martes, 13 de febrero de 2018

DENUNCIAS, EXTORSIONES, Y FORCEJEOS: ASÍ SE DINAMITA LA PAZ SOCIAL

 Artículo de Opinión
DENUNCIAS, EXTORSIONES, Y FORCEJEOS: ASÍ SE DINAMITA LA PAZ SOCIAL
Por: Vicente Scordamaglia
Nadie es dueño de la ética o la moral, estos valores  universales como la verdad, son dueños de sí mismos.

Mientras la Argentina sigue  empantanada sin resolver los grandes temas que todo el pueblo reclama y espera, las denuncias, extorsiones y  forcejeos por parte de los principales actores de la política nacional, dinamitan la paz social.
El gobierno de Macri, desde su última victoria electoral, gasta su capital político en forma desmesurada, en tanto, las decisiones de gobierno solo se limitan a aspectos absolutamente secundarios. La reciente y polémica medida de terminar con el nepotismo en la administración pública, y la de convertir en héroes a funcionarios públicos tan cuestionados que habitan en los cuerpos corporativos de las fuerzas policíacas y del “orden nacional”, roza los límites de lo absurdo y lo ubica en la categoría de la demagogia política tan denostada por estos tiempos.

Es verdad que el Presidente por estas horas se vio necesitado de emitir señales que apuntalen su gestión frente a la sociedad que comienza a agotar su tolerancia a la espera. Para ello pretendió enaltecer la figura del servidor público (policía que abatió al delincuente que perpetró la agresión al turista estadounidense) Luis Chocobar, pero no es menos cierto que el costo de esa medida es inversamente proporcional al resultado obtenido. El Presidente o al menos sus asesores deberían saber que, si bien un sector de los argentinos pide mano dura con los delincuentes, el resto de la sociedad se manifiesta contraria a darle poder ilimitado a las fuerzas de seguridad tan propensos a extralimitarse en la “autoridad” que el Estado le otorga para el cumplimiento de su deber. 
En la misma línea se suman las recientes declaraciones del diputado Amadeo y la ministra Bullrich con relación al tema en cuestión en donde plantean terminar con la doctrina de castigar a quienes nos cuidan (“no corre más con este gobierno”) ¿desconocen el Diputado y la Ministra que ese Estado de bien público al que tenemos que llegar todos los argentinos debe involucrar a todos los sectores de nuestra sociedad? quizás hubieran proporcionado mejor rédito al gobierno si no hubiera omitido en su genial idea dos conceptos que hubiera sumado cuantiosas adhesiones más, como por ejemplo: no solo para este gobierno sino para todos los argentinos de bien que habitan esta bendita tierra y el segundo concepto es el castigo absoluto a quienes amparados en esa doctrina del garrote cometan cualquier tipo de exceso en el cumplimiento de su deber; ¿se acuerdan de aquella consigna que iluminó nuestros espíritus violentos de otros tiempos? “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”

En las últimas decisiones tomadas por el presidente Macri, se lo ve tan irresoluto que por momentos parece haberse quedado sin el libreto que guío a su gobierno en estos primeros dos años de gestión, extravió la partitura que lo orientó hasta la fecha para ser más efectivo a la hora de ensayar respuestas oportunas que tengan que ver con la mejora de la problemática económica en la cual está entrampado todo el gobierno nacional (y como consecuencia todos los argentinos) que solo depende de que funcione su plan de Economía para mostrar resultados tangibles que lo reafirme como candidato necesario en el próximo recambio presidencial. Esta necesidad (dicen sus seguidores) se sostiene desde un plan que tiene dos líneas fundamentales de ejecución: si el gobierno resuelve este año reinstalar su candidatura presidencial y atina como sortear la conflictividad social, la próxima elección será un trámite que legalizará su continuidad sostenida por el electorado que se mantiene firme en la demanda del avance contra la corrupción, la inseguridad manifiesta y la estabilidad laboral en el ámbito nacional; la segunda está orientada a mostrar a los mercados internacionales la confianza de que Argentina nunca más está dispuesta a extraviarse en el facilismo y la improvisación, alentando proyectos que producen profundas inequidades y como consecuencia de ello no es recomendable para los mercados internacionales invertir en nuestro país.
Este último punto que desvela al gobierno, choca de bruces cada vez que los gremios salen a peticionar sus demandas laborales en medio de denuncias y extorsiones que están a la orden del día. El gobierno se repliega en Chapadmalal para relanzar una nueva ofensiva que le permita recuperar tiempo y credibilidad mientras los acuerdos de la oposición, el dólar, la inflación, los jubilados, los desocupados y los trabajadores  en general comienzan a pisarle los talones.  


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