jueves, 14 de marzo de 2013

FRANCISCO

FRANCISCO
"El sufrimiento de inocentes y pacíficos no deja de abofetearnos; el desprecio a los derechos de las personas y de los pueblos más frágiles no nos son tan lejanos; el imperio del dinero con sus demoníacos efectos como la droga, la corrupción, la trata de personas, incluso de niños, junto con la miseria material y moral son moneda corriente".
(Bergoglio- Carta para la Cuaresma, febrero de 2013)

Los acontecimientos que los argentinos vivimos a diario se nos precipitan con tanto dramatismo que no alcanzamos a darnos una explicación racional o emocional a algunos de ellos para que nos caiga encima el siguiente como si se tratara de una llovizna pasajera; pasamos de debatir cuestiones domésticas como la prohibición de publicitar sus ofertas a los supermercados, tarjetas únicas de compras emitidas por el Banco Nación, los burgueses diabéticos o el referéndum de los kelpers, a hechos tan trascendentes como la elección de Bergoglio devenido a nuevo Papa y sucesor al trono de Pedro. Nada iguala en intensidad emocional en el planeta a la realidad que viven los argentinos.

Que el nuevo Papa de la Iglesia Católica sea argentino, nos debería por lo menos hacernos sentir un poco orgullosos por el solo hecho de que un compatriota conduzca los destinos de una de las religiones más importantes del mundo; caso contrario hacer un esfuerzo por comprender el significado trascendente que tiene este hecho para la vida de 1200 millones de creyentes, y las consecuencias que puede tener para el mundo todo que pierde sus valores esenciales, indispensables estos, para contener la embestida de lo efímero que nos ofrece el actual “modelo” imperante que se afirma día tras día en esto que hemos resuelto en llamar así sin más, “el mundo moderno”. 

Luego del cónclave de los cardenales que le reveló al mundo quien sería el nuevo Pontífice, se intentó irresponsablemente de vincular a Francisco , el nuevo Papa, a una suerte de sospechosa historia controvertida de su pasado; y no faltaron quienes (desde el oficialismo y la oposición) sometieran a la figura del nuevo pontífice a una suerte de “interna” partidaria entre Cristina, Presidenta de los argentinos y Francisco  (antes Bergoglio) Sumo Pontífice,  jefe espiritual de todos los católicos del mundo.
La inmadurez que aflora en algunos sectores de nuestra Argentina frente a episodios de trascendencia universal, que nos involucra, aún siendo agnósticos o de otras creencias religiosas, se corresponde con manifestaciones irracionales cercanas a la ignorancia que merecen ser censuradas.

"Poco a poco nos acostumbramos a oír y a ver, a través de los medios de comunicación, la crónica negra de la sociedad contemporánea, presentada casi con un perverso regocijo, y también nos acostumbramos y convivimos con la violencia que mata, que destruye familias, aviva guerras y conflictos".
(Bergoglio- Carta para la Cuaresma, febrero de 2013)

Vicente Scordamaglia 

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