domingo, 15 de mayo de 2011

TAN CERCA DE LAS PUERTAS DEL CIELO COMO EL UMBRAL DEL INFIERNO

TAN CERCA DE LAS PUERTAS DEL CIELO COMO EL UMBRAL DEL INFIERNO
             
 “Diez hombres unidos para la acción pueden hacer temblar a miles"        
                                
A pocos meses de la definición electoral en nuestro país, los partidarios del gobierno festejan por adelantado lo que aseguran será una rotunda victoria de la presidenta Cristina Fernández como candidata para el próximo periodo presidencial.
Todos los sondeos de opinión así lo indican, destacando que posee alrededor del 40% de intención de votos, aventajando al resto de los precandidatos que propone la oposición, ganando de esta manera en primera vuelta habida cuenta que ninguno de sus oponentes alcanzaría en el mejor de los casos, un exiguo 20%.
Entretanto en el otro extremo, la oposición, no consigue articular sus movimientos destinados a ofrecer una alternativa válida que justifique el cambio de gobierno y de modelo  político como alternativa de poder. 
Sin estructuras nacionales que la respalden, sin recursos económicos para la campaña y sin propuestas que lo diferencien del modelo político oficial, la oposición ensaya propuestas fallidas que confunden al electorado que espera respuestas claras y precisas para facilitar su adhesión.
Una parte de la población como así los gobiernos provinciales y municipales no estarían dispuestos a abandonar la propuesta política que encabeza la presidenta Cristina Fernández por el solo hecho de promover un cambio de imagen u otras razones, que si bien son legítimas y constituyen todavía una asignatura pendiente de este gobierno (seguridad, inflación, orden público y certezas económicas estratégicas)  no alcanzan a superar aún los beneficios que ofrece el modelo oficial y su  gobernabilidad   
Es sabido que los pueblos no dan saltos al vacío con respecto a sus gobernantes a menos que la necesidad así lo urja; en este sentido las urgencias que manifiesta gran parte de la sociedad son por lejos menores que los beneficios que posee con este sistema de gobierno, desequilibrando definitivamente la balanza en favor del régimen actual y su propuesta.
Los sectores más activos y convocantes de la sociedad, acompañan la propuesta del gobierno, lo mismo que la mayoría de los integrantes del partido justicialista que hace las veces de soporte político del Frente para la Victoria, la CGT, los empresarios más destacados de nuestra sociedad, grandes sectores de la juventud y un segmento numeroso de independientes, conforman una mayoría activa absoluta que se “mantiene unida” en favor de la presidenta, su liderazgo y su reelección.
Veamos como se fue desarrollando el proceso preelectoral de los postulantes opositores.
En primer lugar cuando las dos estructuras con algún grado de fortaleza como el peronismo federal y el radicalismo comenzaron su movida para captar la atención del 60% restante de la ecuación electoral, había por lo menos ocho candidatos presidenciables entre los dos partidos más numerosos, a saber: en el Peronismo Federal se postulaban, Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, Felipe Solá, Alberto Rodríguez Saá y  Mario Das Neves y por el Radicalismo lo hacían: Ricardo Alfonsín, Julio Cobos y Ernesto Sanz.
Otros dos partidos como el PRO de Mauricio Macri y la Coalición Cívica de Elisa Carrió mantuvieron sus candidaturas como únicos postulantes de sus respectivos partidos. En tercer orden, el Socialismo propuso a Hermes Binner y Proyecto Sur a Fernando Pino Solanas, hasta aquí por lo que sabemos, ninguna otra fuerza nacional propuso candidatos presidenciables.
Conformado el arco opositor, se lanzaron cual si fuera una carrera de obstáculos hasta llegar a la meta final compitiendo entre ellos; algunos precandidatos comenzaron a quedarse en el camino sin posibilidades de avanzar hacia su propósito en la medida en que priorizaron sus diferencias ideológicas en vez de constituir una coalición que destacara las mejores propuestas de estos, así de esta forma se les fue achicando el margen de negociación para posibles alianzas que potencie sus probabilidades; alternativamente, Cobos, Sanz, Reutemann, Das Neves, Solanas, Binner y Macri cedieron sus aspiraciones por otras opciones dejando el camino libre a un puñado de dirigentes para la próxima contienda; pareciera entonces (si otros no se bajan) que Duhalde, Alfonsín, Carrió y Rodriguez Saá junto a Cristina van a medir hasta la fecha (en internas abiertas como así lo dispone la reciente reforma política) el primer muestreo que los proyectará hacia las elecciones nacionales convocadas para Octubre próximo.    

Hasta aquí, más o menos es la descripción de lo acontecido en los últimos meses del año electoral; hasta se podría decir que esto ya es historia, pero la política no es la historia por describir sino la historia por construir; la política es la realidad viva de una nación y en ese devenir los pueblos han dado ejemplos de su imaginación y creatividad cuando se trata de encontrar alternativas a sus necesidades o expectativas insatisfechas.
Los meses que faltan, hasta el cierre definitivo de las listas de candidatos de todos los partidos incluyendo al propio oficialismo, nos puede deparar todavía más de una sorpresa, ya que la vigencia política de su dirigencia depende exclusivamente en conservar los espacios de poder de los diferentes grupos en pugna. Aunque se intente camuflar por todos los medios, la pirotecnia expuesta en los últimos discursos de Cristina, (en este caso en el oficialismo) no hace más que debelar el forcejeo que reina  en el país (pasados los seis meses de la muerte de Néstor Kirchner) entre los grupos que rodean al poder, provocando un desgaste manifiesto de la presidenta y su entorno más íntimo.
En este mismo orden la oposición no es ajena a esta tendencia ya que la incapacidad en conformar una coalición alternativa, que les ofrezca a los argentinos canalizar sus expectativas de cambio, caerá fatalmente en el fracaso por su falta de unidad, solidaridad y amor a la patria.
Si la presidenta logra disciplinar y poner en caja a sus partidarios garantizando un nuevo período presidencial sin presiones ni condicionamientos, seguramente se presentará y ganará en primera vuelta, en cambio si el sistema de poder diseñado por Néstor Kirchner, ahora encarnado en Cristina Fernández, transita por los umbrales de la implosión producto de una feroz lucha por el poder, es probable que la actual mandataria no se presente como candidata para las próximas elecciones de Octubre, generando un vacío de poder no solo en el seno de su espacio político sino en el país todo.

¡En este caso, que Dios nos libre del futuro que nos espera!...... 

Vicente Scordamaglia