lunes, 28 de mayo de 2018

LA SOCIEDAD RED

Artículo de opinión
LA SOCIEDAD RED
 Por: Vicente Scordamaglia

Las sociedades son constructos sociales. Por cultura entiendo un conjunto de creencias y valores que dan forma, alientan y motivan el comportamiento de las personas. Manuel Castell

La batalla principal que libra “el mundo moderno” es ante todo una batalla cultural; la misma se está produciendo hoy en día entre los medios tradicionales de comunicación y las redes sociales que se han expandido en los últimos años como un poder ilimitado. El fácil y libre (por ahora) acceso a estas ultimas por parte de la sociedad civil, las ha transformado en la principal herramienta de poder entre, las tendencias universales que guían su accionar a través de los flujos de información que circulan en un constante devenir de lo que acontece en el mundo, y las redes sociales que no solo son una fuente de información permanente, sino que además son mecanismos de comunicación en sí mismos con la ventaja comparativa que estas operan en el mundo globalizado en tiempo real, siendo la representación más cercana que tienen las gentes de todo el mundo por ser ellos mismos (los usuarios) quienes proveen su contenido concreto; es por ello que los centros de poder mundial, comenzaron a operar sobre las redes sociales en forma constante saturando los espacios sociales en la mayoría de los casos con torrentes de información falsa o capciosa con intenciones claras de deformar la realidad tal cual es.
Si esto es así, un peligro inminente se cierne sobre la columna vertebral de las grandes corporaciones mediáticas que hasta ahora habían dominado el escenario de las comunicaciones a escala planetaria; este argumento es fácil de comprobar ya que el mayor flujo de la información global que utilizan los medios de comunicación es provista por las redes sociales más populares como Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp y otras.
Estas poderosas redes sociales que han ocupado gran parte de nuestra vida en sociedad, dan cuenta de lo que sucede en el mundo con una vorágine diaria de acontecimientos que saturan la capacidad de bloqueo, análisis y filtro que puedan tener los receptores de los mismos; son capaces en este sentido por sí solas de hacer colapsar los grifos de la información que allí circula en tiempo real y en la mayoría de los casos por lo que se ve todo sucede sin tener instrumentos capaces para poder verificar la veracidad del emisor en una suerte de competencia virtual acerca de lo que ocurre en el mundo en general y en nuestro país en particular. 

Es evidente que nuestras vidas no son las mismas de antes, sobre todo después de la expansión de las redes sociales. La forma de vincularnos, la de amar, la de educarnos, la de re-producirnos y la de profesar nuestras creencias, han cambiado vertiginosamente provocando un verdadero caos en nuestros sistemas de creencias proyectándose hacia los sistemas de producción, que como consecuencia de ello modificó las formas de construcción de nuestras sociedades a partir de que nuestra cultura se está reconfigurando continuamente construyendo en la actualidad sociedades virtuales que dependen y operan a su vez de una red gigantesca de interconexión, sin perjuicio de quien queda adentro o afuera del nuevo sistema universal.

Una frase emblemática define la sociedad red: ¡si no estás en Facebook no existís! Esta definición ejemplifica una realidad sumamente controvertida. Esto da cuenta que la mayor parte de nuestra vida activa está determinada por conexiones virtuales que establecemos a diario dentro mismo de las redes sociales sin que estas alcancen por ahora la categoría de vínculos humanos; es verdad, en este sentido podemos decir que fuera de ellas, solo existe un pequeño espacio por donde circula nuestro mundo interno, es decir el pequeño espacio privado que antes era el verdadero motivador de nuestros vínculos humanos que cada vez más son colonizados por redes que solo ofrecen conexiones virtuales en donde el maniqueísmo es absoluto: o se es amigo o enemigo, en el medio ya no queda  nada.
El correlato entonces es la frase que cierra la conexión virtual: ¡te elimino!.
La forma en que nos hacemos de amigos y enemigos en la sociedad red está tan desprovista de empatía que ésta, perdió su campo de acción por donde pueden desarrollarse los vínculos humanos configurando así sociedades redes donde solo existen puras conexiones virtuales.
    



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