BAILANDO POR UN SUEÑO
Durante dos semanas los argentinos volvieron a sentir un
vértigo que parecía olvidado desde las últimas elecciones presidenciales. Lo
que se vio en Comodoro Py o en las inmediaciones del Congreso de la Nación
parecía obra de la visita de alguna estrella rutilante del cine o la televisión
seguida por sus fans allá donde ella tuviera que exhibirse; la caracterización
cabe a partir de los bailes en que incurría el personaje del balcón de la calle
Uruguay (en el barrio de Recoleta) que no era ni más ni menos que la ex
Presidenta de la Nación que contorneando su cuerpo con exóticos movimientos de
baile animaba a sus seguidores; en todo caso, la ex Presidenta con este
operativo propio de un estado paralelo (guardia propia por sus militantes)
trató de camuflar con sus desbordes simbólicos, el verdadero motivo de su
visita por estos lares, esto es, la presentación frente a la Justicia que la
involucra en un ilícito de su gobierno con relación al dólar a futuro.
La actividad desarrollada por la ex Presidenta con ese poder
de convocatoria exhibido en las puertas de Comodoro Py la ubicó en el centro de
la escena nacional; todo comenzó como un murmullo los días previos a su
presentación judicial pero con el transcurrir de las horas y la enorme
cobertura que tuvo en todos los medios de comunicación, la fantasía de un
sector de la sociedad se hizo realidad ¡Cristina
volvió!. Este no es un dato menor ya que habían quedado muchas dudas acerca
de su continuidad en la política desde que viajó a su terruño en el sur luego
de que Daniel Scioli (su candidato) había perdido las elecciones
presidenciales.
Renovada, bailantera y desenfadada como siempre, Cristina
comenzó a desplegar su repertorio habitual asistida por sus dotes de actriz y
con una oratoria y contenido ya conocido, la ex Presidenta presentó a todos los
argentinos y a sus partidarios, un pobre e insólito esquema político para
volver al poder: a la militancia, artistas e intelectuales, a los Diputados,
Senadores y movimientos sociales les planteó la necesidad de comenzar a estructurar
un nuevo Frente Ciudadano (así se
llamará) que permita convocar a todos los argentinos, sin distinciones
partidarias, a la nueva épica Kirchnerista que será la de recuperar el poder
para defender los logros alcanzados por su gobierno en la remanida “década
ganada”.
Hasta aquí nada debería sorprendernos, es el derecho de todo
político de convocar a sus partidarios a un acto político para anunciar sus
próximos pasos en la política, pero lo que si llama la atención es que se haya
elegido el edificio de los Tribunales de Justicia para su realización. Escapar
de la corrupción con ideología tarde o temprano acaba con la credibilidad de
quien abusa de ella, sobre todo, sabiendo que la gran deuda ideológica es
erradicar la corrupción de la política como así también cualquier forma de
delito que tenga que ver con la utilización de los dineros públicos para fines
personales, políticos o de facción. Esto es así en
Argentina o en cualquier lugar del mundo como estamos viendo con los casos de la FIFA ,
Petrobras o Mubarak presidente de Egipto hoy derrocado y acusado de desviar mil
millones de dólares de fondos oficiales y otros tantos denunciados por
organismos internacionales en donde se investigan estos aberrantes casos de
políticos o empresarios que se enriquecen con los dineros públicos de sus
contribuyentes.
Conociendo la historia política de nuestro país no nos
debería sorprender que muchas de las imputaciones que se vienen realizando
contra funcionarios del gobierno anterior no prosperaran y seguramente queden impunes;
entre otras cosas porque en algunos casos, estos ilícitos, están cruzados con
empresarios muy cercanos al gobierno actual.
La salida del default y la posibilidad de nuevos préstamos
que oxigenen el quebranto de las provincias argentinas entusiasman a los
gobernadores, la suerte dirá si la
utilización de dichos fondos es para un desarrollo sostenido de sus riquezas o
para tapar nuevamente la ineficiencia de sus gobernantes. La mesa ya está
servida (y por lo que sabemos será una mesaza) el nuevo orden dependerá de cómo
se acomoden las piezas del nuevo rompecabezas del poder ya que el poco tiempo
que separa la asunción del gobierno de Macri y las elecciones intermedias del
próximo año 2017 conspiran contra el desarrollo de proyectos que verdaderamente
les cambie la vida a los argentinos.
Todas las fuerzas políticas ya preparan a
sus posibles candidatos entre ellos la propia Cristina que decididamente salió
a competir por un nuevo ciclo de bailando por un sueño.
VICENTE SCORDAMAGLIA
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