Artículo de opinión
CRISTINA: UN DESAFÍO
HISTORICO
Por Vicente
Scordamaglia
Un fenómeno nuevo (y viejo a la vez) se está reproduciendo en
la argentina política. Las bases de un gran movimiento nacional y popular comienzan
a despertar de su largo letargo. El disparador no es un hecho nuevo ni original,
pero si efectivo en su composición; las bases del pueblo sensibles a la suerte
que corren sus líderes comienzan a emerger en un peregrinaje por las márgenes
de un movimiento que cuando se pone en marcha no respeta autoridad alguna solo
obedece a su líder en una profunda armonía con su autoridad única y su
sentimiento personal. Irigoyen, Perón, Evita y hoy Cristina son esos lideres
que en su singularidad se ven reflejados los intereses de las mayorías que solo
se mueven cuando algún peligro excepcional pone en riesgo esa comunión entre el
pueblo y las masas populares.
El fenómeno Cristina
tiene todas las connotaciones de convertirse a partir de una injusticia
amplificada por los medios de comunicación en un hecho singular pero no único
en la historia política argentina. Mucho más cuando su vida corre peligro como
es el caso que ocurrió en un burdo intento de asesinato por parte de algún
grupo o facción de delirantes creyentes de que eliminando físicamente a la líder
o inhabilitarla para que no participe en las próximas elecciones se termina con
el movimiento nacional.
El fenómeno
Cristina y su relación con la gente tienen connotaciones épicas, qué duda cabe,
si no fuera así llegando solo a la razón no alcanzaría, es necesario también llegar
al corazón sin ese componente no se podría conducir un movimiento tan complejo
como el movimiento nacional justicialista. La información todavía es escasa,
las interpretaciones circulan a flor de piel y las hipótesis expuestas todas en
la búsqueda de una verdad que quizás nunca la encontremos.
El peso de la historia nos interpela una vez
más, nos pone en la encrucijada de resolver todos los conflictos juntos que nos
dividen desde el comienzo de nuestra historia, es ella misma, (nuestra historia)
quien nos señala que este es el momento oportuno por donde seguir como consecuencia
Cristina es la única dirigente con
capacidad de capitalizar todos los hechos políticos que se suceden en nuestro
país, es la única con capacidad y coraje para conducir el momento histórico que
vive el país por sobre los conflictos
políticos sociales y económicos, cabe como consecuencia entonces, tomar
posición sin dobleces si no queremos (una vez más) quedar atrapados y sin
salida en nuestros ásperos y mezquinos intereses que nos pone una vez más en la
encrucijada de ser partícipe de la historia que nos demanda acertar sobre
nuestras dediciones.
Las causas
que la condenan a cristina son todas armadas con falsedades al punto tal que no
encontraron ninguna prueba concreta que la condene, son todas presunciones
sobre hechos en las distintas causas que la involucran y esto las bases lo
saben manteniéndose alerta ante las consecuencias posibles que devienen de las
fragantes mentiras que llevo a la corte suprema a realizar un fallo vergonzoso
que pone a la democracia y a la argentina toda al borde de la disolución.
Consumado el
sujeto de la persecución (“Cristina presa”) solo queda esperar que el pueblo se
levante ante tanta injusticia.
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