Artículo de Opinión
CONFERENCIAS: INTENTOS FALLIDOS
Por: Vicente Scordamaglia
FRIEDRICH NIETZSCHE
“Solamente aquel que
construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”
La información que proviene de los
economistas (locales y extranjeros) sobre el rumbo de la economía argentina no tiene
buen pronóstico. La carga que lleva este gobierno desde su inicio con las metas
que se propone alcanzar son una pifia constante, ya que no llegó en ningún caso
a concretar con sus fines auto impuestos y ahora como valor agregado potenciado
por el cumplimiento que le impone el fondo monetario internacional.
En este sentido, poco aportó el
Presidente en el desarrollo de la conferencia de prensa convocada por el
gobierno teniendo en cuenta la expectativa que generó anunciada con varios días
de antelación, en realidad, fue un intento fallido en querer demostrar que no
estamos tan mal como todo el mundo dice.
En la conferencia de prensa el Presidente,
redundo una vez más e hizo uso y abuso de su ya conocida retorica donde la
verdad no contestó con precisión, ninguna de las preguntas formuladas por los
periodistas allí reunidos. Pareciera que el Ingeniero Macri se aferra a una
creencia en donde cree que la resolución de los problemas argentinos se
resuelven con una dosis de fe y confianza y no con un programa económico
preciso elaborado y ejecutado por especialista con un amplio apoyo fundamental
de la mayoría de los trabajadores y los sectores productivos del país.
La notable
similitud (desde el inicio de su mandato) en el estilo de comunicación del Presidente de la nación y en línea, la de algunos
funcionarios de este gobierno con las arengas que utilizan los pastores
evangélicos, comienza a desgastarse peligrosamente en la misma medida en que se
agota la paciencia de la gente ya que no hay consignas de recambio para este
gobierno que en tan solo en treinta meses gastó casi todo el crédito otorgado
por los argentinos desde el inicio de su gobierno.
El sí se
puede, vamos todos juntos, nosotros decimos la verdad, vinimos a cambiar la
política, de semestre en semestre (se le va la vida a la gente) hambre cero,
inflación de un digito, empleos de calidad y no sé cuantas muletillas más, no alcanzan
a componer un programa de gobierno, mucho menos constituye un proyecto de país construido
desde lo filosófico y cultural con un fundamento conceptual asentado en una
visión del mundo que le indique a los argentinos cual es el rumbo a seguir y
cuál es el modo de llegar a conseguir el bienestar tan codiciado por todos los
argentinos con el esfuerzo necesario pero con el menor costo social que demande
dicho esfuerzo.
La historia
nos enseña que las grandes naciones que lograron un crecimiento sostenido y un
estado de bienestar, lo han hecho teniendo en cuenta el bien común de su pueblo
por sobre el resto de las variables que surgen de la política y de la economía.
Los trabajadores, en cualquier proyecto de nación, son el motor que impulsa a la economía y a todo
el complejo mecanismo de producción y distribución entre sus integrantes, en
consecuencia si este motor no funciona adecuadamente, el resto de la maquinaria
va a provocar permanentes desequilibrios.
La labor de
la política es reconciliar los intereses de los dirigentes de los diferentes
elementos sociales, proponiendo a unos y a otros compromisos razonables y esfuerzos
compartidos.
Es imperioso
entonces, que en estos tiempos de profundos cambios globales que impactan sobre
los países menos desarrollados, los gobernantes entiendan que su rol no está
dado tan solo por su apego a las variables de la economía y el enriquecimiento
de unos pocos sino, fundamentalmente se trata de como la riqueza que producen los trabajadores se
distribuya equitativamente entre los integrantes de toda la nación.
En este
sentido, debemos destacar con énfasis que las conferencias realizadas por el
gobierno nacional (en sala de periodistas como la de instagram) son un intento fallido
de remplazar las largas e infructuosas cadenas nacionales del gobierno
anterior; no vaya a ser cosa que de tanto querer diferenciarse de Cristina,
Macri, se convierta en una caricatura de ambos gobernantes.