Artículo de Opinión
INTERVENCIÓN O UNA NUEVA PROSCRIPCIÓN
Por: Vicente Scordamaglia
La intervención (o si usted quiere la
proscripción) del peronismo, no es algo nuevo en este espacio político.
Recordemos que el peronismo, en su génesis política, (exagerando un poco) se
podría decir que nació proscripto. Es el pueblo trabajador de aquel 17 de
octubre de 1945 quien rescata a su máxima figura de una de las más brutales
arbitrariedades de la época que quiso impedir, con falaces argumentos, el
ascenso al poder del movimiento político emergente que se disponía incorporar a
millones de trabajadores argentinos que se encontraban marginados de una
planificación social política y económica y a un proyecto de Nación.
De allí en
adelante, el peronismo en todas sus versiones en las que le tocó intervenir a
lo largo de nuestra historia electoral, sufrió una sucesión de intervenciones y
o proscripciones: Lonardi, Aramburu, Onganía, Videla y ahora Macri, atentaron
contra su herramienta electoral (el Partido Justicialista) que le impidió
participar libremente en las distintas instancias de nuestra compleja
democracia.
Hoy, igual
que ayer, una nueva patraña se cierne sobre la pesada carga que lleva sobre sus
espaldas el peronismo junto al pueblo trabajador en la construcción política de
la historia nacional, nuevamente se manifiesta con claridad el experimento por
métodos antidemocráticos de impedir su participación en las futuras elecciones
con candidatos representativos que se presenten como alternativa a las
políticas de un gobierno que no se detiene en la destrucción de las conquistas
sociales de los trabajadores y los sectores menos favorecidos por este gobierno
antipopular.
La célebre jueza María Romilda Servini
que manipuló a voluntad e intervino tantas veces al Justicialismo Nacional en
nombre de inconfesables argucias, reincide una vez más, con una medida que por
lo menos despierta sospechas, nombra como interventor del PJ nacional al
dirigente gremial Luis Barrionuevo cercano al gobierno del ingeniero Macri para
“normalizar” (así dice) el PJ nacional con la clara intención de impedir su
unidad e instalar referentes afines al gobierno nacional para permitir la tan
ansiada reforma laboral por parte del gobierno junto a las elites locales que
presionan por sacar mejores ventajas en la puja entre (salarios y trabajo)
trabajadores y empresarios.
Si el actual interventor Luis
Barrionuevo (ufff que feo suena) pretende hacer una gestión creíble, deberá
convocar con urgencia a una nueva afiliación masiva y a una pronta elección
interna que legitime las nuevas conducciones partidarias a nivel nacional,
alejando las dudas creadas hacia esta intervención arbitraria y desmesurada
impulsada por la jueza intervencionista, con el riesgo de que con esta medida
no resuelva nada dejará como saldo negativo un conflicto interno que ocasionará
serias heridas en la democracia partidaria, no solo del Justicialismo si no la
de todo el sistema electoral.
Con el mismo argumento, podría
aplicar igual procedimiento y realizar la misma operación con otros partidos
como el Radicalismo y otros del precario sistema electoral. La maniobra está a
la vista y no deja dudas, una vez más la connivencia entre el oficialismo y
algunos jueces.
Sin embargo, cada situación ofrece su
coyuntura y cada crisis su oportunidad de reconstrucción. Con la nueva crisis
provocada por el intervencionismo judicial, el peronismo es capaz de salir
fortalecido reconstruyendo un partido renovado, que le permitirá asumir los
nuevos desafíos que quedan por delante en nuestro país ofreciendo una nueva
dirigencia creíble y representativa.
Una verdadera democracia partidaria y
representativa exige, y esto es cierto, partidos renovados y no
sellos habitados por inútiles al servicio del poder de turno con el consecuente
deterioro a la democracia electoral y a todos los argentinos, por ello rescato
este concepto que Juan Perón defendiera como valor fundamental de todo su
pensamiento:
La verdadera democracia es aquella
donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el
del pueblo.