lunes, 23 de julio de 2018

CONFERENCIAS: INTENTOS FALLIDOS

Artículo de Opinión
CONFERENCIAS: INTENTOS FALLIDOS
Por: Vicente Scordamaglia

FRIEDRICH NIETZSCHE
“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”

La información que proviene de los economistas (locales y extranjeros) sobre el rumbo de la economía argentina no tiene buen pronóstico. La carga que lleva este gobierno desde su inicio con las metas que se propone alcanzar son una pifia constante, ya que no llegó en ningún caso a concretar con sus fines auto impuestos y ahora como valor agregado potenciado por el cumplimiento que le impone el fondo monetario internacional.

En este sentido, poco aportó el Presidente en el desarrollo de la conferencia de prensa convocada por el gobierno teniendo en cuenta la expectativa que generó anunciada con varios días de antelación, en realidad, fue un intento fallido en querer demostrar que no estamos tan mal como todo el mundo dice.
En la conferencia de prensa el Presidente, redundo una vez más e hizo uso y abuso de su ya conocida retorica donde la verdad no contestó con precisión, ninguna de las preguntas formuladas por los periodistas allí reunidos. Pareciera que el Ingeniero Macri se aferra a una creencia en donde cree que la resolución de los problemas argentinos se resuelven con una dosis de fe y confianza y no con un programa económico preciso elaborado y ejecutado por especialista con un amplio apoyo fundamental de la mayoría de los trabajadores y los sectores productivos del país.

La notable similitud (desde el inicio de su mandato) en el estilo de comunicación del  Presidente de la nación y en línea, la de algunos funcionarios de este gobierno con las arengas que utilizan los pastores evangélicos, comienza a desgastarse peligrosamente en la misma medida en que se agota la paciencia de la gente ya que no hay consignas de recambio para este gobierno que en tan solo en treinta meses gastó casi todo el crédito otorgado por los argentinos desde el inicio de su gobierno. 

El sí se puede, vamos todos juntos, nosotros decimos la verdad, vinimos a cambiar la política, de semestre en semestre (se le va la vida a la gente) hambre cero, inflación de un digito, empleos de calidad y no sé cuantas muletillas más, no alcanzan a componer un programa de gobierno, mucho menos constituye un proyecto de país construido desde lo filosófico y cultural con un fundamento conceptual asentado en una visión del mundo que le indique a los argentinos cual es el rumbo a seguir y cuál es el modo de llegar a conseguir el bienestar tan codiciado por todos los argentinos con el esfuerzo necesario pero con el menor costo social que demande dicho esfuerzo.   
La historia nos enseña que las grandes naciones que lograron un crecimiento sostenido y un estado de bienestar, lo han hecho teniendo en cuenta el bien común de su pueblo por sobre el resto de las variables que surgen de la política y de la economía. Los trabajadores, en cualquier proyecto de nación, son  el motor que impulsa a la economía y a todo el complejo mecanismo de producción y distribución entre sus integrantes, en consecuencia si este motor no funciona adecuadamente, el resto de la maquinaria va a provocar permanentes desequilibrios.

La labor de la política es reconciliar los intereses de los dirigentes de los diferentes elementos sociales, proponiendo a unos y a otros  compromisos razonables y esfuerzos compartidos.  
Es imperioso entonces, que en estos tiempos de profundos cambios globales que impactan sobre los países menos desarrollados, los gobernantes entiendan que su rol no está dado tan solo por su apego a las variables de la economía y el enriquecimiento de unos pocos sino, fundamentalmente se trata de como la  riqueza que producen los trabajadores se distribuya equitativamente entre los integrantes de toda la nación.

En este sentido, debemos destacar con énfasis que las conferencias realizadas por el gobierno nacional (en sala de periodistas como la de instagram) son un intento fallido de remplazar las largas e infructuosas cadenas nacionales del gobierno anterior; no vaya a ser cosa que de tanto querer diferenciarse de Cristina, Macri, se convierta en una caricatura de ambos gobernantes.