martes, 13 de diciembre de 2016

¿CUAL ES EL PROYECTO DEL GOBIERNO?

¿CUAL ES EL PROYECTO DEL GOBIERNO?

La parálisis en la que ha entrado el gobierno nacional mantiene en alerta a todas las fuerzas políticas, sociales y económicas que se preguntan: ¿hacia dónde va la Argentina?. El impulso que lo caracterizó en los primeros meses de su gobierno parece haber chocado de frente contra los datos duros de la realidad que son mucho más severos de lo que el actual gobierno pronosticaba. Con ansiedad de colegiales antes de un examen de ingreso, los funcionarios del gobierno esperan el auxilio de algunas inversiones que modifique el actual estado de cosas y así  mostrar algo diferente y más tangible que el dialogo con la dirigencia opositora y los buenos modales que hasta ahora supo tener, así, el gobierno nacional, se gastó en esos gestos irrelevantes un año de crédito de su hasta ahora “intrascendente” gestión de gobierno. 

Los pocos logros conseguidos por el oficialismo consistieron en una serie de leyes fundamentales que pedía enfáticamente para comenzar a gobernar ( el cepo cambiario y el arreglo con los holdout) esto fue posible  gracias a la oposición que facilitó la sanción de estas leyes que el gobierno entrante consideraba fundamentales para abonar el ingresos de inversiones proveniente de capitales extranjeros que resultaron ser a un año de gobierno, medidas exiguas frente a la expectativa planteada por el oficialismo, situación esta que lo dejó al descubierto de que ese era su único plan para sacar a la Argentina de su estancamiento estructural. Claro, dice el dicho popular: ¡con plata, hasta los inútiles se lucen!

En el otro extremo del escenario nacional, la tan ponderada rosca política en la que se ve ocupada la oposición, obedece a un solo objetivo: esmerilar al gobierno y llevarlo a un callejón sin salida para que tenga que seguir negociando con el parlamento todas las leyes que pretenda implementar el ejecutivo en el próximo año electoral; así, de esta manera, ninguna ley le es propia sino del conjunto de las fuerzas políticas que se atribuyen grandes victorias al cambiar importantes tramos de los proyectos originales del ejecutivo dejando en el camino (el gobierno digo) inmensas cuotas de poder que lo están llevando a la elección intermedia del año próximo con pocas chances para relanzar su proyecto de cambio que hasta ahora, solo quedó en los enunciados de campaña electoral que lo llevó a la presidencia nacional.

El ejemplo lo tenemos con la tan bastardeada ley de ganancia que terminó por aislar definitivamente al gobierno después de que trece bloques consensuaran la ley que finalmente fue votada en el recinto dejando a la oposición en las puertas de una alianza con grandes probabilidades de que esos acuerdos parlamentarios pasen a ser en el futuro acuerdos electorales que complicarían aún más el desarrollo de la gestión macrista. 

Es notable como en este punto el gobierno no evitó que la oposición se alzara con una “victoria” parlamentaria que se podía haber evitado ya que según los especialistas dicen que solo se trataba de una diferencia exigua de dinero entre uno y otro proyecto, pero parece ser que una mala apreciación política envalentonó a algunos funcionarios del gobierno que creyeron que tenían ganada la pulseada con solo un acuerdo con los gobernadores de las provincias más importantes. 

El caso es que hoy, el oficialismo, se encuentra en otra encerrona producida por su propia impericia; si veta la ley, se verá sometido a un incansable hostigamiento en las calles por parte de la oposición con el argumento de que las promesas de campaña no son para cumplirlas, solo sirven para ganar elecciones, pero en el caso de que asuma la decisión de respetar la decisión del parlamento (como corresponda) no solo dejará a la oposición sin su argumento favorito sino que además dará testimonios razonables para mostrar que el “cambio”, ¡empieza por casa!.

VICENTE SCORDAMAGLIA