TIERRA ARRASADA
“un pueblo embrutecido por el dogma de la antirrazón puede ser más
fácilmente inducido a perpetrar actos irracionales que un pueblo puesto en
guardia por la crítica”
Mario Bunge
El fútbol, como siempre, muestra descarnadamente la realidad de una
sociedad, tanto en la tribuna como así también lo hace en su clase dirigencial.
El escándalo producido por la dirigencia de la AFA en su proceso eleccionario es
un ejemplo de ello y muestra a las claras cómo los argentinos dirimimos
nuestras diferencias. Este aspecto de nuestra idiosincrasia no solo nos expone
como país que atraviesa una crisis de
representatividad, como sucedió recientemente con las elecciones
presidenciales, sino que además esta realidad se ve proyectada nuevamente en
todas las disciplinas de nuestra sociedad en su conjunto.
Un país escindido por nuestras diferencias históricas no saldadas hasta
la fecha, nos proyecta hacia el futuro como una sociedad intolerante para
convivir con otros que no piensan igual y que tiene una manifiesta incapacidad
de origen para construir un destino común entre sus ciudadanos. Mucho deberán
hacer las nuevas generaciones de dirigentes de todos los ámbitos sociales y
políticos para revertir una tendencia que se encamina mucho más a la
destrucción de sus logros que a la explotación de sus conquistas en beneficio
de toda la comunidad. La tarea principal será relevar definitivamente a una
clase política desquiciada, que no se resigna a dejar el poder argumentando
logros revolucionarios que en verdad solo han sido para mejorar su patrimonio
personal.
Los escandalosos focos de corrupción
que anidan en todos los estamentos de nuestra sociedad (político, social,
judicial y empresarial) impiden el normal desarrollo de un proyecto político de
crecimiento de alcance nacional que dé cuenta de la adversa condición de vida
en la que viven millones de argentinos que no llegan a recibir la ayuda del Estado
Nacional, Provincial o Municipal. Gran parte de lo que el Estado Argentino
planifica y provee para los sectores más vulnerables de nuestra sociedad se lo
apropian las bandas de delincuentes que operan con total impunidad en
verdaderas asociaciones ilícitas entre políticos, fuerzas del orden y barras
con total control territorial del cual el Estado en el mejor de los casos hace
la vista gorda. Las mafias de narcos internacionales asociados a la mafia
local y el tráfico ilegal de personas completan el cuadro de un descontrol de
años en donde los únicos beneficiados son los delincuentes de todo tipo y
pelaje.
El concepto de tierra arrasada que
manejan los kirchneristas, dejando en el quebranto absoluto todas las cajas del
estado argentino, con el cual pretenden “resistir” el normal desarrollo de la
democracia que se acaba de expresar eligiendo nuevas autoridades para el
próximo período presidencial, manifiesta en cierto sentido, los verdaderos
intereses que tiene el grupo de poder saliente. Obstruir todo lo que se pueda
para golpear todas las veces posibles, para erosionar el poder del nuevo
gobierno entrante combinando dos objetivos simultáneos, el primero mantener los
privilegios adquiridos de sector o facción y el segundo preparar la vuelta al
poder.
Finalmente me quiero referir a un
tema que apenas unos pocos lo expresan con claridad; no es verdad que el
peronismo gobernó los últimos 12 años, es el kirchnerismo quien lo hizo, pero
es justo decirlo, el kirchnerismo gobernó con el apoyo de grandes sectores del
peronismo, que no es lo mismo, ya que, la inmensa mayoría de esa fuerza
política se organizó como espacio opositor
al gobierno saliente. Quiero dejar bien claro este tema porque creo que este
sector que está en un proceso de renovación dirigencial deberá cumplir un rol
fundamental en la consolidación de la democracia, transformándose en garantía
de gobernabilidad del futuro gobierno si es que pretende ser alternativa de
poder proyectándose al futuro democrático de la Nación Argentina.
VICENTE SCORDAMAGLIA
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