de confrontaciones estériles (dijo en su último discurso: no es culpable el que cree la mentira sino el que las dice) destinadas a mostrar que su gobierno no es responsable de la crisis actual; el mercado, los bancos, los empresarios, los periodistas, los sindicalistas el mundo entero conspiran contra su gobierno, mientras los argentinos esperan inútilmente el mejor gesto que puede dejar un verdadero mandatario democrático, el agradecimiento y la grandeza de haber servido a la patria.   

“Mentira, mentira, yo quise decirle,
las horas que pasan ya no vuelven más.
Y así mi cariño al tuyo enlazado
es sólo una mueca del viejo pasado
que ya no se puede resucitar”
de: Gardel y Lepera

VICENTE SCORDAMAGLIA