DEMOCRACIA
VIGILADA
"Claro que soy un hombre de principios. Ahora, mi
primer principio es el pragmatismo"
Lloyd George
Los argentinos comenzamos a transitar el último año
de gobierno de la familia Kirchner que ha hegemonizado el poder y regido la
vida de los argentinos durante los últimos doce años. Primero Néstor y Cristina
después, han sabido construir poder a partir de estructurar un relato y un
manejo discrecional de los fondos del Estado lo que les permitió comprar
voluntades a diestra y siniestra.
Desde el inicio de su gobierno recorrió una primera
etapa transversal que le permitió desprenderse y dejar en el camino a su mentor
Eduardo Duhalde y su aparato político: el PJ bonaerense; la maniobra consistía
en dejar libre de ataduras y condicionamientos a su gobierno que adolecía de
legitimidad al asumir el mandato con muy poco apoyo popular, dado que el
abandono de su contrincante, Carlos Menem, desistió de presentarse a la segunda
vuelta electoral y así hacerse con el gobierno nacional con apenas el 25 % de
los votos.
Néstor sabía que tenía el gobierno pero no el poder;
en los próximos dos años comenzó un proceso de coptación de aquellos dirigentes
que tenían lealtades con el gobierno anterior del doctor Duhalde, como ser:
Daniel Scioli, Alberto Balestrini, José Pampuro, Aníbal Fernández, Eduardo
Caamaño, Ginés González García y otros que forman una larga lista. Simultáneamente con esta operación incesante de toma del
poder, se procedió a desmontar las lealtades de los gobernadores de las
distintas provincias, que como todos saben son absolutamente dependientes de
los fondos del estado nacional para subsistir, y concluyendo con este nuevo
montaje, el ingreso de los sectores que hasta ese entonces habían sido los más
activos en cuanto a la movilización popular (los movimientos sociales, grupos
de piqueteros y de derechos humanos) como son los grupos de choque y presión
política. Finalmente para coronar un ambicioso y triunfante plan de poder, no
podía faltar el movimiento obrero organizado agrupado en la CGT oficial como así también a
aquellos que se congregaron al margen de él como son la CTA y otros un poco más independientes.
Con esta estructura del poder político y con el poder
que les dio el estado nacional, sabedores de que si los factores de poder no
participan del reparto nacional, conspiran, Néstor, se dedicó a abrir todos los
frentes de conflicto de esos sectores de poder con el convencimiento de
fracturarlos en su propia trinchera. Así
se peleó con los militares, el campo, los medios de comunicación, los
empresarios, la justicia y todo aquel que pudiera entorpecer su incesante
avance hacia la suma del poder político, legislativo, judicial y económico de la Nación.
En el plano internacional con el apoyo de Hugo
Chávez, en un contexto regional que favorecía este modus operandi (Cuba,
Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina fundamentalmente) el gobierno argentino
radicaliza su enfrentamiento contra EEUU con la misma metodología empleada en
el frente interno con el fin de identificar según su creencia, al enemigo
externo ideal, permitiendo como resultado de este enfrentamiento “imaginario”
sumar a todos aquellos sectores que sostienen este conflicto ideológico
histórico legitimando así el relato Kirchnerista.
Finalmente como consecuencia de este persistente
accionar, el Kirchnerismo dividió a toda la sociedad argentina con la lógica de
buenos y malos, fracturando literalmente a toda la sociedad, dejándola con un
insignificante conjunto de políticos con escasa representación y con difícil
pronóstico de organizar oposición a su gobierno en el corto plazo.
Néstor primero y Cristina después, exhibieron una herramienta
que se materializó en práctica política distintiva de sus gobiernos, los
servicios de inteligencia del estado nacional; todo aquel (persona o sector)
que no aceptara sus condiciones, era sospechado de ser culpable de haber
cometido algún “ilícito” (por el solo
hecho de pensar distinto) por lo cual era objeto de denuncia y posterior
investigación, para luego sufrir los aprietes tanto de los organismos del
estado o en su defecto sufrir las presiones de los grupos de choque afines a su
gobierno y sus políticas. La construcción del poder Kirchnerista fue
directamente proporcional a la pérdida de libertad del pueblo y nuestras
instituciones.
Todo este acontecer histórico que resume los años del
Kirchnerismo, se produce hasta que la muerte de Néstor Kirchner produce dos
episodios que en simultáneo, significaron el “ascenso y la tragedia” del grupo
gobernante; entre el fallecimiento de Néstor el 27 de octubre de 2010 y las
elecciones del 23 de octubre de 2011, Cristina es reelecta por el 54% de los votos,
máximo poder alcanzado hasta la fecha por la familia Kirchner (nace el
Cristinismo) en ese mismo acto de
euforia, la presidenta reelecta instala una consigna temeraria ¡vamos por todo! punto de inflexión
este que marcará el comienzo de su declinación en el poder hasta la fecha.
(Recordemos aquí que Néstor era el precandidato para esas elecciones)
Luego de la última derrota electoral en donde el
oficialismo intentó por todos los medios la imposible reelección, y acosado por
las distintas denuncias de corrupción y otras irregularidades, el gobierno de
Cristina se dedicó a forzar una serie de leyes con el claro objetivo de cubrir
una salida más o menos decorosa del poder, esto fue, “ganar” batallas a lo
Pirro en las dos cámaras de Senadores y Diputados que le produjeron enorme
desgaste frente a la opinión pública. Pero si bien y a pesar de todo se venían
cumpliendo los objetivos trazados por el gobierno para resistir desde la
oposición una vez entregado el poder, otra vez sucedía lo inesperado, la realidad
obstinada y persistente por más que se la quiera silenciar nuevamente llamó a
su puerta en el inicio del año electoral, esto es, frente a la proximidad de
cambio de la jefatura política nacional, la interna de los servicios
(herramienta favorita de este régimen) le estalló en la cara desatando una
guerra (literal) entre bandas
antagónicas mostrando lo que son capaces de hacer si su poder se licua.
El año electoral comenzó de la peor manera, la muerte
del fiscal Nisman; quien estaba
investigando al gobierno argentino por considerar que había incurrido en
encubrimiento acerca de la conexión Iraní en el atentado de la AMIA y de la embajada de
Israel en Argentina, mediante un acuerdo con el gobierno de Irán y en la
víspera de presentar su informe en el Congreso de la Nación , es encontrado
muerto en su departamento con un disparo en la cabeza. Este episodio que
todavía mantiene en estado de alarma y estupor a toda la sociedad argentina (e
internacional) exige el pronto esclarecimiento de la verdad de lo acontecido,
ya que este magnicidio puede significar un punto de inflexión entre la
credibilidad de la política y la gente, arrastrando definitivamente con el frágil equilibrio institucional que ya
existe entre los poderes político, judicial y legislativo y terminando por
llevarse puesta a la democracia.
Frente a la pérdida de la iniciativa política, el
gobierno de Cristina y sus funcionarios se abroquelan en el interior de su
relato falaz dando manotazos de ahogado, instalando nuevos proyectos de cambio
(para que nada cambie) para encausar el oscuro mundo de los servicios y
amortiguar la irritación creciente de la gente a sabiendas de que es el propio
gobierno y su responsabilidad quien debió cuidar al fiscal Nisman.
El episodio en sí, que se parece más a una serie
norteamericana y no a la vida real, puso al pueblo argentino de cara a la
verdadera situación de la realidad de un gobierno que abusó de este instrumento
de extorsión propio de las dictaduras de otrora para espiar y disciplinar a sus
adversarios políticos, empresarios y dirigentes sociales sin importarle la
legitimidad de esas prácticas. Ahora el
conflicto, errático en sus objetivos, con su cadena de mandos desmembrada,
asume su propia lógica amenazando con convertir a sus patrones de los últimos
doce años en las victimas de sus desgracias acosando con sus informes
enmarañados y su accionar impune en las sombras de la noche a convertir a una
Argentina sin rumbo y acechada por los peligros de sujetos peligrosos que solo
obedecen a sus propios intereses de facción.
VICENTE
SCORDAMAGLIA
1 comentario:
jajaja que ridiculo, leer esta nota ahora con este gobierno neoliberal de mierda y discrecional en el uso de todo, de los medios, de la justicia, de la guita de los argentinos, de la fuerza, golpeando trabajadores y desapareciendo gente o mantene rpresos políticos contra decisiones de tribunales internacionales, del endeudamiento brutal, de privatizar por decreto, de favorecer a sus familiares directos con blanqueos y prebendas, de sacar la guita al exterior, de defender a los militares asesinos.... y si querés sigo
ESTA SI QUE ES UNA DEMOCRACIA VIGILADA INFELIZ
Rídicula la nota, tanto como el autor del blog.
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